Capítulo 3
Se estaban lavando para entrar a cirugía. El procedimiento era sencillo, amigdalectomía, Candy en una ocasión participo en una cuando estaba en la carrera, aparentemente sencilla, aunque en el quirófano había un dicho, toda cirugía tiene su riesgo y el más mínimo puede crear complicaciones, así que siempre había que estar alerta.
-El quitar las amígdalas es un procedimiento sencillo doctora, me gustaría verla en acción, le dijo Albert a Candy.
-Bien doctor como usted diga.
La cirugía empezó, Albert la supervisaba, Candy pedía los instrumentos y los usaba con maestría, Albert la veía y parecía que tenía toda la vida haciéndolo, hasta que empezó un sangrado que no se veía a simple vista de donde venia, Candy se movió rápido, con el aspirador, quito la sangre y pudo ver de dónde se había roto un pequeño vaso y cauterizo rápidamente el sangrado se contuvo el no pudo haberlo hecho mejor, esa chica tenía talento, su futuro era prometedor si seguía por ese camino.
-Muy bien doctora White, ¿cuántas veces es que lo ha hecho usted sola?
- ¿Sola? Es mi primera vez doctor, asistí a un médico cirujano pediatra cuando estaba en la carrera, pero nada más.
-Entonces felicitaciones doctora, tiene talento, siga aprendiendo. Por ahora es todo doctora, la necesito mañana temprano aquí, vaya a su casa, su turno por hoy está terminado.
-Pero doctor yo no debería….
-Nada doctora, no le tocaba hoy entrar y ya me ha demostrado que podemos trabajar juntos, fue suficiente, váyase, hasta mañana. Dijo Albert interrumpiendo a Candy.
Estaba sorprendida por los cambios de humor de ese doctor, pero le agradeció porque estaba cansada, con la mudanza y los papeles que tenían que entregar estaba muerta, aparte el trabajo de hoy en el hospital, sentía cansancio, ya quería llegar a su casa.
Desde el palco de observación del quirófano los observaba el doctor Granchester, había quedado impresionado con aquella rubia ojiverde que tenía curvas espectaculares, esperaba que se tomara una copa con el cuándo terminara el turno, no contaba con que Albert la iba a mandar a casa temprano, ese comportamiento no era propio de su amigo, tal vez también se interesó por la doctora, necesitaba saberlo, si le interesaba él se haría a un lado, desde que ese hombre dejara a Allison no había vuelto a ver a nadie más, si era así él se quitaría del camino, si no Terry pensaba atacar.
Candy encontró en el departamento a Patty.
-Amiga, ¿Qué paso con el doctor Andrew? ¿es muy malo?
-Pues no se Patty, me amonesto, me puso a prueba y después de eso me mando a casa a descansar.
-Dicen en el hospital que es un doctor muy solitario, que casi no tiene amistad con nadie, es muy reservado.
-No se amiga estaremos trabajado juntos, quizá pueda conocerlo.
-Pero esta guapísimo, esos ojos tan lindos, ¡me lo como!
- ¿Y qué tal la doctora Sanders?, dijo Candy tratando de desviar el tema.
-Me encanto que me tocara con ella, aspiro a ser buena cardióloga amiga y sé que me va a traer atareada, pero si aprendo lo vale.
Al siguiente día los residentes estaban listos antes de las 7 en sus respectivas áreas.
-Doctora O'Brien la quiero en las rondas hoy con los historiales de los pacientes listos, después quiero que vaya por los análisis pendientes, la necesito pendiente en urgencias para que cuando lleguen pacientes cardiacos pueda recibirlos, antes de que me los pase necesito el electrocardiograma, ¿alguna pregunta?
-No doctora, Patty estaría ocupada todo el turno, además le tocaba guardia, no terminaría jamás.
-Bien, doctora Britter la espero en el quirófano con un late para mí por favor y comprese algo usted, le dio 10 dólares y se fue caminando, Annie no sabía que sería la mandadera de la doctora, pero si iba a estar en el quirófano le llevaría el café hasta gratis, todos los estudiantes deseaban estar en el quirófano, era el lugar donde se obtenía más experiencia.
Albert llegaba a su cubículo con una taza de café.
-Doctoras que gusto verlas temprano, doctora Estrada, doctora White, vamos a pasar visita para ver lo expedientes.
Llegaron con el bebé que había tenido la emergencia ayer, Petter era su nombre, la trasfusión ya había sido aplicada desde ayer, los análisis mostraban que había evolucionado bien.
-Doctora Luz ¿Qué opina de este caso?
La doctora se puso nerviosa, solo dijo -Yo lo veo bien…
Albert levanto una ceja - ¿Bien? Podría ser más específica por favor.
-Si doctor la trasfusión le ayudo y yo creo que ya se puede ir a su casa.
Albert volteo a ver a los padres, tomo el expediente y lo leyó.
-Señores la trasfusión sirvió, pero necesitamos seguir observando a Petter, parece que no ha querido tomar bien alimentos, entonces le pondremos una sondita para alimentarlo.
Se retiraron de la sala y Albert llamo a la doctora Luz a su privado.
-Doctora Luz ¿que fue ese diagnóstico?, como profesionales no podemos decirles a los padres solo que se ve bien, además no puede dar un diagnóstico sin leer el expediente, ¿qué aprendió en la carrera?
-Es que usted me pone muy nerviosa doctor, dijo Luz agachando la mirada.
-Tiene que hacer algo con eso doctora, aquí muchos médicos la intimidaran, pero tiene que comportarse con profesionalismo, ¿entendido?
-Si doctor, salieron del privado.
Candy estaba revisando quienes tenían pendientes exámenes de laboratorio y rayos x, pensaba ir por ellos.
-Doctora Luz vaya por favor por los análisis y a rx, la doctora White y yo iremos a urgencias a dar rondín.
La seriedad de Albert le inquietaba a Candy, era amble en algunas ocasiones, estricto todo el tiempo, profesional, pero algún vacío se veía que tenía en su vida, no socializaba y lo que se comentaba de el solo que no era muy amigable, le intrigaba, era tan misterioso, ¿Qué había pasado para que fuera así? Taciturno en algunos momentos.
