Ni siquiera recuerda bien el flujo del tiempo, en un momento sabe que estaba de rodillas en la arena, llorando mientras había un zumbido persistente en sus oídos que aturdía sus sentidos, y en otro momento estaba con el resto en el despacho del director Theodore, parada en silencio detrás de Winter y con la mirada aguamarina desenfocada en el suelo. Quizás Ren, quien estaba tomándola de la mano, la había guiado en el trayecto, siguiendo a la hermana mayor de Weiss.
Si Winter y el director de Shade estaban hablando de algo importante, simplemente no pudo prestar atención, aún si lo intentara, no podría ser capaz cuando su mente trabaja a mil por minuto, rebobinando una y otra vez las palabras de Winter, repasando una y otra vez la sonrisa de Penny para tranquilizarlos una vez se separaron, recordando la risa enérgica de Yang, la suave mirada de Weiss, la sabiduría de Blake, el optimismo de Ruby... La alegría, energía y dedicación de Jaune.
Sus ojos volvieron a cristalizarse por lágrimas, apretando sus labios con fuerza para evitar colapsar de nuevo, luchando por no perder el rimo de su respiración y comenzar a hiperventilar. Ren claramente se dio cuenta, ya que de inmediato le dio un apretón de mano, recordándole que él estaba ahí, que era su ancla, y por muy egoísta que fuera, Nora estaba agradecida por ello, ya que una vez más, estaba siendo difícil mantenerse en pie.
—Podrán instalarse en los dormitorios de nuestra academia, estoy consciente del esfuerzo que han realizado al evacuar y defender a los ciudadanos de Atlas y Mistral, nuestros cazadores de mayor confianza se encargarán y les ayudarán, por el momento, creo que les haría bien tomar un descanso y después hablaremos de lo demás—fueron las palabras del director, quien notoriamente se dio cuenta de las condiciones en las que estaban, pero a Nora con total sinceridad no le importaba, si eso significaba que les darían un lugar para "descansar" y por ende, tener privacidad, entonces estaba bien.
Volvió a alejarse una vez más de la conversación que el director tenía con Winter, quizás el hombre agregó algunas otras palabras, pero por el momento estaba en lo mínimo interesada.
Una vez más, era guiada de nuevo por Ren, sin embargo, ella nunca apartó la mirada del suelo o se molestó en explorar su entorno, lo único que deseaba era poder llegar a esa dichosa habitación y... ¿Y luego qué? ¿Llorar de nuevo? ¿Pensar de nuevo? ¿Dormir por horas? ¿Qué diablos debía hacer? Esto era una derrota, ellos perdieron. Si, ellos salvaron a tantas personas de Mantle y Atlas como pudieron, ¿pero a que costo? Penny murió, Yang, Blake, Ruby y Weiss cayeron al vacío, Jaune también lo hizo... ¿Lo valió? ¿El riesgo? ¿El plan? ¿Valió la pena no haberse quedado con Weiss, Penny y Jaune para luchar con ellos?
Nora sabe que, ante la perspectiva de muchos, ella no es de las que se detiene a meditar las cosas, pero la realidad es, que ella puede hundirse hasta el fondo de sus pensamientos, pensando en ello una y otra vez, intentando encontrarle un sentido a lo que sucedió.
Ella jamás se perdonará haber cruzado a Vacuo, ella podría haber hecho más, haberlos ayudado más. Se mantuvo unida cuando Yang cayó, siguió dando indicaciones a las personas a pesar de estar preocupada por los restos del equipo RWBY y por Penny, quienes peleaban contra Cinder y la loca chica de cabellos bicolor. Sintió que el corazón se le caía al estómago al recordar como Cinder cortó el lazo de Gambol Shroud, haciendo que Blake y Ruby se perdieran en la oscuridad, pero escuchó las palabras en su mente y las repitió: "prioridad número 1", se repitió una y otra vez, así que continúo trabajando, era una cazadora, debía continuar, aún si la dolorosa desesperación y preocupación se cernían agresivamente a su alma.
—Nora —la llamada suave de Ren rompe su concentración. Parpadea algunas veces para aclarar sus pensamientos, y se percata de que habían llegado a la habitación y ella estaba de pie en medio de ésta. Sus ojos aguamarina se dirigieron a Ren, quien parecía haber cerrado la puerta y ahora la miraba con tristeza, Nora ni siquiera se dio cuenta de cuando se soltaron de las manos, quizás si estaba demasiado perdida en sus pensamientos y estaba trabajando casi en automático.
Nora desvió su mirada para observar la habitación, y un nudo se formó en su estómago. Había un par de literas, como en Atlas, pero la decoración era tan suave y cálida que te recordaba a Beacon, sintió como sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas y apretó sus labios hasta casi hacerlos sangrar. Miró hacia la litera que tenía a su derecha, notando como Oscar ya se había subido a la cama superior, el chico no había dicho ni una sola palabra desde que les dieron la noticia, pero Nora sabía que ahora mismo, él temblaba debido al llanto silencioso mientras miraba fijamente su espalda, y no pudo evitar sentir una punzada de dolor en su pecho, quería consolarlo, hablar con él, pero en esos momentos, ni siquiera ella estaba cerca de poder controlarse si abría la boca y hablaba del tema, así que solamente lo dejará ser, necesitaban espacio después de todo. Luego notó a Emerald, sentada en la cama inferior a Oscar, mirando fijamente la ventana de la habitación, callada, sin hacer ningún ruido, quizás solo pensando, pero Nora no iba a prestar atención a eso, no tenía ni las fuerzas, ni la voluntad, no había nada, así que solamente movió sus pies entumecidos, dirigiéndose a la cama inferior de la litera libre, sentándose tan lentamente como nunca lo había hecho, sus manos se aferraron a la orilla del colchón, apretando con fuerza como si eso la pudiera mantener firme en un sitio, antes de que el suelo a sus pies desapareciera y se encontrara cayendo a un abismo.
Sintió como a su lado izquierdo el colchón se hundió, y pronto un brazo tan reconfortante y familiar se deslizó sobre sus hombros flácidos y derrotados, atrayéndola a la calidez de un abrazo. No dijo nada, no había palabras, solo un profundo dolor, un nudo en la garganta y la necesidad de volver a gritar ante lo injusto que es el mundo. Ella se escondió en el pecho de Ren, pegándose más a él mientras sentía como la envolvía más en sus brazos que habían comenzado a temblar, y pronto sus ojos aguamarina volvieron a llenarse de lágrimas que esta vez sí fueron derramadas, solo que en silencio.
Ellos perdieron, no fue una victoria, no fue nada, solo cumplieron, solo hicieron el trabajo que pudieron hacer, pero no ganaron, porque si hubieran ganado sus amigas estarían aquí, Jaune estaría aquí...
Todos estaría aquí, juntos.
Si su familia estuviera reunida por completo, entonces se hubiera considerado como una victoria.
Pero ellos no estaban aquí, y ahora lo único que tenían eran sus corazones hechos pedazos, igual que en la caída de Beacon.
Igual que con la muerte de Pyrrha, habían vuelto a estar de luto.
