Can we come back from this?
Can we come back from this?
Put the pieces back where they belong
Can we come back from this?
Can we come back from this?
Are we (Are we too far gone)?
— Too Far Gone by Hidden Citizens (feat. Svrcina)
Fue una idiota.
Se confió tanto, por una vez creyó que las cosas saldrían bien, que su plan marcharía bien, pero el mundo simplemente parece divertirse con ellos, escupirles en la cara y voltear todo de cabeza para burlarse de sus esfuerzos.
Siente que su cuerpo se comienza a entumecer por completo mientras escucha a Jaune, quien ha comenzado a hablar hace quien sabe cuánto tiempo, o al menos lo intenta escuchar, ya que hay un zumbido en sus oídos que aturde sus sentidos. Las palabras del rubio son atropelladas, combinadas con sollozos que salen de sus labios.
Lo intenta, intenta escucharlo, intenta entender su explicación y lo que está diciendo, pero su mirada está enfocada en el rostro apacible de Penny, pálida como la nieve, tranquila y ajena a todo el puñado de emociones negativas que hay a su alrededor.
Una de sus manos va directamente al abdomen de la pelirroja, hacia aquella herida punzante, sintiendo en sus dedos el líquido rojo, el cual su guante absorbe sin contratiempos.
El rojo le produce náuseas.
Amaba el rojo. El rojo siempre ha sido su color, el color de su ropa, el color de los reflejos de su cabello, el color de las fresas, el color de las rosas, el color de la capa de su tío, el color de su capa. Su color favorito.
Ahora odia el rojo.
Es espeso, deja sus dedos viscosos, y mancha la ropa demostrando la fragilidad que los humanos poseen, lo fácil que es herirlos y acabar con sus vidas, les recuerda su mortalidad, lo débiles que son ante las fuerzas de la maldad pura, lo expuestos que están en la guerra sin importar que posean un aura que solo los protege hasta ciertos límites.
Son simples mortales indefensos, expuestos a perder a sus aliados y seres amados.
Cuando perdieron a Penny la primera vez, lo aceptó.
Cuando vio como Pyrrha luchaba por respirar mientras la flecha de Cinder estaba incrustada en su pecho lo entendió.
Entendió todo lo que estaba en juego, en la oscuridad que había más allá de lo que podía ver y entender, se armó de valor, siguiendo siempre avanzando hacia adelante, con el objetivo de honrar aquellos que perdieron y pelear por aquellos que aún no habían perdido.
Fue arrogante, creyendo que había logrado superar todo el asunto de Penny y el virus, brindándole un cuerpo humano. Se confió demasiado, salvando a los ciudadanos de Mantle y a los Atlesianos.
¿Por qué se confió de que las cosas estaban saliendo bien?
¿Cómo pudo olvidar que el mundo conspira cruelmente?
Claro que no iba a ser fácil, nunca nada fue fácil para ellos, pero tenía una pequeña esperanza de que las cosas salieran bien por una vez.
Sin embargo, están aquí. Derribados por Cinder, en un lugar desconocido, con Penny...
Penny muerta.
El dolor en su pecho vuelve junto a las ganas de volver a gritar y maldecir a los Dioses, al mundo o a quien sea. Su alrededor de pronto es tan asquerosamente brillante que la irrita, ¿Cómo puede el sol estar brillando tan alegremente cuándo ha perdido a la persona que amaba?
—Ella me pidió que lo hiciera, dijo que no podría ayudarla de otra manera, así que yo... —Ruby pierde el aliento por unos instantes, todos los pensamientos de su cabeza se detienen abruptamente, las paredes que encierran sus pensamientos y que la mantienen alejada de todo hacen colisión, y sus ojos plateados bañados en lágrimas se apartan finalmente de Penny, solo para mirar directamente a Jaune.
—¿Qué? —logra preguntar con voz pequeña, sintiendo que su garganta arde por el esfuerzo de hablar. Siente un apretón en sus hombros, firme, aferrándose a ella, y al mirar por sobre el hombro nota a Blake, sus ojos reflejan pánico, sus orejas se aplastan agresivamente contra su cabeza y está mirando fijamente a Jaune con profunda tristeza. Ruby dirige la mirada hacia Weiss, quien está abrazándose a sí misma, temblando agresivamente mientras la mira a ella fijamente, sus ojos azules y helados pareciera que piden perdón, se disculpan y ruegan silenciosamente, hay una sacudida en sus entrañas, sintiendo repentinamente que los engranajes comienzan a funcionar —¿Qué? —gruñe apretando la mandíbula, repitiendo la pregunta y mirando directamente a Jaune, los puntos comienzan a hilarse en su mente, sus palabras, la herida en el abdomen, el arrepentimiento en los ojos del rubio, todo comienza a tejerse, pero necesita la confirmación.
—Ruby... —dice Jaune, su voz tiembla —. Penny me pidió que lo hiciera, no podía curarla, Ci-Cinder no se quedaría con los poderes de la doncella, Winter los tendría... Ella... Lo pidió... Ella... —su oración se ve interrumpida por sus sollozos, tiene sus manos entrelazadas y apretándolas con fuerza, su mirada azul clavada en el suelo, incapaz de mirarla a los ojos.
El suelo parecía moverse bajo sus rodillas, agresivo, inestable. Todo daba vueltas, las náuseas aumentaban y el dolor quemaba su piel. Sus ojos volvieron de nuevo a la herida profunda, su mano seguía en el mismo sitio, su guante absorbiendo cada vez más la sustancia líquida.
Cinder había intentado obtener los poderes.
Cinder hirió a Penny de gravedad.
Jaune no usó su semblanza en Penny.
Penny le pidió que la matara.
Jaune mató a Penny.
"Mátame"
Hace solo unas horas Penny había pedido aquello, sintiéndose incapaz de luchar contra el virus que la obligaría a abrir la bóveda y la destruiría. En esos momentos había sentido un pánico que paralizó su sistema, y si no hubiera sido por Nora, las cosas se habrían vuelto catastróficas, porque no tenía el valor para hacerlo, jamás lo habría hecho, el solo pensar en la remota posibilidad le había vuelto loca, erizando cada vello de su piel, congelando cada pensamiento y arrastrándola a un abismo frío y oscuro.
—Tú... La mataste —murmura con voz hueca, apenas y puede hacerlo, su sistema lucha por responder, lucha por apartar la mirada de la herida, arrastrar hasta el fondo sus sentimientos y pensar "racionalmente" la información, porque una parte de ella, está luchando.
Siente como Blake a su espalda se estremece, ajustando más sus dedos en sus hombros, Ruby no sabe si es un intento de apoyarla, de retenerla en su sitio para no explotar, o por miedo a que se desmorone, pero Ruby no puede evitar ignorarlo cuando sus pensamientos se nublan con la información recibida.
Lucha por no maldecir a Jaune, lucha por no gritarle y echarle en cara que la ha asesinado, lucha por no lanzarse contra él y golpearlo, lucha porque su parte racional lo entiende. Entiende que Jaune debió tomar la petición de Penny y respetar lo que quería, pero, ¿qué puede hacer cuando su corazón hierve a fuego lento?, rasgándose y rompiendo las costuras mientras más piensa en la acción que hizo Jaune.
Lucha por entender la petición que Penny le hizo a Jaune, y que el chico respetó cuando ella, unas horas atrás, se había negado rotundamente a hacerlo cuando se congeló ante la petición.
Lucha por empujarlo hasta el fondo, lucha por volver a coser las costuras rotas de su corazón, pelea, lo intenta, pero hay una ira oculta que quema sus venas y que no sabe a quién está dirigida exactamente, y teme empezar a buscar en quien cae.
—Ruby —Weiss ha tomado la palabra, la de ojos plateados, sin embargo, no eleva su mirada hacia ella, está concentrada en intentar aún obligarse a unirse de nuevo, a coser las costuras con desesperación, pero eso se hace más difícil al estar mirando las heridas de Penny —. Lo siento —el corazón volvió a darle un vuelco por el arrepentimiento y la culpa que cargaban las disculpas de su socio. Ruby finalmente enfocó lentamente su mirada en Weiss, quien mordía su labio y aún temblaba —. No había tiempo. No pude hacer mucho para darle a Jaune suficiente tiempo, era solo yo... Yo no podía... Lo siento —su voz se fue apagando conforme intentaba explicarlo, hasta quedarse en silencio, con la mirada perdida mirando a Penny con remordimiento.
—Weiss... Eso no-- —Jaune intentó protestar entre lágrimas, Ruby observó el pánico en los ojos del rubio mientras él miraba abruptamente hacia la dirección de Weiss —¡Yo fui quien lo hizo! ¡Tú no tienes culpa en esto!
—¿Oh sí? —siseó Weiss con amargura en respuesta, volviendo su mirada al chico —. Si hubiera aguantado más contra Cinder, si tan solo te hubiera podido dar más tiempo, Penny no... Tu no tendrías que haberlo hecho... —Blake ha dicho algo en respuesta, pero en éste punto, los pensamientos de la líder de RWBY la arrastran lejos de la conversación.
La respiración de Ruby comienza a acelerarse, apartando lentamente la mirada del par que se culpa por lo sucedido con Penny. Ruby apaga sus pensamientos, comenzando a empujar una vez más sus sentimientos hasta el fondo, sus ojos bajan y se enfocan en el rostro de Penny, grabando de nuevo en su mente su gesto apacible.
Y lucha por guardar esa imagen en su mente, cierra sus ojos, se concentra mientras las voces se alejan cada vez más hasta perder la noción de que hay personas a su alrededor.
Sabe que necesita seguir avanzando, están en un lugar desconocido, ni siquiera saben que peligros hay en el sitio, aun Neopolitan está suelta por ahí, aún deben encontrar a su hermana, aún deben volver a Vacuo, aún... ¿Aún tiene fuerzas para seguir avanzando? ¿Siquiera lo vale? El mundo simplemente les escupe en la cara cada vez que parece que han logrado un avance.
Ojalá pudiera retroceder el tiempo, hacer las cosas mejor, pero estos son sus fracasos, uno tras otro, ¿Cómo fue tan estúpida e infantil en el pasado? Creyendo en las historias de los héroes que salvan a todos.
Y una vez más, se encuentra arrepintiéndose de las palabras que no fueron dichas, de las oportunidades que se pierden entre sus dedos, deslizándose como arena.
"¿Los abrazos siempre te hacen sentir tan cálida?"
Su corazón late desenfrenado, el dolor está ahí, constante, reacio a abandonarla por mucho tiempo, las lágrimas vuelven a trazar un doloroso camino por sus mejillas.
Amaba abrazar a Penny, siempre era tan cálido y reconfortante abrazarla. A veces abrazos llenos de efusividad, transmitiendo la alegría de la vida, otras veces tranquilos y suaves, como una suave brisa entre la hierba.
Amaba escucharla reír, verla sonreír, Ruby adoraba su alegría desbordante, y le dolía cuando algo preocupaba o afectaba a Penny, esa sensación desagradable se instalaba en su pecho y deseaba poder reconfortarla.
Amaba los momentos con Penny, tan cálidos, tan brillantes, tan llenos de vida y alegría, y cuándo descubrió que estaba viva después de lo sucedido en el Festival Vytal, una sensación burbujeante afloró en su pecho, aliviada, feliz de tenerla de vuelta más tiempo. De tenerla a su lado más tiempo.
Amaba...
Y solo, ¿Por qué? ¿Por qué no tuvieron más tiempo? ¿Por qué Penny no pudo disfrutar su vida por más tiempo? Solo... ¿Por qué?
Las preguntas la perseguirán por mucho tiempo.
Las caricias suaves de los pulgares de Blake en sus hombros rompen el hilo de sus pensamientos, arrastrándola de nuevo, obligándola a enfocarse una vez más en el presente.
Tiene que levantarse, tiene que comenzar a moverse, si no lo hace ahora, sabe que ya no podrá hacerlo más adelante. Si sigue enfocándose en el dolor agonizante en su corazón no avanzará, no encontrará a su hermana, no saldrán de ahí. Se estancará, y no puede hacerlo, perdió el derecho a derrumbarse cuando asumió el cargo de líder, perdió el derecho cuando los arrastró a esta guerra, ella no puede simplemente rendirse.
Aun cuando en el fondo, desea tirarse en el suelo y no moverse más.
Abre sus ojos lentamente, su visión borrosa empañada por las lágrimas se esclarece poco a poco, mirando nuevamente el rostro de Penny. Su mano izquierda se acerca temblorosa a la mejilla pálida de la pelirroja, rozando sus dedos con gentileza en la fría piel, mientras su mano izquierda finalmente se aleja de la herida y la sangre que se adhería a su guante.
—Tenemos... —las palabras se arrastran en su garganta que arde y se quema, reflejando el dolor que sus propias palabras le producen. Siente las miradas sobre ella, pero no se atreve a mirar a ninguno de ellos, simplemente se mantiene enfocada en Penny —. Tenemos que seguir avanzando —declara sin poder evitar que su voz suene tan vacía, estaba tragándose una vez más el dolor, la angustia, el miedo, todo hasta lo más profundo, estaba cansada, la parte posterior de su cabeza comenzaba a sufrir de constantes punzadas que la llevarían a sufrir un terrible dolor de cabeza a corto plazo.
—Ruby--
—Yang aún está por ahí, Neo también —Ruby continúa hablando, interrumpiendo lo que sea que Blake quisiera decir. Sus piernas tiemblan ligeramente cuando se pone lentamente de pie, y siente como la fauno a su espalda igualmente lo hace. Se toma un momento para tomar aire, cerrando sus ojos y dejando que las últimas lágrimas se pierdan en sus mejillas. Finalmente, mira a Blake directamente, notando la preocupación en sus ojos ámbar, fijos en ella mientras algunas lágrimas aún se mantienen retenidas en sus ojos ambarinos —. Debemos salir de aquí —agrega. Blake la mira durante largos segundos, como si estuviera en un debate sobre aceptar su postura o detenerla y decirle que no debe forzarse a avanzar aún, mientras sus ojos ámbar la ven con tristeza. La fauno termina dándole un asentimiento silencioso, cediendo a su postura e internamente, Ruby lo agradece, porque ha comenzado a surgir esa urgencia de avanzar y no detenerse, no quería volver a derrumbarse.
—¿Penny? —le pregunta Blake con suavidad. Ruby entiende el contexto ante su mención. "¿Qué hacemos con Penny?" Es lo que en verdad quiso preguntar, pero Ruby no sabe la respuesta a ello, sus pensamientos están a punto de volverse un lío nuevamente, quizás Blake lo notó, porque inmediatamente deposita la mano sobre su hombro —. Podemos llevarla con nosotros, podemos dejarla en un lugar mejor, o podemos enterrarla en algún lugar despejado y lleno de luz —le propuso opciones, con un tono gentil y comprensivo, mirándola directamente a los ojos. Ruby sintió como sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas, pero las retuvo.
—La última... estaría bien —susurra en respuesta, bajando la mirada y desviándola. Tenía que seguir, tenía que soportarlo, el dolor, la pesadez de su cuerpo que le grita constantemente que se rinda debe apartarlo.
—¿Te parece si me encargo de ello con Jaune? —cuando Blake hace la pregunta, un escalofrío recorre su columna vertebral, sus labios tiemblan sin quererlo y de nuevo siente esa ligera pesadez en su corazón que le grita que está molesta con él, aunque sabe que no es culpa del chico de todos modos, esa espina sigue clavada, pero vuelve a tragárselo, y solo asiente en respuesta —. Bien —susurra Blake, y Ruby sabe que se dio cuenta de su reacción, pero Blake no dirá nada y le dará su espacio, algo que agradece silenciosamente —¿Te parece si Weiss y tú se encargan de buscar un lugar donde establecernos? ¿Cómo una cueva o un montón de árboles más adelante? Así tendremos donde acampar —ante la asignación que le da, desvía la mirada hacia el cielo entre los árboles, notando los colores del atardecer en el cielo, y volvió su mirada a Blake, solo para darle un segundo asentimiento. Si era sincera, estaba agradecida de que Blake se hiciera cargo en este momento, y no discutiría el hecho de que la fauno hacia esto para que su carga no fuera más dura al enterrar a Penny —. Ruby, ¿quieres darme los guantes? —preguntó en voz baja y suave dulzura, la de ojos plata bajo la mirada a sus manos, notando que ambos guantes estaban manchados con sangre, ni siquiera se dio cuenta cuando su mano izquierda se encontró con la derecha. Su estómago se retorció ante la sangre adherida, y temblorosamente se sacó ambos guantes, asegurándose de arrastrar los restos de sangre de los dedos con el interior de los mismos al momento de quitárselos, y finalmente se los entregó a Blake, quien le asintió con una pequeña sonrisa, carecía de felicidad, pero servía para decirle que estaba bien —. Nos encontramos en este lugar de nuevo —murmuró mirando en dirección de Weiss y Jaune, Ruby no tuvo el valor de hacerlo, simplemente perdió su mirada en los árboles a su derecha, solo para después girar sobre sus talones y alejarse de la fauno, pasando al lado del cuerpo de Penny al que evitó voltear a ver, ya que sabía que si lo hacía, se volvería a desmoronar y no querría dejar que Blake se encargara de ella, que se la llevara y la enterrara en alguna parte de éste desconocido lugar. Ha paso rápido comenzó a adentrarse a la vegetación, sintiendo como Weiss corría hasta ponerse a su lado.
Sus ojos picaban constantemente debido a las lágrimas que se obligaba a no derramar, el dolor de cabeza había comenzado, y sentía esa opresión asfixiante en el pecho, pero iba a obligarse a seguir avanzando.
Tenían que salir de ahí, debía mantenerse avanzando, sin importar que su corazón estuviera hecho pedazos.
