—¡Vaya! Esa niña dijo que tardarían, pero no tanto.

Issei miró a todos lados en busca de aquella voz un tanto... juguetona. Nunca espero ver a cinco magas atadas y colgadas del techo cual murciélagos, a una bella mujer con un kimono negro mostrando mucha, realmente mucha piel, acompañada de un chico que vestía una armadura que le recordaba vagamente a cierto mono.

—¡P-presidenta! ¡J-joven Issei! —inmediatamente buscó a ambos chicos que saltaron del sillón para abrazarlos

—¡Presidenta Rías! —lloriqueó el niño dhampir—. ¡Ellos me obligaron a beber algo! ¡Uwah! ¡Fueron muy crueles! —Rias miró a los dos jóvenes y alzó la mano creando una esfera de poder de la destrucción.

—Ustedes...

—Nosotros solo seguimos órdenes, ¿sí?

—¡De los malos! —gritó Issei invocando también a Ascalon y apuntando al chico con ella.

—¿Somos los malos, Kuroka? —le gritó aterrado y bastante decepcionado también.

—N-no, la niña y Vali-nya dijeron que éramos los buenos, entonces no podemos ser los malos.

—¿Qué?

—Ella dijo que te diéramos la sangre de Vali, como también es la de un Dragón Celestial (y uno más fuerte) podría ayudar a controlar tu poder para seguir con el plan.

—Si, si —la nekomata se puso en cuclillas para estar a la altura del dhampir—. Y luego ella dijo: "Cuando estén aquí, díganle al conejito que es hora de devolver el tiempo" —tanto Rias como Issei vieron como asentía y con un parpadeo parecía que todo volvía a la normalidad—, ¡vamos entonces conejito!

Luego Rias se encargó de mandar a la las magas a una prisión al inframundo, eran buenos testigos.


Él creía que todo iba de acuerdo al plan y realmente podría tomarse un par de atribuciones, cargó un poco de poder en su mano y... después de aquello ya no había vuelta atrás «—¡Si vas a hacerlo entonces... no dudes! Eso hará más daño.» le había dicho ella, pero estaba bien dudar ¿no? Azazel era como su padre y herirlo, negó levemente y lo atacó.

Azazel cayó en el suelo justo delante del Rojo y compañía, quienes iban saliendo del antiguo edificio.

Tch. Así que me estás traicionando en estas circunstancias, Vali.

—Así es —no dijo nada más pues estaba seguro que terminaría con un tono de voz de duda, y aquello lo iba a delatar

—En el instante en que se decidiera por la paz, se hicieron arreglos para invocar a los terroristas para secuestrar al medio vampiro, forzar su Sacred Gear y comenzar con el ataque terrorista. El Dragón Emperador Blanco se volvió salvaje junto a mí una vez que jugamos un buen rato —él arrugó la nariz, no le agradaba ese discurso tan poco grandilocuente, ya se había acostumbrado, aunque hubieran pasado muy poco tiempo juntos, a las manías de Seujun.

»Siento ojos vulgares —su atención volvió al demonio dopada—. ¿Ese chico es el Dragón Emperador Rojo, Vali?

—Sí, por desgracia. Él realmente es un anfitrión muy lamentable.

—No sigas diciendo lamentable, ¡Lamentable! ¡Paso todos los días haciendo mi mejor esfuerzo!... O más bien, ¿Por qué tú y Azazel se enfrentan entre sí? O aún mejor, ¿Quién es esa mujer?

—Ya veo. Él realmente parece ser un chico lamentable. Vali, ¿Le vas a matar? —si volvían a decir lamentable iba a matar a todos, bueno a ella y a Issei lo iba a asfixiar por un rato.

—Supongo —no le estaba tomando importancia, no era necesario, la única que por el momento le importaba no la veía.

—¿Cuándo? ¿Cuándo decidiste hacer esto? —la decepción en la voz del ángel caído era palpable, ¡quería retractarse en ese instante! Lo que sea que tuviera en el estómago estaba regresando por su esófago. «—¡Sigue el maldito plan!»

—Me lo ofrecieron mientras estaba regresando con Kokabiel a la sede.

—Vali, tienes al Dragón Blanco y... ¿Te quedaras junto con Ophis?

—No. La oferta original era: ¿No te gustaría luchar contra Asgard? No podía rechazarla. Azazel, a ti no te gusta pelear con los dioses de las tierras nórdicas, ¿No? Ah, es verdad, a ti no te gusta la guerra.

—Ya veo. No, yo podría haber previsto de alguna manera en mi corazón que él se iría de mi lado... Desde el momento en que nos conocimos hasta ahora, él quería pelear con gente fuerte.

—Los preparativos y el suministro de información para este ataque nos lo entregó el Dragón Emperador Blanco. Es poco habitual en ti contenerte, querer dejarlo en paz a pesar de que entendías su verdadera naturaleza. Como resultado de ello, él te ha traicionado.

Y así, la mujer se burló de Azazel, él hizo una sonrisa amarga. Era ahora o nunca, era en ese momento.

—Mi verdadero nombre es Vali, Vali Lucifer —pudo ver los desconcertados rostros de todos, pudo ver cómo hasta Rias y el Rojo dejaban de respirar.

—¿Si somos los malos, entonces? —oyó que susurraban Kuroka y Bikou.

—El descendiente del Rey Demonio Lucifer de la generación anterior, quien murió en la guerra —continuo ahora que aún tenía ese loco valor de hacer estupideces—. Sin embargo, soy un hijo de sangre mixta, nacido del nieto del Rey Demonio original y una mujer humana, gracias a eso obtuve el Sacred Gear del Dragón Emperador Blanco. Si realmente hay tal cosa como la suerte y los milagros, puede que sea yo —o eso había dicho ella también, no podía seguir llamándola "ella" o "niña" aunque aún se estaba ganando su respeto, suspiró y desplegó sus alas de demonio.

—De ninguna manera... Eso no puede ser... —la expresión de Rias era de genuina sorpresa

—Es cierto. Y hay un ser tan ridículo, ese es él. Él se convertirá en el Emperador Blanco más fuerte entre todos los que conocí en el pasado y el presente, y probablemente también el de todos los tiempos.

—¿Ya dejaste de delirar, Azazel? —la expresión y el tono de voz de la mujer lo estaban sacando de sus casillas, así que el siguió con su actuación y soltó una risa ácida para poner una de sus manos en el hombro de Cattleya, la iba a matar.

«Hazlo en silencio Albión» pensó, iba a reducir lo más posible su poder, combinado con el de Ophis iba a ser difícil que pasará desapercibido, pero lo intentaría.

Tch, que tu volumen de aura sea más grande que antes, ¿Significa qué la aumentaste con la ayuda de ese bastardo de Ophis?

La mujer sonrió ante la pregunta de Azazel.

—Si. Por el bien del cambio mundial, me prestó un poco de su poder. Gracias a eso puedo luchar contra ti, incluso hay una posibilidad de que pueda vencer a Sirzechs y Miguel. A esos Gobernadores Generales tontos. Así que tú eres...

—Solo soy yo. Puede que sea tonto, un entusiasta de Sacred Gears, pero... ¿De verdad crees qué puedes vencer a esos imbéciles de Sirzechs y Miguel? Al menos ellos son muy superiores a una persona mediocre como tú.

El rostro de la mujer hizo una mueca al oír las palabras de Azazel, quizá tenía un aura lista para matarle, sin embargo, él estaba concentrado en otra cosa, a lo lejos se oía ¿música?

—¡Qué tontería! Muy bien, voy a darte el golpe de gracia aquí y ahora mismo. ¡Te destruiré, Gobernador General de los ángeles caídos, como el primer paso a la creación del nuevo mundo! —la música se hizo más fuerte y alegre llamando la atención de todos volteando al nuevo edificio de la escuela.

—¡Mierda!

¿Cómo se había acercado tanto sin que nadie se diera cuenta? ¿Qué era ese loco disfraz? El asombro en el rostro de todos era inmenso, Seijun estaba allí con una pistola.

—You'd better run, better run, out run my gun —tatareó y luego apuntó, él solo alcanzó a hacer una barrera que los cubriera a ellos—. You'd better run, better run, faster than my bullet— gritó y comenzó a disparar, él creía que solo eraba balas pero... su barrera estaba rompiéndose. Estaba loca, vestida de monja, bueno de monja sexy pues su vestido tenía una gran abertura que mostraba por completo su pierna izquierda, había cambiado sus Converse por unas zapatillas que de tacón tenían una cruz invertida.

—¡Yo soy la descendiente del Leviathan original! —gritó cuando un disparo de ella terminó en uno de sus brazos—. ¡Quién te crees tú!

—Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí —dijo ella, por alguna razón la cabeza le dió un poco de vueltas, aún así ella jamás dejó de disparar—. Si me hubierais conocido, también hubierais conocido a mi Padre; desde ahora le conocéis y le habéis visto —ella dejó de disparar, al parecer se habían acabado las balas, dejó la pistola y saco una escopeta.

—¡No he terminado! —gimió aún que estaba herida, creó una esfera de poder, una muy pequeña debido a que él había reducido su poder y se la lanzó a la chica, estaba seguro que impactó directo a su estómago, aún así, ella no desistió y continuó disparando, gracias a las barbas de su bisabuelo directo a su cabeza.

—¡Ni yo, puta! ¡Ni yo! —gritó, mientras que colocaba una de sus manos en su estómago, allí donde había visto que la esfera había impactado—. ¡Te voy a meter el puto cañón de la escopeta por la vagina y te dispararé hija de puta! —se fijó en su mano y ya estaba completamente empapada en sangre, ¿Cómo había podido soportar tanto tiempo sin gritar de dolor y mantenerse de pie? Ella definitivamente era asombrosa.

Deshizo el escudo, mientras veía que la chica se desmayaba y corrió directo a hacía ella—. ¡Seijun! —poco después también vio como Kuroka y Bikou se acercaban corriendo.

—¡Nya! Un hechizo de sanación en camino.


29-12-2019