Advertencia: Lenguaje no apto para menores de edad. Temas con explicites y con sensibilidad.

Este capítulo pude acarrear oleadas de desesperación y frustración. Si lo que quieres es relajarte, no te recomiendo leer este capítulo por ahora.

Te recuerdo una vez más, que si eres alguien muy sensible no leas esta historia.

Nota de autor: "De haber sabido… no te hubiese dejado levantarte de la cama, te hubiese echo mía hasta que me imploraras detenerme… después de todo, estarías segura entre mis brazos."

Aclaración: Los personajes utilizados en esta historia pertenecen al Mangaka Japones, Masashi Kishimoto, creador del Anime-Manga Naruto

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. . . . . . . . . . . . . . . . . . Pétalos Marchitos. . . . . . . . . . . . . . .

- ¿A dónde crees que vas idiota? – cuestionó el Hokage tras ver como su antiguo compañero del equipo 7 se alejaba de ellos rumbo a otra dirección.

- ¿Qué no es obvio? – respondió molesto. – Voy a ir a aclarar las cosas con Sakura. – dijo avanzando mas de prisa. Necesitaba de urgencia hablar con ella… no podía perderla y menos por una calumnia.

-Mejor vamos a hablar los 3, Sasuke. – añadió Shikamaru a la discusión. – No creo que Sakura este en condiciones de hablar eso ahora, lo mas seguro es que ella prefiera estar sola por un momento.

-Además, debido a su alteración y nerviosismo ella podría golpearte. – Agregó el Uzumaki recordando con dolor todos aquellos golpes que su mejor amiga le dio en el pasado. – Lo mejor es que esperes o podría ser peor.

El Uchiha se sentía entre la espada y la pared. ¿Qué debía hacer?, ¿Qué era lo correcto?, en su vida se había sentido tan indeciso como en esos momentos.

Claro que quería arreglar de una vez por todas esta situación con su esposa, pero también era cierto lo que sus colegas le decían. Sakura era obvio que se encontraba mal, y no tenía mucha lógica que el causante de su agonía vaya a verla e intente calmarla. Eso podría ser un riesgo que no quería correr por el bien de su pelirrosa.

- ¿De verdad creen que sea lo mejor? – preguntó con tristeza y agonía.

-Yo creo que sí. – le respondió en Nara. – Lo mejor es… que primero analicemos lo que pasó. – Shikamaru necesitaba averiguar si Sasuke estaba siendo sincero o si solo se sentía preocupado de perder a su familia por una estupidez cometida. - Me imagino no tienes idea de que decirle… ¿O sí?

Buen punto, pensaba el portador del Sharingan.

Realmente no tenia ni misera idea de lo que le diría a su esposa además de negar todo lo que se había expuesto en la sala de análisis. No tenía como comprobar que todo era mentira y su inocencia era verídica… no tenia nada a su favor, pero si tenía todo en contra.

-Vamos al despacho. – añadió Naruto debido al silencio de su amigo azabache. – Vamos a hablarlo por unos momentos.

-Ah. – solo asintió el Uchiha ya que necesitaba respuestas o hipótesis sobre lo sucedido.

-Si. – respondió Shikamaru. – pero esta vez… vigilaremos que no haya i.n.t.r.u.s.o.s – dijo mirando a los tres jóvenes que venían poco detrás de ellos escuchando la conversación; Mitsuki, Kawaki y Boruto. – Estos tres escucharon demasiado hoy.

Naruto y Sasuke los miraron con el ceño fruncido. Estos mocosos no debieron haber echo eso, no era de su incumbencia y para ninguno de ellos tenían justificación por sus acciones. Hicieron muy mal en espiar.

Sasuke miraba con molestia a los tres jóvenes, pero también podía observar como ellos lo miraban a él.

Mitsuki realmente parecía no entender el porque estaban tan molestos, pero si se notaba cierto arrepentimiento tras sus acciones.

Boruto lo miraba apenado, después de todo él era su tío y su maestro; pero también podía notar cierta… decepción. Decepción por haberle fallado a su querida tía.

Y por último estaba el desgraciado según Sasuke, Kawaki. Este chico no lo miraba para nada intimidado, es más, lo miraba como si lo estuviese retando, sin ninguna gota de vergüenza o respeto. Realmente Kawaki se sentía molesto ya que Uchiha Sasuke no era la perfección que decía ser. No tenia porque opinar sobre la vida de los demás cuando el estaba haciendo una mierda con la suya y llevándose a personas de corbata.

-En la casa vamos a hablar seriamente, Boruto y Kawaki. – comentó Naruto rompiendo el incomodo silencio que se había formado tras las miradas de los niños. – Esto no lo voy a pasar por alto. Tu madre estará enterada de todo.

Boruto sintió un poco de miedo. Hinata molesta podía ser un tanto peligrosa, sobre todo porque no podía contestarle ni nada por el estilo, ella era su madre.

Kawaki no se preocupo mucho, el aun no conocía la mano dura de Hinata Hyuga.

-Tú también, Mitsuki. – comentó Shikamaru atrayendo la atención del chico serpiente. – Estuvo muy mal lo que hicieron, eso no se debe hacer.

-No volverá a pasar, Shikamaru-san. – respondió Mitsuki. – Solo quería tener respuesta sobre el asunto, ya que no pude evitar pensar en Sarada y preocuparme por ella.

Sasuke le miró molesto. Ese hijo de la serpiente loca no tenia porque preocuparse demasiado por su hija.

Se estaba comenzando a molestar por la cercanía de ese joven a su hija. El se encargaba de alejar a Boruto y a Kawaki cuando parecía que el verdadero peligro estaba frente a sus ojos.

-No necesitas preocuparte demasiado por mi hija. – le dijo molesto. – Además, ella jamás sabrá sobre esto. – Todos los ninjas lo voltearon a ver con asombro y con una mirada cuestionadora. – Cuando Sarada haya llegado, mi Esposa y yo ya habremos arreglado este asunto. – explicó. – Así que seria en valde sobre cargar a Sarada con acusaciones falsas.

-Espero así sea. – fue lo ultimo que le dijo Mitsuki ya que volteo a ver a sus compañeros. – Vámonos de aquí.

-Ah. – asintieron los otros dos ninjas abandonando el hospital, no sin antes dedicarle al patriarca Uchiha una mirada de decepción y desprecio.

- ¿Realmente sigues sosteniendo que no hiciste nada? – preguntó Naruto atrayendo la atención del azabache ya que el parecía haberse perdido en sus propios pensamientos

-Por supuesto. – respondió Sasuke sin tapujos. – Esa mujer está mintiendo en cada una de sus palabras.

- ¿Dices la verdad? – volvió a cuestionar el rubio ya que no entendía como después de todo lo que pasó el seguía negando todo.

-No me vengas con estupide…

-Lo mejor será salir de aquí y hablar todo esto con mas tranquilidad. – interrumpió Shikamaru ya que esos dos podían iniciar una pelea a muerte dentro del hospital, y si Sasuke quería arreglar las cosas con Sakura, lo mejor seria que no dañaran su amado hospital. – Regresemos a la torre del Hokage.

-Ah. – respondieron a la par ya que lo que menos necesitan era pelear, ya que les urgía, sobre todo a Sasuke, ver que fue lo que pudo haber pasado; Quizá el equipo médico estaba defectuoso o algo por el estilo.

Los tres se apresuraron a salir de ahí para poder hablar sobre este día tan cargado de emociones y penurias.

-Muy bien, Sasuke. – dijo el rubio sentándose sobre su escritorio mirando hacia sus otros dos amigos. – Entonces estas muy seguro de que no te acostaste con esa mujer.

-Así es. – respondió rápidamente. – Jamás hubiera echo tal cosa.

-Ya veo… - contesto el Hokage. – jsjsjs. – comenzó a reírse un poco haciendo que Sasuke se molestara.

- ¿Se puede saber porque demonios te ríes?

-Puff, nada nada. – dijo tratando de controlar su risita burlona.

-Naruto. – le llamó Shikamaru. – Este tema es serio, deja de estarte riendo. – le reprendió molesto.

-Jssjs, es que estaba pensando… quizá Sasuke realmente no se la folló. - dijo haciendo que Shikamaru le mirase sorprendido, pensando que Naruto diría algo congruente, mientras que Sasuke se sentía asqueado de tal apelativo empleado, pero tenía curiosidad de lo que Naruto pudiese decir. – jsjsjs, quizá fue ella quien se lo folló a él. – Shikamaru resbaló una gota de su frente y Sasuke le miro furioso. – Con eso de que solo tiene una mano y …

Las palabras del Hokage fueron interrumpidas por un fuerte golpe en la cara. ¿El culpable?, Uchiha Sasuke.

- ¡Deja de hablar estupideces! – le gritó el ojinegro. – No sé cómo fui tan imbécil para creer que dirías algo con lógica.

Naruto solo se puso de pie y volvió a sentarse, ya que sabia que estaba provocando al Uchiha al decirle eso, solo que no pensó que lo golpearía tan fuerte.

-Yayayaaa. -dijo tratando de tranquilizar a su amigo. – solo quería reducir la tensión un poco. Solo quería que te rieras. – trató de justificar su comportamiento. – Además… jsjsjs siempre me pregunte si podías hacerlo con solo una mano. – dijo tapándose la boca en señal de burla.

Sasuke furioso por la actitud de Naruto se puso de pie para ir de nuevo a golpearle, pero el jutsu de sombras de Shikamaru esta vez estaba listo para cualquier movimiento y pudo detener a Sasuke antes de agredir nuevamente al Hokage.

-Trata de calmarte un poco, Sasuke. – le pidió mirándolo seriamente. – Y tu también, Naruto. Si sigues con esas bromitas, no detendré a Sasuke la próxima vez.

-No tienes ningún derecho de opinar sobre mi vida personal, Naruto. – dijo furioso tratando de desprenderse del jutsu del Nara. -No te permito que cuestiones mi hombría. – dijo ya que le molestó de sobre manera todas las palabras por Naruto.

Uchiha Sasuke era un hombre muy orgullo, no permitiría que nadie le levantara un falso, y mucho menos si se trataba de un tema delicado o personal.

¿Quién se creía Naruto como para opinar sobre su vida sexual?

Era muy cierto que sus condiciones le complicaban un poco más las cosas, pero no por eso significaba que no podía hacerlo. Además, no tenía por qué explicarles que su Esposa no le dejaba a él todo el trabajo.

Cuando los dos hacían el amor, ambos participaban en el acto; ninguno era egoísta y le dejaba al otro toda la castidad. Sakura sabía y comprendía las condiciones de su marido, había posiciones donde ella debía darle el apoyo con uno de sus brazos para impedirle caer sobre ella, sobre todo cuando él quería ser el dominante de la situación.

Además, cabe aclarar que a el no le molesta dejar a su mujer al mando de la situación; de hecho, cuando ella es la que inicia no puede evitar sentirse sumamente embelesado y seducido. Cuando ella toma las riendas de las penetraciones posicionándose sobre él, no puede evitar enamorarse cada vez más de la mujer que tiene como Esposa.

Pero estos dos idiotas, no eran nadie como para que él les explicara o les dijera todo esto. No les incumbía y era un tema muy personal. Un acto solo de Sakura y el, no de nadie más.

-Está bien, lo siento. – dijo un poco más calmado sin ningún tipo de mofa.

Sasuke no respondió nada, mientras que Shikamaru todo este tiempo había estado pensando sobre un asunto.

-Sasuke. – le llamó haciendo que el Uchiha desviase su atención de Naruto. – Sabes… yo entiendo un poco tu situación.

- ¿A qué te refieres? – preguntó dudoso mientras sentía como era liberado de la posesión de sombras.

-Pues… yo se que un hombre tiene sus necesidades. – le dijo tratando de ser lo mas claro posible. – Incluso alguien como tu… además de ninja también eres un hombre.

- ¿Quieres ir al grano de una vez? – exigió nervioso ya que se encontraba muy exaltado.

-Pues… estás fuera de la aldea por mucho tiempo. – comenzó con su explicación. – Estás alejado de tu familia y sobre todo de tu esposa.

-Continua…

-Es decir… no es como… ¡Bueno! – exclamo exaltando a los demás. – Voy a dejarme de estupideces, ya somos hombres y vamos a hablar sin tapujos o prejuicios. – dijo cacheteándose mentalmente por evadir las palabras explicitas. – Yo entiendo que en tus días de soledad extrañes el cuerpo de tu esposa… Sakura es una mujer hermosa y - se apresuró a decir ya que sintió la frívola mirada asesina del Uchiha. – A lo que quiero llegar, es que no se me hace raro que extrañes tocarla.

Claro que la extrañaba. Mucho mas cuando estaba lejos por periodos largos de tiempo.

Los recuerdos grabados con su Sharingan eran su consuelo, gracias a ello podía recordar a lujo de detalle todo el cuerpo de su esposa.

Cuando estuvo lejos por años, se sintió exageradamente solo… y es que lo estaba. No podía escuchar su voz cuando quería escucharla… era consiente de que ella no estaba a su lado y aun así, hubiese dado lo que fuera por poder tocarla. Le echaba de menos, claro; pero eso era una cosa y meterse con una mujerzuela por soledad era otra.

-Eso no quiere decir que tengo derecho de engañarla. – soltó ya que no le diría a esos idiotas que tuvo que recurrir al autoplacer para bajar las punzadas de su entrepierna, sobre todo aquellas noches cuando los recuerdos llegaban solos.

-Lo se, pero… - dijo tratando de comunicarlo de manera correcta. – Es solo una suposición la que voy a darte.

-Está bien… dilo.

-Quizá… en alguna ocasión debido a tu necesidad como hombre… llegaste a conocer a esa mujer. – explicó llamando la atención de los dos ninjas amigos. – Es decir, quizá tu mente hizo una distorsión de la realidad y en lugar de ver el rostro de esa mujer, lo que hiciste fue ver el rostro de Sakura. – explicó satisfecho pues vio la mirada comprensiva del Uchiha. – Y es por eso por lo que tú no recuerdas para nada haberla visto, pues en tu mente con la que estuviste… fue Sakura y…

-Entiendo tu punto de vista… pero eso es imposible.

- ¿Cómo estas tan seguro?

-Fácil. – respondió automáticamente. – Si en alguna ocasión en alguno de mis viajes, sobre todo en aquel que me tomó 7 años, yo hubiese visto a Sakura, antes de ponerle un dedo encima, le hubiese echo 100 preguntas del poque ella estaba ahí.

- ¿Y si lo embriagaron? – preguntó Naruto. – Es decir, muchos no recuerdan lo que pasó al día antes de haber tomado.

-A ver… di tu teoría. – le pidió Shikamaru y Sasuke se dispuso a escuchar.

-Ahí les va. – dijo haciendo que los dos se concentraran. – Sasuke se detiene a beber un poco, ya que a veces es necesario. En eso, está ahí cuando esa Marina llega y comienza a darle mucho Sake a Sasuke, haciendo que beba de más y se emborrache. Como se encuentra ebrio, deja que Marina se le acerque y hable con él. – Shikamaru le iba encontrando sentido a la teoría de Naruto. Al parecer no era tan idiota. – Después, ella le pide acostarse con él, y como Sasuke en ese momento no está pensando bien del todo, accede ya que se siente sexualmente frustrado. En fin, los dos follan y al día siguiente Marina al obtener lo que tuvo se fue y dejó a un Sasuke confundido sin recordar lo que paso… quizá por eso Sasuke no recuerda haberla visto y …

-Eso es imposible.

-Ay… ¡Ahora por qué! – exclamo el Uzumaki ya que él se sentía sorprendido de si mismo por tremenda teoría.

-Te recuerdo que yo me voy por una misión, no me voy de vacaciones. – contesto molesto. – Solo he bebido muy pocas veces y se aguantar el alcohol, además de que nunca me excedo.

- ¿Y si lo drogaron?

Shikamaru y Sasuke lo miraron incrédulos. Ya Naruto se estaba volando las posibilidades.

-A ver… teoría. – pidió Shikamaru.

-Sasuke decide ir a darse un descanso a una posada. – comienza Naruto con su explicación. -En eso, Marina lo ve y se lo quiere coger. – dijo asiendo que los hombres se sientan incomodos por la palabra, ya que ninguno de los dos tiende a usarla, a pesar de saber lo que significa. – Entonces ella va a atenderlo y mediante un té, le agrega un poco de afrodisíaco a la bebida y se la lleva a Sasuke.

- ¿Afrodisíaco? – pregunto extrañado el Uchiha.

-Son alimentos o sustancias que despiertan el deseo o el placer sexual. – explico Shikamaru. – En este caso, Naruto se refiere a alguna sustancia. – Sasuke se sorprendió pues desconocía sobre esto. – Esto hace que necesites tener sexo o hacer el amor si o si, ya que el resultado podría ser muy frustrante.

-Ya veo. – fue lo único que respondió el Uchiha. – No tenia idea de que algo así existía.

-Lo ven?, es una posibilidad. Una vez Marina le dio ese té, Sasuke comienza ahora si a perder la cabeza, y como el no se permite acostarse con otra que no sea su esposa, entonces ahora si su mente crea la imagen de Sakura y es como el comienza a tocarla. – Shikamaru al principio creyó que Naruto diría otra estupidez, pero también tenia lógica. – Como Sasuke es controlado por la droga, no piensa y actúa.

-Si, pero ¿Cómo explicas por qué no la recuerdo para nada? – cuestionó el Uchiha ante esa posibilidad.

-Deberíamos investigarla. – respondió. – Quizá ella sea de algún clan o tenga un Jutsu especial para revertir los recuerdos.

-No tiene lógica, Naruto. – dijo Shikamaru. – Si iba a exigir la responsabilidad paternal de Sasuke no le hubiese borrado la memoria.

-Si, pero, quizá ella no sabia que iba a terminar embarazada… no es algo de lo que pueda estar 100 por ciento segura. – explicó el Hokage.

Los tres hombres comenzaron a pensar, y es que era difícil.

Ese niño parecía ser biológicamente hijo de Sasuke, ¿Existía alguna manera de tener un hijo sin contacto sexual de por medio? Pese que había maneras artificiales, estas quedaban completamente descartadas. No eran nada posibles.

-Vaya… menudo lio en el que estás, Sasuke. – comentó Naruto ya que el no sabia si confiar a ciencia cierta las palabras de Sasuke.

Ninguno de los dos descartó la idea de que Sasuke estuviese buscando una excusa para evadir su problema. Sasuke era buena persona cuando quería, pero también cuando quería era un gran hijo de puta.

¿Qué seria verdad y que cosa mentira?

-De verdad yo… no se que pudo haber pasado. – hablo Sasuke atrayendo la atención de Naruto y Shikamaru. – De lo único que estoy seguro es de no haber engañado a Sakura… estoy seguro de ello.

…- ninguno de los dos sabía que responderle.

¿Se atrevía o no?, ¿Era fiel o no?, ¿Amaba a Sakura o no?

-Sasuke… - le llamó Naruto. - … ¿Qué sientes por Sakura-chan?, ¿La amas?

Joder, como un loco; pensó el Uchiha.

Si de algo se sentía orgulloso es de tener a esa mujer como su Esposa, como su mujer.

Era suya, ella le pertenecía. Todo su cuerpo había tenido impresas las manos de Uchiha Sasuke. Todo su corazón había sido siempre de él, desde que eran unos pequeños.

Una mujer hermosa.

Sasuke recuerda que la primera vez que la vio, la veía como una muñequita jugándole al ninja, pero conforme fue creciendo pudo ver su determinación, que a da de hoy era asombrosa.

Amaba todo de ella; su inteligencia, su cariño, su determinación, su amor, su rostro, sus ojos, su cuerpo… ella… toda ella.

-Es mi Esposa, Naruto… no puedo perderla. – es lo único que podía decir. No se permitía abrirse ante los demás.

-Pues vas a tener que convencerla… - respondió Shikamaru. – antes de que sea muy tarde.

Sasuke sin decir más, se retiró de la oficina del Hokage, dejando a tras dos amigos que le deseaban la mejor de las suertes, pero también pidiéndole a los dioses que se haga justicia y que la verdad salga a la luz.

Sakura había terminado sus consultas.

Había solicitado al personal no molestarla y llamarla solo en caso de ser sumamente necesaria su presencia.

Recostada sobre la camilla de su consultorio, lagrimas y mas lagrimas no dejaban de salir de sus ojos. Sus ojos hablaban su dolor expresado en gotas miniatura.

Mentiroso… decía hacia el causante de su dolor.

Imaginando como ayer en la noche se habían perdido en el mor que sentían… o al menos ella lo hizo.

Como su esposo era capas de tocarla cuando en su conciencia sabía que la había engañado… como era capas de verla a los ojos, de dormir a su lado fingiendo que todo estaba bien, como era capas de ver a su hija y pasar tiempo con ella sin sentir remordimiento de tener otro hijo con otra mujer…

Se sujetó su cabello fuertemente en señal de frustración, mientras sus sollozos comenzaron a expresar lo que sus ojos ya no podían.

- ¿Por… porque me hiciste esto a mi… Sasuke? – sollozaba mordiendo una de las mangas de su bata de médico. – Hubiese preferido tu sinceridad… antes… antes de esto.

-Yo te amé tanto… tan..to. – cerraba sus ojos mientras más lagrimas descendían por sus mejillas nubladas de dolor. - ¿Por qué le hiciste esto a… a nuestra… ni..ña?

Pensar en Sarada la ponía peor. Se sentía una estúpida pues tantas veces que le dijo que su papá la amaba demasiado y que se iba para cuidarla y protegerla, que jamás dudara que su papá la amaba, que claro que le importaba, que su papá amaba a mamá también…

-Estúpida… se decía así misma.

Tinton…

Alguien tocó su pequeño timbre pues la nota "no molestar" estaba pegada en su puerta.

-Ahora no puedo atender. – dijo aclarándose la voz pues sus consultas ya habían terminado y ella no estaba en las mejores condiciones. – Regrese en unas horas.

-Sakura, soy yo. – era la voz de Sasuke. – Necesito hablar contigo… abre la puerta por favor.

Sasuke era al que menos quería ver en ese momento. ¿A que había venido?, ¿A humillarla mas?, ¿A pedirle que Marina viviera con ellos?, ¿Qué de paso cuide a ese niño también?

-No quiero hablar contigo… vete por favor. – dijo de manera fría tratando inútilmente de disfrazar su dolor.

-No pienso irme de aquí hasta que hablemos, ábreme. – dijo un tanto molesto. Ella normalmente hacia lo que él le pedía sin reproche. No estaba nada acostumbrado a su frialdad.

-Ya te dije que no hay nada de que hablar, Sasuke. – exclamó molesta.

Sasuke estaba mas que desesperado. Sentía que su vida se le estaba yendo de las manos… no podía permitirlo.

-Sakura por favor… no puedo creer que hayas creído en las palabras de esa mujerzuela. – dijo molesto. – Yo no soy así… vamos a hablarlo.

- ¿Mujerzuela?, ¿Así llamas a las mujeres con las que tienes hijos? – preguntó irritando al sujeto del otro lado de la puerta. - ¿Así te refieres también a mí?

Sasuke entendía su punto, ¡pero joder!, estaba mal.

-Jamás me expresaría así de mi Esposa. – dijo frunciendo su ceño tras la pregunta que ella le había hecho. – Ese niño no es mío, Sakura. Déjame pasar.

-Si traes una prueba contigo que me demuestre que dices la verdad… te dejare pasar.

-Lo tengo… ábreme por favor.

Sakura se sorprendió y por un momento la ilusión llego a su corazón.

Lo que más deseaba es que todo eso fuese una mentira, y si Sasuke podía demostrárselo estaría lista para cualquier cosa.

Por su parte Sasuke estaba impaciente.

Realmente no tenia nada de manera física de como demostrárselo, se sentiría mal por engañarla, pero necesitaba hablar con ella, abrazarla, besarla… decirle con todo su ser a través de caricias cuanto la amaba.

Sakura abrió ligeramente la puerta cuando Sasuke ya se había posicionado detrás de ella, volviendo a cerrar la puerta.

La pelirrosa no pudo evitar sobre exaltarse. No era lo que ella tenía en mente.

- ¿Por qué entraste así?, no tienes ningún derecho. – dijo molesta

-Claro que tengo. – le contesto acorralándola entre una de las paredes. – Eres mi Esposa.

-Eso ya no es así y lo sabes. – dijo tratando de zafarse del agarre de su marido.

-Claro que sigue siendo así. – dijo aprisionando mas a su mujer contra su cuerpo y la pared. -Los dioses lo saben.

- ¡Los dioses fueron los primeros en saber que me engañaste! – le grito eufórica. – No sé cómo te atreves a negarlo después de todo lo que pasó.

- ¿No entiendes porque lo niego hasta ahora? – preguntó mirándola a los ojos. – Esa mujer está mintiendo Sakura ¡Por dios!, date cuenta de eso.

- ¡Demuéstramelo! – dijo correspondiendo a la mirada fría del Uchiha. – Demuéstrame que los análisis están equivocados… que ese niño no es tu hijo… demuéstramelo por favor. – dijo tomando su rostro sin poder evitar las lagrimas saliendo de su rostro.

Sasuke odiaba ver a su esposa en situaciones como esta, y lo que mas odiaba es verla así por su causa. Esas lagrimas eran por él, por su supuesto engaño, y se sentía un completo idiota por no tener como aplacar su dolor.

- ¿Qué es lo que traes para demostrármelo? – pregunto ya que él no le respondía nada.

Sasuke sin pensarlo más, la besó.

La pelirrosa se quedo estática. No era un buen momento para besarse, era buen momento para explicaciones.

Sasuke la besaba fervientemente. Tratando de decirle lo que su boca no podía.

Nuestro querido Sasuke entenderá que no todo puede trasmitirse así…

Las palabras son necesarias…

Nadie es adivino y todos somos mal entendidos…

Sakura apartó a Sasuke empujándolo, de manera de poder liberarse del agarre por el que estaba sujeta. Lo miro molesta.

- ¿No tienes nada verdad? – sus ojos volvieron a llenarse de dolor. Ella anhelaba con todo su ser esas pruebas que mostraran la inocencia de su marido.

- ¡Sakura, por dios! – exclamó el pelinegro. – No puede creer que de verdad estes desconfiando de mí. – dijo tratando de acercarse a ella, pero mientras el se acercaba ella se alejaba. – Te estoy desconociendo…

-Entonces nos pasa lo mismo. – interrumpió. – Yo tampoco te conozco ahora…

-Sakura… no tengo como demostrarte que ese niño no es mío… pero estoy seguro de ello. – dijo mirándola a los ojos, dolido por sus palabras. – Por favor…entiéndeme.

- ¿Qué te entienda? – preguntó incrédula. - ¿Y quien me va a entender a mí? – dijo con dolor y rabia. – Soy medico… los resultados fueron positivos. – trato de explicar sin poder evitar lagrimas acompañando su dolor. – Yo quisiera tanto creerte… pero no puedo hacerlo cuando hay algo que me muestra lo contrario.

- ¿No has pensado que el equipo medico está mal? – insistió tratando de encontrar la respuesta a aquel inconveniente.

-Lo pensé… pero es imposible. – respondió firme. – Kouta, Kai, Shikamaru y yo revisamos todo antes de empezar… - explicó con su corazón afligido. – Uno de los cuatro debía darse cuenta de que algo estaba mal, pero todo estaba bien.

Sasuke en un movimiento rápido la abrazó a el.

Sakura pestañeo varias veces por la repentina acción de Sasuke. Necesitaba que Sasuke la abrazara, la besara… pero después de comprobar que era inocente.

- ¿No tienes nada… verdad Sasuke? – El Uchiha que se había entregado a ese abrazo se tensó; Ella seguía insistiendo con eso.

-Sakura… - dijo tratando de aferrarse mas a ella. – Te doy mi palabra… jamás te engañaría con otra mujer.

- ¿Por qué? – preguntó rápidamente. - ¿Cómo estás tan seguro?

Porque te amo…

Porque estoy loco por ti…

Porque no hay nadie como tu…

-Porque jamás perjudicaría a mi familia. – respondió únicamente, tragándose todo lo que pensaba en ese momento, pues el orgullo aun lo hacia preso de sus pensamientos.

… - Sakura anhelaba tanto una respuesta diferente… Sasuke solo no quería perderlas por pura arrogancia y conveniencia… no por amor.

Eso demostraban sus palabras.

-Si es así… - hablo la pelirrosa apartándose del Uchiha dirigiéndose a la puerta. – Por favor vete.

-Sakura…

-Hazlo… demuestrale a tu familia que eres inocente. – dijo fríamente. – Cuando tengas las pruebas… preséntalas ante mi… y yo misma te pediré perdón. – abrió la puerta. – Ahora sal de aquí.

-No pienso irme así. – la encaró. – tenemos que arreglar esto antes de que Sarada llegue mañana y…

-No te preocupes. – respondió interrumpiéndolo. – Sarada no sabrá de esto… se lo ocultaremos por un tiempo. – argumentó. – Pero si no presentas esas pruebas en dos semanas… tu mismo le dirás lo que pasó.

- ¡¿Cómo me pides que le diga a mi hija algo así?!

-JA, ¿No me digas?, ¿Esperabas que se lo dijera yo? – preguntó sorprendida e incrédula. – Yo no tengo nada que ver en eso.

-No pienso confesar algo que no hice

- ¡Por los dioses! – perdió la paciencia. - ¡Deja de eso y acepta las cosas! ¡Nuestro matrimonio se fracturó! ¡Nada podrá ser igual! – lloró amargamente.

El dolor de Sakura era el más presente, pero el de Sasuke era el más fuerte.

Esa desesperación de no haber echo algo y no tener como comprobarlo. Ya no podía pensar con claridad, todo le daba vueltas y su ser trataba de salir de esa discusión donde la responsabilidad caía sobre él. Su cordura lo abandono haciéndolo comer un terrible error.

- ¿Nuestro matrimonio fracturado? – pregunto descarado. - ¿Por qué tanta insistencia con eso? – se acercó a ella. - ¿Algo te carcome la conciencia?

- ¿Qué quieres decir? – preguntó confundida

- ¿Segura tú me has sido fiel, así como dices? – cuestiono de manera altiva y arrogante - ¿No será que estas aprovechando esta oportunidad para separarte de mí? – la miró con mofa. - ¿Realmente me has esperado como lo dices?

Sakura lo miraba estupefacta. No podía creer lo que estaba escuchando.

Su propio marido acusándola de adulterio sin ningún tipo de prueba, cuando si había prueba que lo culpaba a el de ese delito.

Las lagrimas cambiaron sus sentimientos, ahora ya no eran de dolor… eran de furia.

- ¿Cómo eres capaz de dudar de mi lealtad? – preguntó sorprendida y dolida por su acusación. – Nunca te he dado un motivo para que dudes de mí.

Vete de aquí ahora… no quiero verte por el resto del día.

-Vendré mañana… cuando estes pensando con claridad… - dijo saliendo furioso del consultorio.

Un portazo se escuchó, mientras que detrás de la puerta, una hermosa mujer caía en llanto al suelo. No solo Marina la había lastimado, ahora su propio marido se burlaba de ella.

No tenía ningún tipo de consuelo. No quería hablar con nadie ahora, ni siquiera había comido… solo había desayunado, pero no tenía ánimos de probar bocado.

Los años de su matrimonio se decaían en ese mismo momento. La firmeza de sus sentimientos se caía y se perdía entre lo más profundo de su corazón.

Aquellos pétalos fervorosos de amor se oscurecían dando paso a su marchitez…

Pétalos marchitos… de los que un día una hermosa flor existió.

Por otra parte, avanzando en rabieta profunda, un pelinegro salía a toda velocidad del hospital.

Todo su mundo se estaba derrumbando, tratando de ignorar el echo de que el estaba participando en eso también.

El sol comenzaba a salir, el velo de la noche se había terminado de enrollar dando paso a los rayos del amanecer.

Toda la noche sin poder dormir, pensando en la estupidez que había cometido, dejandose llevar por sus impulsos al no conseguir lo que quería, el perdón de su esposa.

Pensando en porque no podía abrirse con la mujer que amaba, con la mujer que le ha dado tanto en esta vida, pensando en cómo pudo decirle todas esas cosas. Una mujer como ella es única e insustituible, una mujer de principios, de amor, de lealtad; esa era Sakura Uchiha.

Recordando que el día de ayer la trato por adultera y mentirosa, se sintió mas basura de lo que ya se sentía, pues ella tenía razón.

Sakura es médico, con años de experiencia. Claramente no iba a negar los resultados físicos. Ella tenia razón, aunque quisiera creerle no podía. ¿Qué clase de doctora seria?

Abandonando sus pensamientos, tomo rumbo hacia la torre del Hokage. Necesitaba consejo antes de cometer otra estupidez y ahora sí, perder al amor de su vida por su culpa.

- ¿Quién? – pregunta una pelirrosa desde su oficina ya que alguien había llamado a la puerta.

-Soy yo, Sakura-chan, Hinata. – era la voz de su amiga la Hyuga. – Vine a verte.

Naruto le había comento la situación a Hinata, ya que sabia que entre mujeres podían darse mas apoyo y entenderse mejor.

La ojiperla se sintió sumamente molesta por el atrevimiento del Uchiha al haber engañado a una mujer como su amiga, que siempre trataba de complacerlo y que siempre lo entendía.

Aunque no fuera algo confirmado por Sasuke, las pruebas biológicas sí que lo eran.

Sakura le abrió la puerta dejándola pasar y esta inmediatamente la abrazo.

-Tienes todo mi apoyo, Sakura-chan. – le dijo dándole fuerza a su amiga. – Puedes contar conmigo para lo que sea.

Sakura no necesitaba mas para entender que Naruto ya había comentado de esto con su esposa. Se sintió un poco molesta por el echo de que su vida intima estuviese revuelta entre las conversaciones de personas ajenas a lo que pasó, pero este sentimiento de molestia se esfumó al darse cuenta de lo mucho que necesitaba ese abrazo.

El apoyo de una amiga, que también fuera esposa y madre. Solo alguien así podría imaginarse como se sentía.

-Gracias… gracias, Hina-chan. – dijo para corresponder a su abrazo. -No sabes cuanto…

Cataplum… se escuchó el sonido de una explosión.

-Que demo… ¡Hinata! – exclamó al ver a su amiga tirada en el suelo, pero no tardo mucho en darse cuenta de que había sido obra de alguien más. - ¿Quién eres?

-Alguien que acabará con la paz de esta miserable aldea. – se escuchó la voz tétrica de un hombre. – Y usted, Doctora Haruno, debe ser eliminada ahora mismo.

El hombre hizo un jutsu inmovilizando la red de Chakra del ninja médico, impidiéndole moverse.

- ¡¿Qué me has hecho?! – gritó asustada por la situación.

-Esto es para un bien común… su presencia pone en riesgo nuestros planes – dijo golpeándola, dejándole una marca enrojecida en su cara. – Por eso debe ser eliminada; después de todo, usted no se encuentra con la fuerza suficiente ahora… Usted está muy débil.

- ¿Cómo sabes eso, Maldito? – preguntó exaltada tratando de moverse, pero su cuerpo parecía no corresponder.

-Digamos que… hay alguien que nos ha informado de todo. – sonrió para acercar un Kunai hasta su cuello.

- ¿Qué? – a su mente venia todo lo que había estado pensando ayer en la noche… en lo extraño que había sido todo. Esa mujer, su comportamiento, su hijo, sus acciones…

Maldita… pensó encontrándole sentido a lo que había pasado.

-Ya alargué mucho esto. – tomo su cuello sonriéndole siniestramente, mientras los ojos esmeraldas perdían su verdor. – Hasta nunca… doctora Haruno. – finalizó haciendo una herida de gravedad en el cuello de la pelirrosa.

-Entonces… ¿Qué planeas hacer ahora? – preguntó Naruto por todo lo que su amigo azabache le había contado.

-No lo sé… Sakura quiere una forma física para demostrar mi inocencia, y no la culpo. – dijo decepcionado por su comportamiento de ayer con ella. – Pero yo… hice una estupidez.

- ¿De qué hablas?

-Yo le dije que…

- ¡Hokage-sama! – le llamó un ANBU de manera alarmante.

- ¡¿Por qué entras así?! – cuestionó Shikamaru ya que este ni se había anunciado para poder pasar. - ¿Qué pasa?

-El hospital… - el Uchiha se tensó solo en oír eso. – Fue atacado, mucho personal medico fue asesinado. – Naruto y los demás agrandaron sus ojos de golpe. – Los mejores médicos de la hoja fueron masacrados… y Sakura-sama…- Hizo una pausa al ver al Uchiha ahí

- ¡Habla! – gritó desesperado el portador del Sharingan.

-Ella recibió una herida mortal en su cuello. – Sasuke sentía que la vida se le iba y que su corazón dejaba de latir. – Tsunade-sama no se encontraba en el hospital, pero ya esta tratando de salvarla pues…

El Uchiha no perdió mas el tiempo. Su mujer estaba en peligro, Estaba herida gravemente.

Si, ella tenía su Byakugou, pero ¿Y si había sido envenenada?, ella no podría moverse.

Necesitaba llegar el hospital cuanto antes.

Entrando al hospital pudo ver como enfermeras y shinobi atendían el lugar.

Muchos medico entrar rápidamente con camillas de urgencia. Como el lugar se llenaba de llantos. Parecía un completo infierno.

Rápidamente se deslizo por todas las áreas de tratamiento tratando de encontrar a su esposa. Activó su Sharingan, pero parecía ser en valde. No podía encontrar su Chakra por ninguna parte.

Iba pasando por otra sala cuando en eso pudo ver como Tsunade salía con los ojos en blanco, mientras que Shizune iba a socorrerla. La rubia parecía querer vomitar, pues su fobia a la sangre aun no era superada.

-Calma… calma mi Lady, Calma… - eran las palabras que Shizune trataba de darle a su señora, pero esta también se veía abatida.

- ¡Mi niña, Shizune! – gritó en dolor la Quinta. - ¡¿Por qué ella ahora?! ¡¿Por qué la vida me arrebata todo lo que amo?! – lloraba mientras todo su cuerpo temblaba.

El Uchiha se tensaba de solo verlas, pues no podía evitar imaginarse de quien estaban hablando.

-No se puede hacer nada mas mi Lady… Sasuke-kun… - dijo viendo como el pelinegro las observaba. Ella se acercó a él. – Lo siento mucho.

Sasuke agrando sus ojos y estos se pusieron tensos. Vio como Tsunade salía huyendo de ahí, su dolor era presente en aquella tragedia.

Al abrir la puerta de la sala, entró a su infierno terrenal.

Su esposa, Sakura… siendo limpiada por unas enfermeras que no dejaban de llorar.

Una herida profunda en su cuello se dejó notar… una herida profunda y mortal.

Ojos color sangre, mientras de ellos también descendía esta esencia.

Dolor, terror, miedo, negación…

-Sakura… - se dirigió hacia ella. Las enfermeras inmediatamente lo reconocieron, decidieron darle un poco de privacidad al asunto, no sin antes ver al Uchiha con dolor, dándole a entender que ellas también eran participes de su sufrimiento.

-Sakura… Sakura, ¡Sakura! – gritó desesperado tratando de buscar un poco de vida en ese cuerpo vacío. - ¡Sakura, abre los ojos!

La sujetaba recostándola en su brazo, moviéndola, tratando inútilmente de despertarla.

- ¡Sakura! ¡Por favor, Sakura! ¡Mírame! – pedía y suplicaba, aferrado a la idea de que ella aun podía escucharlo.

- ¡Sakura! – sus ojos lagrimeaban sangre. - ¡Sakura! – ver como nada de su cuerpo respondía.

El rostro de una hermosa mujer teniendo en una parte una capa de sangre, símbolo de su herida.

-Sakura… Sakura háblame, Mi amor -le llamó con la esperanza de despertarla, como si ella estuviese jugando. - ¡Mírame! ¡Mírame, mi amor! ¡Por favor! – pidió anhelando ver el verdor de sus ojos

Nada… tal cual hablándole a nada… ya era inútil moverla… ella no iba a responder

Ya no había nadie ahí…

Ya no servía hablarle lindo, ¿Por qué no lo hiciste en vida?

Con todo el dolor de tu alma tenias que aceptar que tu esposa se había ido.

Ella se fue… pensando que no la amabas.

Sobre advertencia no hay engaños

Capítulo 5 terminado

Nos vemos en una semana.

El capitulo es mas largo de lo que acostumbro.

Que los dioses les favorezcan.

-Missjell