Juntos, RWBY y Jaune caminaban detrás de Summer y Pyrrha, quienes los guiaban al árbol, con el objetivo de finalmente llevarlos a cruzar y volver a casa.

—Debo decir que me gusta este lugar, pero como para un día de campamento —dijo Yang con una sonrisa, Weiss rodó los ojos y le dio un codazo a la rubia.

—Creo que ya tuve suficiente de playas extrañas con flores y árboles extraños —murmuró Jaune con una risa nerviosa, obteniendo un tarareo afirmativo de Blake.

Ruby se mantuvo fuera de la conversación, mirando el árbol enorme al que estaban por llegar mientras la brisa corría suavemente por la orilla de la playa. Summer y Pyrrha los guiaron para subir a la altitud de donde estaba el árbol, para llegar hasta su tronco colorido. La empuñadora de la guadaña observó con curiosidad los colores del enorme árbol, embelesada un poco, se sentía como si algo emanara de el que la atraía, ¿el que? quien sabe.

—Es hora de que vayan a casa —dijo Pyrrha finalmente, sacando a Ruby de su pequeño trance y girándose a ella, pero un destello brillante hizo brincar a la más joven, volviendo sus ojos plata al árbol, dónde su tronco brillaba en un tono blanco brillante, como si fuera un portal.

—Yo... —murmuró Jaune. Ruby volvió su mirada a ellos, notando que Jaune se acercó a Pyrrha y la abrazó —. Gracias, Pyrrha, por todo —unas lágrimas fueron derramadas por parte de ambos. Pyrrha le sonrió con dulzura, abrazando fuertemente a Jaune.

—Abraza a Nora y Ren de mi parte, dile que los amo mucho, y que estoy orgullosa de ellos —le susurra la pelirroja con serenidad, separándose de Jaune, solo para después besar su mejilla con cariño. Jaune asintió con una sonrisa llorosa, apartándose para ponerse al lado de Ruby y dirigiendo una mirada a Summer, asintiendole cortésmente, a lo que la mujer le sonrió al rubio.

Weiss se acercó a Pyrrha a continuación, abrazando a la pelirroja con sentimiento —. Fue bueno verte, Pyrrha, gracias por todo —le dijo con una suave sonrisa, la pelirroja le devolvió el abrazo, solo para separarse de ella y seguir con Blake que también la abrazó.

Ruby miró en dirección a su madre, notando que ella y Yang se abrazaban.

—Te amo mucho mi pequeño dragón soleado —le susurró Summer a la rubia, esparciendo besos en sus mejillas, nariz, y por último su frente, haciendo que Yang riera entre sollozos —. Cuídate mucho y espero que seas muy feliz a pesar de todas las adversidades, nunca cambies, mi muñequita —Yang no respondió, simplemente besó a su madre en la mejilla, provocando una risa acuosa por parte de Summer. Ruby sonrió con cariño ante la escena mientras sentía como Blake y Weiss llegaban al lado de ella y Jaune.

Ruby pronto se volvió hacia Pyrrha, sonriendo nerviosamente se acercó a la pelirroja. Pyrrha le sonrió con cariño, abriendo sus brazos y envolviendo a la menor en sus brazos —. Gracias por todo, Pyr —murmuró con algunas lágrimas en sus ojos —. Haré lo mejor, lo prometo —le susurró solo para ella.

Pyrrha pareció comprender a qué se refería, porque la apretó un poco más en su abrazo —. Te quiero mucho, Ru, todo estará bien —le susurra con suavidad, besando suavemente la coronilla de su cabeza. Ambas finalmente se separaron y cuando Ruby dio unos pasos hacia atrás, Yang abrazó a Pyrrha, dejándolas.

Ruby volvió su atención hacia su madre, sonriendo y acercándose a ella rápidamente, fundiéndose en un cálido abrazo —. Gracias, mami —susurra Ruby.

Summer toma con sus manos su rostro y después reparte besos por todo su rostro justo como lo hizo con Yang minutos antes, Ruby no puede evitar soltar una pequeña risa ante la acción de su madre, quien termina dándole un beso en la frente —. Te amo, mi capullo de rosa, siempre voy contigo mi vida, todo estará bien, eres fuerte, valiente, y sé que lograrás grandes cosas —Ruby sollozó, dándole un segundo fuerte a su madre, solo para finalmente separarse de ella y dirigirse a su equipo y Jaune. Summer miró directamente a Blake y Weiss, sonriéndoles con cariño, a lo que ambas le dieron un asentimiento silencioso. Los cinco pronto se giraron hacia el portal, compartieron un segundo después miradas entre ellos. Jaune fue el primero en avanzar, adentrándose al portal y desapareciendo. Blake miró una vez a Yang, solo para después ser la siguiente en entrar, seguida casi a la par por Weiss.

Ruby detuvo sus pasos frente al portal, un escalofrío recorrió su espalda que la hizo voltear hacia atrás, más allá de Pyrrha y Summer, notando un par de luciérnagas que brillaban a pesar de que era de día.

—¿Ruby? —preguntó Yang con confusión, parada solo a un lado de ella y siendo las últimas que tenían que cruzar. Una extraña sensación tiró de Ruby, gritando que fuera hacia las luciérnagas, y sin ni siquiera poder procesarlo, se encontraba corriendo, pasando de largo a Pyrrha y su madre, para adentrarse entre los árboles —¡Ruby! —escuchó el llamado preocupado de sus hermana, pero Ruby continuó, siguiendo a las luciérnagas que parecían llevarla a un lugar. No escuchó a su hermana seguirla, así que quizás fue detenida por su mamá, no lo sabe, solo sigue avanzando, apartando ramas de su camino para seguir avanzando.

"Mi amor, no olvides nunca que no estaba preparada para el final... Así es como se ve, cuando dos personas deciden que el amor ha muerto. Todos somos víctimas del dolor que deja el amor cuando se va" — by Ursine Vulpine.

Ruby observa con ojos llenos de lágrimas los pequeños insectos brillantes flotando en el despejado claro, camina a paso lento, soltando las ramas que había apartado de su camino.

"¡Ruby! ¡Ruby!", la voz de Penny llamándola la sacó de su sueño, abriendo sus ojos somnolientos y mirando a su amiga que estaba sentada en la orilla de su cama, sus pies flotando en el aire mientras la veía con una sonrisa que pudo notar a pesar de la oscuridad en la habitación.

"¿Penny? ¿Qué sucede?" Pregunta en voz baja, levantándose finalmente y mirando a la pelirroja con confusión.

"Quiero mostrarte algo", dijo Penny felizmente, su mano colocándola sobre la de Ruby. La de ojos plata sonrió y asintió.

"Me pondré mi capa y te sigo", le susurra Ruby. Penny asiente entusiasmada, bajando en un salto de la cama y saliendo de la habitación. Ruby tiene aún mucho más cuidado, sus amigas y su hermana están durmiendo, así que una vez obtiene su capa, sale a encontrarse con Penny, quien sin perder su exuberante emoción, toma su mano y la lleva por los pasillos de la academia hasta salir de las instalaciones, solo para llegar a los jardines exteriores.

"¿Qué es lo que quieres enseñarme, Penny?" Pregunta Ruby con curiosidad, observando el jardín despejado en el que están. El brillo de la luna es su compañía, bañando el lugar en una cálida luz.

"Solo espera", susurró Penny, sus manos detrás de su espalda mientras daba pequeños brinquitos en su lugar.

Ruby sonrió ante esto y volvió su mirada al espacio claro, esperando paciente lo que Penny quería mostrarle.

De pronto, un destello verde apareció, luego otro, y otro, y muchos más. Los ojos de Ruby brillaron con emoción mientras las luciérnagas aparecían en el lugar, creando una vista hermosa.

"Wow, Penny", susurró Ruby, maravillada mientras a pasos lentos se acercaba al punto dónde estaban las luciérnagas. Penny sonrió, siguiéndola de cerca.

"¡Las descubrí hace dos días!" Informó Penny, demasiado feliz de ver a Ruby tan feliz mientras se deslizaba con gracia entre los bichos bioluminiscentes y con cuidado tocaba a algunos con sus dedos. "Noté que has estado un poco agotada por todo el trabajo debido a tu ascenso como cazadora, así que pensé que verlas te haría feliz", dijo con una dulce sonrisa.

Ruby miró a Penny, sus mejillas se sonrojaron notoriamente y una tímida sonrisa se dibujó en sus labios. "Gracias, Penny", dijo con su corazón latiendo acelerado, unas pequeñas lágrimas acuosas asomando en sus ojos plateados. "¿Sabes? Tu eres como las luciérnagas", agregó, obteniendo una mirada de curiosidad por parte de Penny.

"¿Si? ¿Cómo?" Preguntó inocentemente. Ruby sonrió con dulzura.

"Porque tú iluminas mi vida", le responde Ruby con naturalidad. Penny la mira con ojos muy abiertos, solo para después mostrar una sonrisa tímida y colocar una mano en su pecho.

"Awww, Ruby, tu también iluminas mi vida", dice Penny con una risita, acercándose a Ruby y abrazándola. Ruby corresponde a su abrazo, disfrutando un largo tiempo el momento entre las dos.

Ruby ahogó un sollozo, caminando a pasos lentos al centro del claro, estirando su brazo tembloroso hacia las pequeñas criaturas, dejando que una se pose sobre el dorso de su mano.

Son hermosas, ¿no? —dice una voz familiar a su espalda.

El corazón de Ruby se oprime y el nudo en su garganta se hace más estrecho, sus manos van hacia su pecho, presionando con fuerza mientras evita sollozar. Esa voz tan familiar y la cuál creía que solo estaría en su memoria... Estaba ahí, ella lo estaba y era aterrador voltear.

¿Ruby? —la llamó con gentileza y una vez más, Ruby estuvo mas segura de que ella estaba ahí.

Lentamente se dio la vuelta, sus ojos cerrados con fuerza, contando lentamente hasta cinco mientras sus sentimientos y pensamientos intentaban ponerse en orden. La persona frente a ella fue paciente, mirándola con una dulce sonrisa y sus manos entrelazadas sobre su falda de combate de detalles verdes, como sus ojos.

Ruby abrió sus ojos, el plateado se encontró con la esmeralda y la chica de rojo sintió que perdió el aliento, mientras las lágrimas retenidas finalmente realizaban un camino por sus mejillas sonrojadas.

—Penny... —murmuró con voz temblorosa, su entrecejo fruncido, reflejando el dolor clavado en su pecho. Penny extendió sus brazos, manteniendolos abiertos y regalando una invitación a la cazadora. Ruby sollozó, rompiendo la distancia entre ellas y abrazando a Penny, aferrándose a ella como si tuviera miedo a que desapareciera pronto —¡Penny! ¡Lo siento tanto! —lloró, las costuras de su corazón, forzosamente cosidas volvían a romperse. Lentamente, ambas se arrodillaron en el suelo, Penny acariciaba con una mano la parte posterior de la cabeza de Ruby, sus dedos navegando entre los mechones oscuros de su cabello.

Ruby, está bien, no fue tu culpa —dijo Penny con preocupación —. Fue mi elección, es lo que decidí, pensé que era la alternativa más viable para evitar que Cinder obtuviera el poder de la doncella de invierno, ella no podía tener las reliquias y los poderes, fue mi elección —aseguró, abrazando un poco más a Ruby, intentando convencerla.

—Pero... Si tan solo no hubiera caído, o si hubiera encontrado otra alternativa para ti y el virus, quizás tú... Yo... —Ruby se separó del abrazo, mirando a Penny fijamente a los ojos —. Tú no estarías... —las palabras quedaron en el aire, una frase tan dolorosa que no quería volver a decir. Penny le sonrió con dulzura y tomó entre sus manos las de Ruby, dejándolas reposar sobre sus rodillas.

Esa fue la decisión que quise tomar, mi propia decisión —dijo Penny con tranquilidad —. Y no me arrepiento, tampoco me siento mal por haber sido humana por poco tiempo, ya que al serlo, pude experimentar tantas cosas en solo unos instantes —con sus pulgares, acarició el dorso de las manos de Ruby —, pude sentir por primera vez la calidez de un abrazo, pude experimentar como era respirar oxígeno, o que el suelo podía ser demasiado frío para mis pies —rió ante ese último detalle, provocando una pequeña sonrisa en Ruby —. También experimenté lo que ustedes llaman "llorar" -dijo con más suavidad, una de sus manos dejando las de Ruby y subiendo a su mejilla, dónde con sus dedos limpió las lágrimas —. Creí que te habías ido... —susurró, y Ruby sabía que hablaba de cuando la vió caer junto a Blake al abismo y sintió una punzada en su pecho —. Me alegra que no sea así —agrega, con su sonrisa de vuelta y su mano volviendo a su sitio sobre sus rodillas —. Ruby, sé que es difícil, pero fue mi elección, y lamento haberme ido así —los ojos de Penny se llenaron de lágrimas, sus labios temblaron mientras sus manos apretaban un poco más fuerte las de Ruby —. Lo siento, tenía que irme, pero sé que estarás bien —su voz tiembla mientras algunas lágrimas brillan en sus mejillas. Ruby cierra sus ojos con fuerza, temblando mientras junta su frente a la de Penny —. Fuiste mi primera amiga, la primera que me consideró alguien real, quien me vió a mí y no a... Un androide o una máquina de guerra —una risa acuosa salió de sus labios y Ruby no pudo evitar sollozar —. Gracias, Ruby, por mostrarme el mundo. Por ser mi mundo —sus labios se fruncieron —. Yo... Hubo algo que nunca te dije —murmuró, nerviosa —. No entendía muy bien que era, tampoco que algo había cambiado, pero cuando te abracé después de convertirme en humana... Yo... —las palabras murieron en su garganta cuando Ruby abrió sus ojos y sus miradas se conectaron. Había una mezcla de tristeza y cariño reflejados en la plata. Penny sollozó —. Ojalá hubiera habido más tiempo... —susurró, provocando que Ruby sonriera tristemente.

—Pero jamás cambiarias tu decisión —susurró Ruby, llenando el espacio vacío que había dejado Penny en la oración. Lo sabía, Ruby lo sabía. Si hubiera sido ella, si hubiera tenido que tomar una elección, habría tomado la misma elección que Penny, aún si pequeños remordimientos se quedaban atrás, lo habría hecho para mantener a salvo a los que ama. Duele, quema a fuego lento y ese dolor rompe las costuras de su corazón, haciendo difícil de reparar, pero finalmente la comprensión la abraza mejor al ver a Penny ahora mismo, al poder verla una última vez, sin una pelea detrás de ellas, sin la presión o el peligro. Dolerá por bastante tiempo haberla perdido, ya que no estaba preparada para ese final después de haberla recuperado, pero... —. Está bien —susurra Ruby, acunando en sus manos el rostro de Penny, quien imita su acción y sostiene el rostro de la azabache —. Haremos esto, Penny, tu decisión... Nosotros nos encargaremos, seguiremos avanzando —su voz tembló, cerrando sus ojos unos instantes mientras tomaba el control de sus emociones, siendo esta vez un poco más fácil.

Ruby —la mencionada abre sus ojos nuevamente, mirando a los ojos de Penny una vez más —. Te amo, y gracias, por hacerme sentir que era alguien real —el cuerpo de Penny comenzó a volverse traslúcido lentamente.

Ruby la miró fijamente, intentando grabar en su mente su rostro por última vez, sus ojos, su sonrisa, los mechones naranjas de su cabello sedoso y largo, la suave piel que sus dedos acarician... Ruby comenzó a llorar una vez más, y Penny con dulzura, agachó un poco el rostro de Ruby, solo para depositar un beso en su frente y después volver a elevar su rostro, para que ambas se miraran de nuevo.

—Te amo, Penny, y gracias —le susurró Ruby, con una sonrisa temblorosa mientras sus manos lentamente soltaban su rostro, dejándola ir.

¿Puedes decirle a mi padre que lo siento? ¿Y que lo amo? —pregunta Penny, su cuerpo volviéndose partículas de luz. Ruby asiente con una suave sonrisa —. Cuídate mucho, y adiós —se despide con una radiante sonrisa y Ruby no puede evitar corresponderla.

—Quizás... En otra vida, nos volvamos a conocer —susurra Ruby, con su mirada en el cielo, viendo cómo las partículas de luz desaparecen y las últimas lágrimas en sus mejillas se secan.

[...]

El camino de Ruby al gran árbol fue tranquilo, más ligera, más suave, caminando entre las plantas. Cuando se acercó al árbol, frunció el ceño, y cuando llegó, solo se confundió más porque Pyrrha y su madre ya no estaban ahí, y Yang, quien esperaría a su regreso, tampoco estaba ahí.

—Puede que tu madre haya convencido a esa hermana tuya a esperarte del otro lado —dijo una voz femenina con tranquilidad. Ruby giró la cabeza de inmediato hacia arriba en las ramas del árbol, observando la figura de una mujer de piel morena, un vestido largo de color blanco con estampados de flores y enredaderas en negro, una tiara en su cabeza con una rosa roja sangre, con el cabello rizado, suelto y largo hasta las rodillas, pero lo que llamó la atención de Ruby de inmediato fueron sus cabellos y ojos con dualidad de color, pero en donde su cabello era una mitad dorado y la otra morada, sus ojos eran negro y... plata. La empuñadora de la guadaña arrugó el entrecejo, no sintiéndose exactamente en peligro con la presencia de esa mujer que claramente solo era unos centímetros más alta que ella, pero si cautelosa por su presencia —. Es demasiado terca para mí gusto, pero seguro lo heredó del lado maternal —comenta a la ligera, bajando con gracia de la rama en que estaba sentada, solo para caer de pie frente a ella. La morena le sonríe, mirándola a los ojos fijamente —. Eres una de mis hijos, al igual que tu madre —comenta con suavidad, repentinamente acercando su mano a la mejilla de Ruby y sosteniendo su rostro, sorprendiéndola — . Guerrera de ojos plateados.

—¿Tu hija? —cuestiona con confusión, sin apartarse de la mano que ella tiene en su mejilla.

—Bueno, todos aquellos que tienen ojos plateados son mis hijos, heredaron mi rasgo después de todo de mi —le responde con una sonrisa juguetona, dando un paso hacia atrás y escondiendo las manos detrás de la espalda.

—Tu eres la Deidad que conecta los mundos... —susurró Ruby con conmoción, ganándose una sonrisa más alegre de la mujer frente a ella.

Repentinamente la sonrisa se desvaneció del rostro de la morena —. Jamás encontrarás una explicación o un cuento que te hablé sobre la verdadera historia de los guerreros de ojos plateados, después de todo, ustedes han sido siempre los primeros en caminar por mis mundos, independientemente de lo que los niños traviesos que tengo hagan, ya sabes, habló de esos polizones que ustedes llaman dioses y son un dolor de cabeza —suspiró —. Particularmente esos dioses que le tocaron a su mundo, ¿en serio? ¿castigar a alguien con inmortalidad? creo que fue una tontería.

—¿No podrías cambiarlo entonces? —cuestionó con una ceja arqueada.

—Hey, mocosa, cuidado como le hablas a tu madre —le dijo con burla la morena, ganando un bufido molesto por parte de Ruby —. Pero no es mi decisión, yo solo conecto los mundos, son la impartidora del nacimiento, pero lo que los polizones de mis hijos "dioses" hagan, es toda su jurisdicción —hizo una pequeña mueca —, pero bueno, tengo la ligera sospecha de que te las arreglarás —sonrió —. Llámalo presentimiento —Ruby intentó decir algo respecto a eso, pero ninguna palabra salió de su boca —. Bueno, solo quería verte en persona, y espero ansiosa lo que harás en el futuro, Ruby Rose —la mujer se acercó, solo para depositar un beso rápido en la mejilla de Ruby y luego apartarse de su camino —¡Buena suerte! —deseó, solo para desaparecer en un remolino de pétalos de flores rosas. Ruby frunció el ceño, mirando hacia el brillo del portal, definitivamente vino a hacer lo que quería y se marchó, típico.

Ruby suspiró, apartando el encuentro de su mente y dirigiéndose al portal, tomó una última bocanada de aire para después entrar, finalmente saliendo de ese sitio.

Sus ojos plateados se adaptaron a la luz una vez cruzó, el aire caliente chocó contra su rostro, haciendo que hiciera una mueca. Observó hacia atrás, notando como el tronco de un árbol brillaba solo para perder ese brillo y ser un árbol cualquiera, frunció el ceño, bueno, de alguna forma debían volver, ¿no?

Una mano se recargó en su hombro, dirigiendo su mirada para encontrarse con los ojos azules de Weiss, quien le sonrió suavemente, Ruby correspondió el gesto.

—¿Más de ustedes llegaron? —cuestionó una voz fuera de lugar, RWBY y Jaune dirigieron la mirada a la persona, un fauno lobo que se rascaba la nuca —, espero sean los últimos.

—¿Si? —respondió Jaune, arqueando la ceja.

El fauno lobo deslizó la mirada entre ellos, hasta que sus ojos marrones se encontraron con los plateados de Ruby —. Esperen, tú eres la chica de la transmisión —dijo asombrado.

Ruby abrió los labios cuando las miradas cayeron sobre ella, no sabía que decir, pero una suave sonrisa se dibujó en sus labios —. Ruby Rose, un gusto —le dijo.

—Chica, tienes agallas y muchos respetan lo que hiciste, nos has preparado, aunque ciertamente traer a todos los Atlesianos aquí fue un dolor de cabeza, pero los salvaron —comentó con una sonrisa —¡Vengan! Los llevaré con el director Theodore —dijo animosamente, tomando el liderazgo del camino. Ruby compartió una mirada con su hermana y sus amigos, y después de asentir, fue la primera en dar un paso para seguir al fauno.

[...]

N/A: Amé mucho escribir estos capítulos, canónicamente para mí, esta parte de la historia termina aquí con 12 capítulos, solo faltaría concluir la parte 2 de Repercusiones y después haré un especial (¿o especiales?) del reencuentro entre todos, aunque creo que esos los escribiré en el cierre de la otra parte o serán en otra sección, ya lo pensaré cuando llegue ahí. Los quiero mucho gracias por seguir la lectura y su apoyo3