Las horas fueron eternas.

Los días fueron eternos.

Cuando finalmente llegaron a Vacuo, él ignoró por completo que estaba acompañado, solo necesitaba buscar, necesitaba verlas.

Necesitaba saber que ellas estaban bien.

Se transformó, sobrevolando el cielo, revisando a las personas en los refugios improvisados, necesitaba localizar a alguien conocido que le informara sobre sus sobrinas. A cualquiera.


Ruby.

Recuerda que cuando Ruby dijo su primera palabra, la pequeña estiraba sus brazos hacia él, tocando con sus pequeñas manos sus mejillas.

"¡Qow!" Reía enérgica, casi parecía orgullosa de su logro, y Summer que estaba frente a él, había soltado un lamento al ver que su pequeña niña no dijo "mamá" o "papá" primero, sino que la primera palabra que salió de sus labios fue el nombre de su tío.

"¡Qrow!" Había gritado Summer con indignación, haciendo uno de sus típicos pucheros, y por supuesto que Tai lo mataría cuando se enterara, pero él no pudo prestarle atención del todo, estaba perdido, mirando con conmoción a la pequeña niña de destellantes ojos plateados que no dejaba de darle palmaditas en las mejillas, como si fuera la cosa más divertida del mundo.

Él se rió, acercando su rostro al de la pequeña para juntar sus frentes. "Así es, pétalo, soy Qrow". La pequeña Ruby se rió, y siguió jugando con sus mejillas. Sus ojos color carmesí se dirigieron a Summer, quién les sonreía con dulzura, y volvió su atención a la niña en sus brazos.

Estaba perdido. Él sabía que estaba perdido desde el primer momento en que Summer lo obligó a cargarla pese a sus propias protestas.


Yang.

"¡Tío Qow!" Yang reía risueña, abrazándolo por el cuello, aferrada a no soltarlo mientras sus pies se balanceaban en el aire, y él solo rogaba que nada raro sucediera mientras la cargaba en sus brazos "¡Hermanita"! Gritó la pequeña, solo para después apuntar con su dedo a Summer, o más específicamente a su vientre.

La comprensión tardó un poco en llegar, pero cuando lo hizo, él dio un pequeño asentimiento, mirando los ojos plateados de su mejor amiga y sonriéndole, insinuando una silenciosa felicitación, obteniendo una cálida sonrisa por parte de Summer.

"Al parecer, serás la que mande en ésta casa, petardo". La pequeña se rió, emocionada por la idea de ser la hermana mayor. "¿Estás consciente de que tendrás que compartir a tu fabuloso tío ahora?" Le preguntó a la menor con diversión, provocando que Yang detuviera abruptamente el balanceo de sus piernas, y le mirara con el entrecejo fruncido.

"¡Qrow!" Lo reprendió Summer, intentando ocultar la pequeña sonrisa que se formaba en sus labios por su comentario.

Yang simplemente volvió a reír, balanceando sus piernas una vez más, mientras lo abrazaba más y escondía su pequeño rostro en su cuello.

Él sabía que la pequeña no había entendido del todo lo que dijo, así que solamente emitió una suave risa, envolviendo a su sobrina en sus brazos.

"¡Te amo!" Exclamó la pequeña abruptamente, él simplemente vuelve a reír.

"También te quiero, petardo". Le responde sin contratiempos, sin importarle que de vez en cuando la pequeña golpee sus costillas con sus pequeños pies, no puede culparla, está claramente emocionada ante la llegada de su hermanita.


Aterriza justo frente a Winter después de haberla visualizado en un lugar apartado de las personas. El terror lo invade cuando la normalmente mirada estoica de la mujer refleja incertidumbre y una tristeza profunda cuando sus miradas se encuentran, y Qrow siente miedo, pánico.

—Por favor, dime que ellas están aquí —suplica, y ruega a cualquier fuerza mágica, mitológica o cualquier otra mierda, mientras mira a los ojos a Winter.

Los ojos de Winter se llenan de lágrimas, la mujer pierde su perfecta compostura, está desgastada, agotada, y sufre un dolor incurable.

—Lo lamento, Qrow —ella dice con voz temblorosa, y él solo pierde el aliento, sintiendo como sus pulmones se contraen, reacios a que el aire circule de nuevo —. Se han ido —declara finalmente, dejando escapar un doloroso sollozo de sus labios —. Las cuatro, y... Penny y Jaune... Se han ido —su voz se quiebra por completo, y se estremece agresivamente, ella ya no es la mujer que oculta lo que siente.

Un zumbido aparece en sus oídos, el nudo en su garganta se retuerce agresivamente, provocando un agudo ardor, su corazón se oprime, y las lágrimas trazan un ardiente camino por sus mejillas.

Da unos pasos hacia atrás, alejándose de la mujer que le mira con crudo dolor, pero a él no le importa, no le importa en lo más mínimo, su propio dolor lo está consumiendo, lo está quemando, casi como si pudiera hacerlo cenizas. Sus manos van directo a su cabeza, sus dedos se entierran y se enredan en su cabellera, su mandíbula se tensa mientras reúne todo el aliento que puede.

Y pronto grita con agonía pura.

Se lanza al suelo de rodillas, sus manos se vuelven puños que golpean el suelo con fuerza y desesperación.

¡¿Por qué?!

¡¿Por qué Ruby?!

¡¿Por qué Yang?!

¡¿Por qué el puto mundo se ensañaba con sus sobrinas?!

¡¿Por qué el maldito mundo les había arrancado a sus sobrinas?!

Entonces reza.

Ruega que sea una pesadilla.

Suplica que ellas estén vivas.

Que todo sea solo un maldito mal sueño.

Oh, mierda...

¿Cuándo fue la última vez que las abrazó?

¿Cuándo fue la última vez que las escuchó reír?

¿Cuándo fue la última vez que dijo que las amaba?

Su corazón duele, es una agonía cruda que lo retuerce, todo su cuerpo tiembla, y ni siquiera se había dado cuenta de que los brazos de Winter lo envolvían, la mujer temblaba, sollozaba dolorosamente, y Qrow no la apartó, estaba tan desecho ahora, tan roto, y la idea de morir resultaba tan atractiva ahora, solo quería morir.

El olor a rosas de Ruby.

El olor a hierba fresca de Yang.

Se desvanecen, se escapan en el viento, se pierden.

Él perdió a sus sobrinas, perdió a las niñas que juró proteger.

Ellas eran su responsabilidad.

Ellas eran su prioridad.

Maldita sea la hora en que el mundo las involucró en su guerra.

Maldita sea la hora en que él las dejo involucrarse en esto.

Él siempre había luchado para que no tuvieran que involucrarse en esto, y, sin embargo, ellas terminaron aquí.

Los malditos Dioses saben lo orgulloso que ha estado de ellas.

Los malditos Dioses saben el bien que esas dos le hacían al mundo.

Entonces, ¿Por qué los malditos Dioses les arrancaron su aliento?

¡¿Por qué los malditos Dioses borraron sus existencias?!

¡¿Por qué los malditos Dioses se ensañó con sus niñas?!

Él habría muerto de una y mil maneras posibles, todo con tal de mantenerlas con vida, ¡Eso lo sabían los Dioses! ¡¿Entonces por qué se las arrebató cuando él no podía estar con ellas?!

"Por favor, Qrow, cuida de las niñas mientras no estoy, ¿sí?"

Le ha fallado a Summer.

Le ha fallado a Taiyang.

Oh, por los hermanos, Tai.

Tendría que decírselo a Tai, tendría que decirle que perdió a sus dos hijas... Él tenía que.

Así que otro grito salió de sus labios, desgarrando su garganta.

Él no tiene perdón.

"Oh, pobre cuervo que atrae la mala suerte".

[...]

N/A: Lloré mucho escribiendo esto, con permiso, me iré a hacer bolita :c

En el siguiente, nos encontraremos con las perspectivas de nuestros niños :c