Mis queridas comadres, aqui les dejo otra parte mas, saben que siempre agradezco sus comentarios, las quiero!
Capítulo 8
Terry y Candy voltearon a verlo.
-Doctor Granchester me parece que mi opinión podría serle de utilidad si no le molesta.
-Bienvenido doctor pase, les presento al doctor Andrew pediatra.
-Bien doctora por favor dígame que ve en los exámenes. Le daba los papeles a Candy.
Ella analizaba junto con Albert lo que le había dado Terry, veían las resonancias magnéticas, análisis de sangre, parecía que el paciente estaba respondiendo bien al tratamiento oral, el tumor no había desaparecido, pero había disminuido considerablemente.
- ¿Qué tan seguido son los dolores de cabeza? Pregunto Candy.
-Ya no son tan seguidos doctora, usualmente eran hasta 3 veces por día, pero ahora so veces por semana.
-Doctor según lo que veo el tumor ha disminuido un 20% eso era lo que causaba las cefaleas, el tratamiento ha sido adecuado, si sigue progresando de esta manera seguramente no habrá necesidad de operarse, eso puedo ver doctor.
-Es cierto lo que dice la doctora White, Michael tus resultados están mejorando, por lo tanto, seguiremos con el tratamiento, y te vere en una semana para valoración, ya sabes cualquier cambio o emergencia llámame y nos veremos antes, ¿alguna pregunta?
- ¿Ya puedo jugar futbol?
Terry se sonrió, si había mejorado, pero no podía darle esa buena noticia todavía.
- ¿Qué opina doctor Andrew?
-Creo que por lo pronto no, cuando te valore el doctor Granchester de nuevo el podrá indicarte cuando, por ahora no es muy apropiado.
Salieron todos del consultorio, pero Albert quiso hablar con Terry.
-Colega se lo que haces y no lo voy a permitir.
-Amigo aquí no pasa nada ¿Por qué no te tranquilizas?
-Te estaré vigilando Granchester, decía Albert mientras se alcanzaba a Candy que ya iba a medio camino.
-Doctora espéreme por favor.
-Doctor Andrew, ¿usted confía en mí? ¿en mi opinión profesional?
-Claro porque me preguntas Candy,
-Doctor ¿Por qué nos siguió? Albert sabes que soy estudiante de especialidad y tendré cuidado cuando de mis diagnósticos, ¿acaso no confías en mi como profesional?
-No es eso doctora, sabe que confió en usted, es solo que…
-Que doctor ¿he hecho algo mal?
-No, no para nada, solo que es mi responsabilidad supervisarte, es todo. Decía Albert sin poder decir realmente por que la siguió.
Candy no quedo muy satisfecha con la respuesta de Albert, ella pensaba que él no confiaba en ella.
Salían a comer las residentes se encontraron en la cafetería.
-Amiga te nos has perdido mucho, ¿Dónde estás durmiendo Candy? Preguntaba Patty.
-Estoy en casa de un amigo, estoy ayudando a cuidar unos cachorros que encontramos en la calle.
- ¿Unos cachorros? ¿Cuál amigo? Candy acabamos de llegar a la ciudad, ¿Qué amigo es ese? Seguía con la preguntadera Patty.
-Lo conocí hace poco, pero es buena persona, no te preocupes amiga, estaré bien.
-Pues necesito la dirección de ese amigo tuyo, ¿Cómo se llama? Amiga que tal si es un loco psicópata.
Albert iba entrando y escupió el café cuando Patty decía eso, era buena amiga porque se preocupaba por ella, aunque era medio histérica.
Patty no te preocupes estaré bien, solo estoy ahí un rato, a veces he dormido aquí en el hospital, el doctor Andrew me ha visto aquí no te preocupes. Dejaron la plática ahí, las chicas no estaban muy convencidas, pero Candy usualmente era muy reservada.
Las chicas empezaron a salir, Candy se quedó de ultima, Albert fue a sentarse con ella.
-Doctora, ¿sigue molesta conmigo?
-Claro que no doctor, decía Candy suspirando.
- ¿Qué pasa Candy? Se preocupaba de que hubiera pasado algo.
En ese momento se sentaba el doctor Granchester con su charola en la mesa, sin ser invitado como siempre.
-Hola doctora, quiero comentar con usted el caso de Michael más tarde si tiene tiempo.
-Doctor Granchester puede ser más tarde, hoy tengo guardia y termina a las 6 am, si está disponible aquí voy a estar.
Albert había olvidado eso, los roles de las guardias los había olvidado, la doctora Grace era la que los programaba, y ahora no se podía quedar con Candy, alguien debería cuidar a los cachorros. Ese noche no dormiría seguramente, iba a ser una noche larga.
El día laboral de Albert había terminado.
-Candy tengo que irme, los cachorros ya deben de estar hambrientos, decía Albert con un deje de tristeza en su voz.
-Está bien doctor, que descanse, mañana yo descanso y poder hacerme cargo de ellos todo el día.
-Candy ten cuidado por favor con el doctor Granchester, tiene su fama de don Juan, no me gustaría que te lastimara.
-No te preocupes Albert para ese juego hacen falta dos y a mí no me interesa, estaré bien.
Mas tarde Candy hacia rondín por los cuneros, escucho una voz de mujer.
-Buenas noches doctora, estoy buscando al doctor Andrew.
-Buenas noches, ¿disculpe nos conocemos?
-No, no lo creo, yo trabajo en el área de psiquiatría, soy la doctora Eliza, ¿el doctor Andrew?
-Hoy me toca guardia a mi como puede ver, soy la doctora White, si en algo le puedo ayudar…
-No gracias, quería platicar con Albert, a veces cuando hace guardias coincidimos y tomamos un café, pero gracias, te veo después.
Esa aparecida de donde había salido, ¿cómo que un café? ¿Qué relación tenía Albert con esa? ¿Cómo que Albert? ¿Por qué tanta confianza?
Candy se quedó pensando, era muy atractiva, sería que ¿Albert tenía una relación con alguien? No, no era posible, él siempre había sido muy reservado con su vida personal, sentía que conocía a Albert hacía mucho, era atractivo, bondadoso, amable, un ser humano maravilloso, un cuerpo de envidia, todas las enfermeras decían que era un guapote, aunque con muy mal humor, se sentía atraída por él, como cualquier mujer, pero con ella era diferente, era amable, un caballero, era lógico, que seguramente tuviera a alguien en su vida, que tonta, suspiro y siguió con su rondín.
El doctor Granchester llego una hora más tarde a hablar con Candy, llego con dos cafés y entro a la sala de descanso, ahí estaba Candy leyendo.
