Disclaimer: Helluva Boss y Hazbin Hotel son creación de Vivziepop. "Imp on Fire" es un fanfic de TalosLives. Por favor apoya la obra original.
V
Armamento
Pasó una semana y hubo dos asesinatos más contra la alta jerarquía del Infierno: El Gran Marqués Shax, uno de los más destacados negociadores y diplomáticos del Infierno con el Cielo, y el Overlord Brurgal, cuyo hijo mitad Pecador e Infernal fue uno los éxitos de Hazbin Hotel en la búsqueda de redención; Ambos habían donado al hotel y fueron promotores públicos... Ahora eran solo las últimas víctimas silenciadas.
Eso dejaba un saldo de cuatro muertos, miembros influyentes de la sociedad infernal, lo que provocó que todos los nobles de los Círculos duplicaran su seguridad. Lamentablemente esto tuvo un impacto en los esfuerzos de Hazbin Hotel por redimir a los condenados; Algunos abandonaban sus servicios por temor a ser asesinados, mientras más de un partidario comenzaba a distanciarse silenciosamente.
...Sin embargo, Octavia no era la clase de demonio que temiera a los asesinos. Especialmente a los que mataron a su padre.
Fue así que convocó una rueda de prensa pública frente al palacio mientras vestía el conocido traje de capa rojo de su padre, hecho a la medida para adaptarse a su tamaño y forma. Una manera tanto de honrar a su padre como de mostrarles a todos de que ella seguiría sus pasos. Le hicieron pregunta tras otra, pero se las arregló para mantenerse calmada y serena al responderlas; Algunos eran orientados a la aceptación de la muerte de su padre, y otros eran sobre Hazbin Hotel y lo que ella y Charlie estaban haciendo para hacerlo más seguro. Su madre estaba a su lado como medio de apoyo, pero Octavia sabía que esa sonrisa era falsa.
― ¡Princesa Octavia! ―gritó un reportero de 666 News antes de que le dieran permiso para dirigirse a Octavia. ―. Desde el asesinato de su padre, toda la Guardia Real ha estado tratando de resolver no solo su muerte, sino también las muertes del CEO Dastramos, el Gran Marqués Shax y el Overlord Brurgal. Sin embargo, no ha habido ningún avance en el caso. ¿Siente que la Guardia Real está fallando en sus deberes de hacer justicia para las familias de los difuntos, incluida la suya?
―Estoy segura de que nuestra gran Guardia Real está haciendo todo lo que está a su alcance para encontrar a estos criminales y llevarlos ante la justicia. ―respondió Octavia, pero era una mentira: Blitzø y su equipo descubrieron más sobre lo que estaba sucediendo en los últimos días que la Guardia. A pesar de que les entregó la información, la Guardia todavía no tenía suficiente para hacer avances serios. ―. También tengo fe en que nuestros conciudadanos ayudarán en la medida de lo posible.
Unas cuantas manos más y gritos salieron de la multitud de reporteros hasta que Octavia eligió a un diablillo del frente. ―Soy David Hornberg del Imp City Times. Desde que asumió el cargo de su padre, a algunos les preocupa que usted todavía no sea lo suficientemente madura o experimentada para ocupar su lugar. ¿Tiene alguna declaración al respecto?
―Si bien desearía más tiempo, estoy segura de que no solo continuaré con el legado de mi padre, sino que me aseguraré de que nunca sea olvidado: Mi padre pasó su vida mejorando el bienestar de sus ciudadanos y lo extendió a toda la población del Infierno con el sistema del Hazbin Hotel. Es por eso que a pesar de lo que ha sucedido, sigo apoyándolo, pero con un diez por ciento adicional en fondos y al mismo tiempo contratando a los numerosos magos expertos para que ayuden con las protecciones en los hoteles. Expertos dispuestos a trabajar gratuitamente en honor a la memoria de mi padre. Una pregunta más y eso sería todo.
―Hay rumores de que usted y el hijo del príncipe Vassago, el príncipe Valen, están saliendo. ¡¿Es cierto?!―Gritó alguien. Octavia hizo todo lo que pudo para no abofetearse la cara en un facepalm.
―No, no estoy saliendo con el príncipe Valen ni con nadie. Actualmente me estoy enfocando en adaptarme a mi nueva posición mientras todavía estoy de duelo por mi padre. Esta rueda de prensa ha terminado, gracias.
Rápidamente salió de la plataforma mientras los guardias mantenían a la prensa alejada que seguía tomando fotos y haciendo preguntas, pero Octavia las había silenciado para volver a la mansión con su madre detrás de ella y media docena de guardias. En el camino, sonó su teléfono y lo sacó para ver un mensaje de Loona:
Loona: "Pateaste traseros en la entrevista. Tenemos el dinero, por cierto. Seguiremos otra pista en unas horas. Estaremos informándote"
Octavia guardó el teléfono; esperaba que I.M.P. obtuviera una mejor pista esta vez sobre los que estaban detrás de la muerte de su padre: No fue una sorpresa el saber que la razón de todo esto era el sistema de Hazbin Hotel, y los responsables eran gente que no lo poyaba por razones fundamentalistas; Pero fue una sorpresa saber que era un grupo grande con patrocinadores adinerados.
Una vez que estuvieron dentro, Octavia se volvió hacia su madre y dio un pisotón. ― ¿Valen? ¿En serio? Sabes que él es seiscientos años mayor que yo, ¿verdad?
―Octavia, la edad no significa nada para nosotros. ―replicó Stella poniendo los ojos en blanco. Se acercó a un mini bar y comenzó a prepararse un cóctel Johnnie Walker Red en las rocas. ―. Tu padre era cuatrocientos años mayor que yo. ¿Cuál es el problema?
― ¡Porque ni siquiera conozco a ese hombre o he considerado tener una cita aún! ―exclamó Octavia mientras se frotaba la frente. ―. ¡¿Podrías dejar de intentar enredarme con cada hijo de la nobleza?! No me interesan las citas y tengo cosas más importantes que hacer que estar chupándole el pito a alguien.
Tomando un sorbo profundo de su bebida, Stella señaló a su hija. ―Octavia, ahora eres la cabeza de la familia; Eso significa que es hora de pensar en encontrar un buen marido para poder tener un heredero que continúe con nuestro linaje.
―Estuviste casada con papá durante cientos de años, y nunca tuvieron otros hijos aparte de mí, y solo tengo veinte años. ―Le señaló Octavia a su vez mientras se dirigía al mini bar: Hablar con su madre estos días siempre le hacía querer una jodida bebida.―. Así que no veo cuál es la prisa.
―La única razón por la que te tuve tan tarde en nuestro matrimonio es porque tu padre rara vez se acostaba conmigo. ―refunfuñó Stella, mirando su bebida. ―. Prácticamente tuve que arrastrarlo para que me la metiera para poder intentar tener un hijo... Si me hubiera salido con la mía, habrías nacido pocos meses después de que nuestro matrimonio fuera oficial... El caso es que tienes un deber y debes cumplirlo.
Tomando su coctel Destornillador, Octavia lo agitó un poco antes de tomar un gran trago. ―Ahora mismo mi deber es que papá sea vengado y continuar con su trabajo. No voy a ser como ustedes dos y casarme con alguna persona que no conozco porque la "tradición" así lo dicta. Después de todo... no fue como si eso los ayudara a ustedes con su matrimonio.
La mano de Stella tembló, haciendo resquebrajar el vaso de sus dedos. ―Bien, pero al menos no apoyes esa mierda del Hazbin Hotel.
Levantando una ceja, Octavia inquirió: ―. ¿Entonces si te importa?
―Por supuesto que no. ―repuso Stella terminando su bebida antes de arrojar su vaso por encima del hombro, golpeando a uno de los diablillos sirvientes en la cara. ―. Loque me preocupa es el hecho de que estás participando en la misma actividad que provocó la muerte de tu padre, estos terroristas persiguieron a tu padre y ahora está muerto. ¡No quiero que ellos también te persigan!
Octavia suspiró y miró su vaso... Si era honesta, ella también estaba preocupada por eso. ―Lo sé, pero no voy a dejar que esos bastardos ganen. Papá...
―Octavia. ―interrumpió Stella acercándose y colocando sus garras sobre sus hombros. Los dos se miraron por un momento, los ojos de Stella se suavizaron y presionó su frente contra la de su hija. ―. Tu padre se ha ido. Hacer esto no lo traerá de regreso, y creo que él querría que estuvieras a salvo en lugar de emprender esta cruzada para vengarlo. Detén todo esto y deja que la Guardia se encargue. Detén esto por el bien de ambas.
―Mamá...―susurró Octavia antes de cerrar los ojos. Una lágrima le resbaló por la mejilla antes de terminar el resto de su bebida. ―. No puedo, mamá. Simplemente no puedo.
Suspirando, Stella negó con la cabeza y comenzó a alejarse. ―Realmente eres hija de tu padre: Terca hasta los huesos.
Aunque no estaba segura de sí eso fue un insulto o no, Octavia lo vio como un símbolo de orgullo, a pesar de todo.
...
Con la pista del transportista ya muy quemada, Blitzø sabía que tenían que intentar ir por la pista del arma homicida basándose en las fotos que Loona había tomado del rifle de francotirador; Solo había una persona en todo el Infierno a la que Blitzø podía acudir para obtener la identidad de la persona o el grupo al que se le vendió el arma, principalmente porque estaba diseñado para disparar balas angelicales: El metal angelical proveniente del Cielo era casi imposible de fundir y reutilizar para hacer balas y armas diseñadas para el Infierno, pues eran dos energías diferentes, como agua y aceite... Sin embargo, algunos encontraron una manera de evitar la discrepancia y se habían convirtieron en algunos de los traficantes de armas más buscados en los Nueve Círculos.
Uno de ellos era el que Blitzø conocía lo suficientemente bien como para hacer negocios con ella: Sorokina Katya Valerianovna.
Siendo en vida la hija de un traficante de armas ruso, Katya se hizo cargo del negocio de su padre tras la muerte de este por un infarto, convirtiéndolo en un imperio; Con prácticas despiadadas contra la recopilación, un pensamiento crítico para burlar a las autoridades y manteniendo la lealtad de sus asociados con una recompensa genuina por el buen servicio, Katya era conocida como Maquiavelo, la Mercader de la Muerte. Sus conexiones con las mejores armas eran conocidas en todo el mundo hasta el punto de que organizaciones terroristas de alto perfil habían utilizado sus servicios... A diferencia de la mayoría de los Pecadores que terminaron destruidos por su trabajo, asesinados por la policía o traicionados por alguien de su organización, Katya murió en un accidente automovilístico a manos de un conductor ebrio; Un final un tanto vergonzoso para una criminal tan poderosa, pero aún así al día de hoy aún era considerada una leyenda en el inframundo humano, incluso años después de estirar la pata.
Al llegar al Infierno, Katya no perdió ni un segundo para recuperar su antiguo poder; Muchos de sus antiguos colegas y lugartenientes ya estaban allí esperándola, y pronto comenzó a repetir las mismas tácticas que había usado en la Tierra. Muchos pensaron que intentaría convertirse en un Overlord, pero ella no tenía ningún interés en la política; Ella era una mujer de negocios, un negocio de la muerte, pero eso era todo lo que quería y necesitaba... En cierto modo, era más inteligente que la mayoría de las personas que llegaban al Infierno pensando que podrían convertirse en el próximo gran papanatas solo para terminar vendiendo su alma como una perra durante los siguientes quinientos años.
― ¿Crees que Sorokina nos ayudará?―preguntaba Loona, sentada en el asiento del pasajero de la camioneta de I.M.P.
―De una forma u otra lo hará.―contestó Blitzø mientras mantenía la vista fija en la calle. Luego echó una ojeada a las grandes bolsas de dinero en efectivo que llevaban.―. Tenemos suficiente para pagar un ejército entero.
―No creo que el dinero sea suficiente para lo que vas a pedirle, Blitz.―señaló Loona cruzándose de brazos. ―. Sorokina no da así como así los nombres de sus clientes.
―Ella y yo nos entendemos.―replicó Blitzø.―. Nos conocemos desde hace años.
―Sí, ¿cómo es que la conoces?―inquirió Loona levantando una ceja.
―Empezar I.M.P. no era algo que iba a suceder de la noche a la mañana: Necesitaba conseguir un buen capital inicial para la empresa.―explicaba Blitzø mientras giraba a la derecha en la autopista hacia las zonas más sombrías de Ciudad Pentagrama.―. Necesitaba un encargo grande, uno que pudiera tomar todo. Katya lanzó una convocatoria abierta para matar a algunos de sus antiguos tenientes que habían robado sus planos de armas diseñadas por humanos para venderlas en el mercado negro. Acepté el encargo.
Deteniéndose en un semáforo en rojo, Blitzø sacó un cigarrillo y lo encendió.
―Tuve que matar no solo a sus tenientes, sino a cualquiera que trabajara para ellos y a cualquiera que comprara los planos.
―Mierda.―dijo Loona dando un silbido impresionado. ―. ¿A cuántos demonios mataste?
―Suficientes cuerpos para llenar la mitad de un cementerio.―respondió Blitzø con una sonrisa. ―. Katya me pagó y bebimos unas copas antes de que las cosas se pusieran un poco... picantes. Desde entonces hemos estado en contacto por nuestros servicios, especialmente cuando necesitamos buenas armas para nuestros objetivos; Incluso me ha ofrecido trabajar para ella algunas veces de forma permanente.
― ¿Y no aceptaste?
El semáforo se puso verde y Blitzø condujo en línea recta. ―Quería ser mi propio jefe. Además, no soy muy fan del vodka, y los rusos se lo tragan como si fuera agua.
Llegaron a lo que parecía ser un taller de reparación de autos donde muchos Pecadores estaban reparando autos o holgazaneando. Estacionando frente a este, Blitzø asintió con la cabeza a Loona para que saliera mientras agarraba una de las bolsas de dinero en efectivo. Al verls cruzar, uno de los mecánicos, un demonio fornido con un overol azul, apagó su cigarrillo antes de sonreírles a los dos. ―Hola, bienvenidos al Tallerr de Rreparros de Iván.―saludó con un fuerte acento antes de señalar la camioneta. ―. Parrece que le vendrría bien una rrepasada, ¿eh? Tenemos un descuento especial, especialmente para la loba bonita.
Loona puso los ojos en blanco ante el demonio que le coqueteaba antes de que Blitzø se acercara y se aclarara la garganta: ―Ya zdes', chtoby uvidet' Makiavelli. (1)
Los ojos del mecánico se entrecerraron por un segundo antes de volverse hacia uno de sus trabajadores: ―On nastoyashchiy kliyent. Predupredi bossa. (2)
El trabajador asintió y comenzó a escribir en su teléfono mientras el mecánico les indicó a los dos que lo siguieran. Entraron y pasaron por delante de los autos en los que estaban trabajando antes de entrar en una pequeña oficina. El mecánico cerró la puerta detrás de ellos antes de dirigirse a una foto enmarcada de un velero. Lo empujó a un lado, revelando un gran botón rojo, y lo presionó, lo que provocó que una gran parte de la pared se abriera, revelando un ascensor oculto de acero brillante. Hizo un gesto con la mano. ―Porr aquí.
―Gracias. ―dijo Blitzø mientras metía la mano en la bolsa de dinero en efectivo, sacaba un billete de mil dólares y se lo entregaba al sonriente mecánico. ―No lo malgastes todo.
El diablillo y la loba infernal entraron antes de presionar el botón hacia abajo y la puerta se cerró detrás de ellos. El ascensor comenzó a bajar y los dos se vieron obligados a esperar hasta que finalmente disminuyó la velocidad. Cuando se abrieron las puertas, los dos se encontraron en una habitación de acero con poca luz donde había una demonio zorro detrás un escritorio de secretaria, el cual estaba protegido por un vidrio a prueba de balas; Al darse cuenta de ambos se acercaban a ella, hundió el botón del intercomunicador. ―"Por favor desháganse de todas las armas que tengan actualmente. Les serán devueltas después de que concluya su negocio. Esto no es negociable."
Una ventana grande se abrió por debajo del vidrio, como uno de mostradores de devoluciones que tenían esas antiguas tiendas de alquiler de videos. Blitzø entregó sus tres pistolas junto con los cartuchos de munición, mientras que Loona se limitó a deslizar un par de nudillos de bronce con púas.
―"Un momento."―dijo la secretaria antes desplegar un escáner verde que bañó a ambos demonios. Un segundo después, sonó un pitido antes de apagarse. ―. "Son libres de entrar."
Se abrió otra puerta de metal, y los dos entraron solo para cubrirse los ojos por un segundo debido a lo brillante que se veía todo: El lugar parecía algo que uno vería en una de esas tiendas Apple de la Tierra, solo que en lugar de electrónica había cientos de armas en exhibición. Varios demonios con trajes y vestidos azules o negros estaban puliendo, modificando o mostrando las armas a los pocos clientes que estaban dentro. Desde Pecadores hasta demonios Goetia, toda clase de demonio estaba allí para ver las últimas y mejores armas posibles para sus trabajos como sicarios, mercenarios o cazarrecompensas, cada uno cuidadosamente elaborado y exhibido como si fuera un diamante en una joyería.
Una kitsune naranja de seis colas con llamas azules en cada punta caminó hacia Blitzø y su hija mientras llevaba un vestido negro con un par de aretes de diamantes en las orejas; El vestido estaba cortado no solo para mostrar sus suaves piernas peludas sino también unas enormes tetas que parecían listas para estallar y mostrarle al mundo su belleza.
―Saya. Qué bueno verte de nuevo.
―Blitz, bienvenido de nuevo. ―Le saludó Saya con una sonrisa antes de volverse hacia Loona. ―. Loona, has crecido mucho desde la última vez que te vi. ¿Sigues viviendo con Blitz?
―Es difícil no hacerlo en esta economía.―respondió Loona encogiéndose de hombros.
―Estoy segura de que eso cambiará en cualquier momento.―dijo Saya antes de aplaudir. ―. Desde su última visita, tenemos algunas pistola de diseño belga recién lanzadas al mercado y una nueva colección Hellmaster para rifles de asalto y semiautomáticos. ¿A menos que esté buscando su selección habitual?
―Estamos aquí por algunas razones, pero principalmente para hablar con Katya.―dijo Blitz.
Saya sonrió tristemente. ―Me temo que la señora Sorokina está ocupada con un cliente en este momento. ¿Puedo preguntar cuál es la naturaleza del negocio?
Blitzø se inclinó lentamente hacia adelante hasta que estuvo junto a la oreja de la kitsune y susurró:―...Angelical.
―...Síganme, por favor.
...
Era en los aposentos traseros donde estaba la verdadera magia del lugar: En lugar de habitaciones blancas y azules como en las que Blitzø y Loona estaban hace un momento, estas eran negras y rojas con una fábrica del tamaño de una calle entera trabajando bajo tierra. Cientos de máquinas trabajaban día y noche con operarios las veinticuatro horas del día, diseñando y construyendo miles de armas y municiones por hora. El Infierno siempre necesitó armas, por lo que la producción nunca cesaba cuando los trabajadores entraban y salían de sus turnos para ganar sus cheques. Se podía ver de todo, desde pistolas hasta metralletas y lanzacohetes. Sin embargo, el objetivo principal de esta parte del establecimiento era crear armas personalizadas que eran de los equipos más raros y peligrosos que se podían encontrar en los Nueve Círculos... Incluyendo pistolas que podían disparar balas angelicales.
Si bien Blitzø sabía que él y Loona nunca verían como era el proceso en sí (Ni vivirían lo suficiente si lo intentaban), una parte de él no podía evitar preguntarse cómo fue que Katya logró encontrar el secreto que solo unos pocos en todo el Infierno sabían. Saya guió al dúo más allá de las múltiples máquinas y trabajadores hasta que llegaron a una elegante oficina que era al menos tres veces más grande que la de Blitzø. Dentro había demonios de cuatro cuernos con AK-47, pero las culatas tenían forma de dragón y se veían alas arqueadas en la parte superior del arma.
El medio de la habitación estaba un demonio con aspecto de rana verde con un traje blanco y corbata azul que sostenía un sombrero de fieltro blanco mirando con nerviosismo a la diablesa de mirada penetrante frente a él. Estaba vestida con un abrigo azul, su cabello era blanco como la nieve con cuernos rojos que apuntaban hacia abajo en ambos lados del cráneo. Sus pupilas negras y rojas miraban fijamente al demonio que se retorcía ante ella como s fuera un trozo de carne mientras acariciaba la cabeza de su mascota, una serpiente albina que se deslizaba alrededor de su cuello como una bufanda.
―Señorita Sorokina.―el demonio rana tragó saliva mientras seguía sudando como un cerdo. ―. No es que dude de la calidad de su trabajo. Pero sigo pensando que tres millones es demasiado.
―Armar a toda su banda con armas y munición Anti-Abominables significa que planea ir a la guerra con el señor Yivoga en el Círculo de la Envidia por el control de la ciudad de Zelos... Las guerras son costosas, señor Greruor, y dudo que esté aquí solo para esta compra. Sobre todo porque está pidiendo seiscientas pistolas, quinientos rifles, doscientas escopetas y suficientes explosivos para hacer volar la catedral de Kazán.―afirmó Katya. Deslizó una fantasmal mano blanca bajo la barbilla del demonio rana para hacer que la mirara.―. Si voy a ser su benefactora en esta pequeña guerra, necesito asegurarme de que nos pagará bien a mí y mi compañía. Nuestras armas son de primera categoría y han hecho que los demonios se conviertan en reyes de sus ciudades... Así como destronarlos.
―Aún así, tres millones...
Suspirando, Katya negó con la cabeza antes de asentir a uno de los guardias, el cual salió. ―Quizás sea necesaria una demostración. Solo para que pueda ver cuán beneficioso será esta oportunidad.
Unos minutos más tarde, un demonio reptil envuelto en cadenas, sollozaba mientras era empujado hacia dentro. La criatura escamosa tenía la nariz rota, vidrios rotos clavados en sus brazos y pies, y ambos ojos parecían tan golpeados que parecían a punto de salirse de sus cuencas. Katya sacó una pistola plateada con un brillante diamante verde en el centro de la empuñadura y se la mostró al señor Greruor. ―Esta es la pistola Cataclismo MK2, diseñada personalmente por mí. Tiene miras firmes, es fácil de apuntar, y el cañón es un poco más largo para un mayor alcance. Sin embargo, su gran característica es que cualquier munición que se le ponga se convierte en lo que nos gusta llamar balas 'Ácido-X'― Luego se volvió hacia el demonio reptil que sollozaba mientras la serpiente blanca sobre sus hombros siseaba. ―...Billy pensó que sería gracioso intentar robar uno de estos y venderlo a un competidor por dinero extra... Puedo entender por qué. Su esposa está embarazada y necesitaban dinero extra.
Sonriendo, apuntó con la pistola a Billy, quien cerró los ojos.
―Pero la próxima vez, realmente deberías trabajar horas extras.
Con un solo disparo explotó el pecho de Billy, que poco a poco esparció ácido alrededor de su herida. Billy ni siquiera tuvo la oportunidad de gritar ya que toda su carne escamosa se derritió ante los ojos de todos en la habitación. Sus órganos se hicieron visibles durante unos segundos antes de que el ácido comenzara a extenderse hacia ellos y los convirtiera en una sustancia pegajosa. Momentos después, Billy cayó al suelo muerto, mientras su cuerpo continuaba derritiéndose.
― ¿He dejado clara mi demostración, señor Greruor?―preguntó Katya volviéndose hacia el demonio rana, quien ahora estaba casi blanco en lugar de su color verde.― ¿Le gustaría que haga otra?
―N-No, creo que ha demostrado cuán... rentable es hacer negocios con usted.―respondió Greruor mientras se ponía el sombrero. ―. Me aseguraré de enviar el cheque mañana. Por ahora, creo que... necesito un trago.
―Oh, siempre puede quedarse y tomar una copa con nosotros.―repuso Katya mientras caminaba hacia un armario de bebidas cercano. ―. Piense en ello como una forma de conocernos.
― ¡N-No, gracias! Yo... yo creo me iré. Adiós.―dijo apresuradamente antes de pasar junto a Blitzo y Loona con tanta prisa que parecía que la rana estaba saltando para salir de allí.
Riéndose, Katya se sirvió un trago antes de volverse hacia Blitzø. ―Espero que al menos tomes una copa conmigo, Blitz.
―Si no es vodka, claro.―contestó Blitz con una sonrisa.
―Al carajo, tomaré un poco de esa mierda.―proclamó Loona y le entregaron un vaso mientras Blitzø tomaba un whisky. Bebiéndolo de un trago, Loona agitó con la cabeza y suspiró de satisfacción. ―. Hombre, esto da bien duro.
―Siempre me sorprende lo fácil que es beber para ti, Loona.―dijo Katya antes de levantar su vaso hacia los dos. ―. Es bueno volver a verlos. Han pasado... ¿siete meses? creo, desde su última visita.
―Sí, cuando necesitábamos esas armas silenciadoras de grado militar para ese encargo de matar a todo un jefe y a sus hijos de un cártel de la droga en México.―replicó Blitzø asintiendo. ―. Fue un desafío, pero tus armas realmente hicieron su trabajo esa vez.
―Me alegra saber que todo salió bien. Aún así deberías visitarnos con más frecuencia. Azzy te echa de menos.―dijo Katya mientras acariciaba a su sonriente serpiente. ―. Entonces, ¿qué te trae por aquí hoy?
Después de tomar un sorbo de su bebida, Blitzø se puso serio y dijo: ―Dos cosas: La primera es es esta.―Haciéndole un asentimiento a Loona, esta sacó su teléfono y le mostró la foto del rifle que el francotirador usó para matar a Stolas. ―. ¿Lo reconoces?
Katya tomó el teléfono y lo miró con atención antes de volver a tomar un sorbo de vodka. ―Por supuesto que sí.―respondió ella, devolviéndoselo a Loona. ―. Es uno de los nuestros. Trabajo personalizado. ¿Por qué, quieres uno?
―No.―replicó Blitzø mientras daba un paso adelante. ―. Necesito el nombre de la persona o grupo que ordenó ese modelo.
Esto hizo que la sonrisa de Katya desapareciera mientras le echaba a Blitzø una mirada tan venenosa que superaría a su serpiente mascota. ―. Blitz, la confidencialidad de mis clientes es clave para mi negocio. No doy información a nadie. Puede que tú y yo seamos buenos socios, pero no me gustas para llegar a tanto.
―...Esa es la pistola que mató al príncipe Stolas.―contestó Blitzø lo que hizo que Katya abriera los ojos como platos. ―. Yo lo sé. Loona lo sabe. Millie y Moxxie lo saben. La princesa Octavia también. Ahora sospecho que podrías haber participado en esto o al menos saberlo antes de que yo viniera aquí... Es por eso que les dije a Moxxie y Millie que en caso de que no reciban una llamada mía en menos de una hora a partir de ahora, llamarán a la Princesa y le dirán que aquí es tu base de operaciones... Y déjame decirte algo, tiene el temperamento de su madre combinado con su amor por su padre, a quien juró vengar, ¿cuánto tiempo crees que podrás aguantar cuando desate las treinta legiones que ahora posee sobre ti?
En un instante cuatro AK-47 estaban apuntando a la cara de Blitzø, pero él los ignoró.
―Podrías luchar o esconderte bajo tierra, ¿pero puedes sobrevivir contra una princesa que tiene acceso a legiones infernales? Sin mencionar que docenas de otros traficantes de armas y Overlords se aprovecharían de esto para destruir todo lo que has construido pieza por pieza hasta que te quedes sin nada. Además, Stolas era un buen amigo de la princesa Charlie... Es posible que a su padre no le agrade saber que tú tuviste un papel en el asesinato de no solo de uno de sus mejores hombres en la corte, sino que también en un plan por parte de esos maníacos para matar a su hija. Quiero decir, los asesinos harán cualquier cosa para derribar al Hazbin Hotel, incluso matar a Charlie, ¿y si algo le pasa a ella? Puedo garantizarte que cualquiera que esté involucrado, por pequeño que sea, deseará que el mismo San Miguel los mate en lugar de Lucifer... ―Luego se acercó a su cara y le sonrió. ―...A menos que me des un nombre. Entonces puedo retirar eso contra ti y todo eso desaparecerá.
―...Ostav'te nas. (3)― ordenó Katya a sus guardias, quienes se fueron uno por uno. Blitzø le indicó a Loona que hiciera lo mismo, y ella refunfuñó antes de dejarlos solos. Mientras tomaba un sorbo de su bebida, Katya negó con la cabeza y dejó que su serpiente se deslizara hacia un escritorio cercano. ―...Así que los rumores de que eras su amante eran ciertos.
―¿Decepcionada?―inquirió Blitzø.
―Hmm, un poco.―repuso Katya sonriendo. ―. Tienes una buena chlen (4), amigo mío.
Blitzø se encogió de hombros antes de caminar hacia la pared y apoyarse en ella. ―Él era más que un simple revolcón, Katya. Yo...―Cerró los ojos. ―...Lo amaba.
― ¿De veras?―replicó Katya con sorpresa antes de levantar su copa. ―. Mi más sentido pésame, pero lo que me pides es demasiado. He vivido mi vida anterior y posterior apegándome a mis principios: Uno de ellos es no dar información sobre el cliente. Hago eso una vez y luego empieza un efecto dominó que podría arruinar mi reputación.
―Entonces te pagaré.―dijo Blitzø. ―.Tengo el dinero.
―El dinero no es el problema aquí.
―Entonces te daré algo a cambio, un favor. Al que quieras que sea asesinado en el Infierno o en la Tierra, puedo hacerlo.―proclamó Blitzø, acercándose hacia la diablesa de aspecto severo. ―...Porque nada me impedirá encontrar a los responsables de la muerte de Stolas y hacerlos pagar. No importa quién, dónde o qué tengo que hacer para conseguirlo... Soy un diablillo en llamas, Katya, y no quiero quemarte, pero lo haré si tengo que hacerlo.
― ¿De verdad era tan importante para ti?―Le preguntó Katya levantando una ceja.
Blitzø cerró los ojos y agachó la cabeza mientras aprieta los puños.
―Lo vi... recibir un disparo justo en frente de mí. Todavía puedo verlo tan claro como el día. En un momento está sonriendo, y luego al otro... Veo sangre de su pecho. El cristal se rompe y su rostro se retuerce de agonía. Lo sostuve mientras sangraba en el suelo. Mis manos estaban cubiertas de su sangre...―Unas lágrimas cayeron por la mejilla de Blitzø mientras levantaba lentamente la mano. ―...Esos momentos finales son los últimos que tuvimos juntos. Nunca le dije... lo mucho que importaba para mí, cómo quería que fuéramos más que amantes... pero fui tan jodidamente cobarde que me negué.―Luego abrió los ojos y miró fijamente a Katya. ―...Ahora nunca tendré esa oportunidad. Siempre tendré esa parte de mí viviendo en agonía por lo que perdí. Stolas no fue el único que murió ese día, Katya: Una parte de mí murió con él.
―Matar a sus asesinos no lo traerá de regreso.―susurró Katya.
―Lo sé, pero hasta que no haga esto nunca podré seguir adelante.―replicó Blitzø negando con la cabeza. ―. Si soy franco, no puedo detenerme hasta que me haya asegurado de que todos, y me refiero a todos, paguen por su muerte... Incluso si eso significa que tengo que matar a todo el Infierno por ello.
Katya continuó mirándolo a los ojos antes de suspirar y caminar hacia el escritorio. Sacó un archivador, buscó un momento y sacó una hoja de papel. Dando un paso atrás, lo sostuvo frente a Blitzø. ―No puedo darte el nombre del cliente que lo ordenó, pero puedo darte la ubicación donde fue entregado. Creo que ahí es donde encontrarás a tus asesinos refugiándose.―Blitzø estaba a punto de tomar el documento, pero Katya continuó:― …Sin embargo, si hago esto, quiero una cosa a cambio.
―Dilo.
―...Hay una mujer en la Tierra. Su nombre es Kovrova Dmitrievna.―empezó Katya antes de susurrar suavemente: ―...Es mi hija.
― ¿Tienes una hija?―le preguntó Blitzø sorprendido por esta información.
―Cuando estaba viva me acosté con muchos hombres.―resopló Katya negando con la cabeza. ―. Uno de ellos me dejó embarazada. Sabía que no podía criar a un bebé, así que me aseguré de que fuera adoptada en un buen hogar. La vigilaba solo para asegurarme de que estaba bien cuidada, pero desde que morí y llegué aquí, me he estado preguntando qué ha estado haciendo con su vida...―Hizo una pausa para pensar antes de negar con la cabeza. ―. No quiero que ella sepa sobre mí o lo que era antes de morir. Sólo quiero que la vigiles por mí con tus medios para entrar al mundo humano. Haz esto por mí de vez en cuando y estaremos a mano.
―Claro, puedo hacer eso.―respondió Blitzø y recibió el papel. ―. Ahora, la segunda cosa que iba a pedirte: Necesito armas. Lo mejor.
― ¿Tienes una idea de lo que quieres?―preguntó Katya antes de recibir un trozo de papel. Ella lo abrió y leyó lo que estaba escrito antes de que sus ojos se abrieran de par en par. Miró a Blitzo y luego al papel de nuevo. ―. Iisus Khristo, (5) Blitz. ¿Vas a la guerra?
―No, voy a hacer una masacre.―respondió Blitzø en un tono tan sombrío que hizo temblar incluso a la serpiente.
―Me di cuenta de que no hiciste ninguna solicitud de munición.
―Eso es porque solo necesito de una clase.―repuso Blitzø entrecerrando los ojos. ―. Angelical. Quiero a estos imbéciles muertos para siempre. Y necesito esto pronto.
―Va a resultar costoso.―señaló Katya.
Acercándose a la bolsa que trajo, Blitzø la abrió y arrojó todo el dinero sobre la mesa, haciendo que los ojos de Katya se iluminaran como un árbol de Navidad. ―Tengo más si no es suficiente.
Katya se limitó a sonreír y se acercó a un teléfono cercano y marcó un número. ―¿Demetri? Cambio de planes de producción: Prepara a todo el equipo angelical para trabajar overtime esta noche. Y sí, vamos a pedir pollo frito para la cena.―Al colgarlo, se volvió hacia Blitzø y sonrió. ―. Sabes, este pedido tomará un rato... Podríamos tomar unas copas más debajo de la mesa si quieres.
―...Lo siento, pero paso.―respondió Blitzø mientras caminaba hacia la puerta. ―. Estaré en la ciudad hasta que las armas estén listas. Llámame a mi celular.
―...Blitzo.―Deteniéndose al escuchar su nombre completo, el diablillo se dio la vuelta y Katya le dedicó una cálida sonrisa. ―. Ten cuidado, ¿está bien?
―Seré tan cuidadoso como puedo serlo.―replicó Blitzø antes de salir de la oficina.
Katya suspiró mientras se volvía hacia su serpiente. ―Ese tipo Stolas era un bastardo suertudo. ¿Y esos demonios que persigue? Van a tener muy mala suerte.
CONTINUARÁ.
Glosario (del ruso):
(1) Ya zdes', chtoby uvidet' Makiavelli = "Vine a ver a Maquiavelo."
(2) On nastoyashchiy kliyent. Predupredi bossa = "Es un verdadero cliente. Avisa a la jefa."
(3) Ostav'te nas = "Déjennos."
(4) Chlen = "Verga/Pija"
(5) Iisus Khristo = "Jesucristo."
