"No siempre estaré ahí para salvarte"

Quizás, era un castigo que los Dioses le dieron por sus palabras tan severas y firmes. Los Dioses quizás le estaban restregando en la cara sus errores, le restregaban el tiempo que perdió, se burlaban de sus decisiones.

Ella mira hacia su izquierda, mientras los remolinos salvajes de arena danzan junto a la brisa natural de invierno que la mantiene levitando del suelo, sus ojos se encuentran con los de Willow, y su corazón se ahoga en arrepentimiento mientras ve en los ojos de su madre una sola pregunta.

"¿Dónde está Weiss?"

Una lágrima se desliza silenciosa por su mejilla, y su mirada vuelve hacia el frente, mirando directamente al Grimm.

No puede derrumbarse ahora, la gente por la que su hermana y sus amigos lucharon tan fervientemente aún están en peligro.

Y sus esfuerzos no serán en vano.

Lanza un grito, intentando despotricar el dolor de su corazón con él, lanzándose de frente a los Grimm, y pronto el sonido de más armas se escuchan, así que está segura de que los demás cazadores están haciendo su labor, pero no les presta suficiente atención, su corazón a punto de destrozarte se cubre en una capa de frío doloroso, las lágrimas nublan un poco su visión, mientras sus pensamientos son tan peligrosos como sus ataques hacia Grimm.

"No siempre estaré ahí para salvarte"

No lo decía en serio.

Por los hermanos... ¡No lo decía en serio!

Ella hubiera salvado a su hermana una y todas las veces que hubieran sido necesarias.

¿Cuándo fue la última vez?

¿Cuándo fue la última vez que abrazó a Weiss?

¿Cuándo fue la última vez que le dijo que estaba orgullosa de ella?

¿Cuándo fue la última vez que le dijo "te amo"?

Aún recuerda el primer día que la cargó en sus brazos, tan pequeña, tan dulce, tan frágil, tan hermosa.

Estaba tan orgullosa, era la hermana mayor de una niña muy bella, por lo que hizo el juramento de que la pequeña Weiss Schnee crecería como una niña fuerte y valiente.

El tiempo había pasado rápido, su pequeña hermana se convertía en una señorita, y buscó en todo ese tiempo enseñarle todo lo posible para ser una dama fuerte y capaz.

Las circunstancias cambiaron.

Ella se marchó, dejó a Weiss atrás para estar bajo la tutela de Ironwood.

¿Por qué?

¿Por qué no continuó al lado de su hermana?

¿Cuándo fue la última vez que cepilló su cabello?

¿Cuándo creció tanto y ya no era la niña a la que arropaba cuando sus padres discutían y Weiss lloraba hasta quedarse dormida?

¿Por qué terminó todo de ésta manera?

Winter solo quería respirar, volver a abrazar a su hermana, besar su frente como en todas esas noches que lo hizo cuando era niña, antes de que comenzara a entrenarla y tomar el papel de una instructora más que el de una hermana.

Oh, por los Dioses, ¿Por qué perdió a su hermana así?

Ni siquiera se percató de cómo han llegado más cazadores, controlando a Grimm, mientras otros más se dirigen a lanzar órdenes al grupo de civiles. Winter se detiene un momento, revisando la situación, y entiende rápidamente que son cazadores de Vacuo, limpiando junto a los cazadores de Atlas y Mantle el Grimm mientras protegen a las personas.

Siente la caga más ligera en sus hombros, ahora hay más posibilidades de tener las menores bajas posibles. Toma una bocanada de aire, cierra sus ojos unos instantes, los ruidos y voces se silencian.

"Penny, hagamos esto".

Abre sus ojos, ardientes en llamaradas azules, y se lanza hacia el Grimm una vez más.


La tormenta aminora, así que su visión cada vez se vuelve más clara, los cazadores comienzan a trazar una ruta para los civiles hacia Vacuo, y el Grimm comienza a volverse más escaso hasta que logran llevar a la población a las orillas de Vacuo.

Winter no tiene noción del tiempo. Todo parece ser tan rápido y tan lento al mismo tiempo, en un momento todos están desorientados, sin saber qué hacer, y en otro momento, están rodeados por la gente de Vacuo, alzando centros de campañas, refugios y puntos de registro para los civiles de Atlas y Mantle, movilizándose lo más rápido posible.

La doncella agradece en el fondo la hospitalidad de la gente de Vacuo, tiene muy presente que no hay un historial alentador entre Atlas y Vacuo, pero la solidaridad y los malos tiempos eran capaces de unir a las personas.

Ojalá su hermana y sus amigos estuvieran aquí para verlo.

Winter siente que su cuerpo se estremece, se ha desconectado de todo por un momento, y se ha quedado congelada en un solo lugar, mirando como las personas se ayudan unos a otros a su alrededor, debería estar ayudando también, buscar contactarse directamente con el director de Shade, acercarse a las personas que están tomando el rol de registro de la cantidad de refugiados, debe buscar a los demás cazadores y trazar nuevos planes para poner a salvo a los civiles a lo largo de los tres reinos restantes.

Debe. Debe. Debe...

—¿Qué sucedió? —Winter se estremece ante la voz a su espalda, y lentamente se gira, mirando de frente a Nora Valkyrie, sus ojos aguamarina están llenos de lágrimas que transmiten un dolor abrumador que te quita el aire, pero la chica la mira con ardiente determinación al necesitar saber lo que sucedió, mientras Lie Ren está a su izquierda, con su mano apoyada en el hombro de la chica, hay una súplica silenciosa en sus ojos teñidos de rosa, pidiendo respuestas. Oscar Pine aprieta en sus manos su arma, mirándola con ojos temblorosos y acuosos, seguro rogando en no tener que escuchar lo notorio. Por otro lado, Emerald Sustrai está mirándola con seriedad, como sí conociera la respuesta y hay un aire de resignación y hasta empatía a su alrededor.

Una parte de Winter quisiera no estar en ésta posición. Es normal en una guerra perder camaradas y dar dicha información a sus familiares y amigos, es un protocolo lamentablemente habitual, pero Winter no puede hacerlo, su corazón está quedándose sin costuras para mantenerse unido.

Pero ellos lo merecen. Merecen saber que sus amigos han caído.

—Lo siento —susurra, sus ojos azules se llenan de lágrimas y hay arrepentimiento en ellos mientras ve como los ojos de aquellos chicos la ven con horror —. Sus amigos... Lamentablemente no-- —sus palabras murieron en su garganta cuando Nora gritó, lanzándose al suelo de rodillas y abrazándose a sí misma con desesperación. Ren y Oscar se arrodillaron a su lado de inmediato, el primero acunándola contra su pecho mientras lágrimas caían silenciosas de sus ojos rosas, el otro joven por otro lado, temblaba.

—Eres la doncella ahora —dice Emerald mirándola con seriedad, no hay veneno en sus palabras, más bien una profunda comprensión y empatía —. Así que la chica se ha ido —Nora solloza más fuerte, aferrándose desesperada a Ren.

—Yang, Blake, Ruby, Weiss, Penny y... Jaune, ¿A todos ellos los perdimos? —pregunta Ren con voz temblorosa, elevando su mirada hacia Winter, quien siente todo el peso del mundo al verlos tan destrozados... Tan destrozados siendo solo unos niños.

—Así es —responde, intentando mantener las costuras de su corazón un poco más, necesita ponerse en movimiento, levantar a estos niños, necesita...

—Weiss... ¿No volverá? —Winter siente que su corazón se ha roto por completo, su mirada va de inmediato hacia Whitley, que está al lado de su madre y Klein. Su hermano pequeño, aquel que juraba seguía los pasos de su padre la miraba consternado, había lágrimas amenazando con romper toda la compostura de su recto hermano, quien era sostenido por Willow. Su madre la miró con tristeza, ajustando más su agarre en su hijo para ayudarlo a no desmoronarse, y Klein... Oh, el hombre lloraba después de escucharla.

Las lágrimas finalmente se deslizaron por sus mejillas —. Lo siento, no pude salvarla —mira fijamente a su madre con arrepentimiento, la culpa quema tal cual fuego, que lentamente consume y arrasa con todo lo bueno.

Willow comparte una mirada con Klein, a lo que él se acerca a Whitley y lo mantiene en pie. Su madre rodea a los chicos que lloran en el suelo, y se acerca hasta ella, las manos de su madre la han tomado con delicadeza de los brazos, solo para terminar envolviéndola en un abrazo.

Winter pierde su aliento, conmocionada por el gesto de su madre, tan cálido y reconfortante al mismo tiempo, ni siquiera recuerda alguna ocasión en que Willow la haya abrazado, pero se deja llevar en estos momentos en que todo se ha ido a la basura, así que envuelve los brazos alrededor de la espalda de su madre, y deja que sus lágrimas fluyan con más abundancia.

"Oh, querida hermana, mentía cuando decía que no estaría ahí para salvarte, lo habría hecho, pero no fui lo suficientemente rápida para hacerlo"

[...]