Capítulo 17

Candy paso al privado de Albert donde ya la esperaba.

-Amor recojo mis cosas y me voy.

- ¿A que sala te asignaron? preguntaba abrazándola por la cintura.

-A Neurocirugía, contestaba Candy queriendo ver la reacción de Albert.

- ¿Con Terry? Decía Albert pasándose los dedos por el cabello. Vamos yo te llevo.

-Albert no es necesario amor no te preocupes, estaré bien.
-Me parece que necesito tener una plática con él cariño, vamos te llevo.

Candy tomaba sus cosas de su locker, subían al ascensor, Albert la tomaba por la cintura y la acercaba a su cuerpo como si la necesitara, como si se le fuera a escapar de las manos, Candy sentía la urgencia en ese beso y lo respondía igual, el ascensor abría sus puertas, él la abrazaba, le susurraba al oído, no importa que estemos en el hospital, tu eres mi novia y nadie me dirá que no puedo estar contigo Candy, te quiero en mi vida.

La enfermera que esperaba poder subir al ascensor palideció, ¿era el doctor Andrew el que estaba teniendo un gesto cariñoso con una doctora? Vaya que el mundo estaba loco, el ogro Andrew parecía que estaba enamorado, ¿Quién lo diría? Tenía mucho que contarles a sus compañeras y como era de suponerse ese sería el chisme del día.

Terry estaba en su privado, ya le habían notificado que Candy seria su residente, ya la esperaba, al que no esperaba era a Albert, ¿Qué hacía ahí su amigo?, no era tan galante como para acompañar a una residente a su nueva área, a menos que….

-Candy ya te esperaba ¿cómo estás?

-Bien doctor, aunque he estado mejor, si me disculpan voy a buscar un locker para mis cosas, le dio un beso a Albert en la mejilla y se fue.

-Amigo que bien te llevas con Candy, hasta besito y todo, espero poder ganarme su confianza pronto para que a mí también me dé besitos en la mejilla.

Albert lo vio con ojos de odio, tomo aire, estaba rojo por el coraje, puso las manos con los dedos extendidos en el escritorio.

-Granchester solo vine por una razón, me dijiste que estabas interesado en ella, pero amigo te tengo noticias, es mi novia ahora, te agradecería que te comportes a la altura, además te pido que no te acostumbres tanto, ella regresara a mi sala, pronto arreglare de nuevo este mal entendido, decía Albert en tono claro y amenazante.

-Vaya vaya Albert, al fin aceptas que sientes algo por ella, que bien amigo felicidades, somos amigos Albert jamás haría nada por ella, yo te pregunte si estabas interesado porque ella es hermosa y muy inteligente, no porque me interesara como mujer, despreocúpate, seré tan buen maestro que no querrá irse de aquí, creo que le gustara la neurocirugía.

-No lo creo amigo y ya que estamos en esos términos, no permitiré tus impertinencias de una vez te lo digo Terry, tú sabes que yo voy en serio con ella, me gusta y mucho, así que si quieres que sigamos siendo amigos no hagas estupideces Terry.

Terry tenía su reputación y esta era muy bien conocida por sus amigos, la coquetería le salía natural, las mujeres se le derretían en los pies y con Candy no había pasado y eso era lo que le había intrigado a Terry.

-Ya amigo no te preocupes, ella es tuya, de acuerdo punto.

-Bien Terry estamos claros, ahora me voy.

Albert se fue a su sala, Candy entro al privado de Terry.

-Bien doctor dígame que puedo hacer por aquí.

-Bien doctora White, primero déjeme felicitarla por su noviazgo con el doctor Andrew.

Candy se le quedo viendo, no dijo nada.

Terry levanto las manos en señal de rendición. -Bien doctora bien, no hablaremos al respecto lo entiendo.

-Vamos le mostrare a nuestros internados.

-Le agradezco doctor.

-Candy por favor tuteémonos si, es mejor, las jornadas aquí serán largas y solo quiero ser tu amigo, aprecio desde la facultad a Albert así que ¿amigos?

-Amigos Terry, vamos quiero ver a los pacientes.

-Bien así será mejor, vamos.

Empezaron a ver a los pacientes, cada uno eran casos muy interesantes, Candy daba sus opiniones y diagnósticos Terry se impresionaba por la certeza y seguridad con que lo hacía.

-Muy bien Candy, ¿estas segura que no quieres ser neuróloga?

Candy se sonreía. -Me halaga doctor, pero no gracias, mi pasión siempre ha sido pediatría, el paso por esta sala me enseñara bastante, tiene casos muy interesantes por aquí.

En eso le llego un mensaje a Candy

- ¿nos vemos en la cafetería?

-Terry ¿te importa si voy por un café?

-Adelante doctora nos vemos en media hora aquí, ya le vi la cara y mi amigo le ha invitado, ¿cierto?

Candy se sonrojo, solo sonrió y se fue a la cafetería confirmando el mensaje a Albert, el ya la esperaba en la mesa con los cafés, se emocionó al verlo.

- ¿Qué tal tu día amor? Le preguntaba Albert mientras él le abría la silla para que se sentara.

-Muy bien, interesante, tiene casos bastante interesantes el doctor Granchester.

-Bien aprende lo que puedas en este tiempo, ya hablé con mi administrador George, pronto vere lo de tu regreso a la sala.

En eso entraba la doctora Leagan a el comedor, el chisme de que el doctor Andrew tenia novia ya era la novedad en todo el hospital, se acerco para comprobar si era cierto, con café en mano toco por la espalda a Albert, el sintió un escalofrió, Candy vio sus rojas uñas acariciar la espalda de su novio, puso mala cara y respiro hondo, tendría que poner a esa doctorcita en su lugar.

-Albert querido, ¿Cómo estás? Te he extrañado, hace mucho que no coincidimos para tomar un café, decía mientras se sentaba sin ser invitada.

-He estado ocupado doctora, pero déjame te presento a mi novia la doctora White.

-Disculpa por no haberte presentado antes cariño a la doctora Leagan, fuimos compañeros en la carrera y coincidimos en este hospital.

-Ya nos habíamos conocido amor así que no te preocupes, ¿verdad doctora Eliza?

Ahora la que tenia mala cara era Eliza que no había creído que nadie hubiera podido atrapar al Albert, era una lástima, era excesivamente atractivo, pero por más que se le había insinuado no había caído, ¿Qué tendría esa rubia desabrida para haber atrapado a semejante monumento de hombre?

-Bueno me retiro, tengo citas programadas, nos vemos.

Eliza se levanto y se fue molesta por donde había llegado.

- ¿Con que tu compañera de facultad he? Parece que le gustas amor.

-No lo sé, pero ella a mi no amor, la que me gusta eres tú… y dime ¿Qué tal te trata Terry?

-Si lo que quieres saber es si se ha tratado de propasar conmigo eso no ha sucedido ni sucederá, la línea esta bien pintada amor, no te preocupes yo se me cuidar solita.

-Eso me parece bien, pero quiero mostrarte algo, ¿me acompañas?

Candy asintió y se dirigieron a la sala de pediatría, Albert la llevo a su privado, ahí ya no aguanto más, la tomo por la cintura y la arrincono detrás de la puerta, la besaba con mucha pasión, empezó por la cintura pero las manos de Albert cada vez se ponían mas traviesas, las caderas eran tan curvilíneas que la imagen de aquella ocasión que la vio solo en ropa interior lo encendía más, era desesperante tenerla tan cerca y no poderla disfrutar por completo, le acariciaba la espalda, las batas sobraron, cayeron al piso, Candy también estaba perdida en los besos de Albert, el cuello era la parte más sensible de Albert y Candy ahí se entretenía un rato, la erección de Albert se hacía evidente, él también estaba entretenido tocando los brazos, la tomo por el cuello y la empezó a besar también por ahí, las manos de el estaban desatadas, los montes de Candy eran algo que nadie había descubierto y el quería disfrutarlos, los toco, de Candy salió un pequeño gemido que trajo a la realidad a Albert, regreso a su boca y bajo la intensidad de los besos, quería poseerla, pero ahí no, no era el lugar adecuado para su primera vez, lo haría a su tiempo pero sospechaba que ella ya estaba lista para ese paso.

-Cariño no te imaginas como te deseo.

-Yo también siento lo mismo Albert, me haces perder la cabeza.

-Tu primera vez será especial, te lo prometo y será cuando tu lo desees, quiero que sea conmigo preciosa.

Albert la abrazo, Candy confiaba en el y sabía que no iba a encontrar a nadie como Albert, su corazón le pertenecía, sentía que empezaba a enamorarse de él.