Comadres les agradezco el tiempito que me dedican sus comentarios son muy importantes para su servidora, ojala les guste y nos seguimos leyendo

Capítulo 23

Por Luz de luna82

-Doctor Granchester y doctora Eliza, vístanse, los espero en mi privado ¡Ahora!, decía Grace muy molesta, ya era la segunda vez que tenía incidentes graves con esa doctora, hablaría con el doctor Leonard para ver las consecuencias.

Eliza se levanto asustada, tratando de taparse con la sabana de la cama.

-Pero ¿tú que haces aquí Terry?

- ¿Yooo? ¿Yoooo? ¡Tu! ¡Loca! Estaba durmiendo cuando tu llegaste y te subiste en mí, pensé que estaba teniendo un lindo sueño, pero ahora me doy cuenta que estaba en una pesadilla!

- ¡Pensé que eras alguien más, no te sientas con tanta suerte amigo! Decía Eliza mientras se vestía, Terry salía fúrico del dormitorio, él siempre había estado con quien quería, ninguna loca estaba en su lista, Eliza seguramente pensó que era Albert, si que tenia mala suerte, entro al privado con Grace, quería aclarar las cosas con ella.

-Grace déjame explicarte, yo estaba durmiendo y de repente ella se me subió, yo estaba profundo, pensé que estaba soñando.

-Terry ahórratelo, mañana hablare con el doctor Leonard, es tu primera falta, pero la de Eliza es la segunda, esperemos que el director sea mas benévolo contigo.

-Esto no ha sido culpa mía Grace, me quiero defender con el doctor Leonard si es necesario, si no es porque llegas tu no sé hasta donde hubiéramos llegado, siento mucho que hayas visto eso, pero no me quedare con el castigo, me conoces y no suelo mentir.

En eso llegaba Eliza y Terry salió furioso.

-Doctora mañana hablare con el doctor Leonard para saber cuál será la consecuencia de este desastroso evento, todo el hospital debe de saberlo ya.

-Doctora lo siento, yo no pensé que fuera Terry el que estuviera ahí acostado… decía sin pensar…

-Eso es peor aun doctora, entonces ¿a quién pretendía seducir?

-Pues… Eliza no sabía que decir, ya estaba en un enredo bien gordo.

-No tiene que decirlo, al doctor Andrew, mañana hablaremos con ustedes, vaya a su casa, no esta emocionalmente estable para hacer su trabajo, váyase yo le llamo para confirmarle la hora de su reunión con el doctor Leonard.

-Pero doctora Grace…

-Nada doctora, márchese por favor en este instante.

Eliza salió muy avergonzada y decepcionada, si la hubieran descubierto con Albert todo habría valido la pena, pero no, tenia que haber sido con el mujeriego de Terry, esto no pintaba para nada bien.

Albert había escuchado los cuchicheos con las enfermeras, pero nunca se imagino que Eliza estuviera interesada también en su amigo, el ya tenia que irse al departamento por Candy para que lo llevara al aeropuerto.

Albert tomo el vuelo, Candy se quedo triste, se fue al hospital, ahora que su novio no estaría no tendría mucho a que ir a casa, tal vez saldría con las chicas, pero por ahora trataría de adelantar todas las horas posibles para poder estar con Albert cuando regresara.

Llego a casa de sus padres, su madre fue la primera que lo recibió, su padre estaba en el estudio, cuando lo vio pudo notar las bolsas bajos sus ojos, tenía semblante cansado, aunque se veía feliz de ver a su hijo en casa.

-Padre me da gusto verte ¿Cómo te sientes?

-William hijo, te agradezco que estes aquí, decía con la voz apagada.

- ¿Qué pasa papá?

-Hijo perdóname, no he sido un buen padre para ti y mírate, has dejado tu trabajo para venir a verme…

-Papá el que no aceptes mi amor por la medicina no te hace un mal padre, no te preocupes por nada, ahora lo que importa es tu salud, dime ¿Dónde están los resultados?, quiero verlos.

-Su madre se los entrego, los leyó detenidamente, -me gustaría hablar con el cardiólogo, ¿Quién es?

-El doctor Davis trabaja en el hospital de especialidades, contesto su madre.

-Bien, mamá puedes hablar con el y preguntarle ¿si puede recibirme esta misma tarde?

-Claro hijo, siguieron platicando sobre lo que les había comentado el médico, pero según lo que Albert había visto era mas grave de lo que parecía, se fue a descansar, la cita con el doctor seria a las 7pm, en chicago serian dos horas más, decidió llamar a Candy que seguramente estaba en el hospital, esperaba que pudiera contestarle.

-Hola cariño, ya esperaba tu llamada, contestaba Candy agitada.

-Si amor, ¿pero porque corres?

-Estoy yendo a urgencias parece que llego un niño con herida de bala.

-Está bien amor, llámame cuando puedas, solo quería decirte que te amo.

-Te amo también amor, te llamo más tarde, y Candy colgó.

Odiaba la situación, iba a ser muy difícil mantener una relación así a distancia con Candy en el hospital, necesitaba ver como ayudar a su padre lo antes posible, pero primero lo primero hablar con el cardiólogo.

Entraba al privado de un medico de unos 50 años, se veía bonachón, mirada amable con un bigote pronunciado, saludo y fue directo a lo que le interesaba saber.

-Doctor mucho gusto soy el doctor Andrew, estoy enterado que usted esta atendiendo a mi padre, dígame por favor francamente cual es el panorama médico.

-Doctor Andrew, que gusto saludarlo, sus padres me han hablado mucho de usted, el panorama medico no es preciso, es decir el estado actual no es alentador, pero con el tratamiento adecuado y descanso el paciente podría lograr una mejoría considerable.

-Ya veo, dígame que pasa exactamente, este medico le estaba dando muchas vueltas al asunto.

-Presenta arritmia cardiaca, su condición nos muestra que tiene un aceleramiento de corazón, su presión arterial no nos está ayudando.

-Si eso puedo ver en los análisis, pero ¿deberá operar?

-Posiblemente, debemos ver el progreso con el tratamiento oral en unos dos meses podremos hacer análisis de nuevo y veremos el efecto.

- ¿Posiblemente? ¡Albert se estaba alterando, como era posible que este medicucho estuviera atendiendo a su padre!

-Tranquilícese doctor Andrew, seguramente podrá mejorar con ejercicio ligero y una vida sin estrés, los medicamentos adecuados y una dieta balanceada.

Albert se levanto de la silla, ya veo doctor, debo irme, la verdad creo que buscare una segunda opinión, le agradezco me voy. Dejo al doctor Davis pasmado sin entender que había pasado ahí.

Albert salió fúrico, como era posible que ese medico no diera un diagnóstico bien fundamentado, ¿Qué se creía?, ¿tal vez sí? ¿talvez no? ¿dos meses? Qué diablos había sido toda esa verborrea, ellos eran médicos, era evidente que quería una opinión profesional de ese "cardiólogo".

Llamo a la doctora Sanders la cardióloga del hospital Santa Juana.

-Melanie ¿Cómo estás?

-Doctor Andrew, ¿Qué puedo hacer por ti?

Albert le conto todo a la doctora Sanders, ella le pidió que le enviara todos los análisis y exámenes de su padre, pero necesitaba verlo personalmente para diagnosticarlo. Llego a casa de sus padres.

-Papá he hablado con el medico y considero que necesitamos una segunda opinión, en el hospital donde trabajo tenemos a la mejor cardióloga del país, le hable de tu caso y quiere verte, ¿Qué opinas?

Los padres de Albert se voltearon a ver y aceptaron, pero había un problema, ¿quién atendería sus negocios mientras no estaba?, citarían a reunión mañana temprano para solucionar ese gran problema.

Mas tarde hablaban por video llamada Albert y Candy, ella ya estaba en el departamento y Albert le daba todos los detalles.

-Desearía estar contigo amor apoyándote.

-Ya lo haces cariño, descansa que mañana tienes guardia, te amo, se despidieron. Por la mañana la tía Elroy y George se conectaban por video llamada con William y Albert.

-William ahora es prioridad que te atiendas, yo atenderé los negocios desde aquí y George puede hacerse cargo allá.

-Señora Elroy estoy de acuerdo solo que no tengo poder legal para ejercer todas las funciones, los únicos que tienen son Albert y William. Eso dejaba pensando al rubio, no había opción tenia que quedarse hasta que todos los poderes estuvieran firmados y presentados ante los abogados.

- ¿Cuánto tiempo tomara autorizar ese poder legal George?

-De quince a treinta días. Albert se presionó el puente de la nariz, era demasiado tiempo para estar lejos de Candy y al pendiente del avance medico de su padre, pero no había muchas opciones.

-Esta bien, llevare a mi papa a Chicago y hablare con la cardióloga, tomaremos decisiones y después de eso regresare a apoyar a George con los negocios hasta que llegue ese poder legal, ¿de acuerdo?

William no sabia que decir, Albert estaba tomando el mando de la empresa y de su salud con mucha madurez, era increíble, se sentía orgulloso de su hijo.

Mientras tanto en el hospital Santa Juana, el doctor Leonard se enteraba de lo sucedido en el cuarto de descanso.

-Cite inmediatamente al doctor Granchester, quiero escuchar lo que tiene que decir, le decía a la doctora Grace.

Terry entro a la oficina del director, -Doctor Leonard yo no tuve nada que ver en lo sucedido con la doctora Leagan.

-Lo imagino, ya hemos tenido incidentes antes con ella, pero tengo que amonestarlo, porque si los informes que me han reportado son correctos, usted estaba disfrutando al igual que la doctora lo ocurrido, los sonidos por toda la sala llego hasta las enfermeras…

-Pero doctor yo estaba dormido y pensé que era un sueño, muy vivido, por cierto, pero al final sueño.

-Eso no lo puedo comprobar, pero le quitaremos tres días de salario y no podrá asistir al congreso de neurología.

Terry odiaba esos congresos, y tres días de salario no eran nada, sonrió para sus adentros, -Esta bien doctor, no tengo nada más que hacer entonces.

-Bien vaya a su área de trabajo y necesito que sea buen maestro con la doctora Luz, es indispensable que este preparada para los exámenes y como va, no creo que los pase.

Terry asintió y se fue, parecía que no había sido tan malo después de todo. La siguiente en enfrentar era la doctora Leagan, entro al privado y se sentó, estaba bastante nerviosa.

-Doctora Leagan dígame que fue lo que hizo.

-Doctor yo no se que me paso, lo siento, no puedo decir nada más.

-Bien eso había escuchado, es una verdadera lástima que usted se haya comportado de la manera que lo hizo, he llamado a nuestro hospital hermano, San Joseph y la han aceptado como médico suplente, usted será transferida, no podrá regresar a este hospital, lo lamento doctora, pero no es nada ético querer seducir a un medico mientras duerme, y peor aún que se haya equivocado de doctor, porque usted y yo sabemos que al que buscaba era al doctor Andrew, entonces ¿acepta?

Eliza lo analizo, no tenía otra opción, de hecho, había imaginado que la liquidarían sin carta de recomendación, era una lastima las consecuencias de sus actos.

-Creo que no tengo otra opción doctor, si me iré, sepa que estoy muy arrepentida por lo que paso, lo lamento mucho.

-Puede recoger sus cosas y mañana presentarse en su nuevo puesto, hasta luego.

Eliza se levanto y salió, -Grace asegúrate por favor que salga de aquí, avisa a los guardias que ya no trabaja en este lugar, el hospital es demasiado grande y no quiero sorpresas.

La doctora Grace asintió y se fue. Gracias al cielo esa loca era historia en el hospital.

Por otro lado, Candy estaba muy nerviosa en el aeropuerto, Albert y sus padres llegaban esa noche, ¿Qué pensarían ellos de ella?