Habían cosas que creía que nunca iba a poder cambiar a pesar de haber reencarnando, por ejemplo su singular gusto en música que podría pasar de Young Blood a Deus In Absentia, sus ácidos comentarios que ponían incómodos a más de uno y su poca paciencia para comprar lo que fuera, pero allí estaba malabareando con los tres, en busca de hacer que Vali pareciera el digno príncipe que era, pero juraba que si no se ponían de acuerdo con un estúpido traje saldría de la sastrería y compraría uno de un solo uso de Zara porque ya estaba hasta la mierda de ver su sueño húmedo hecho realidad pero que ahora lo estaba odiando demasiado: ver a Vali probarse exquisitos trajes de sastre que resaltarán cualquier atributo de dios griego que poseyera, ¿Se oía demasiado fangirl con eso? Si, pero no le interesaba pues estaba a punto de sufrir un aneurisma cerebral por culpa del sujeto que no podía elegir un solo traje que le gustará.
Escuchó la puerta del cambiador y levantó la vista de su teléfono donde había estado buscando trajes en tiendas departamentales que sabía iban a estar por lo menos feos (comparándolos con los de aquella sastrería) e iban a ser de mala calidad, y se encontró con Vali en un bonito traje de seda con tres piezas, con el saco y el pantalón de color azul rey y un chaleco gris perla con patrones cuadrados.
—¿Qué tal este?
Seijun se quedó con la boca abierta y su cerebro hizo corto por un segundo antes se levantarse de un salto y acercarse a él.
—Oh my sweetest Satan! Si, ese es perfecto, no se diga más.
Él chico sonrió y le asintió a la dependiente quien como Seijun estaba harta de ver cómo el chico se probaba traje tras traje y ninguno le convencía, le tendió su tarjeta y ella fue directo a cobrarle.
—¿Ahora me dirás por qué estamos tan elegantes?
—La elegancia siempre ha sido símbolo de poder —la dependiente regresó y le entrego la tarjeta y una bolsa donde estaba la ropa que originalmente llevaba puesta el medio demonio. Ambos asintieron con una sonrisa y salieron de la sastrería.
—Lo comprendo, inclusive Michael y Sirzechs siempre llevan ostentosos trajes acompañados de capas que muestran sus ammm... niveles, pero por qué nosotros lo buscamos mostrar.
—El Rojo es fácil de intimidar, con una pequeña demostración de poder, acompañada de una elegante actitud y buena ropa ya siente que todo se le salió de las manos. Y estoy segura que piensas: Mi querida Seijun, ¿Por qué importa el Rojo? Bueno él es la roca de los Gremory, si él se desmorona y se vuelve dócil ante nosotros el resto lo hará.
Ella se detuvo y él la imitó al levantar la mirada se encontró con Bikou, vestido con uno de esos trajes tradicionales chinos en color negro que le recordaban más bien a los disfraces que usaban en las novelas de época; y a Kuroka con un bonito kimono blanco que se iba tornando azul cielo a medida que terminaba con patrones de flores de cerezo.
—¿Cómo cielos hiciste que se vistieran bien? —le preguntó a Seijun y ella sonrió, para continuar caminando hacia su auto.
—Puede o no que los haya amenazado con el arma —el volteó a ver a los chicos y ellos con mímica le dijeron que definitivamente lo había hecho—. Suban —indicó y ellos asintieron.
Por mucho que todos estuvieran acostumbrados a ostentosos sitios, un edificio corporativo definitivamente los estaba poniendo incómodos, sacándolos de su zona de confort llena de edificios de época y falsa cordialidad, en aquel ambiente lo único que se notaba era frialdad y una muy oculta hostilidad.
Esta vez Azazel iba acompañado de otra chica que al parecer había reemplazado a Vali en su puesto de guardia, y ella parecía estar saltando de felicidad por ver a Vali hasta que se encontraron con el enorme edificio de cristal, ella trago duro pues pensaba que su nuevo benefactor era alguien de quien temer.
—Bienvenidos.
Seijun les recibió justo en la puerta de la sala de conferencias, con una mesa de alguna madera oscura en el centro, rodeada de sillas bastante estilizadas, todos entraron y tomaron asiento (los líderes más que nada, pues Rias y su nobleza, así como la acompañante de Azazel se encontraban de pie), si bien Bikou y Kuroka se limitaron a hacer de guardaespaldas y mantenerse en silencio y no establecer contacto visual, más de uno se sintió intimidado por sus presencias.
Vali odiaba admitirlo, pero Seijun había tenido razón, ya luego le preguntaría de dónde sacó la idea, pero con lo poco que llevaba de conocerla estaba seguro que le respondería algo como "En internet o algo así".
—Bien, yo... lamento el incidente de ayer, no era mi intención que me vieran... indispuesta mentalmente, es desagradable, lo sé. En fin no estamos aquí para la autocompasión, sino para firmar una especie de contrato y explicar nuestro actual estatus.
—¿Estatus? ¡Ustedes deberían siento juzgados por alta traición! —gritó Rias. Contrario de lo que Vali (y el resto de personas en la sala) pensó no hubo odio o desagrado en el rostro de Seijun.
—Si, en definitiva, nunca hemos cuestionado eso, fue Vali quien atrajo a los hechiceros, pero como lo mencioné aún hay más infiltrados, nosotros seguimos teniendo cara de malos, aunque nosotros todavía podemos fingir que solo somos un montón de gente atormentada... y Bikou.
—¡Oye! —se quejó el mono y Seijun sonrió.
—No entraré en detalles sobre el asuntito de Kuroka y, debido a que su sociedad no es como la nuestra, pero podemos apelar, de forma baja y ruin, a la mágico-cómica-dramático-emotiva-musical historia de un niño que terminó siendo un daño colateral en una guerra que surgió años antes de que el naciera y sin importar ni un poco su vida, de quien una sola persona se apiadó de él y no fue precisamente alguno de sus congéneres.
No faltaba decir que tanto Sirzechs como Serafall bajaron las miradas, dicho así sonaba bastante cruel, luego estaba Azazel quien era el que se encontraba inconforme y un poco atormentado por los anteriores acontecimientos. Michael era el único no implicado en los asuntos de los demonios, por lo que parecía el idóneo para continuar con la conversación.
—Si aceptamos su parte de la historia sonará a coerción, si no pareceremos de los malos.
—Estoy al tanto —respondió, y es que lo había hecho más de lo que desearía admitir, por fortuna esta vez su mente se encontraba un poco más clara que la noche anterior—, escoger las palabras correctas hace la diferencia entre parecer los malos y ser los malos, ahora nosotros somos los malos, para ustedes pues ayer estábamos de lado de Catleya, pero para la Facción de los Antiguos Reyes aún no está claro eso, podemos aparecer y decir que fingimos manipularlos a ustedes con una emotiva historia o hacerles creer que Catleya estaba a punto de rebelar "la traición" del heredero legitimo de Lucifer.
—¿Legítimo?
—Detalles que les inflan el ego —respondió Vali descartando la sola idea de luchar por un estúpido puesto que estaba seguro no podría manejar. La chica a su lado por otra parte parecía perfectamente capaz de hacerlo, parecía.
—¿De verdad no te interesa?
—Me interesa tanto como a Seijun explicar de dónde salen sus maquiavélicos planes.
—Ya te lo dije, Smirnoff de tamarindo y dos capítulos de Game of Thrones —él entorno los ojos, Seijun se rio de su intento de mirada juiciosa—. Internet entra en la parte de llenar mis reservas de alcohol de forma parcialmente legal y ver la serie, que las palomas mensajeras y las televisiones de bulbos quedaron en la década pasada.
Les parecía extraño el hilo de conversación que habían desarrollado, pues aún estaban esas miradas de algo parecido a malicia, quizá ni siquiera fuera eso pero no podían discernir realmente que era lo que expresaban, mientras que hablan de como conseguir —mediante un vacío legal— alcohol y series, eso debería ser una conversación normal de adolescentes, si, pero no con un plan de manipulación en el fondo.
—¡Eres una perra manipuladora!
—No hablaré acerca de tus asuntos o fetiches por qué no quiero recoger tu dignidad del suelo.
El medio demonio de platinados cabellos negó y dirigió su mirada a Azazel (el punto de quiebre en aquella reunión), Seijun le había dicho que si él empezaba a ceder el resto lo harían y se sentía estúpidamente culpable por iniciar el ataque de allí, pero necesitaba su perdón para al menos dormir bien esa noche.
—Podríamos conseguirles medio paso de ventaja —Sirzechs bajo la mirada encontrando allí el "contrato" que Seijun había preparado y se dedicó a analizar por un corto periodo de tiempo.
—No suena como un intercambio razonable —habló cuando notó que Azazel se estaba ablandando—. Medio paso no parece justo como para darle amnistía a una criminal de clase SS.
Seijun soltó una risa que se podría traducir a "¿De verdad intentas joderme?", luego le dedicó una mirada de perdón a la nekomata y se levantó de la silla con suma elegancia, parecía que en la habitación todos habían decidido aguantar el aire y el único sonido era el producido por los tacones de la chica quien con una sagacidad tenebrosa se acercaba al Rey Demonio.
—¿En serio? Entonces que nombre tiene que gritar a las multitudes junto con un reclamo de virginidad, ¿El de su hermana, Reina Leviathan? —fijó la mirada de ella y luego la paseó por la nobleza de Rias donde ella e Issei bajaron los rostros, una avergonzada y el otro asustado—. ¿Quizá el del hermano pequeño de Rey Beelzebub? ¿O casada con quién tiene que terminar? Por qué la última demonio que fue perdonada es su esposa —otro silenció espeluznante se formó en la sala—. En cada historia hay dos versiones y absolutamente nadie le pregunto la suya a Kuroka, solo buscaron atraparla, es más apuesto que su juicio iba a ser solamente la lectura sobre lo que se le acusó y los hechos que fueron presenciados en la escena del crimen.
—Eso no es...
—¿Sabes si quiera por qué atacó a su antiguo amo en primer lugar? —el Satán Carmesí bajo la mirada—. No es mi deber decirlo, pero si gustas podría tener una audiencia privada con ella, acompañada de la ginecóloga que le ha revisado —escuchó un gemido ahogado y busco rápidamente con la mirada a la nekomata, había preocupación y culpa en su mirada, todos notaron como su rostro se ablandó y en un cayado gesto le preguntó sobre su bienestar y ella asintió.
—Él nos amenazó, a toda su nobleza más de una vez —habló con la voz temblante—, y su parsimoniosa forma de ser solo era comparada con la maldad que nos mostraba tras los muros de su palacio. ¡A todos nos maltrató con tal de conseguir más poder! Y cuando quiso poner las manos en Shirone y no lo dejé, entonces él... —Kuroka bajó la mirada y se abstuvo de continuar hablando, entre el pequeño equipo de Vali hubo un par de miradas y de inmediato Bikou la tomo por los hombros y la sacó de la sala.
—No podemos darles más que medio paso de ventaja o se darían cuenta que les estamos ayudando —habló Vali en busca de aligerar el ambiente—. Podemos decirles cuando y donde atacarán, fingir que alguien estaba allí por casualidad, pero nada más.
—Aunque estoy segura de que los mandarán directo a con los dragones —Vali entorno la mirada ese era un detalle que Seijun no le había dicho—. No solo contigo o con Issei, también el peón de la señorita Sitri entraría en la lista y, quizá solo quizá, otra chica, aunque no necesitamos prestar atención a ella, por ahora.
—¿Otra chica?
—No necesitan saber de ella e implicarla en esto, por ahora.
—Oye —la tímida voz de Issei finalmente se dejó escuchar por fin, de hecho, Seijun creyó que sería antes y en medio de un rage, en ocasiones le alegraba mucho equivocarse—, que fue lo que ammm...
—Emmm... —por primera vez desde que vieron a Seijun ella se había quedado sin palabras y una postura un tanto desprotegida ella bajo la mirada y simplemente negó—. No es algo que me corresponda decir.
—Ella es mi hermana, señorita Hashimoto, y por todo lo que he pasado creo que merezco saber —Seijun bajo la mirada aún más avergonzada ante la otra nekomata, si bien recordaba cosas especialmente fuertes de su vida pasada y su recorrido por los hospitales, nada se comparaba con lo que había visto en el consultorio de aquella ginecóloga.
Abrió la boca dispuesta a proteger a su paciente pero la cerró de inmediato cuando recordó que, al menos por ahora, en ese mundo no era más una enfermera, que no podía recurrir a aquel argumento. Aún así se sentía responsable por la salud y el bienestar de sus compañeros y simplemente negó.
—He decidido ser una ammm... manager para este grupo, no puedo ir soltando información delicada de mis compañeros por ahí así nada más. Cuando sea el momento se que ella te lo dirá, y estoy segura que será pronto, así que solo aguarda y mantén tus brazos abiertos pues necesitará de muchísimo apoyo —bajo la mirada.
Desde el shock de haber casi muerto sus recuerdos del otro mundo se habían juntado con los de la chica de este mundo, ella era más problemática y con un montón de problemas de dependencia. Suspiró. No sabía cómo sentirse pues tenía el repelús de su pasado por el hecho de pedir ayuda y el de su presente por sentirse abandonada.
—Tienen que ser completamente sinceros con nosotros —Michael tomó la palabra. Hacia rato lo había visto revisar el documento, así que está vez rebuscó la hoja correcta y tomo uno y de los bolígrafos para escribir algo y se lo pasó.
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❝Se exhorta las partes
firmantes, de forma
expresa a manifestar
en todo momento una
conducta de sinceridad,
con el fin de evitar
malos entendidos y
buscar el mejor estado
de bienestar, tanto para
la organización como
para los integrantes de
la misma.❞
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La boca de Seijun se curvó en una sonrisa y asintió.
—Si, podría funcionar, podría modificar el contrato para agregar está cláusula para que no quede al aire.
—¡Perfecto! —asintió sorprendiendo a todos.
—¡Pero si al que teníamos que cuidar de que no callera en sus garras era a Azazel y has sido tu quien dio su brazo a torcer! —Serafall se levantó indignada señalando Michael, el simplemente sonrió.
—No me parece que sean malos niños.
—¿Qué no lo son? —respondió alterada lazando las hojas del contrato por los aires—. ¡Mira nada más a dónde nos han traído!
—¡Oh por Ter! Tengo que responder eso con la voz de las cosas pretenciosas —soltó de pronto Seijun dándose una palmada en el rostro—. Les traje a un lugar arquitectónicamente planeado para que nos tomarán como gente sería que puede cumplir con un contrato —casi suelta una carcajada, pero su voz pretenciosa salió a la perfección— y no como niños que aún disfrutan de la cajita feliz del McDonald's.
—Creemos que ustedes deben ver nuestro profesionalismo y compromiso con este tema, además, queríamos un lugar donde ninguno de nosotros se sintiera especialmente cómodo —argumentó Vali tranquilamente, soltando un poco su corbata.
—¡Pero si se ve que ustedes fluyen como el agua en este lugar! —Issei no pudo evitar gritar y ambos rieron con tranquilidad.
—Quizá sea por que se nos da bien adaptarnos —respondió Seijun—, o quizá sea por seguimos flotando a la deriva en cuanto a lo que pertenecía a un grupo se refiere —tanto ella como Vali se rieron. Un "hummm" disgustado corrió por la sala, pero Seijun fingió no saber de donde venia y lo ignoro, mientras que Vali definitivamente posó su vista en Gembu, negó un poco y acomodo su traje.
—Trabajaremos cuanto sea necesario para hacer funcionar esto, pues estamos hablando que, emmm, la Khaos Brigade, que es como se han denominado no solo tienen la mira al inframundo, si bien ahora mismo lo es gracias a Catleya y los otros dos descendientes de los antiguos Reyes Demonio dudo mucho que se quede allí nada más.
—Spoiler: no se quedaran allí —Vali bufó y despeino su cabello. Ella le dedico una mirada de comprensión y simplemente suspiró—. Lo siento, quizá quien escriba el destino en tan hijo de perra como quien sea que escribió el final de Game of Thrones —él suspiro con decepción.
—¿Vamos a morir acaso? —Seijun guardó silencio y desvío la mirada—. Estás bromeando, ¿verdad?
—Tengo la esperanza, de que lo que veo, no sea definitivo.
—¿Y si lo es? —bajó la mirada y negó.
—Quizá podamos crear contramedidas antes, quizá.
Sus palabras no sonaban especialmente motivadoras, y él esperaba que no fuera nada que lo llegara a dañar a él, sonaba demasiado egoísta, pero el solo pensar que le pudiera pasar algo a él o su padre le crispaba los nervios.
—¿Entonces todos firmaremos o volvemos a hacer otra reunión con una revisión del contrato? —la mirada de todos se centró en Michael, quien por ahora llevaba las riendas en la reunión.
—Aludo a su honestidad señorita Hashimoto, aun así, una versión con las correcciones que nuestra parte considere necesarias será un hecho —Seijun asintió.
—Antes de cerrar el trato —Sirzechs alzó la voz y todos le prestaron atención—, su equipo debe de estar vigilado —Vali y Seijun se miraron entre si, para luego asentir.
—Te quiero en la academia el lunes Vali —el rostro de Vali cambio por completo a uno de sorpresa.
—¡Es mi año sabático!
—Era —dijo simplemente— y legalmente aún tengo tu custodia, así que harás lo que diga —se levantó y se fue dejando descolocado a más de uno.
28-05-2020
