—¿Puedes creer ésto? —Stryker susurró a su compañero.

Habían pasado algunas horas y apenas sentían que habían dormido.

—No... no puedo creerlo. Quién diría que así comenzaríamos la semana —Kabal bostezó y estiró los brazos. —Las 6:18 a.m. apenas dormimos eh...

—Estuve pensando. ¿Sabes qué pudo haber ocasionado la aparición de esos agujeros en el cielo? —Stryker recordó lo que dijeron la noche anterior.

—No sé. Seguramente fue algo raro que no podremos explicar con la lógica. Hombre, qué asco...

Kabal se levantó del suelo y fue en dirección al baño. Tenía que lavarse la cara.

—Debo cepillarme los dientes.

—Aprovecha. En un futuro la Pasta Dental dejará de existir —Kurtis bromeó.

Cuando Kabal abrió la puerta, Kurtis aprovechó para ingresar también. Tenían tanta confianza que Stryker se duchó estando su colega presente.

—¿Y qué piensas de ellas? —Preguntó el miembro de la S.W.A.T.

—Pues... depende de quién me digas —Kabal parecía desconocer a qué se refería el amigo.

—Dinah, Claire y...

—Cindy.

—¡Cindy! Sí. Veo que te aprendiste su nombre.

—¡No lo pongas así! Es normal. Es una chica linda. Era camarera.

—Está muy guapa.

—Es linda. Sí.

—¿Qué edad tenemos? Parecemos críos. Pásame la toalla.

Kabal tomó una toalla y se la dió en sus manos a Stryker.

—Tú eres el que hizo el comentario... ¿Sabías que Cindy nos iba a preparar la reservación? Ella trabaja en el mismo restaurante donde íbamos a cenar...

—¿De verdad? ¡Oh! ¡Claro! La recuerdo. Es una chica muy linda. De hecho... le iba a pedir que saliéramos y bueno... termináramos entre las sábanas, pero veo que te agrada.

—¡Stryker! Es... joder... me agrada un poco, bueno, me agrada... pero no es para terminar por follar con ella.

—¿Ah, no? Apuesto a que sabes qué debemos hacer cuando tenemos a tres chicas guapas en un grupo.

—¿Tratarlas con respeto y encontrar una forma de sobrevivir a ésto juntos porque eso es lo que un verdadero hombre hace?

—Ése es mi chico Kabal, justo y como te crié.

—¿Ya te terminaste de duchar? No soy muy fan de ver al segundo Stryker muy animado.

Kabal también tomó una ducha y Kurtis cambió de lugares con él, comenzando por cepillarse los dientes y quitar los restos de comida con hilo dental.

Terminado, salieron y vieron a las tres mujeres conversando.

—Súper Súper Policía —Claire saludó a Stryker. —¿Cuál será nuestro destino entonces?

—Pues no tenemos a los militares de nuestra radio, no aún. Iba a contactar a la Teniente General Sonya Blade, pero las líneas están muertas. Conozco un bosque que tiene un campamento y un puesto de guardabosques. Podríamos ir ahí y pensar en el futuro mientras tanto —Stryker se vistió con su característico chaleco antibalas y su conjunto azul.

Al ver que hacía frío, Kurtis les dió una chamarra de mezclilla a cada una de las señoritas.

—Me pregunto si la situación ha escalado a más lugares... —Cindy se puso unas botas que Stryker le regaló.

—Lo hizo. Mi hermano dijo que han llevado a mucha gente a Nuevo México y a los desiertos —Claire suspiró al sentarse en la cama.

—Mmm...

Stryker miró de reojo a Dinah y le sonrió.

—¿Qué ocurre, chica?

—Bueno... estoy asustada. Apenas pude sobrevivir ahí fuera y...

—¡Pero estabas sola! —Cindy se acercó y la tomó de las manos. —Ahora no lo estás. Somos un equipo, somos uno. Nada malo nos sucederá si permanecemos juntos.

—¿Crees...?

—Lo sé.

—Bueno, señoritas. Si les parece, podemos partir.

Kurtis y el grupo subieron al vehículo con el que Kabal y las chicas usaron para transportarse y, fue bastante lamentable ver que la ciudad era un desastre.

Múltiples personas cometiendo robos, otras discutían y terminaban con alguien jalando el gatillo.

Era una locura.

—Necesitamos armas. ¿Será posible ir a la estación?

—Podríamos ir después. Primero debemos asegurarnos de que ellas estén a salvo, Kabal.

Claire miraba desinteresada el escenario. Justo habían pasado frente al club en el que había estado con Neil.

—Ahí lo mordieron... en el Shoal Night Club...

—¿Claire? —Cindy la miró apenada.

—Perdona, es que... sucedió tan rápido. El cerdo iba a morderme a mí pero Neil se interpuso, no le importó ser él —Redfield sacó una foto con ella y el joven juntos. —Eres un idiota, Neil...

—Debes sobrevivir a ésto, por él —Dinah comentó. —Si mueres, si te das por vencida, todo por lo que Neil luchó habrá sido en vano.

—¿Cómo? —Claire la observó con una sonrisa escéptica. —¿Qué coño sabes?

—Lo suficiente para saber que Neil prefirió seguirte hasta donde pudo y no se dió lo vencido. Prefirió estar a tu lado y no quedarse en el suelo del club.

—No... no sé qué decir de eso. Neil... hizo muchas cosas por mí. Ahora... se murió a causa de eso.

—Dinah tiene razón, Claire —Cindy asintió. —Debes darlo todo por el sacrificio de Neil. Neil te amó, y prueba de ello fue que no te usó de carnada o te abandonó... dió su vida para que tú siguieras la tuya.

—Me siento culpable... pero supongo que deberé meditarlo mucho. ¿Estamos lejos, Stryker?

—¡Puede que nos tome medio día, señorita Redfield! Puede disfrutar de los paisajes de una ciudad como NY... hecha pedazos —Kurtis sonrió. —Llegaremos allá en algunas horas.

—Perfecto...

El grupo continuó su recorrido en un escenario donde abundaba la tragedia.

Comenzaron a contar historias de quiénes eran en el pasado.