*** Todo ***
Julien chafa el "atrapa la bandera"
de los pingüinos, y esto les propone:
si él gana, les pedirá lo que quiera...
pero no puede ganar, se supone.
Ante el grupo de lémures civiles
los pingüinos se ven los vencedores.
Pero el trío vuela como misiles
y les ganan hasta los tenedores.
Al fin lo entienden... ¡no van por el suelo!
La tecnología les da otro modo:
sus jetpacks, con los que surcan el cielo.
¡Los pingüinos lo recuperan todo!
Respeto y gloria para el vencedor...
y hasta sin Mort se queda el perdedor.
.
*** Pies ***
Los pies del Rey no deben ser tocados.
¡Mort, entérate! ¡Ahora es por decreto!
Quienes lo hagan serán expulsados
y nunca se levantará tal veto.
Mort a los pingüinos les pide ayuda
y lo entrenan para que fuerte sea.
Cuesta... pero al fin disipa la duda,
es fuerte y logra tan ardua tarea.
Al Rey globos empiezan a elevarlo
y ahora necesita ayuda urgente.
Tocando sus pies, Mort logra salvarlo
y su perdón final se hace patente.
Y, aunque sólo fueran pies y no amor...
tocar, esta vez, era lo mejor.
.
*** Desconecta ***
Kowalski tiene un pequeño problema
que en la lucha resulta muy inquietante:
piensa demasiado por cualquier tema...
¡Tío, desconecta el coco pensante!
Hay nuevos vecinos, muy misteriosos,
y quien los visita desaparece.
Piensa y piensa, aunque sean peligrosos
y el intelecto no sirve, parece.
Kowalski, por fin, escucha su instinto
y logra vencer a sus enemigos.
Aunque lo que ha entendido era distinto.
Son camaleones... y son amigos.
Si ponemos el intelecto en off,
a veces nos evitará un buen choff.
.
*** Lichis ***
¡Se llevan a Julien! ¡Se ha vuelto loco!
¡Reales problemas sobrevenidos!
Maurice es rey, no se libra tampoco...
él también come lichis revenidos.
Sin agua y sin luz, el sometimiento
al Rey y sus dos gorilas matones.
Con los pingüinos triunfará el intento
de recuperar viejas condiciones.
Julien y Maurice se han recuperado,
el antídoto era agua de guayaba.
Maurice pide perdón... ¡solucionado!
Pero Mort se come lo que quedaba.
Pues eso no es ser un San Wenceslao...
¡La culpa, de los lichis que te han dao!
.
*** Carrera ***
Al ver a los pingüinos en faena
a Julien se le antoja tener coche.
El caddy de Alice... ¡la va a liar buena!
y los reta a una carrera de noche.
Los pingüinos han mejorado el auto.
En la carrera, unos y otros despliegan
trampas que pillan a cualquier incauto
y a ganar esa carrera se entregan.
Una piel de plátano es decisiva:
Julien vence y contesta con desaires,
se queda el coche de ellos... pero activa
el botón para volar por los aires.
Esto es tal y como lo imagináis:
por ciencia, corren más los coches guays.
