Disclaimer: Twilight pertenece a Stephenie Meyer, la historia es de DaniDarlingxx, la traducción es mía con el debido permiso de la autora.

Disclaimer: Twilight is property of Stephenie Meyer, this story is from DaniDarlingxx, I'm just translating with the permission of the author.

Capítulo beteado por Yanina Barboza

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Veintidós

―Uh, lo siento mucho, señorita. ¿La conozco?

Es un intento barato de distraerla porque, por supuesto, la conozco. Sé cómo se balancean sus caderas cuando cocina, sé la cara que pone cuando está sumida en sus pensamientos, la forma en que su cabello se ve recién salido de la ducha, el hecho de que la vieja camiseta del Departamento de Policía de Forks de su papá es su favorita para usar en la cama, y sé que ella siempre quiso un gato, pero es alérgica.

El problema es que ella no sabe que yo lo sé.

―No lo sé, ¿lo haces? ―responde, arqueando la ceja. Son un poco más delgadas de como suelen tenerlas la mayoría de las mujeres, pero le quedan bien―. Tal vez esto te refresque la memoria.

Y luego hace algo que me hace reír a carcajadas. Una risa bulliciosa y escandalosa que se siente extraña para mis oídos porque casi nunca suelto más que una pequeña risa.

Agarra el vaso más cercano de cualquier bebida que pueda encontrar y lo vuelca sobre sí misma, empapando su camisa.

Es negra, por lo que no es uno de esos clichés del tipo "puedo-ver-sus-pezones-repentinamente", aun así, es hilarante y caliente y me toma por sorpresa de una manera que es tan rara que la gente lo haga, especialmente cuando los he estado observando.

―¿Bien? ―Bella está molesta. Jane también está molesta, pero no dice nada.

―Mira, lamento mucho lo de la otra noche. Fue un completo accidente. Pero te aseguro que no te conozco. Solo fui yo actuando inusualmente torpe.

El fuego en sus ojos se desvanece un poco, lo que me hace preguntarme cómo alguien tan dulce puede tener tan mal genio. No es injustificado, especialmente porque estoy seguro de que estoy sufriendo esa ira por culpa del imbécil de Jacob.

―Me lo debes ―sentencia Bella, con firmeza como si fuera la cosa más obvia del mundo.

―Está bien, eso es justo. Déjame llevarte a una cita para compensar la que arruiné.

Qué. Mierda. Acabo de hacer.