Capítulo 4
Los días pasaron, se llegó el fin de semana, Albert trataba a Candy de una manera profesional, reflexionaba acerca de esa rubia que le había impresionado desde el principio, con problemas de puntualidad, gusto por correr en los pasillos, adicta al café, pero brillante, muy brillante, en los días que habían hecho guardias diagnosticaba de una manera asertiva a los pacientes, ¿tendrá novio? Pero eso que diablos le importaba, no se había interesado por ninguna mujer hacía mucho tiempo, pero tenía algo, era hermosa, no mejor era alejar esos pensamientos, ella era su alumna y el un reconocido especialista.
Después de turnos de hasta 18 horas las 4 amigas residentes decidieron ir a divertirse, salieron del hospital el sábado, llegaron a casa y se pusieron preciosas, los lentes de Patty le daban cierto aire interesante e intelectual con muy linda figura, Carol tenía largas piernas de infarto, castaña ojos color miel, Annie con sus ojos grandes y cabello negro, largo hasta la cintura atraía las miradas y Candy la bajita del grupo, hermosos risos rubios, ojos grandes color verde, cuerpo curvilíneo , llevaban vestidos entallados, listas para matar todas, tomaron un taxi llegaron a un antro llamado Hub 51 muy de moda entre los chicos de su edad, bajaron y no pasaron desapercibidas, el ser amiga de Carol tenía sus ventajas y una de ellas era que la conocían en ese mundo, el cadenero las dejo pasar.
El objetivo de la noche era bailar como posesas y emborracharse de igual manera, divertirse toda la noche, el domingo no tenían que estar en el hospital.
El tequila no se hizo esperar, primero un shot para empezar.
-Chicas brindo por que este sea el mejor semestre de todos, dijo Carol alzando el caballito.
-Yo brindo porque encontremos un hombre que nos haga ver las estrellas… dijo Patty.
-No amiga tu consíguete tu hombre que yo me consigo el mío, decía Annie medio ebria, se le subió de inmediato como nunca tomaba…
-Yo brindo por que encontremos el amor, no se tal vez en este bar, deje mi virginidad, decía Candy toda entonada.
Y así brindaban todas yéndose a bailar a la pista, el humo abundaba y todos los cuerpos chocaban entre sí, el objetivo era divertirse, Candy quiso ir al baño y de paso se dio cuenta que ahí estaban el doctor Archivald, Granchester, Andrew y otro tipo que no reconoció, ¿Por qué hasta ahí tenían que encontrárselos? Qué pena, pero ahí ella no era su alumna, se iba a divertir y no iba a pedir permiso, regreso del baño, siguieron bailando y brincando, gritando por toda la pista, de repente Annie sintió unas manos en las caderas, manos muy exploradoras, le estaban tocando el trasero de un momento a otro, no quería voltear, tenía miedo, de repente sintió las manos seguir por su cintura y subir a su pecho, Candy se dio cuenta y empujo al individuo que tocaba a su amiga.
- ¿Qué crees que haces imbécil? Le dijo Candy fúrica al fulano que toqueteaba a Annie.
-Me divierto con tu amiga, quieres jugar con nosotros, ella se ve que le ha gustado.
-Estúpido que no ves que no quiere que la toques, decía Candy más histérica de lo que ya estaba, ese tipo se veía muy bebido quien sabe que era capaz de hacer.
Annie lloraba y jalaba a Candy para que dejara de pelear con el tipo, todos ya estaban muy borrachos.
Candy sintió que alguien le pasaba el brazo por el hombro.
- ¿Qué diablos haces idiota?, ¿que no ves que las señoritas vienen con nosotros?
-Vaya amigo ¿Por qué no compartes? Son muy lindas todas, la rubia es la que más me gusta, así rejega, indomable, mamacita, dijo el tipo viendo lascivamente a Candy.
Ahí se le acabo la paciencia a Albert, y se le fue a los golpes, de pronto se acercaron dos tipos y quisieron irse encima de él, pero los acompañantes de Albert le entraron a la pelea, se hizo un desastre, Candy se sujetó como koala a uno de los tipos que quería golpear a Albert, él le dio un derechazo y lo tiro al piso con todo y Candy, Albert la cargo en el hombro y salió del pub, la bajo en la banqueta.
-Déjame Albert tengo que ir a darle su merecido a ese malnacido que ha tocado a Annie… decía Candy tambaleándose de borracha.
-Olvídalo Candy aquí nos vamos los chicos se harán cargo de tus amigas, vamos te llevo a tu casa.
-No claro que no doctor galán, no puedo dejar a mis amigas, ellas me necesitan, soy muy buena con esto… decía Candy levantando el puño.
-Hay Candy ya no sabes ni lo que dices mujer, te llevo a tu casa, vamos, Albert la subió a su auto y le pidió a Candy su dirección, pero Candy se seguía resistiendo, en cuanto cerraba la puerta del lado del acompañante y abría la de su lado para subirse, ella ya se estaba bajando, era una pesadilla borracha, Albert bajo rápidamente de su auto, tomo a Candy de la cara y le planto un muy buen beso, eso la controlaría por un rato, por lo menos hasta que llegaran a su casa, Candy se quedó pasmada, en shock, después de eso se sentó muy obedientemente en el auto, salieron Archie, Terry y el tipo desconocido con el resto de las chicas, Archie había ido a dejar a Carol en una ocasión a su casa y sabia donde vivía, todos lo siguieron en sus respectivos coches y tomaron camino para el departamento.
Candy iba callada, en el limbo, parecía que iba dormida con los ojos abiertos, no sabía si había soñado que la besaba ese doctor ogro como lo llamaban o había sido real, ella se había dado cuenta que era gentil y bondadoso en su trato a los pacientes y pensaba que estaba guapísimo, lo había bautizado como doctor galán, cuando sonreía iluminaba la sala donde estuvieran, había sido una de sus fantasías besarlo, pero jamás se atrevería, no había pasado ¿o sí?
