Yang apretó su mandíbula con fuerza, una sensación incómoda oprimía su corazón mientras seguían en silencio a Weiss por sobre las huellas que encontraron y atribuyeron, eran las de Ruby.
Una mala sensación retorcía su estómago al pensar en que su hermana estaba sola por ahí, quería convencerse a sí misma de que se trataba de su instinto de 'hermana mayor" por el hecho de que estaban en un lugar desconocido y que a su hermana podía pasarle algo estando desarmada.
Sus ojos color lila se dirigieron a Weiss que iba a la cabeza junto a Blake. No culpaba a la ex-heredera por dejarla ir sola, después de todo, Ruby solía ser demasiado terca cuando quería hacer algo por sí misma.
—¡¿Ruby?! —la exclamación de Blake la hizo acelerar el paso, pero Weiss y Blake prácticamente ya habían corrido hacia donde su hermana se encontraba recargada en un árbol —¿Qué fue lo que pasó? —escuchó a Blake preguntar, pero se sintió tan lejano debido a que sus ojos miraban a su pequeña hermana, revisandola. Estaba maltratada, su cabello era un desastre y en su cuello... Yang apretó los puños con fuerza, sus ojos se llenaron de lágrimas y sintió una fuerte punzada en el pecho. Justo en el cuello de su hermana, habían marcas moradas... La comprensión fue como un puñetazo en el estómago, habían intentado asfixiar a su hermana.
—Yo... —Ruby intentó responderle a Blake cuando ésta revisaba su cuello, apartando el pliegue de su capa para ver mejor las heridas, pero la atención de Ruby en la fauno se esfumó al mirar más allá de ella y encontrarse con los ojos lilas de Yang.
Y pronto Yang notó el cambio en la mirada de su hermana. Sus ojos plateados reflejaron repentinamente miedo y su cuerpo se tensó, rígida y congelada miraba a Yang.
—Jaune, necesitamos tu semblanza para curarla —se dirigió Weiss al rubio, mientras se mantenía en guardia en caso de que el atacante de Ruby volviera a por una revancha, pero mirando por sobre su hombro a Blake y Ruby.
—Si... ¡Si! —tartamudea Jaune, algo inseguro, pero se arrodilla de inmediato al lado de Blake, no prestando de inmediato atención a la postura que había adquirido la líder de RWBY.
—¿Ruby? —Yang la llama con voz suave mientras camina para llegar a ella, el semblante de su hermanita no había cambiado nada, incluso parecía que su piel se volvía cada vez más pálida y su respiración comenzaba a acelerarse para peor.
Blake quitó toda su atención de la herida y miró a Ruby de inmediato, pareciendo percatarse del claro terror que sus ojos plateados estaban reflejando.
[...]
Estaba presa del pánico, el recuerdo de "Yang" atacándola golpeó sus pensamientos, borrando cualquier rastro racional posible ante la situación.
La atacará. Una mirada salvaje y llena de odio, lanzando golpes a diestra y siniestra.
Ruby sentía como cada vez era más difícil para ella respirar, como si de nuevo esas manos se enrollaran en su garganta y apretaran con fuerza, buscando que deje de vivir.
Era Neo. Ella había vuelto, era de nuevo ella castigandola, atormentandola.
Ruby sentía un chillido molesto en sus oídos mientras su visión se nublaba por las lágrimas que sin darse cuenta estaba derramando.
—¡Ruby! ¡Hey, soy yo! —no tiene la noción del tiempo y espacio, repentinamente Yang está frente a ella y su mano la ha colocado sobre el hombro.
Ruby chilla horrorizada ante el contacto, sacudiéndose violentamente para liberarse del agarre de Yang, recargando su espalda contra el árbol, respirando entrecortada y pegando las rodillas a su pecho, abrazándolas y encogiéndose, sintiéndose cada vez más pequeña.
Las ilusiones de Neo nunca hablan, racionalmente debería darse cuenta de que de verdad es su hermana, pero el pánico no se va, el miedo latente y el frío que recorre su espalda se mantiene ahí.
Necesita escapar, necesita huir.
Los pétalos rojos comienzan a flotar a su alrededor, desesperados y asustados, arremolinandose de a poco y rodeándola.
Una parte de ella sabe que la persona en frente es Yang, es su hermana, pero su parte racional está siendo opacada, como si de verdad no pudiera creerlo, así que tiene que huir, debe escapar.
—Hey, Ruby —voltea abruptamente hacia su derecha ante el tono dulce y familiar, encontrándose con los ojos ámbar de Blake. La fauno le mira con un gesto gentil que no habían visto antes —. Está bien, somos nosotros —le dice con suavidad.
Y eso parece ser suficiente, es como si la realidad se lograra mantener firme finalmente en su piso inestable, trayéndola de regreso.
Weiss pronto entra a su campo de visión cuando se arrodilla al lado izquierdo de Blake, y le sonríe reconfortante —. Estás a salvo, ya pasó —le susurra, con delicadeza pone una mano sobre su hombro derecho y le da un reconfortante apretón, y Ruby siente un poco más de estabilidad.
Sus ojos viajan hacia la derecha de Blake, mirando rápidamente a Jaune que lleva un semblante preocupado en sus ojos. Ruby decide evadirlo, y en cambio, sus ojos se dirigen a Yang, quien parece un poco triste y dolida.
—¿Yang? —pregunta Ruby, su voz es más rasposa de lo que quisiera. Nota como su hermana arruga el entrecejo, como si sintiera el dolor que ella siente.
—Si, Rubes —decide responderle con suavidad y con la sombra de una sonrisa.
Ruby toma una bocanada de aire y asiente —. Bien... —susurra, permitiendo que los rastros de aquel pánico que sintió se esfumen.
Después de un momento de silencio en lo que sus ojos se mantienen cerrados, Yang habla —. Ruby, ¿quién te hizo eso? —pregunta con una pizca de dureza, que provoca un pequeño estremecimiento por parte de Ruby.
La reaper nota el pequeño arrepentimiento de su hermana por el tono que uso, y parece que está a punto de disculparse, pero ella de inmediato responde —. Fue Ne-Neo —dice con dificultad, su aura parece que aún no se encarga de las punzadas de dolor, y por reflejo, su mano derecha sube hacia su cuello, acariciando la superficie con la yema de sus dedos.
Mientras sus ojos se mantenían desenfocados, sin mirar a nadie en específico, notó por el rabillo del ojo como Yang endureció su postura y parecía maldecir en silencio. Ruby también miró de reojo a Blake y Weiss, quienes parecían indignadas, parecía que incluso podían competir con el enojo que Yang irradiaba.
—Ruby... —el llamado vacilante de Jaune la alentó a mirar al rubio, notando que estaba luchando un poco por mantener el contacto visual con ella —¿Quieres que me encargue de...? —Ruby asintió en silencio y lentamente, bajando la mirada a otra dirección mientras Jaune potenciaba su aura para curar las heridas.
—¿Dónde está esa perra ahora? —preguntó Yang entre dientes y los ojos ardiendo en rojo. Ruby deslizó su mirada hacia su hermana y apretó sus labios, pensando detenidamente como responder a la pregunta.
—¿Ruby? —preguntó Weiss con un tono de confusión, Ruby atribuía que se habían dado cuenta de que su silencio significaba algo, ya que Yang pareció perder esa llama de enojo, y la atención de Blake y Jaune irradiaban curiosidad.
Suspiró —. Bueno, digamos que Neo se fue con alguien... —vaciló, sus ojos mirando cualquier lugar menos a alguno de ellos, después de todo, ¿Cómo les explica que Roman Torchwick era ese alguien?
—¿Alguien? ¿Con quién? —preguntó Jaune totalmente confundido. Ruby soltó un pequeño resoplido, sus manos se dirigieron a su falta y sus dedos jugaron con el dobladillo.
—Bueno... Digamos que cuando me liberé de Neo, alguien apareció y ella se fue con él —murmuró Ruby, sintiéndose cada vez más presionada ante la mirada de ellos.
—¿Alguien conocido? ¿Un civil? —preguntó Yang con una ceja arqueada y cruzándose de brazos.
—No... —musitó Ruby, esta vez sintiendo un poco de nervios —. Mira, el punto es que ese alguien en si no debería de estar, pero lo está —notó como el grupo parecía cada vez más confundido.
—Ruby, por favor, explica bien que es lo que quieres decir —le dice Weiss, con un tono que sugiere que está perdiendo un poco la paciencia ante sus vueltas.
—¡Agh! Bien —gruñe Ruby, dándose por vencida y acomodándose mejor para mirar a los cuatro —. Era Roman Torchwick —dice rápidamente. Listo, lo dijo.
Hubo un breve periodo de silencio en el que el grupo pareció asimilar la información. Ruby notó como el rostro de los cuatro comenzó a mostrar expresiones de incredulidad y confusión.
—¿Qué? —pregunta Blake, siendo la primera en lograr romper el silencio.
—¿El Roman Torchwick qué fue devorado por un Nevermore? ¿Ese Roman Torchwick? —cuestiona Yang con incredulidad, poniéndose de pie y dando vueltas de un lado a otro mientras parece asimilar las palabras de su hermana.
—Ruby, ¿estás segura de que era él? —pregunta Weiss con preocupación y claramente sin poder creer la información —¿No era una de las jugarretas de Neo? ¿O algún tipo parecido a él?
—Era él —responde con total seguridad, mirando a su socio fijamente a los ojos —. Y también gracias a él sé porque Neo quería tanto matarme —murmuró lo último, bajando la mirada mientras se hundía un poco en sus pensamientos. Sintió como una mano cálida se colocó sobre la suya y le dio un suave apretón, al elevar su mirada, se encontró con la mirada gentil de Blake, como silenciosamente le decía que estaba bien si no quería compartirlo. Le sonrió un poco, teniendo la seguridad para hablar de ello —. Ella creía que ese día, en Beacon, yo había matado a Roman, más por la influencia de Cinder —escupió el nombre con veneno sin poder evitarlo. Sabía que su hermana y el resto la mirarían con preocupación por su tono, así que no se molestó en mirarlos —. Pero él le ha dicho que fue un Nevermore, así que me ha dejado en paz por ahora —agrega, con la intención de que con esto se cierre el tema, y una vez que Blake suelta su mano, la lleva de nuevo a su cuello, revisando el área ya curada, de nuevo, como un reflejo ante los sucesos de hace unos minutos atrás.
—Creo que será mejor volver —anuncia Weiss, poniéndose finalmente de pie y sacudiendo su vestido —. Aún debemos... Analizar está situación —dice, pareciendo un poco aturdida aún con la información y por la tensión que hay en el ambiente.
—¿Puedes andar? —pregunta Yang a Ruby, acercándose una vez más a ella y extendiendo su brazo para darle la mano y ayudarla. Ruby mira la mano de su hermana unos instantes, solo para después aceptarla y dejarla que la ponga de pie.
—Si, puedo hacerlo —responde con seguridad, aún está un poco maltratada por la pelea con Neo, pero nada tan grave como para dejarla en el suelo por mucho tiempo y más por la ayuda de la semblanza de Jaune.
Aún así, Yang se mantiene a su lado mientras comienza a caminar, con Blake a su otro extremo y con Weiss y Jaune a la espalda.
[...]
—¿Creen que éste lugar tenga magia o algo así? —pregunta Jaune después de un corto lapso de silencio, Blake y Yang miran por sobre el hombro al rubio, sin embargo Ruby mantiene la mirada al frente, enfocada en lo que tiene delante, pero no sin oír lo que dice.
—Esa sería la única explicación que podríamos darle al hecho de que Roman Torchwick, alguien muerto, esté entre los vivos —dice Weiss rodando los ojos, vigilando constantemente ante cualquier anormalidad a su alrededor.
—Eso o éste es el más allá —murmura Yang con ironía, sin intenciones de aligerar el ambiente sino como algo mordaz que no puede evitar decir.
—Eso no me causa ninguna gracia, Xiao Long —sisea Weiss con el entrecejo fruncido mientras mira a la susodicha, quien al sentir su mirada se encoge de hombros.
—Mira, no lo dije como broma y tampoco quiero ser pesimista, así que olvídalo —Blake suspira, mirando a su pareja con una ceja arqueada —. Bien, lo siento —se disculpa la rubia y Weiss asiente, aceptando —. Pero aún así, aún quedan muchas dudas sobre qué es este lugar o si quiera dónde estamos —dice reduciendo el paso cuando siente que el paso de su hermana también va disminuyendo hasta detenerse, lo que lleva al resto a parar junto a ella —¿Rubes? —pregunta mirándola, notando como el rostro de su hermana se vuelve pálido mientras mira algo a la distancia con conmoción e incredulidad. Los chicos siguen su línea de visión, solo para notar una figura de pie en la entrada de la cueva que utilizaban como refugio.
Una amazona se encontraba de pie en la entrada, vistiendo un vestido rojo y holgado, zapatillas rojas y llevaba una diadema dorada en su cabeza, su cabello rojo brillante atado en una cola de caballo alta.
Ella les sonrió, sus ojos esmeraldas mirándolos con alegría mientras mantenía sus manos detrás de su espalda y portaba una postura tranquila.
—¿Py-Pyrrha? —Jaune vacila al hablar, mirando con total shock su figura.
—Hola, chicos. Ha pasado un tiempo, ¿no? —dice la pelirroja con una suave sonrisa mientras el brillante sol favorece su imagen.
[...]
