Hola como están. Espero que muy bien.
Les dejo la actualización de esta historia. No pude mas pronto por varios motivos que estaré diciendo al final del capítulo.
Gracias a los que dejaron reviews en el anterior capitulo. Se los agradezco nuevamente.
Disclaimer: Naruto y sus personajes no me pertenecen, son propiedad del Masashi Kishimoto.
Espero que les guste.
¡Disfruten de la lectura!
Capítulo 3
Caminaba por los pasillos de la escuela, dirigiéndose a su clase. Al entrar saludo a algunos de sus compañeros de clase solo alzando la mano, los cuales se sorprendieron, porque había llegado con tres minutos de anticipación. No es que se considere que haya llegado temprano, pero como era antes, que entraba con 10 hasta 20 minutos de retraso, u otras veces que ni entraba, pues si, seria temprano para él.
Se sentó en su respectivo puesto, con desgano, esperando que esta clase pasara volando rápido. Esperaba que el profesor contara anécdotas sobre su vida para que la clase no se haga aburrida, o los ponga en grupos para hacer algún trabajo, con lo cual le tocaba con Sasuke y Sakura para esa materia. Así no se aburriría, ya que estaría molestando a su amigo serio por un lado, y llamando la atención de la pelirosa por otro, la cual, le gustaba desde que eran niños.
Vio a su otro amigo, Lee, pasar por el umbral de la puerta y posteriormente sentarse en su puesto que estaba a lado suyo. Lo notó con el rabillo del ojo girarse en su dirección.
―Gracias. ―Naruto se giró al verlo, extrañado por lo que dijo.
―¿De qué?
―De que me hayas ayudado el viernes pasado con ese tipo. ―Cayó en cuenta de que se refería a ese día.
Volvió a recordarlo, y claro, ese día fue llamado a la dirección por haberse peleado con alguien más, y si recordaba, su compañero de cejas pobladas se había ido sin decirle nada.
―No te preocupes cejotas. Eso ya pasó.
―Si, pero no te lo agradecí. Así que gracias Naruto. ―El aludido solo sonrió y se encogió de hombros, aceptando sus gracias. No esperaba nada a cambio de parte de él por haberlo protegido, pero se le hizo bonito que le agradeciera.
El rubio volvió a poner su vista en los compañeros que estaban en el salón. Vio a Sasuke sentado en su puesto, tan tranquilo como siempre, y a Sakura conversando con Amaru y otras chicas, en uno de los rincones. Los demás chicos estaban algunos sentados y otros parados en el salón.
Miró para la puerta, y vio a su amigo Idate entrando fresco como una lechuga, como si no tuviera desánimo por ser el comienzo de una semana tediosa. Y se sentó en su respectivo puesto, atrás del suyo, dejando su mochila.
El chico se levantó de su asiento y puso las manos en los bolsillos, yendo hacia Naruto.
―¿Y ese milagro?¿Desde cuándo madrugas los lunes?. ―El chico que habló le había sonreído de una forma extraña. Naruto entrecerró los ojos.
―Ash, deja de molestar. Solo me dormí pronto―Lo dijo fastidiado, apoyando los brazos en su pupitre.
―Entonces, quiere decir que no te la jalaste. ―Naruto levantó la cabeza y se había sonrojado de vergüenza y enfado.
―¡Idiota!, tú qué sabes. Eso no es verdad. ―Desvió la vista, para no ponerle atención. Idate solo sonrió, cómplice.
―Jaja pues yo se muchas cosas. Comenzando por lo raro de que estés sentado aquí y no vayas a molestar a la tabla de Sakura. ―Lo volvió a regresar a mirar. Lo había olvidado.
―A-Ah, cierto. Ya iba a hacer eso, pero como tú llegaste. ―Naruto hizo ademán de levantarse de su puesto para ir donde la pelirosa, cuando el profesor entró al aula.
Volvió a sentarse de nuevo, y todos los que estaban parados también, de forma rápida. Contestaron el saludo del profesor haciendo una reverencia.
Naruto posó la mano en su mejilla, oyendo los avisos del profesor de lo que iban a tratar esas horas. Se puso un poco alegre al saber que la clase iba a ser corta, y que iban a tratar un tema que al profesor le gustaba: los cuerpos celestes del Sistema Solar.
Todos sabían lo apasionado que era el profesor con la astronomía, y eso solo significaba que iba a ver mucha charla, terminando que el profesor se desvié del tema y contase sus experiencias de vida, lo cual haría que ponga más atención a ello que al tema de clase en sí.
Aun así, esperaba que la clase terminará pronto para comenzar la siguiente.
Y así pasó, terminaron a las 9 am, lo cual les dio tiempo de irse al baño a hacer sus necesidades, charlar, jugar videojuegos en los que tenían celulares que soportaban eso, o ir a comprar al bar una que otra golosina.
Ya faltando cinco minutos para iniciar la siguiente clase, Naruto entró al aula nuevamente, charlando sobre un tema sin importancia con Idate. No vio al profesor hasta que se sentó en su respectivo puesto.
Y ya cuando lo hizo, la vio a ella. A Hyūga-sensei.
Se sintió extrañamente mejor al verla. Algo de lo que todavía se preguntaba de cual era el motivo de ello. Sin darse cuenta curvó los labios hacia arriba.
Y era la materia que más detestaba todavía.
Sintió que alguien lo estaba mirando fijamente, como si algo hubiera hecho fuera de lo normal. Por el rabillo del ojo vio de quien se trataba, así que solo giró la vista a esa persona, a su amigo molestoso.
―¿Eh?¿Qué pasa? ―dijo Naruto sonriendo.
―Que extraño, en estas clases te ibas sin avisar. ―Naruto solo suspiró.
―Pues no quiero perder el año como tú. ―Le digo entrecerrando los ojos. El aludido no se ofendió por eso, ya acostumbrado a su forma de ser. Además, era verdad lo que dijo y no le daba vergüenza. Lo aceptaba.
Pero si noto extraño la voz un poco tajante de su amigo, que solo lo usaba cuando quería cortar el tema. Entrecerró los ojos.
―Pues no parecía importarse eso. De una u otra manera pasabas el curso. ―Naruto se había encogido de hombros. Tenía ganar de asistir y ya ¿Cuál era el problema? ―Mmm… ¿Será acaso por la profesora? ―Esa pregunta lo había puesto rígido.
«Lo sabía», se dijo Idate, sonriendo con descaro. Ya sabía la respuesta.
Cuando le había dicho a Naruto que entrara a clases el pasado lunes, éste no le había hecho caso, negándose de muchas formas, diciéndole que no estaba con ganas hoy de entrar a una materia que no le gustaba. Y claro, lo sabía perfectamente. Pero cuando había dicho que llegó una nueva profesora, se mostró interesado.
Y más interesado al decirle que la profesora no estaba nada mal. Que era una preciosidad.
―Jajaja―Naruto lo miro con el ceño fruncido.
―¿De qué te ríes?. ―No le gustaba que el maldito se riera, porque no había nada bueno detrás de esa risa.
―De nada. ―Idate poso su vista en la profesora. Hay su amigo, un pervertido del closet.
Bueno, es que la profesora si esta buena, para chuparse los dedos vulgarmente. Aunque llevaba ropas poco reveladoras que la hacían ver como una adulta con gustos feos, se notaba un poco los atributos de su cuerpo.
Y si eso se notaba con esa ropa, imagínate lo que hay dentro de ella.
Él ya se imaginaba, buenas tetas y buen culo. Y sabia que Naruto pensaba igual, solo que era discreto por decirlo así.
Aunque cuando estaban a solas, su amigo hablaba sin tapujos. Decía insultos, halagos y palabras que chicos de su edad no debían decir. Claro no tan explicito como los adultos y como el mismo decía, pero las decía, y especialmente esas dos palabras si las soltaba.
Ya hablaría con él un día de estos, cuando estén solo los dos y puedan expresarse como gustan.
Pero no estaría mal seguir molestándolo.
―Bueno en realidad si se el motivo, y es por la profesora. ―Había bajado la voz para que los demás y la misma nombrada no escuche. ―No me lo niegues, yo no lo hago. ―Naruto se volvió a poner tenso nuevamente.
―Ash, no molestes. No soy como tú. ―lo dijo evitando mirarlo y apoyándose en su mesa con los brazos cruzados. Idate solo lo miró nuevamente con descaro.
―Si claro. ―Es como decirle: a otro perro con ese hueso.
Naruto desvió la vista, para que no note su cara y por ende lo siga molestando. Sabía que su rostro ahora reflejaba la mentira, ya que estaba sonrojado.
Idate tenía razón. Si había entrado a las clases de matemáticas la semana pasada, era porque le había llamado la atención su profesora.
Cuando la vio por primera vez, se sonrojó porque no había visto mujer más hermosa en la vida. Y claro que luego se fijó en su cuerpo, notando lo que muchos no ven, pero era evidente: un cuerpo de infarto.
Hubiera comentando eso con Idate, como lo sabían hacer en pasadas ocasiones, solo que esta vez se sintió tan abrumado que no había podido decir nada y solo se quedo callado en clases, observándola. Ni siquiera había hecho berrinche en clases, aunque tampoco le puso atención cuando ésta comenzó a enseñar matemáticas.
Y fue bastante espontaneo presentándose en clases ese día cuando le tocó su turno. Una característica que de por si estaba presente en él, pero esa vez, lo hizo por impulso, sin pensárselo dos veces.
Algo extraño pensó en ese momento. Y en los días siguiente donde ya sintiéndose con más confianza, hacia comentarios o pequeñas bromas que buscaban hacer reír a los demás. La diferencia era que no llegó a pronunciar reclamos o soltar comentarios de forma irrespetuosa de cualquier cosa que no le parecía o se le hacía innecesario, cosa que lograba enfadar a los demás profesores.
Ni siquiera se había ido de clases en toda la semana.
Lo más extraño de eso fue la forma en como respondió la maestra: de forma amable lo callaba o se reía incluso de algunas bromas, para luego como si nada seguir con la clase. Y ese tono de voz le dejaba con un escalofrió en el cuerpo.
No sabía porque ella actuaba así, y porque él se comportaba de esa manera. Y buscó una posible respuesta.
Parecía que encontró la que correspondía a él. Se dijo que es porque se sintió tan impresionado por la belleza de la mujer, y su manera de ser, que sentía que no debía comportarse de forma rebelde y patán con ella. Si, eso debía ser.
Y ya con ello en ese momento se había sentido mejor, porque si esa era la razón, entonces con el tiempo pasará. A la final era otra profesora bonita y nada más. Si, fue raro la intensidad de lo que había sentido, pero no era nada fuera de lo normal. Había sentido lo mismo con la maestra Kurenai y Anko, y ahora con ellas no era el niño bueno de la clase. Hablaba nomás a sus espaldas con sus compañeros, y asistía a sus clases solo para verles el cuerpo.
Claro, tampoco era tan descarado como el tonto de Idate, pero si, veía lo que el mundo le ofrecía, tanto a sus maestras como a sus compañeras de clases. Era un chico puberto a fin de cuentas.
Iba a seguir perdido en sus pensamientos, cuando la profesora con un tono suave pero un poco autoritario llamó a la clase.
―Chicos. Buenos días. ―Todos contestaron―Como sabrán, espero máximo 5 minutos de retraso, así que espero no se vuelva a atrasar Akimichi-kun. Puede pasar. ―El aludido con vergüenza agacho la cabeza, soltó un "disculpe", y rapidito se fue directo a su asiento.
Naruto soltó una risita. Eso le pasa por ir a comprar frituras.
―Bueno. ―Naruto enfoco la vista en la maestra. ―Primero, les felicito por el examen anterior, sacaron muy buenas notas. ―Todos sonrieron por el cumplido― Si seguimos así podremos incluso adelantar temas, y así, estén preparados para cuando venga el profesor Yamato. ―Algunos se habían entusiasmado y otros no tanto. ―Segundo, hay un concurso de matemáticas que se va a dar entre escuelas de la ciudad, y me pidieron seleccionar a algunos de este curso. Antes de las vacaciones de navidad los evaluaré y los seleccionaré, así que espero que den su mejor esfuerzo. Ahora sí, continuemos con la clase. ―Cogió el marcador y comenzó a escribir en la pizarra el tema que iban a ver hoy.
A Naruto no le importaba eso, ni la clase ni ese dichoso concurso. Solo con verla estaba bien.
«Estaba» le dijo su conciencia, Y eso lo sumergió de nuevo en sus pensamientos, específicamente lo que pasó el viernes pasado luego del sermón del director.
Era la segunda llamada de advertencia de Kakashi en este periodo académico, y le dijo que si se volvía a repetir, lo expulsaría temporalmente del instituto.
Y molesto corrió al lugar más sagrado para él, luego de su casa: el árbol detrás de la escuela con un columbio amarrado al mismo.
Ahí, había pasado los días en las horas de receso cuando era más pequeño, mientras los demás chicos jugaban y parloteaban. Y ahora, era rara vez que se sentaba ahí, porque de una u otra manera había sido notado por sus compañeros.
Esta había sido una de esas veces. Así que por eso no esperaba que lo fueran a consolar o algo por el estilo; o que ni siquiera lo notarán. La escuela ya estaba casi vacía.
Por eso lo abrumó que viniera ella, precisamente ella.
Y cuando lo curó, lo invitó a comer y comió con gusto en Ichiraku ramen, se volvió a sentir, como decirlo, como un niño, uno que no había sentido ya hace años y que quería atención de alguien. Y la espontaneidad, de nuevo, le había salido de forma natural.
Además, se grabó las palabras que ella le dijo: "Déjame ayudarte" "¿Me dejas ayudarte?". Y él recordaba que le había prometido esforzarse en su materia.
Este último recuerdo cortó sus pensamientos y se golpeó mentalmente. Era verdad, le había dicho eso.
Y aquí él no poniéndole atención a sus clases y viendo otra cosa. Solo oía su voz, más no de lo que hablaba.
Se sintió mal por eso, así que se puso en modo serio para ponerle atención a sus clases, como había prometido.
Ya cuando quiso hacer eso, la clase había terminado. Se sintió muy mal, de nuevo, porque no había cumplido. El era un hombre que debía cumplir con sus promesas, sean cual sean que fueran.
Así que ahora solo esperaba, que ella no notara que no puso atención. Mañana si, que le va a echar ganas.
Todos se habían levantado de clases, yendo al receso a comer. Vio a la profesora para ver si no había notado lo ya dicho, y solo recibió de respuesta una sonrisa de su parte.
Se perdió por unos segundos. Hay, esa sonrisa.
Inmediatamente sacudió su cabeza. Lo bueno es que parecía que no había notado nada. Se salvo de esta, así que suspiró de alivio.
―Naruto, ¿no vienes? ― dijo Sakura, dándose la vuelta al ver que se había quedado sentado. Sasuke solo suspiró e Idate y Lee ya se habían adelantado.
―A-ah sí, ya voy'ttebayo. ―se levantó de su puesto y se dirigió a ellos, feliz para ir a comer.
También se había acordado que después de clases tenía que ir a la oficina de Hyūga-sensei, a que le de clases particulares. Había aceptado su ayuda así que, con gusto iría.
Solo esperaba que sea tan, tan paciente, como lo reflejaba en sus clases.
Hinata había llegado a su oficina, sentándose en su asiento con un suspiro de alivio. Las clases habían sido un poco pesadas para ella y para sus estudiantes este día, sobre todo porque tenía que cubrir todos los temas de este mes en apenas tres semanas, antes de que salgan los chicos a vacaciones.
Se relajó un poco, pensando en lo tenia que hacer el resto de día, y claro se acordó que el estudiante Uzumaki iba a venir a su oficina. Así que ordenó un poco su escritorio (igual no había casi nada que ordenar), abrió el cajón y puso un libro en su mesa, que contenía bastantes temas de matemáticas incluidos los de ese curso. Los había revisado con anterioridad, para que se le haga más fácil enseñarle al chico.
Suponía que tenia que trabajar duro con él, pero lo lograría.
Mientras lo esperaba, volvió a repasar lo que tenia que hacer para las demás clases. Tenia que revisar tareas de tercer curso de primaria, evaluar a los de cuarto curso mañana por la mañana (y por ende hacer las preguntas del examen que les iba a tomar) y revisar los examenes pendientes de algunos alumnos de quinto curso, que le habían pedido una oportunidad de volver a rendir el examen. Si, tenía bastante que hacer, así que eso lo iba a llevar a su casa, para avanzar a hacer todas sus tareas pendientes.
Vio el reloj colgado en la pared de su oficina, que marcaba las 1:30 pm. Naruto todavía no había llegado, así que se dijo que lo iba a esperar. No era puntual, a fin de cuentas.
Eran las 1:40 pm y no llegaba. ¿Lo habría olvidado?
Antes de clases le quería decir que no se olvidara de lo que habían acordado, pero por alguna extraña razón no lo hizo. Se sintió un poco fuera de lugar, que ella se acercara al estudiante. Así que esperó que todos salieran de clases, y vio que se había quedado sentado. Así que le sonrió, y e hizo ademán de levantarse.
Se habría acercado al estudiante si no fuera porque sus amigos lo llamaron, y éste enseguida se fue. Por ende no le dijo nada, y tampoco se habían encontrado en los pasillos.
Entonces pensaba que a lo mejor si se le olvidó. O tenía algo pendiente que hacer. O talvez se arrepintió de entrar.
Eso ultimo le dio una punzada en su pecho. Acaso ¿no le dio la suficiente confianza esa vez?, o ¿él le había mentido?
Escuchó unos pasos apresurados acercarse a su oficina, y vio una cabellera rubia aparecer en la puerta, jadeando de cansancio, como si hubiera corrido para llegar aquí.
―Hyūga-sensei…, ya vine. ―Lo dijo entre respiraciones. Casi no llegaba. Había corrido con todas sus fuerzas. Esperaba que le perdonará su retraso. ―Perdón… por… llegar… tarde.
Hinata se alegró, no se había olvidado. Un retraso era lo de menos, pero lo importante es que si vino. Dudaba que le habría mentido esa vez, porque se notaba en el brillo de sus ojos cuando habían acordado el pasado viernes, y su llegada confirmó eso.
―Uzumaki-kun. ―Lo dijo feliz, no pudo evitarlo. ―Siéntate, ¿sí? ―Le hizo un gesto a la silla para que se siente.
Naruto inspiró hondo, calmando su respiración, y se sentó en la silla al frente del escritorio de su maestra.
―Gracias, Hyūga-sensei. ―Hinata solo le sonrió.
―Bueno, veamos los temas en los que tienes deficiencia. ― Abrió su libro, buscando en las paginas el índice de contenido de los temas para tercer curso de secundaria. Giró la vuelta el mismo, y empujo el libro más cerca a Naruto con el dedo en la hoja.
―Mira, estos temas son los que hemos visto en clase. Así que dime, cual de todos no entiendes. ―Naruto se puso nervioso de repente, lo cual notó Hinata, y por ende prosiguió― Dime nomás sin pena, no te voy a juzgar.
No sabía si serle franco, o decirles una verdad a medias. Tenía miedo a que se ponga molesta.
Pero, ella fue la que se ofreció a ayudarlo. Así que se dijo que sería sincero.
―Pues… Todo. ―Naruto solo alzo la vista, esperando su reacción. Hinata suspiró, pero enseguida se recompuso, para que el chico no se ponga nervioso.
Se lo imaginaba, que a lo mejor este chico tenía deficiencia desde incluso antes de que ella le diera clases. Así que debía partir desde el tema en donde él si conozca o tenía algo de dominio.
―Pues entonces, señálame el tema que domines o conozcas Uzumaki-kun. Sin miedo― Naruto se sintió un poco relajado por la sonrisa que le brindo, solo un poco.
―Pues…―señalo con el dedo un tema que estaba mucho más arriba de los mencionados por la profesora. ―Hasta aquí entiendo, el resto ya no. ―Ahora sí, seguro que ya la decepcionó.
Hinata miró con asombro donde señalaba Naruto. Estos temas son de segundo curso de secundaria.
―Pero Uzumaki-kun. ¿Habla enserio? ―El chico había asentido en respuesta, y bajo la cabeza. Ya esperaba nomás que le dijera que era caso perdido.
Para su sorpresa, no llegó esa frase, sino otra.
―Esta bien. No te preocupes. Te dije que te iba a ayudar, y eso haré. ―le dijo Hinata, viendo que a lo mejor el chico ya supuso lo peor. ―Solo que, vamos a tener que dedicarle bastante tiempo a esto, y serian todos los días de la semana ¿te parece? ―Naruto se quedó sorprendido. No lo había rechazado, no se decepciono de él.
Y claro que le parecía, no tenía ningún problema.
―Si, Hyūga-sensei. ―le había sonreído, lo cual Hinata le devolvió con otra sonrisa.
―Entonces dedicaremos tres horas diarias, comenzando desde hoy, pero pon de tu parte ¿sí? ―Asintió en respuesta.
―Si, me esforzaré. ―Y así comenzaron con las clases particulares.
Hinata ese día le enseño sobre las expresiones algebraicas y sus operaciones, indicándole las definiciones, teoría y ejemplos de los mismos. Naruto no entendió a la primera, así que le explicó de nuevo, más detalladamente.
Y observó que tampoco entendía. Se confundía al diferenciar números y variables. Así que optó por un método un poco inusual. Hizo analogías con objetos y situaciones de la vida real, diciéndole pausadamente punto por punto. Como se decía por ahí, enseñarle con manzanitas.
Y sorprendentemente funcionó. Ya no se confundía al diferenciar términos y realizaba pequeñas operaciones. Ósea ya podía sumar y restar expresiones algebraicas. Le hizo que desarrolle ejemplos sencillos, y los resolvía. Algo lento, pero lo hacía.
Paso a multiplicaciones y divisiones, diciéndole que es lo mismo cuando se hacen con números, pero aquí usando variables. Parece que lo había entendido porque si resolvía los ejercicios que le daba; claro, con algo de dificultad. Cuando los revisó vio que se había equivocado en algunos, pero ya era un gran avance que por lo menos la mitad de la hoja este resuelta correctamente.
Así lo había tenido resolviendo ejercicios toda la tarde, subiéndole un poco el nivel cada vez, indicándole partes donde él se confundía y respondiendo a respuestas que él le hacía, por muy básicas y repetitivas que eran. Por ejemplo, le preguntaba porque la suma de dos negativos eran un numero con signo negativo y no se restaban, porque cuando se sumaba un número mayor negativo con uno positivo, se tenia que restar y ponerle el signo del mayor; porque se tenia que multiplicar el factor con todos los números que estaba entre paréntesis, porque se usaban letras en las variables y cuantas puede tener una expresión, y cosas así.
Ella con toda la paciencia del mundo, le volvía a repetir la respuesta. Y también se dio cuenta que Naruto no retiene mucho la teoría y que al rato se le olvida. Le indico una manera de grabarse las cosas, que a ella le funcionaba en temas que mismo no podía memorizar, y para su sorpresa le había funcionado.
Cuando terminaron, Naruto grito de alegría por haber entendido este tema que no sabía ni de que se trataba hasta hace unas horas, y hoy parecía como comer ramen.
Y Hinata también estaba feliz. Era un pequeño paso, pero ya iba avanzando. Es mejor lento pero seguro.
Vio que eran las 4:00 pm, y se sorprendió que no habían ocupado las tres horas exactamente. Eso la animó, y se dijo que no tenía problemas si se quedaba una horita más. Quería terminar ese tema de expresiones algebraicas con la factorización para así ir a ecuaciones y ganar tiempo para los demás temas futuros. Porque los temas que venían requerían un poco más de concentración.
Pero primero iba a preguntar a Naruto si podía continuar.
―Uzumaki-kun, ¿puedes continuar? Ya solo falta una cosita más de este tema para darlo por finalizado. ―Naruto vio la sonrisa de su maestra, la cual le gustaba mucho, y por no querer decepcionarla, asintió.
Hinata entonces continuo con factorización, indicándole la teoría paso a paso usando ejemplos. Observó que Naruto bajo el nivel de atención que tenía, porque se distraía, y se restregaba los ojos. Eso denotaba cansancio de su parte, así que se dijo que por hoy esta bien. No iba a forzarlo más, tiene que ser poco a poco.
―Uzumaki-kun, terminemos por hoy. Mañana continuamos. ―Naruto se levantó, estirando sus huesos, y con alivio, suspiró. Ya no le estaba entendiendo de nuevo lo que le estaba enseñando, pero no se quería dar por vencido.
Era la primera vez que entendía matemáticas, y quería seguir así.
―Hyūga-sensei, perdone, pero puedo continuar. Solo tomemos un descansito y―Calló, viendo que Hinata le daba una negativa moviendo su cabeza, con sus labios fruncidos. No era una cara molesta, pero no estaba su característica sonrisa.
―Uzumaki-kun, no te esfuerces demasiado. Da lo que puedas dar. Poco a poco ¿sí? Hemos avanzando bien, y por hoy, esta bien. Puedes irte. ―Naruto quería negarse, pero vio una mirada que le dijo que por mas que trate de convencerla, no lo iba a lograr. Así que solo suspiró, y lo pensó bien.
Naruto se dijo que tenía razón. Así que recogió su mochila del asiento y se levantó.
―Entonces… hasta mañana Hyūga-sensei, y gracias. ―Hinata le regaló una sonrisa más.
―No, gracias a ti. Uzumaki-kun―Naruto regreso a mirarla, deteniendo sus pasos para irse―Me haces ser una mejor profesora, y reforzar lo que siempre pienso: que todos pueden y son capaces―El aludido se sintió feliz con eso, porque la había ayudado, según sus palabras. Su mente interior le dijo que no lo malinterprete como él pensaba, pero no le hizo caso esta vez.
―Jeje, pues si―Se había cruzado los brazos por detrás de la nuca, sonriéndole con todos los dientes. ―Entonces hasta-
―Ah cierto, me olvide decirte―Naruto calló. Vio que sacó unas hojas y se las entregó. ―Me gustaría que resolvieras estos ejercicios del tema de hoy. No es obligación y no te voy a revisar si lo has hecho, pero es para que practiques y así no se te olvide, además de que te agilizas un poco más. Atrás hay un solucionario de respuestas ¿de acuerdo?
Naruto detestaba la tarea, y le vino un pensamiento a primeras de que se niegue, que ya con lo que le enseñó estaba bien. Pero solo con verla no lo hizo. Además, tenía razón ¿no? Entre más práctica, mejor.
Así que recibió las hojas y las metió en su mochila, agradeciéndole con una sonrisa. Se despidió de ella correctamente, y se fue, directo a su casa. Ahora sentía que las cosas le iban a salir bien. Que, si seguía así, a lo mejor si iba a pasar, en esa materia por lo menos.
Y claro que resolvería los ejercicios que ella le dio, sin hacer trampa.
En el camino se dijo que su maestra Hinata era buena, única, como ninguna que haya conocido. Le había tenido paciencia como si se tratara de enseñar a un niño pequeño. Y no es que sea un niño pequeño, pero para esos temas, pues.
Ahora podría decirles a sus compañeros, que en realidad no era tonto y si entendía. Porque eso es lo que había sentido esta tarde, que él era capaz.
Pero luego negó. No se tenía que regocijar pronto, todavía había un largo camino por recorrer. Como dijo su maestra: poco a poco.
También se dijo que no debía tratarla como las demás profesoras, y verle partes de su cuerpo que no tenia que ver. Esta tarde apenas le vio su cuerpo y se enfoco más bien en su cara, poniéndole atención. Así que se dijo, que continuaría así. Ella no era como las demás. Merecía respeto.
No podía portarse como un patán con ella, ni adentro ni afuera de clases, ni al frente de ella. Se guardaría esos pensamientos en su mente. Era su agradecimiento, además de su progreso.
Asistiría a sus clases, por ella, pero ahora en el buen sentido. Y porque quería aprender. Ahora si quería aprender.
Aunque si le podía ver su cara bella ¿no? Regocijarse en su sonrisa y su suave voz.
Con ese pensamiento, se fue corriendo a su casa para comer algo, cambiarse de ropa e ir a trabajar. Luego terminado eso, iba a sentarse a hacer sus tareas.
Parecía que el futuro se veía brillante de aquí en adelante.
Esperaba que siguiera así.
Continuará.
Bueno pues vamos viendo las interacciones de nuestros personajes favoritos, el punto de partida. Y algunos pensamientos de Naruto que quería dejar relucir en este capitulo.
Todavia falta saber muchas cosas de él, así como de Hinata. Y eso estará impreso en los demás capítulos.
Habrá capítulos así, sobre más interacciones entre ellos y otros personajes, que darán posteriormente paso a su "amistad". No les digo más. Si se les hace medio lento, pues perdón, porque siento que por ahora tiene que ser así. Es mi historia a fin y al cabo.
Pero claro no narrare cosas innecesarios tampoco (o bueno trataré). Así que sean pacientes (incluso eso mismo me digo).
Mi plan inicialmente era traerles éste y otros capítulos la semana pasada, para terminar con este día sobre un capitulo de navidad, pero pues la universidad y otros trabajos que hago no me permitieron hacer eso. Y más ahora que en estas fechas, como es de reunirse en familia, pues he pasado más en eso, con mi familia, con los preparativos de navidad. Y es que mi familia no es pequeña. Vienen tíos, primos, toda la manada por decirlo así.
De todas maneras este capitulo ya lo tenía, pero no me daba el tiempo de publicarlo. Y cuando lo hice, pues lo termine puliendo más de lo que estaba, cambiando pequeñas cosas. Pero me gustó el resultado, y así lo dejo. Este capitulo es mas corto en comparación con los anteriores, pero así esta bien.
No prometo nada pero intentaré actualizar la historia la semana que viene. Ya tengo borrador del siguiente capitulo, pero como ya se habrán dado cuenta, termino modificando cosas hasta su versión final. Y cuando lo publico me salen esas ganas, yo no se porque. Creo que es algo típico de mi.
Sin mas que agregar, les doy gracias a los que siguen mi historia y le dan favoritos y follow.
Gracias por los reviews también:
Mica-chan: Gracias por tu comentario. Espero que sigas disfrutando la historia. Me encanta que te haya gustado el enfoque que le di, y pues este capitulo se pudo ver más de este enfoque. Se me hace que así es Hinata si fuera maestra, o sensei como le dicen en Japón. Claro que este enfoque conforme vaya avanzando, cambiara de cierta manera, pero en esencia seguirá siendo el mismo. Espero también notes algunas sutilezas del capitulo, que claro en próximos capítulos posteriores se dará posible respuesta. Saludos desde Ecuador.
Samyhyuuga: Gracias por tu comentario y tus palabras, y que sigas disfrutando de esta historia. Me gusta que te encante el desarrollo que le doy, y espero que te siga encantando. Por el momento va a ser relativamente lento, ya sabes, para desarrollar la historia y saber como llegaron a ese punto, sobre todo con el tema que estoy tocando. Claro que luego de pasar eso, será mas rápido la historia, o así lo siento yo. Espero que también te guste este capitulo y gracias por tus deseos.
Por cierto, aprovecho para mandarles un gran abrazo y unas Felices Navidades 2021. Espero que la disfruten en familia, o con amigos, o solos si es el caso, pero de cualquier manera disfruten. Si tienen familia, aprovechen estas fechas.
¡Nos vemos en el siguiente capitulo!
