- ''Buenos días, señorita Pepper'' .saludó una mujer de elegante traje sentada detrás de un escritorio. ''¿a qué debo la visita?''

Pepper guardó silencio unos segundos, esbozando una amable sonrisa.

- ''Al señor Stark le gustaría adoptar un niño'' . Respondió de manera sincera.

- ''¿Stark?'' . dijo incrédula la mujer.

La otra solo asintió como afirmación.

- ''Traigo todos los papeles necesarios y en orden''. Comentó Pepper.

- ''Entiendo, pero...'' . Hizo una breve pausa la mujer. ''¿porque no vino él?''

- ''Ahora mismo está en una reunión, así que yo vine en su lugar''. Esperaba ese tipo de reacción y otras cosas más, así que iba preparada. ''quiere terminar todos los asuntos posibles para así pasar más tiempo con el niño, claro... Siempre y cuando usted esté de acuerdo en esta adopción''.

La mujer, en este caso una pelirroja seguía sin dar crédito a lo que oía. No era sencillo asimilar que uno de los hombres más ricos quisiera adoptar en un orfanato que estaba a horas de distancia y era sencillo a diferencia de otros de más prestigio.

También estaba al tanto de la reputación que aquel hombre tenía, pero sus influencias podían intervenir y de igual manera lograría su objetivo.

No había que ser muy lista para saber que no debes hacerte enemigo de un Stark.

- ''No hay problema''. Dijo la mujer forzando una sonrisa. ''tenemos niños encantadores aquí, si me acompaña podemos conocer a algunos''.

La mujer se levantó de su asiento, esperando que la otra hiciera lo mismo. No lo hizo.

- ''No será necesario''. Comentó la rubia. ''el señor Stark ya me dijo que niño quiere con exactitud adoptar''.

La otra solo se quedó en silencio, esperando que Pepper prosiguiera en su habla.

- ''Quiere adoptar al niño Harry Potter''. Su sonrisa se aligeró un poco para dar señal que no planeaba lastimar al mencionado.

- ''¿Harry Potter?''. se dijo a sí misma la pelirroja.

De inmediato volvió a sentarse y teclear en su computadora, buscando dicho nombre.

Su rostro era un poema. Aquel niño hace poco que había sido dejado ahí, solo que en ese momento debería seguir estudiando y dentro de unos días llegaría al orfanato.

- ''Ya veo''. La sonrisa que hace poco tenía desapareció. ''solo que hay un inconveniente''.

Pepper frunció un poco su ceño, según su investigación no había nada que impidiera el trámite.

- ''¿Que sucede?''

- ''Ahora mismo el niño sigue en una especie de internado, dentro de unos días iremos por él y lo traeremos aquí''. Respondió.

- ''No importa''. Respondió Pepper, sorprendiendo nuevamente a la otra. ''de igual forma iniciemos el trámite, el día que llegue aquí vendré por él sin falta''.

A la pelirroja no le quedó de otra más que asentir, empezando entonces el papeleo lo más rápido posible.

(...)

- ''Felices vacaciones Harry''. dijo Hermione.

- ''Gracias, ustedes también pásenla bien''. se despedía el chico.

El trio de amigos se hallaba en la estación de tren, donde pronto deberían separarse e ir con su familia.

El grado escolar en Hogwarts había terminado.

- ''Mis papás ya llegaron''. anunció Hermione.

No tardo en tomar su maleta e irse con la pareja que la esperaba.

Lo mismo pasó con Ron. Su familia llegó por él, recibiéndolo de una manera muy cálida.

Una punzada de dolor llegó al infante solitario, ni la presencia de Hagrid podía llenar aquel hueco en su corazón.

Tomo lo que sería su maleta, la cual por su forma era muy incómoda. Con su otra mano tomó la jaula de su lechuza y emprendió camino a donde se supone sus tíos deberían esperarlo.

Vaya sorpresa se llevó cuando no los halló en algún estacionamiento.

- ''¿Usted es Harry Potter?''. Le preguntó un hombre de traje azul marino y cabellera ya blanca.

Harry se quedó en shock por un momento, no conocía a aquel hombre y no sabía sus intenciones.

- ''No te preocupes, tus Tíos nos enviaron''. Alguien más apareció.

Esta vez era una joven de no más de 25 años, de larga cabellera azabache.

- ''Tus cosas están en el auto''. dijo la mujer.

Harry dio un rápido vistazo al coche rojo que señaló la pelinegra. Comprobando entonces que ahí en la cajuela iban sus pocas pertenencias que había dejado en su hogar.

Algo no le estaba agradando.

- ''¿Quiénes son?''. Preguntó el menorl.

Ambos adultos se dieron una corta mirada. El hombre miró hacia otro lado, mientras que la mujer vio al pequeño de manera lastimera.

De su maletín sacó unas hojas, las cuales entregó al infante.

Harry no dudó en tomarlas. Leyéndolas lo más rápido posible.

Su mundo fuera de la escuela se estaba derrumbando. Aquellos papeles confirmaban que sus tíos lo habían dado a un orfanato.

¿Tanto lo despreciaban?

Entregó las hojas a la mujer y de manera silenciosa abordó el carro, llevando su lechuza y equipaje consigo.

La pareja de adultos se miró en silencio, había otra noticia que darle, pero no ahora.

(...)

- ''JARVIS''. Llamó Tony, quien recién salía de su taller.

- ''¿Si señor?''. Respondió la voz computarizada.

- ''¿Dónde esta Pepper?''. Preguntó mientras se dirigía a la cocina por algo de beber.

- ''La señorita Potts salió hace un momento, dijo que olvido algo en la oficina para usted''.

Tony se quedó en silencio, no era raro eso. Pepper a veces olvidaba una que otra cosa, no era fácil ser la mano derecha de la industria Stark.

No paso ni una hora cuando el elevador se abrió anunciando que alguien había llegado.

- ''Tony, espero no estés aun en el taller''. Vociferó la recién llegada, sin notar que el nombrado estaba en la cocina.

- ''No, salí por algo de beber''. Respondió el castaño mientras salía y mostraba su vaso de agua.

Pepper sonrió complacida, al parecer el hombre no estaba en el taller adicto a inventar.

- ''Bien''. Se acercó entonces a él y dio un corto beso.

- ''¿Que traes ahí?''. preguntó Tony al notar unas hojas en las manos de la mujer.

- ''Son los acuerdos que debes firmar, ya los revisé y no hay nada de qué preocuparse''. Mintió de manera excelente.

- ''Bien''. Tony confió en ella y no dudo en firmar dichas hojas. ''Bueno, volveré al trabajo''.

Se encaminó entonces a su taller, listo para su labor.

- ''¿Alimentaste los peces?''. Preguntó Pepper antes de que el castaño desapareciera detrás de la puerta.

- ''¿Si?''. dudó el castaño. Huyendo lo antes posible. Lo había olvidado otra vez.

La mujer solo negó con un movimiento de cabeza y caminó a donde debería estar aquella pecera.

- ''Hay no...''. se lamentó al llegar. ''esperó no haberme equivocado en esto''. dijo mientras veía los papeles recién firmados sobre la adopción''.

Los peces, los cuales eran dos. Estaban muertos. Debió darle a cuidar una flor.

(...)

- ''¿Cuánto falta?''. preguntó incómodo por tanto silencio Harry.

- ''Unos minutos más''. Respondió el hombre de cabellera blanca. Quien iba manejando.

- ''Oye''. llamó la mujer. ''no te preocupes, no pasaras mucho tiempo en el orfanato''.

Harry solo desvío su mirada a la ventana, no podía creer aun que ahora era más huérfano que nunca.

- ''No lo sé, raramente alguien adopta a alguien de mi edad''. Fue su seca respuesta.

(...)

- ''A esta dirección por favor''. Pidió Pepper mientras abordaba un taxi.

Se le había hecho tarde, pero eso no le impediría ir a aquel orfanato.

Hoy era el día, hoy aquel niño llegaba del internado al que fue enviado.

Aunque había algo raro, ni con toda la tecnología Stark pudo descifrar en que internado exacto estaba Harry, quizá era uno poco conocido.

Las respuestas llegaran a su tiempo.

(...)

- ''Gracias''. dijo Harry cuando al llegar a su destino el hombre que iba conduciendo bajó su equipaje.

- ''Bienvenido Harry''. una nueva voz se oyó. Proviniendo de una mujer de al menos 30 años, pelirroja. ''Soy la directora de este lugar, mi nombre es Selena Rusbertz''.

- ''Mucho gusto''. Harry tomó sus cosas con intención de entrar al edificio y afrontar su nueva realidad.

- ''Oh, no''. la mujer pelirroja lo detuvo. ''no te molestes, no te quedarás aquí''.

Harry la miró confuso, ¿qué no como todo niño que es puesto ahí debe vivir en aquel lugar?

- ''Vendrán por ti en unos minutos''. Anunció la mujer. ''oh, mira...ahí viene''.

Harry miró hacia donde indicó la mujer, viendo cómo se acercaba un taxi con algo de prisa.

En cuanto estuvo frente a él y el automóvil se estacionó, una mujer rubia y de traje elegante bajó.

- ''Lamento la demora''. Dijo. ''Tu debes ser Harry, ¿no?''. preguntó con una encantadora sonrisa. El niño solo asintió. ''Soy Pepper Potts, asistente de Tony Stark''.

Le extendió su mano como saludo, Harry no dudo en tomarla.

- ''¿Que está pasando?''. preguntó apenas el infante.

No conocía a esa mujer, mucho menos a ese tal Stark.

- ''Oh, cariño''. la pelirroja habló. ''has sido adoptado''.

- ''¿Tan rápido?''. dijo incrédulo Harry.

No podía creer que alguien lo adoptaría sin siquiera conocerlo.

- ''Por supuesto''. Pepper se acercó a él y acarició de manera gentil sus cabellos. ''tendrás una nueva vida, ¿te parece?''.

Harry empezó a dudar, sus experiencias con lo que él llamaba familia no eran muy buenas y ahora que era un mago dudaba más.

Al final la calidez que desprendía la mujer fue suficiente para hacerlo flaquear y aceptar.

- ''Si''. dijo apenas en un susurro. Pepper se estaba despidiendo de la pelirroja, por aceptar esta adopción.

Harry tomó sus cosas, para así subirlas al taxi, pero una mano mayor a la suya se lo impidió.

- ''Yo me encargo''. El hombre, de cabellos blancos tomo las cosas y las metió en la cajuela del taxi. ''Buen viaje niño''.

El pequeño solo asintió y subió al transporte. Pepper lo siguió y ambos se alejaron poco a poco de ese sitio.

- ''Estoy segura que la pasaras bien con el señor Stark, suele ser muy divertido''. Pepper hizo el intento por iniciar una plática.

- ''¿Él fue quien me adoptó?''. preguntó.

Pepper formó una sonrisa, no tenía el corazón para decirle la verdad.

- ''Sí, no tiene hijos, así que le hará bien un cambio, a ambos''. comentó.

La conversación se dio por terminada, continuando el viaje en silencio.

De vez en cuando Pepper miraba de soslayo a su compañía, no dudando en su elección.

Solo que le molestaba lo cohibido que se veía, incluso su ropa daba indicios de la vida que debió haber tenido.

- ''Ya llegamos''. anunció una vez que el taxi paro.

- ''¿Aquí?''. Harry no pudo evitar preguntar, pues se hallaban en una especie de aeropuerto.

- ''Oh, olvide decírtelo''. Pepper se rió un poco. ''tu nueva casa se encuentra en New York, tendremos que tomar un vuelo entonces''.

El infante volvió a sufrir un ataque, no podía creer que se iría tan lejos, ¿qué pasaría con sus estudios? Ya habría tiempo para arreglar eso.

- ''Nuestro vuelo será ahí''. señaló la mujer.

Esta vez Harry abrió demasiado sus ojos por la impresión.

Frente a él se hallaba un transporte que no había visto, un jet.

- ''Vamos, alguien más subirá tus cosas, puedes llevar la lechuza contigo''. Pepper lo encaminó a la rampa que les ayudaría a entrar en el transporte.

La nueva vida de Harry y Tony recién empieza.