Hola chicas, como estan, yo encantada leyendo sus comentarios, ahora nuestros rubios se estan conociendo y la convivencia como novios comienza, las quiero!

Capítulo 15

Albert abrió grandes los ojos y la vio con cara de no entender nada.

-Si Albert Michael es gay, mi mejor amigo, ¿porque pones esa cara?

-Discúlpame Candy yo estaba convencido de que el queria o habían tenido algo, no que era tu mejor amigo.

-Cuidado Albert en una de esas se interesa en ti heee.

Albert se carcajeo, -no nena a mí me gustas tú, yo también tengo muy definidos mis gustos al igual que el, decía susurrándole en el oído a ella, haciendo que se le erizara todo el cuerpo.

Así siguieron bailando todo el rato, de pronto se fueron a sentar, Candy ya tenía sed.

-Hermanita, al fin tienes novio, felicidades.

-Gracias Tom, pero las cosas con calma quieres.

-Yo lo que quiero son sobrinos Candy, apúrale…

-Mira quien lo dice, el que le huye al matrimonio, puras novias y nada de esposa mi querido hermano, hasta John ya anda viendo con quien, pero tu eres el incasable.

-No ha llegado quien me llene el ojo mi querida hermana, no todos tenemos la misma suerte que tu.

-Ya llegara Tom y vas a querer hacer todo por ella, ya veras.

Llego Albert con las bebidas, -Cariño vamos que quiero dar una vuelta, se despidieron de Tom y se fueron caminando, Michael ya estaba esperando topárselos.

-Mi querida amiga ya te vi muy acaramelada con este caballero.

-Michael, ahora si te doy las gracias por cuidar tan bien en la universidad de mi novia.

-¿Ya se lo dijiste Candy?

-Si amigo no me quedo de otra, pensaba que tu y yo teníamos algo…

-Para nada, yo tengo mi pareja no te preocupes, pero esta señorita tiene quien la cuide, pórtate bien con ella Albert si no ya te las veras conmigo.

Se despidieron y siguieron caminando hacia la orilla del rio, Albert abrazaba a Candy por la espalda.

-Me encanta esta tranquilidad, la quietud de la naturaleza, tu compañía, pero mañana tendremos que regresar a nuestra realidad, me encanta el hospital, pero estos momentos son tan preciados para mi… decía Albert amargamente.

-Lo es, viví aquí muchos años y me da pesar irme, pero se que a tu lado la carga será mas llevadera Albert.

-Candy, antes de terminar la carrera me enamore, pero estaba concentrado en mi profesión que pospuse y pospuse la boda con Allison, ella era una enfermera que trabajaba en el hospital San Jose, mientras yo hacia mi especialidad, tenia que hacer largas guardias, vivía prácticamente en el hospital, ella vivía conmigo, la amaba, no nos veíamos mucho pero yo sentia que teníamos algo especial, un dia que llegue al apartamento no la encontré, fui al de ella, supuse que la encontraría ahí, yo tenia llaves, la vi con otro enfermero que trabajaba también en el hospital en la cama teniendo relaciones sexuales, toque la puerta para que supieran que estaba ahí, los dos me vieron y ella trato de taparse con una bata. Espere a Allison en la sala mientras se vestia, ella trato de explicarme que yo la tenia muy descuidada y que tenia necesidades, que habia sido un desliz que la perdonara, le deje el anillo que iba a darle el próximo fin de semana, no queria saber nada mas de ella, pedi mi traslado para el hospital Santa Juana y de eso ya han pasado 5 años, no quise salir con nadie mas desde ese entonces, no queria que por mi falta de tiempo me volvieran a engañar, tu sabes como es nuestro trabajo Candy, no disponemos de todo nuestro tiempo, las jornadas pueden ser arduas, desde ese dia siento que me amargue, todos me ven como el ogro de pediatria, solo pocos saben de lo que me paso, pero desde que te conocí siento que tengo esperanza, que tu ternura me ha ido descongelando, eres muy especial Candy, no te has dado cuenta pero me has hecho muy feliz este tiempo que has vivido conmigo, siempre soñe con tener una esposa para compartir nuestras vidas, tomar juntos el desayuno, los amaneceres y formar una familia algún dia, no se si te asusto con eso preciosa pero me gustas Candy y quiero intentarlo de nuevo, me has traído tanta paz a mi vida…

-Albert no pensé que habias tenido que pasar por todo eso, lo siento tanto, me gustas Albert, decia Candy timidamente.

La tomo por el rostro, como temiendo que se le escapara, la beso, la beso de nuevo, sentía que se iba al cielo, los besos de Candy eran de lo mas delicioso que habia probado, la abrazaba y acariciaba la espalda descubierta, las manos de Albert se ponían traviesas, tocaba sus caderas y la acercaba mas a el, sabia que Candy no tenia mucha experiencia pero no tenia idea de que era tan poco el conocimiento que tenia de los hombres, la falta de oxigeno los detuvo, Albert beso la frente de Candy y la abrazo, la cabeza de Candy quedaba en el pecho de Albert.

-Albert yo quiero que sepas algo antes de seguir, entenderé que no quieras seguir con esto pero quiero que lo sepas, yo nunca he estado con ningún hombre, nunca me di la oportunidad de tener novio, nunca quise involucrarme con nadie, mi prioridad siempre ha sido convertirme en pediatra, no habia conocido a nadie que me hiciera sentir esto que siento por ti, me imagino que tu debes de tener experiencia pero yo no, no sabría… le puso el dedo en los labios.

-No Candy ni lo pienses no podría desear nada mas que estar contigo amor, te deseo no te voy a mentir, me llevas a volar la imaginación, ya me he tenido que dar duchas de agua fría, eres perfecta amor mio, no lo lamentes, me siento afortunado de ser yo el primero en tu vida, iremos a tu ritmo no te preocupes, si no estas comoda con algo dimelo pero déjate llevar, disfruta esto que estamos viviendo.

Siguieron abrazados y platicando a la orilla del lago, Albert estaba feliz, seria el primer novio de Candy, era algo muy preciado para el, seria muy fácil amarla.

Volvieron al baile, vieron que ya casi se habia terminado, Tom y John ya se habían ido parece que habían encontrado plan para esa noche, era un pueblo chico y los chismes volaban, decidieron ir a la casa de la tia Lane, mañana regresarían y Albert queria dejar todo listo para partir a medio dia.

En la mañana se despertaron y se dieron cuenta de que los chicos no habían dormido en la casa, a la tia no le sorprendio, ese par de bribones de repente se desaparencian y era porque estaban con alguna de sus esporádicas novias. Desayunaron y la tia Lane quiso hablar a solas con Albert.

-Hijo me gustaría saber ¿qué pasa entre Candy y tú?

-Sra. Lane ayer le pedí a Candy que fuera mi novia y me acepto…lo interrumpió de repente…

-Al fin hijo, me da gusto que te hayas decidido, tienes mi bendición y puedes llamarme desde hoy tía Lane también, me preocupaba que quisieras solo jugar con mi niña, pero ya veo que vas en serio, estoy muy contenta hijo.

Albert se sonreía, -Gracias tía Lane.

Después de esa breve charla, salieron Albert y Candy para surtir la despensa de la tía para un mes, pensaban que en ese tiempo era suficiente para que se cambiaran a la propiedad y pudieran empezar a hacer despensa allá.

Se despidieron de todos y regresaron a Chicago de nuevo.

-Albert me llevas a mi departamento, necesito ver que falta para hacer las compras, no tengo idea de que falta en el refrigerador.

-Candy ¿considerarías vivir conmigo?

-Pero Albert ya te dije que yo no…

-Lo se cariño no quiero que pienses que por vivir conmigo tendremos intimidad, bueno solo a menos que tú quieras claro, solo que me encanta tener tu presencia en el departamento, me da tanta vida.

-Lo pensare amor si, no desesperes es mejor llevar las cosas lentas.

-Bien amor, pero sabes que mi departamento siempre esta con las puertas abiertas.