Mi (super) heroína
El corazón de Lena dio un vuelco al ver esa sonrisa, sintió por un momento como sí el mundo se detuviera, no podía creer que esa gran mujer le estuviera sonriendo de esa manera. Supergirl movió su mano delante de Lena y señalo la puerta de cristal mientras hacía un pequeño puchero. La Luthor reaccionó y le abrió la puerta de cristal aun estando un poco perpleja, normalmente siempre que veía a Supergirl era cuando estaba en peligro o la super le advertía sobre su familia, se empezó a preparar mentalmente para que le preguntara sobre Lex o su madre.
-Lena- dijo Supergirl mientras entraba a su oficina.
-¿Qué te trae- fue interrumpida abruptamente por un abrazo.
Tenía los brazos de Supergirl alrededor de su cintura, sintió como sus cuerpos se apretaban lentamente, el como la rubia deslizó su cabeza en el hueco de su cuello, sintió el suave suspiro de la más alta contra su piel provocándole un leve jadeo.
-Tenía tantas ganas de verte- dijo Supergirl.
Lena se quedó en blanco, incapaz de devolverle el abrazo, no entendía qué estaba pasando, es como sí se hubiera perdido algún capítulo clave de su vida ¿por qué Supergirl la abrazaba y le decía eso? no recordaba que fueran tan cercanas, evidentemente existía una cordialidad, incluso algo que podría derivar en una amistad, pero no recordaba que su relación estuviera en ese punto, quizás las ganas que tenía de estrechar lazos con la superheroína le hacían imaginar cosas y este abrazo solo estaba ocurriendo en su imaginación.
-¿Supergirl?- dijo Lena al tiempo que intentaba corresponder el abrazo.
Antes de que pudiera corresponder el abrazo, Supergirl se alejó lo suficiente y puso sus manos sobre los hombros de la pelinegra.
-Eres tan linda- dijo mientras posaba su mano derecha sobre la mejilla izquierda de Lena -Tan linda- repitió el movimiento con la otra mano.
La mirada de Supergirl le hizo sentir que se hundía en esos ojos azules, las manos de la rubia acariciaron sus mejillas mientras su dedo pulgar se deslizaba por sus labios, y descubrió cómo esta se mordía el labio mientras la miraba, sintió que sus mejillas se calentaban y como su corazón se aceleraba con mucha fuerza.
-¡Agh!- se quejó Supergirl con expresión de dolor mientras se tapaba las orejas con sus manos y se ponía de cuclillas.
-¿Supergirl te encuentras bien?- dijo preocupada mientras se agachaba levemente haciendo un ademán de tocarla.
-Tú corazón es muy ruidoso- dijo dirigiendo su mirada hacia la ojiverde -Apágalo- dijo haciendo un puchero que la hacia ver aun mas adorable.
Lena al ver su carita hermosa le costó unos segundos procesar la locura que le acababa de pedir Supergirl, se enderezo poniéndose totalmente recta y miro a la alíen.
-No soy una puta máquina ¿cómo quieres que lo apague? ¿me mato? ¿me meto un tiro y me mato?- le preguntó con indignación en su voz.
Supergirl abrió sus ojos por la sorpresa y se levantó rápidamente, sus ojos se aguaron y la abrazo nuevamente con demasiada fuerza, Lena chocó contra su escritorio y perdió el equilibro, para impedir que la pequeña Luthor se lastimara estiró su brazo derecho haciendo que su mano chocará contra la mesa, no controlo la fuerza provocando que se rompiera, el ruido alertó a la secretaria que entro rápidamente.
-Señorita Luth- no termino de hablar al ver la escena que pasaba ante sus ojos.
La mesa rota y volcada, el ordenador roto sobre el piso, y su jefa abrazada a Supergirl.
-Yo de-debería- tartamudeo sin saber cómo continuar y cerró la puerta sin decir ni una palabra.
Supergirl no parecía haber dado ni una pizca de importancia al malentendido que seguramente se había formado en la mente de su empleada, sintió como sus pies se posaban suavemente sobre el piso.
-Lo siento- dijo Supergirl mientras con una sola mano levantaba la volcada y rota mesa -Puedo intentar arreglarlo- lo dijo mientras levantaba el ordenador -Aunque no se como la verdad- soltó una pequeña risa y apretó sus labios queriendo contenerse.
Esa reacción tan poco usual hizo que sonara un click en la cabeza de Lena.
-¿Supergirl estás borracha?- le preguntó mientras alzaba una de sus cejas.
-¿Yo? ¿Borracha?- respondió ofendida -No bebo estando de servicio y el alcohol, al-co-hol, alcohol, que palabra tan extraña ¿no te parece?- dijo perdiéndose en sus pensamientos -¿Qué es eso?- se distrajo con el resplandor de algo.
Tropezó con su capa, y se pegó de bruces contra el suelo. Definitivamente estaba borracha, no tenía ninguna duda, se acercó a la heroína y le ofreció su mano para ayudarla a levantarse, no tenía claro que lo necesitara pero igualmente lo hizo, Supergirl aceptó la ayuda aunque por la suavidad del agarre fue obvio que no lo necesitaba.
-Puede que esté un poco borracha...- dijo arrastrando las palabras, mientras hacía el gesto de juntar el pulgar y el índice -Pero- intentando contener la risa -Solo bebí una botella de agua- se paró a pensar unos segundos -Aunque sabía fatal- puso cara de asco al recordar el sabor.
Lena no sabía qué era lo que le hacia mas gracia, sí tener a una Supergirl borracha en su oficina o el hecho de que esta se hubiera emborrachado por accidente, intentó con todas sus fuerzas no reírse pero Supergirl se veía adorable con esa cara de concentración.
-Pfff jajajajaja- se rió la pelinegra.
Supergirl no pudo evitar reírse también, su risa era ruidosa y contagiosa, cuando se detuvieron se miraron y se sonrieron.
-Espera un momento- dijo alzando el dedo índice.
Se dirigió a la puerta y la abrió levemente, lo suficiente para asomar la cabeza.
-Jess, no dejes pasar a nadie sin mi autorización y suspende todas mis citas- dijo con voz firme y cerró la puerta.
Se oyó un "Sí" amortiguado por la puerta
-Bueno ahora que estoy segura de que no habrá interrupciones...- dijo en tono coqueto sin ninguna intención detrás, como sí fuera parte de su naturaleza.
Supergirl la miró atentamente mientras estaba sentada en el aire.
-Tenemos que avisar a alguien para que te recoja- suspiro -¿Tienes móvil por casualidad?
-Claro ¿por quién me tomas? ¿por un alíen?- se rio de su propio chiste.
La CEO aguanto la risa mordiéndose el labio mientras una sonrisa se le dibujaba en el rostro.
-Bien, entonces dámelo y llamare a alguien, tranquila no invadiré tu privacidad- dijo queriendo sonar profesional, como sí se tratara de un negocio.
-Claro- se saco su bota -¿Oh?- miro dentro de su bota -No eta- dijo comiéndose la s y mirando a Lena -Espera- dijo sin dejar intervenir -Yo lo guardo en la otra- se golpeó la cabeza con la palma de la mano y se sacó la otra bota -Nada, lo perdí- dijo con un pequeño mohín.
-No pasa nada- respondió Lena -Usare el mío, solo dime un número de teléfono al que pueda llamar- saco su móvil y se puso de espaldas a la superheroína.
La rubia se posó con sus pies descalzos, y caminó hasta ponerse detrás de la pelinegra.
-¿Esa soy yo?- preguntó señalando a uno de los contactos.
Ese contacto estaba guardado como Mi heroína, Lena se sobresaltó.
-¿Cómo crees que vas a ser tú?- dijo mientras giraba su cabeza hacia Supergirl.
Se sorprendió ante lo cerca que estaban sus rostros, giró su cabeza con rapidez intentando ocultar su sonrojo de la alíen.
-No tengo tu número Supergirl- espeto intentando no sonar borde.
-Que raro, creí haberte lo dado- dijo confusa.
-Pues no- respondió cortante -Créeme que sí lo tuviera te estaría llamando todo el rato- cayó rápidamente en cómo había sonado eso y se apresuró a aclarar -Por eso de que siempre están intentando matarme y esas cosas- fue bajando el tono de su voz.
Supergirl puso sus manos sobre los hombros de Lena y la hizo girar hacia ella.
-Yo siempre te protegeré- dijo mirándola a los ojos -No dejare que nadie te haga daño.
Vio como suavemente se formo una sonrisa en el rostro de la heroína y como sus ojos parecían profesar un cariño hacia ella que no era capaz de entender, el mayor problema es que pudo sentir en cada palabra el peso de la sinceridad de la Super.
-Yo- tosió con incomodidad -Deberíamos... llamar a alguien, seguro que ya te están echando en falta- dijo nerviosa mientras miraba a su móvil de nuevo- Dime un número por favor- se puso de espaldas a la rubia de nuevo.
Supergirl asintió y comenzó a darle un número mientras se volvía a colocar sus botas, a Lena no le sonaba de nada aquel número de teléfono, término de meterlo y pulso el botón de llamada y se acercó el móvil a la oreja.
-Papa Johns al habla, las mejores pizzas al mejor precio- dijo la voz al otro lado.
