Naruto no me pertenece, tampoco la serie de The owl house. Estas son creaciones de sus respectivos autores.

Un comentario… no es lo que esperaba pero lo acepto. Pero no me voy a desanimar por eso; aunque admito que me golpeó duro ver que es la historia menos favorita hasta ahora.

No importa, seguiré y espero que este segundo capítulo consiga llamar la atención de los lectores. Gracias por seguir la historia y agregar a favoritos; lo aprecio mucho. Aunque me gustaría que dejaran uno que otro comentario, solo para conocer su opinión.

Ahora sin más preámbulo comienza.

Capítulo II


'No debí aceptar'.

Fue el pensamiento de Luz Noceda al rememorar todo lo que la llevó a este preciso instante; mirando al suelo dónde pequeñas gotas de sangre chocaban contra el granito gris, la cabeza dándole vueltas y su lengua percibiendo el sabor a hierro de la sangre. Tomó un par de bocanadas de aire, casi jadeando, la mano derecha en la cabeza en un vano intento por mitigar el dolor de su cuerpo que le gritaba por un descanso.

Por puro reflejo giro en el suelo, escapando por poco del pie que casi le rompe el cráneo contra el suelo. Como pudo se levantó, adoptando una pose de pelea con la guardia arriba.

Su contrincante, un gigante de casi dos metros la miraba como un chiste. Camino a su encuentro sin siquiera molestarse en cubrir su musculoso cuerpo de piel oscura.

"No importa cuanto Lucia se esfuerce, no parece ser rival para nuestro campeón" dijo una voz por encima de los gritos que clamaban por sangre de los espectadores, ayudado por un micrófono que empujó contra su boca "Ay no muestra piedad contra la retadora".

Luz apretó los dientes y se lanzó al combate en una pose de boxeo, uno, dos, tres impactos al cuerpo del gigante. No le hicieron ni cosquillas cuando el hombre la pateó, mandandola a volar con el aire de sus pulmones escapando, la chica rodó por el suelo hasta casi golpear a los espectadores quienes se alejaron; abriendo un poco el círculo de gente que rodeaba a ambos contendientes. La joven Noceda sostuvo su estómago, retorciéndose de puro dolor e incapaz de respirar por unos segundos.

Sabía que no era un buen día. De hecho Luz tenía toda la intención de decirle a Bear que ella no podría pelear está noche, no luego de ese fiasco con la madre de Amity. Pero el organizador de peleas clandestinas le hizo una oferta que no podía rechazar.

15,000 dólares por una pelea. No era ni cerca de los más de 30,000,000 que rechazó hace unas horas, pero era 10 veces lo que estaba acostumbrada por pelea. Era dinero que se ganaría con el sudor de su frente… y sangre.

Incluso sí perdía tendría el efectivo, pero sí ganaba le duplicaría la paga. Dinero fácil pensó en su mente ignorante; no era la primera vez que luchaba en el circuito clandestino. Cada vez que el dinero de su asignación mensual y su trabajo de medio tiempo no era suficiente para cubrir sus necesidades, ella pelearía.

No importa el rival, hombre o mujer, humano o no-humano. Ella entraría al ruedo por la promesa de efectivo, hasta hoy seguía invicta y fue por eso que le ofrecieron específicamente a ella la oportunidad de ir a por el gran premio.

-o-

"¿No crees que es algo injusto?".

Ciertamente ella lo creía de ese modo. Mirando a la pequeña chica enfrentarse a un hombre que no solo le dobla -o incluso triplica- el peso, sino que también era un profesional.

"Y qué importa" respondió la voz de un hombre mirando desde lo alto la brutal paliza "Le advertí a la mocosa que no sería fácil y lo cumplí".

La mujer simplemente se relajó en el largo sofá rosa dónde se encontraba, usando el dedo índice de su mano derecha para jugar con un mechón de su largo cabello rubio. De hecho a ella no le importaba, pero cuando una pelea es tan desigual se vuelve aburrida y muy predecible.

"¿Cómo conseguiste que Anthony aceptara pelear contra un amater? Pensé que no querías que tu campeón volviera a este basurero… sin ofender".

Nicolas Veerk, también conocido como Bear, un hombre alto y con mucho vello corporal, barva tupida y cabello esponjoso de color negro. El hombre apartó su vista del ventanal para mirar por sobre el hombro a la persona que lo cuestionó. Frunció el ceño ante la mujer de piel color caramelo que seguía bebiendo de esa petaca que traía con ella a todos lados; aburrida y completamente ajena al mundo.

"Fue fácil de hecho" respondió Bear mientras tomaba asiento en uno de los sillones de su palco privado,el lugar estaba insonorizado y completamente equipado con todas las comodidades que necesita para disfrutar del espectáculo. Incluso contando con algunas televisiones de pantalla plasma desde dónde podía ver diferentes peleas u otros ángulos del 'combate estelar'

"Ay nunca le dice que no al dinero, cuando le ofrecí 100,000 por pelear contra una novata aceptó de inmediato" Nicolas agarró el vaso de wiskie que le ofrecio una de sus empleadas, una lindura de piel palida y cabello negro, la chica no usaba más que un bikini de dos piezas el cual resaltaba sus caderas anchas y grandes senos.

La mujer también aceptó una copa, un Manhattan que le fue ofrecido por la misma camarera. Le dio un sorbo al cóctel de color rojo antes de arrugar la cara, le quitó el tapón a su petaca con el pulgar y vertio un poco de su bebida especial de color dorado en el trago.

"No parece un buen negocio" dio su opinión la sensual dama "Las apuestas obviamente están en contra de la chica, sin mencionar que sí arreglas la pelea para que Anthony pierda, su reputación se irá al desagüe. No muy inteligente desde que trabajaste tanto para poder meterlo en el circuito profesional".

"Eso es porque el dinero no está en las apuestas mi querida Verosika".

Verosika Mayday enarco una fina ceja de color dorado ante la ambigua respuesta de Nicolas. Conocía al hombre y sabía que deseaba que ella le preguntara más, sin duda emocionado por contarle su nuevo gran negocio.

Suerte para él que era curiosa.

"¿Qué quieres decir?".

Nicolas agitó suavemente el vaso de cristal en su mano, dejando que el silencio llenará su oficina/palco. Quería disfrutar de su momento de grandeza, por fin todo parecía irle bien en la vida y quería saborear cada segundo al igual que su bebida.

"Veras, recientemente formé una asociación con un distinguido cliente el cual tenía un gran interés en organizar una pelea para Lucia, una dolorosa pelea".

"¡Suspiro! Deja de andar por las ramas y dimelo" ya se daba una idea de lo que pasó, pero Verosika quería detalles y no estaba de humor para un elaborado monólogo.

"Muy bien" el hombre se inclinó en su asiento, dejando su trago sobre la mesita que lo separaba de Verosika que tenía su vista entre él y una de las pantallas de la pelea. "Hace unos días llegó un sujeto a mi oficina. Parecía importante pues no venía solo".

Nicolas noto como la mujer ponía los ojos y se concentraba más en la pelea. Por lo que intento resumir su discurso "No me dio su nombre, pero él sabía que Lucia pelea cada fin de semana en el club y me dijo que quería arreglar una combate".

"Entonces el sujeto sacó un maletín con 500,000 de los verdes" la mujer parecía ganar interés; poco, pero estaba ahí "Me dijo que era solo un adelanto y que me daría el resto cuando se completara el trabajo, su única condición fue que la pelea sea transmitida".

"¿Y cuál era ese trabajo?".

Bear simplemente señaló con la cabeza a una de las pantallas dónde actualmente su chico bajaba y subía sin piedad el pie contra el cuerpo inmovil de Lucia. La chica intentaba con todas sus fuerzas salir del castigo, pero lo único que lograba era que la paliza aumentará de intensidad.

"Ya veo" la mujer se encogió de hombros, sí lo que decía Bear es verdad, un millon de dolares por una simple vida humana sonaba tentador. Aunque el pensamiento de asesinato le agrio un poco la noche pues le hizo recordar a cierto embaucador de pacotilla.

"¿Entonces a dónde estás mandando la señal?" preguntó la mujer en un intento por dejar de pensar en uno de sus varios ex novios.

"Quién sabe" respondió simplemente el hombro de barba abultada "El cliente mandó a un chico para encargarse de eso".

-o-

"¡Ahhhhhh!".

"¡Maldición! ¡Ya basta! ¡Haz que se detenga, maldita sea!".

Los gritos llenos de furia y dolor de Amity Blight fueron acompañados con poderosas explosiones de fuego que chocaban contra la puerta y ventana de su habitación; el fuego incapaz de dañar más rápido de lo que se reparaba la habitación. Sus ojos inyectados en sangre por el constante río de lágrimas, la falsa peliverde miraba con los dientes apretados la pantalla de televisor; el cual mostraba a su amada novia Luz siendo pateada, incapaz de hacer nada mientras se cubría la cabeza lo mejor que podía.

En el momento que su madre salió de la habitación, ella intentó contactarse con su novia. Pero ni su teléfono celular, pergamino o el teléfono de casa funcionaba; maldijo en voz baja mientras trataba de salir de su habitación, únicamente para descubrir que la habían encerrado.

Su prodigiosa mente ya estaba formando planes para escapar, revisando delicadamente las runas y sellos que permeaban las paredes, puerta y ventana de su habitación. Ningún hechizo o abominación parecía conseguir dañar lo suficiente la superficie como para dejar un daño que no se reparase en segundos.

Estaba por reevaluar su situación cuando repentinamente el televisor en la pared se encendió por voluntad propia; llamando su atención ante la imagen de un lugar que jamás había visto antes. Se trataba de una enorme habitación dónde una gran cantidad de personas se reunían, mayormente humanos pero lograba alcanzar a distinguir entre las sombras algunos rasgos que delataban la presencia de no-humanos.

Las palabras se le atragantaron en la garganta al escuchar una voz procedente del televisor anunciando el comienzo del evento estelar. Ciertamente le estaba molestando el ruido y se vio tentada a volar el maldito aparato al pensar que era alguna treta de su madre cuando el presentador clamó por el primer participante.

Lucia, dijo el narrador y su mundo se puso de cabeza. Viendo a su novia saliendo en ropa que le recordaba haber visto usar a algunos humanos en sus competencias de pelea; NBA, MBA o lo que sea, no sabía el nombre del bárbaro deporte pero sabía que se pegaban. Vio a su novia golpeando los guantes sin dedos y levantando el puño, siendo recompensada con algunos gritos de los espectadores.

'Así que eso hacía' pensó Amity con tristeza y algo de culpa. Luz es una mujer orgullosa; ella se negó a aceptar cualquier regalo que pareciera ser caridad. Cualquier intento de su parte para darle ropa de diseñador o un detalle costoso era rechazado.

La joven Blight se sintió responsable de orillar a Luz a pelear por dinero, de hacerla poner su vida en riesgo para darle regalos caros y llevarla a comer a lugares que frecuentaba -aún cuando ella le decía que no importaba- pues sabía en su corazón que su novia se esforzaba por demostrar que no quería aprovecharse de su condición económica y que su relación no era solo una excusa para vivir mejor a costa de su dinero.

Debió ser más persistente, preguntar e insistir por la verdad y no solo tragarse el cuento que Luz le dio sobre trabajar tiempo extra con Eda.

Cualquier pensamiento que tenía murió al momento de que el presentador vociferó el nombre del contrincante de Luz. Amity se quedo de piedra al ver a un gigante de piel oscura con brazos tan gruesos como troncos caminar a la plataforma en forma de círculo. El cuerpo del hombre con barba de chivo parecía ser el de un fisicoculturista con exceso de anabólicos. Luz se veía igual de sorprendida pues su rostro reflejaba dudas en contraste de su confianza anterior.

Anthony Clay, O Ay the King como lo apodaban, el hombre se pavoneó por el círculo como un dicta su apodo ante sus súbditos quienes coreaban su nombre.

Durante los últimos 10 minutos, 600 tortuosos segundos se vio obligada a ver impotente a su novia ser golpeada, pateada, ser incapaz de defenderse o siquiera conseguir aminorar el castigo. Y ahora ese malnacido le aplastaba la cabeza a su amada Luz contra el suelo mientras esos monstruos que lo apoyaban gritaban para que acabara con ella.

Nunca en su vida se sintió tan impotente, tan enojada, la bilis le quería salir por la garganta. Cayo de rodillas, sus uñas rasgó el suelo en completo dolor, los ojos derramando más y más amargas lágrimas; Luz ya no se movía, no estaba peleando más y aún así el maldito bastardo no parecía querer terminar.

"Por favor… mamá… no más..." Amity fue incapaz de seguir viendo, golpeó su cabeza contra el suelo y se cubrió los oídos en un intento por sofocar los gritos de la audiencia que se burlaban con sarna de la desgracia de su novia "¡Sniff! ...Yo… yo...".

"¿Q..que?".

De repente el cuarto quedo en un silencio sepulcral, Amity pensó que su madre había apagado el aparato y temerosa miró hacia arriba, sus ojos llenos de lágrimas se abrieron en completa sorpresa e incredulidad al ver la pantalla seguir transmitiendo la pelea.

-o-

Bear seguía hablando y hablando de su gran plan, honestamente Verosika lo encontraba aburrido. Por lo que llevó nuevamente su bebida especial a los labios para un nuevo y necesario trago. Sin embargo, su trago nunca llegó pues los jadeos de algunos de sus seguidores le llamaron la atención.

Confundida, puso su atención a dónde su guardaespaldas Vortex miraba y no pudo evitar parpadear, su rostro reflejando confusión, incredulidad y sorpresa por lo que la pantalla le mostraba.

"Bear...".

"Ya tengo planeado lo que haré con el dinero, Ay peleará en tres semanas por el campeonato de boxeo y pienso apostar cada centavo en su victoria. Solo piensalo, campeón del mundo y yo seré su representante..." Nikolas la ignoró, absorto de lo que ocurría a su alrededor.

"Jefe.." trato de llamar su atención uno de sus matones, su voz temblorosa y señalando a la televisión. Los guardaespaldas y amigos de Anthony igual de confundidos miraban por el ventanal la pelea en vivo con el shock escrito en sus rostros.

"... Honestamente no quería que mi campeón peleará contra la mocosa, sí llegara a lesionarse y no pudiera pelear sería mi fin; pero es la única persona que conozco que puede matar por accidente a Lucia. Lo admito, la niña es buena peleando y me agrada, pero no tanto" se burló el hombre. Por fin parecía notar que el lugar estaba muy silencioso y nadie le prestaba atención.

"¿Qué es lo que todos están...?" prestó atención a las pantallas y su buen humor se acabó.

-o-

'Los cien mil más fáciles de mi vida'.

Pensó Ay con aire de suficiencia. No comprendía el porqué Bear le pidió matar a la mocosa pero no lo cuestionaba, ni siquiera le importaba. Tan solo tenía que asegurarse que la perra no muriera hasta que pasaran 15 minutos, tiempo en el que Bear apostó que la chica duraría.

Pateando una vez más las costillas de la mocosa, la vio rodar hasta el borde de la arena y escupir sangre, prácticamente muerta en el suelo con ojos vacíos y desenfocados, noto que aún faltaban unos tres minutos para el tiempo límite; así que decidió que podría tomarse un descanso.

"¿Quién es el campeón?" gritó Ay a los espectadores, dando unos pasos lejos del próximo a ser cadáver y alzando los brazos, girando lentamente y dándole la espalda a su contrincante. Todos clamaron su apodo, coreando la grandeza que era él como el gran Rey que es.

Ay cerró los ojos, hundiéndose en la admiración de sus vasallos, pronto, muy pronto no solo un grupo de don nadies estaría gritando su nombre; el mundo se giraría a verlo, en tres semanas más pelearia contra el campeón del mundo y tenía la confianza para decir que lo vencería.

De repente y sin previo aviso todos los gritos de apoyo y porras murieron, casi como sí alguien simplemente bajará un interruptor; reemplazados por murmullos.

"Ella...".

"No puede ser..."

"Acaso no estaba muerta ya".

Ay frunció el ceño y miró a su espalda, solo para abrir los ojos al contemplar al chiste que es su rival de pie. Su cuerpo seguía manchado de sangre, el cabello hecho un desastre que le cubría los ojos, no mostraba ningún tipo de defensa, simplemente estaba ahí, de pie y con los brazos colgando.

-o-

Luz aspiró una larga bocanada de aire, mantuvo el oxígeno en sus pulmones por casi un minuto; nadie a su alrededor daba crédito a lo que miraban o siquiera comenzar a comprender lo que ocurría; ella misma no lo sabía del todo. Entonces exhaló el aire y dejó escapar una fina cortina de vapor de entre sus labios.

'Recuerda, sigue mis instrucciones y no te pongas muy arrogante solo porque te di un poco de mi poder'.

Los ojos de Luz se abrieron, esos orbes marrones como el chocolate brillaron en rojo por un instante demasiado rápido para que alguien lo notara. Honestamente Luz no sabía lo que ocurría, un momento estaba en el suelo, llorando e incapaz de sentir más que dolor.

Al siguiente, alguien tocó su hombro y como por arte de magia todo el daño y cansancio abandonó su cuerpo; similar a un calor que se extendía por cada poro de su ser, barriendo el agotamiento y cerrando las heridas. Trató de buscar al responsable, pero únicamente consiguió ver como una mano se perdía en el interior de una capa verde con capucha; nadie alrededor de la persona parecía notar al extraño quien dio un pasó atrás y se perdió en el mar de gente.

'¿Estás lista?' preguntó la extraña y algo demoniaca voz en su cabeza, la misma voz que la despertó de la casi inconsciencia. Luz no tenía que ver al extraño para saber que estaba sonriendo 'En ese caso… vamos'.

"Si".

Luz así lo hizo, dando el primer pasó a su rival. No importaba quien era el que le hablaba, no le interesaba los motivos o razón que guardará el hombre -dedujo su sexo por la voz- para ayudarla; hasta hace poco pensaba que moriría como un perro; que jamas podria ver de nuevo a sus amigos Willow y Gus, pasar tiempo con su figura materna Eda en el café, jugar con King o incluso bañar a Hooty.

Temió jamás poder decirle a Amity cuánto la amaba.

"¿Qué es esto? Lucia que hasta hace poco no parecía dar signos de vida, ¡Se está aproximando al campeón sin levantar su defensa! ¿Acaso ha perdido la cabeza?" gritó el comentarista, llamando la atención de los espectadores que volvieron a vitorear.

Tan confundido como se encontraba por el segundo aire de la mocosa, Ay no permitiría que le arruinaran la noche. Contempló el reloj en la pared; ya casi no le quedaba tiempo, así que se dio la vuelta y caminó al encuentro con toda la intención de acabar de una vez por todas con este insecto.

'Derechazo a la cabeza'.

La chica de piel canela siguió la advertencia de la voz y casi como sí viera una secuencia de lo que tenía que hacer, ella empujó la espalda hacia atrás junto a su cabeza, esquivando el gigante puño del hombre que alcanzó a rozar su cabello.

'Agachate y golpea su costado'.

Al flexionar las rodillas, la novia de Amity dejo que el izquierdazo de Ay volará por sobre su cabeza, el hombre no esperaba tal acción así como no esperaba sentir un punzante y agudo dolor en su costado derecho, justo en su riñón cuando el puño de la chica se hundió en su carne.

'Atrás'.

Luz rodó de espaldas, evitando la rodilla del gigante que se recuperó de su asalto anterior. Ella se puso de pie; alzando su guardia cuando el hombre contraatacó soltando puñetazos a diestra y siniestra, todos siendo predecidos por la voz en su cabeza y por tanto evadidos con facilidad.

"¡¿Qué está pasando doctor Garcia?!" preguntó el narrador al médico del evento, dicho hombre se encogió de hombros al no encontrar respuesta a su pregunta.

Entre vitoreos y gritos; la pelea lentamente se puso de parte de Luz. Los consejos y órdenes de la voz fueron precisos y con buena antelación, casi como fuese capaz de prever el futuro; guiandola para dar uno o dos golpes, diciéndole cuando esquivar, atacar, moverse o rodar. De inmediato la confianza de Luz creció, nunca se había sentido así de fuerte, de rápida y ágil, moviéndose a velocidades que no se creía capaz, infringiendo verdadero daño con cada impacto de sus puños contra su rival cuando antes ni cosquillas le provocaba.

"¿Qué pasa, los esteroides no te dan resistencia?" preguntó Luz con burla, moviendo su cabeza a la derecha y soltando un clásico uno, dos al estómago de Ay.

Pero ella no esperaba que su contrincante soltara un barrido de pierna y la tirara al suelo, su espalda impactó el granito con un ruido sordo, no pudo quejarse del dolor pues tuvo que rodar como un tronco para evitar la pierna que casi le aplasta la cabeza.

'¡Oye! ¿Por qué no me advertiste de la patada?' preguntó molesta la joven al levantarse.

'Te dije que no te pongas arrogante' hablo molesta la voz '¿Le das un par de golpes y crees que eres la mejor? Sí no fuera por mi ayuda estarías aún llorando por tu mami… baja la cabeza y gira a la derecha'.

Mientras Luz ejecutaba lo dictado por la voz, las palabras del hombre repentinamente la regresaron a la realidad; tenía razón, fue únicamente con su ayuda que consiguió una oportunidad para salir de este infierno con vida.

'Lo siento' pensó la chica soltando una patada a la rodilla de Anthony, consiguiendo que el hombre se doblara de dolor aunque se recuperó a la brevedad.

'Alejate tres pasos y rueda a la izquierda' cada pasó hacia atrás de parte de Noceda fue una patada al aire que el gigante fallaba en un intentó por derribar de nuevo a la joven. Cuando tuvo que rodar entendió que fue la mejor opción pues el hombre dio una patada con su pierna izquierda de forma que barrió la zona dónde estaría su cabeza 'Y está bien, te perdono. Entiendo que quieras vengarte y te apoyo, pero no por eso debes permitir que el ego nuble tu juicio'.

'Gracias'.

'De nada'.

Luz siguió trazando su camino a la victoria, esquivando por poco los golpes con los que Anthony intentaba recuperar el dominio de la lucha, cada esfuerzo mermando la resistencia del gigante quien se impaciento cada segundo más por cada golpe fallido. Esto le abrió una nueva gama de oportunidades a Luz de contraatacar, oportunidades que sin duda aprovechó con ayuda de su compañero.

'Guardia arriba, recibe el golpe con todo el brazo, gira en tu eje y golpea con el dorso de la mano la mandíbula'.

Luz no estaba segura de querer seguir el plan, recordaba cómo de poderosos eran los puños del hombre, como antes ni cubriéndose con ambos brazos redujo el dolor o consiguió evitar que la mandara a volar.

'Confía en mí'.

Tragando sus dudas, Luz se plantó firme en el suelo, levantando el brazo derecho de forma que desde el hombro hasta su puño cerrado le cubriera la cabeza. El impacto la sorprendió puesto que no salió volando como antes, su defensa consiguió parar el golpe en seco, cosa que sorprendió a su contrincante, ella aprovechó ese descuido y sin perder tiempo giro en su eje y extendió el brazo logrando un fuerte impacto contra la barbilla de Ay quien se tambaleó hacia atrás.

'Ahora ¡Acaba con él!'.

Con renovado vigor, la hija de Camila corrió con furia contra Anthony, nuevamente golpeó su pierna contra el suelo, provocando un fuerte ruido que opacó los gritos de los espectadores, Luz usó toda la fuerza de rotación y lanzó una poderosa patada contra la rodilla derecha de Ay.

¡CRACK!

"¡AHHHHH!" Anthony Clay, el contendiente número uno al título de los pesos pesados del mundo soltó un rugido de pura agonía, su rótula se salió de su lugar cuando la rodilla quedo hecha trizas ante el contacto contra la espina de Luz. El hombre fue incapaz de mantenerse de pie, su pierna izquierda cayendo en una rodilla en un intento por aminorar la presión sobre su pierna derecha destrozada.

Pero era todo parte del plan de la voz y Luz, cuando el hombre quedo indefenso al bajar las manos para mantener el equilibrio, la chica Noceda lo tomó de los lados de la cabeza; con vicioso regocijo bajo la cabeza del hombre contra su pierna en ascenso.

Un grotesco y repugnante sonido de carne machacada silencio la habitación, cuando la rodilla de Luz impactó de lleno contra la cara del Rey, al separar su rodilla está mantenía varios hilos de sangre pegados que conectaban su pierna contra la cara del hombre; se pudo ver como la nariz y boca del campeón fueron aplastados, desfigurando el rostro de Ay quien no tuvo descanso cuando Luz volvió a impactar su rodilla en contra de su rostro.

Uno.

Dos.

Tres fueron las veces que la adolecente golpeó la cara del campeón, tumbando dientes y machacando carne. El hombre miró a la chica y por un instante por sobre todo el dolor pudo ver como la mujer tenía en sus mejillas seis marcas similares a bigotes, demasiado finas para ser notado a simple vista.

"¡Y quédate abajo!" rugió Luz levantando por última vez su pierna, pero en está ocasión golpeando directo a la barbilla de Ay.

¡PUM!

Nadie lo sabía entonces, ninguno de los espectadores pudo predecirlo, pero mientras veían el cuerpo del hombre caer como un costal de papas al suelo; también caían todos los sueños y esperanzas de Anthony Clay.

En dos semanas se encontrará despertando en un hospital, un doctor a su lado le contara que su mandíbula quedo destruida en nueve partes, que perdió parcialmente la vista en el ojo derecho y que su pierna necesitará una gran cantidad de cirugías sí desea volver a ser capaz de caminar en dos piernas.

Su reputación será arrastrada por el fango pues de alguna manera alguien hará público el video de su pelea y su patético desenlace, lo tacharan de monstruo por pelear contra una chica menor de edad mientras que muchos programas de deportes se burlaran de él por ser apaleado por una amateur mujer.

Las mujeres que hacían fila por su atención lo dejaran solo, sus amigos le darán la espalda y algunos incluso le estaran escupiendo por hacerles perder dinero al no ser capaz de pelear por el cinturón de los pesados.

En tres años, luego de gastar todo su dinero en un intento por curar su pierna y arreglarse la mandíbula -la cual le molestara al masticar carne- terminará trabajando como conserje en una escuela pública, condenado a tomar el autobús todos los días para ir al trabajo ya que su vista jamás volvería a ser la misma. Viviendo solo en un pequeño departamento que alguna vez perteneció a una tal Luz Noceda según algunos viejos papeles que encontró.

Pero no solo la vida de Anthony se vería afectada por su derrota; muchas otras personas compartirán su mala suerte. Nikolas Veerk por ejemplo, el organizador de peleas callejeras sería extorsionado por sus socios para pagar, hombres peligrosos que perdieron mucho dinero; estos truhanes terminarían por romperle las piernas al no conseguir cubrir sus deudas y multas luego de que su chico no pudo pelear. El final de su vida llegaría a manos de un matón que le daría un tiro en la cabeza para posteriormente lanzar su cadáver por un puente, siendo encontrado tiempo después por un niño en la orilla, su cuerpo hinchado y en avanzado estado de putrefacción haría imposible para las autoridades determinar quien alguna vez fue.

Darui y C, el par de guardaespaldas de Anthony quienes miraban la pelea de su jefe desde el palco de Bear van a morir a tiros en un callejón. El hermano de Anthony; el famoso rapero Killer Bee será asesinado en un mes a causa de unos raperos, cuando estos vacíen un par de Uzis desde un auto en movimiento a su coche en un semáforo, ellos que alguna vez fueron antiguos amigos y socios perdieron mucho dinero por culpa de los hermanos y sus negocios en piqué.

La única persona que saldría bien librado de todo, sería Omoi, el más joven y protegido de Anthony; luego de alejarse de la vida criminal entrara a la escuela y se graduará en leyes, vivirá largo tiempo, tendrá hijos y nietos quienes amara junto a su esposa.

Sin embargo, aún sí Luz hubiera sabido de antemano todo los eventos que desencadenaron su pelea, a ella no le importaría una mierda.

Fin del capítulo II


Y así se termina el segundo capítulo, agradezco a la única persona que se dignó a dejar un comentario en el capítulo 1, y espero honestamente que me digan que es lo que les parece la historia hasta ahora. Les agradezco y espero su opinión.

Una nota más, sí es que siguen cierta serie de youtube la cual trata sobre una compañía de asesinos del infierno y captaron la referencia, quiero decirles que no solo fue un guiño.

Gracias y buen día.