Capítulo 12

De camino llegaron a desayunar a un pequeño pueblo de paso, una hora más tarde llegaron a Lakewood, Candy guiaba a Albert para llegar a casa de su tía.

Llegaron Albert no salía del asombro, el lugar no estaba mal, pero podrían estar mejor, no se explicaba como Candy no se había perdido en una mala vida, el vecindario se veía que era de bajos recursos, había trailas con tendederos por fuera, camionetas costosas pero los hogares eran muy humildes, la casa de la tía Lane estaba deteriorada, falta de pintura, subieron los tres escalones que tenía la entrada, Candy toco, la tía salió, traía muletas, Candy se asustó.

-Tía por favor dime que fue lo que paso, ¿Por qué tienes muletas? ¿Por qué no me contaste? Decía Candy triste y furiosa, sabía que algo le ocultaba aparte de lo de Tom.

- ¡Cariño que gusto me da verte! Ven para abrazarte, se dieron un gran abrazo, la tía Lane dejo caer las muletas para abrazar a esa rubia lista, nunca se imaginó que iba a llegar y menos acompañada.

-Tía estoy esperando que me cuentes todooooo lo que paso por favor!

-Candy no seas grosera y preséntame a este guapo joven.

-Él es Albert tía, un compañero de trabajo, se ofreció a acompañarme.

Se saludaron y pasaron a la casa, Albert pudo observar que, aunque eran pocos los muebles, estaba arreglada sencilla pero muy limpia.

-Hija no me imagine que vendrías a vernos, por eso no te quería contar lo de Tom, pero debí suponerlo, eres muy preocupona, es cierto lo que te dije Tom se cayó del árbol y se fracturo el brazo, pero lo que no te dije es que la rama me cayó a mí, no me quebré nada, pero si tengo una herida profunda en el pie, me dijo el médico que en dos semanas tal vez sane, me puso 4 puntos, voy a tardar un tiempo es estar totalmente recuperada.

-Sabía que no me contabas algo, por eso quise venir a verte tía, yo te voy a atender mientras este aquí y nada de que no me preocupe, me necesitas y por lo menos estos dos días déjame consentirte.

- ¿Dónde están Tom y John?

-Fueron a ver si el señor Thomas les da algo de trabajo para poder salir la semana. No te preocupes veras que les va a ir bien.

-Candy vamos de compras, necesitamos preparar comida, le dijo Albert discretamente.

-Tía ya volvemos, vamos a dar una vuelta.

Se fueron a la tienda de víveres del pueblo, llevaban lo necesario para pasar los 2 días.

-Candy cuando lleguen tus primos me gustaría hablar con todos.

-Para que Albert? ¿Pasa algo?

-Nada ya lo sabrás pequeña curiosa.

Llegaron a la casa de la tía y empezaron a preparar comida, los cachorros no se adaptaban muy bien a comer por ellos mismos, seguían con las mamilas, Albert se preocupó, se suponía que ya deberían de tomar del plato el alimento, llamo a su amigo Jack que era el Veterinario que atendía a los animales en su propiedad.

-Candy acabo de llamar a Jack para que revise a los cachorros, tal vez necesitan seguir con la mamila, los voy a llevar, regreso en un rato, sé que quieres estar con tu tía, no te preocupes por nada, ya regreso.

-Si Albert aquí te espero.

Albert se dirigía a la propiedad que tenía su familia ahí trabajaba Jack, tenían tanto animales que se requería que estuviera ahí todo el tiempo. El reviso a los cachorros y considero que necesitaban seguir con las tomas con las botellas o una perra nodriza.

-Sr Andrew estos cachorros lo que necesitan es una nodriza, aquí en la propiedad tenemos una perra labradora que acaba de tener cachorros, desafortunadamente solo le viven dos, ahorita tiene mucha leche, ella podría servir de nodriza para ellos.

-Jack si crees que eso es lo que necesitan estos cachorros estoy de acuerdo, de hecho, quiero dejarlos aquí en la propiedad, hay suficiente espacio para que todos vivan, las tierras son muy extensas.

-Solo necesitan que sea una semana más, después de eso ya podrían comer su alimento del plato, yo estaré aquí para supervisar eso Señor Andrew y vera que estarán bien.

Albert regreso a la casa de Candy, Tom y John ya estaban ahí, todos platicaban muy amenamente en la sala.

-Pasa Albert quiero presentarte a mis dos primos que son como mis hermanos, decía Candy orgullosa.

Tom vio con desconfianza a Albert, Candy nunca había llevado a ningún hombre a la casa, ese amigo ¿qué quería con su hermana?, ese doctor bien vestido algo quería y no era la hora, pero contesto cortésmente igual que John.

-Les parece si nos ponemos cómodos en la sala, me gustaría plantearles algo.

Todos estaban muy atentos para ver qué era lo que quería ese doctor ricachón, el auto que manejaba valía mucho dinero, los chicos sabían de autos, Candy no, ese auto costaba mucho dinero, ¿Qué era lo que quería con su hermana ese rubio?

-Dinos Albert ¿Por qué tanta seriedad?

-Chicos sé que ahorita no tienen trabajo y que están lesionados, quiero que sepan que quiero hacer negocios con ustedes, yo tengo una propiedad aquí en Lakewood, está cerca del rio, la casa ha estado deshabitada durante mucho tiempo, me gustaría verla con vida de nuevo, Señora Lane me gustaría que fuera la ama de llaves y que se hiciera cargo de la casa, que contratara una cocinera y si es necesario más personal, Tom, me dijo Candy que eras muy bueno para las cuentas, quiero que administres los insumos que requieren, comida de los animales, mantenimiento de la propiedad, si estás de acuerdo John quiero que tu apoyes a tu hermano en todo lo que haga falta, en la parte de atrás de la casa principal esta una pequeña casa, tiene 4 habitaciones, y es para el personal que trabaje ahí, tendrán comida a diario yo no les cobraría ningún tipo de renta, sé que el comienzo será difícil por su situación de salud, también me haría cargo de los gastos médicos, pero me gustaría que se acomodaran y fueran planeando lo que se requiere, sé que será mucho trabajo, pero conozco a Candy y es una mujer muy trabajadora, leal e inteligente, tendrán un salario digno, me gustaría saber ¿si les gustaría trabajar para mi familia?.

-Albert ¿estás de broma verdad?

-Claro que no Tom, quiero que lo piensen esta noche, mañana me gustaría que me acompañaran a ver la propiedad, para que tomen una decisión, ¿Qué piensa Tía Lane?

-Pues que si fuera verdad sería fantástico hijo, saldríamos de muchos problemas, esta casa no es mía, pagamos renta, yo he trabajado haciendo trabajos de casa siempre, pero me gustaría ver la propiedad hijo de la que nos hablas, que les parece si mañana vamos y platicamos, por ahora hay que ir a descansar, yo me quiero ir a acostar a mi recamara.

-Hija Albert se quedará con Tom y John en la habitación, tú y yo en mi cuarto, no quiero que en la noche se pierda Albert y vaya a dar a tu cama.

Candy se sonrojo, - ¿Tía como crees? Albert y yo solo somo amigos…

-Pues eso está bien, pero por si las dudas acá nos dormimos juntitas, ¡ya te extrañaba mi niña!