Capítulo 25

Los días pasaron, Pauna y William fueron al hospital para seguir el protocolo de los análisis que pidió la doctora Sanders, decidieron ir a ver la propiedad en Lakewood, la madre de Albert quedo encantada con la idea de regresar ahí, hacia muchos años que se habían ido a Vancouver por la muerte de su pequeña hija, llegaban a la propiedad y quedaron gratamente impresionados, los jardines estaban muy bien cuidados, había cultivos a lado de la propiedad, unos cachorros salieron al encuentro de ellos, Tom andaba en la camioneta supervisando las cercas que estuvieran en buenas condiciones y la tía Lane estaba en la casa platicando con la nueva cocinera y la mucama que acababan de contratar recientemente, Albert les había llamado informándoles que sus padres irían a ver la propiedad, dentro de la vivienda estaba todo muy cambiado, cortinas nuevas, pintura, pisos, pasamanos, todo se veía muy limpio y cuidado, era una belleza de hogar, la tía Lane escucho que los perros ladraban por la llegada de un vehículo, vio que era muy lujoso y supo que los padres de Albert habían llegado.

-Buenas tardes señores, soy Lane mucho gusto y bienvenidos.

-Buenas tardes Lane, soy William y mi esposa Pauna, que maravilla han hecho en esta casa, se ve esplendida…

La madre de Albert saludaba de beso a la tía, -Me encanta conocerte Lane, ¡Candy me ha hablado mucho de ti!

-Un gusto conocerla señora, si mi Candy a todos le platica de su pequeña familia, es una ternura esa niña…

-Por favor Lane llámame Pauna, porque creo que nuestros muchachos nos harán emparentar en algún momento, vamos muéstrame que han hecho por aquí… decía Pauna encantada por todo el trabajo que se había hecho, se sentía como un verdadero hogar.

Platicaron un largo rato, y se sentaron a comer, la tía Lane estaba enterada del estado de salud de William y prepararon platillos aptos para su dieta, Albert les había dado todos los detalles, Pauna y William quedaron ampliamente complacidos, Lane era una joya de administradora del hogar, al siguiente día Tom llevo a William a recorrer la propiedad por fuera y a ver los sembradíos, los animales, todo parecía tener vida, William quedo muy complacido en las condiciones que se encontraba todo.

La tía Lane y Pauna platicaban de todo un poco, esas dos mujeres parecían comadres juntas, William estaba seguro que su mujer no se aburriría, la tía Lane podría convertirse en su amiga, la vida ahí seria perfecta para su estado de salud, regresaron dos días después a Chicago, la operación estaba programada para el lunes, el traslado de William a Lakewood ya estaba programado por el hospital, lo llevarían en helicóptero a su nuevo hogar.

Mientras tanto en Chicago un medico pediatra del hospital hermano San Joseph llegaba para cubrir al doctor Andrew, El doctor Leonard mando llamar a Candy para presentarle a su nuevo jefe, el doctor Brown estaba de espaldas sentado frente a la mesa de la sala de juntas.

-Doctora White por favor pase y tome asiento, decía el doctor Leonard señalando la silla junto a él, -Le presento al doctor Brown el viene llegando de Italia, reemplazara temporalmente al doctor Andrew, espero puedan trabajar en equipo, ya le hablé de usted a su nuevo jefe.

Anthony se pasaba la mano por los labios en señal de analizar a la doctora White, al fin se decidió a hablar, Candy lo miraba extrañada, se parecía mucho a … no pero como era posible pensaba ella para sí misma.

-Doctora White, me encantara trabajar con usted, le agradeceré que me dé una orientación, el hospital San Joseph me acaba de contratar y no conozco nada, decía Anthony levantándose de su silla, se despidieron y salieron, Candy entendía que debía de darle el tour y se comportaría lo mas profesional posible pero como era posible que fuera tan parecido a Albert…

-Bien doctor, el laboratorio esta por acá, saliendo de ahí lo llevo a urgencias, después a la sala de espera, cafetería, quirófanos y al final a la sala de pediatría que sería su lugar de trabajo, el privado de Albert, Anthony iba callado todo el tiempo, a decir verdad, esa doctora era una preciosidad, ¿dónde había estado todo este tiempo? La analizaba, era realmente hermosa, ¿Qué habría debajo de ese uniforme? Sería interesante conocerla. Él había vivido en Italia los últimos 10 años, pero no siempre había residido ahí, su madre y el se mudaron de Chicago cuando su padre había enfermado gravemente de Cáncer, la tecnología medica de aquel lado del mundo era mas novedosa y por lo tanto la probabilidad que te tuviera una buena calidad de vida era mayor, pero tristemente la enfermedad ya estaba muy avanzada y al termino de 6 meses murió, el mostro inclinaciones de estudiar medicina y decidieron que residirían allá permanentemente, Anthony quería regresar a su ciudad natal, su madre no quiso quedarse sola en Italia y termino siguiendo a su hijo también, su tía Elroy la recibiría en su casa mientras se establecían de nuevo en Chicago.

Las enfermeras estaban impresionadas con el doctor Brown, era guapo y amable, ya verían como se desarrollaba los siguientes días, usualmente siempre se muestran amables y después sacan las uñas, decían las enfermeras entre ellas.

-Doctora cuénteme de nuestros pacientes por favor.

Pasaban haciendo visita y Candy le hablaba de cada niño, le daba los generales y los tratamientos que tenia cada uno, eran 4 niños que había ingresado Candy.

-Doctora ¿Quién fue el que receto los tratamientos? ¿El pediatra antes de irse?

-No doctor, los cuatro pacientes que tenemos ahorita son los que yo recibí, yo les diagnostiqué, contestaba Candy segura de su trabajo.

-Pues ha hecho muy bien doctora, están muy bien diagnosticados, bien vamos a urgencias, por ahorita aquí nadie nos necesita, decía Anthony notando que no lo requerían mucho, la doctora White estaba capacitada para cubrir al médico responsable.

En cuanto llegaban a urgencias atendían a una familia que había tenido un choque, eran los dos padres y dos pequeños, Anthony notaba que uno de los niños que iba en las camilla no tenia pulso, preguntaba a los socorristas…

- ¿Hace cuanto que no tiene pulso?

-Hace un minuto doctor, mientras lo bajábamos de la ambulancia.

Anthony brincaba arriba de la camilla y se subía en las piernas del niño, parecía de aproximadamente 10 años, mientras tanto Candy atendía a su hermanito, él había sido el menos afectado, el sí llevaba el cinturón, pero su hermano mayor no.

Anthony efectuaba las maniobras de resucitación, le gritaba a Candy que la necesitaba.

-Doctora ayúdeme, dele respiración de boca a boca mientras yo doy el masaje al pecho, decía Anthony con urgencia.

Candy se apresuraba y hacia lo que el doctor Brown le decía, él contaba y le daba la orden a Candy de darle la respiración, Anthony no se rendiría, a la séptima maniobra el niño tocio y por fin entro el aire a los pulmones, se bajo de la camilla y pidió que lo llevaran a un cubículo.

Candy verifico que el hermanito pequeño estuviera tranquilo y a salvo, una de las trabajadoras sociales ya estaba con él, el susto que paso no fue para menos, sus padres se encontraban ya consientes, pero tenían golpes por todo el cuerpo. Candy se acerco a ayudar a el doctor Brown.

Anthony checaba de pies a cabeza al chico, aparentemente tenía un brazo roto, unos cuantos hematomas, había corrido con suerte, afortunadamente pudieron resucitarlo, -¿Cuál es tu nombre?

-Soy Carlos

-Bien Carlos, dime ¿Dónde te duele? Él se quejaba de dolor en el brazo.

-Doctora, ingrese al niño, que le hagan una radiografía de las extremidades y de frente, por favor análisis de sangre de rutina por si las dudas, me llama cuando tenga los resultados, iré por un café que buena falta me hace.

-Así se hará doctor, decía Candy impresionada por la forma de trabajar de este médico.

Mas tarde Anthony regresaba a urgencias, llegaron dos niños más y los atendió, ordeno yeso a Carlos y el resto de su familia ya era dada de alta con collarines, por ese día su labor había terminado.

-Doctora ¿qué le parece tomar un trago conmigo?

-Me parece que no doctor, lo siento hoy tengo guardia, que descanse, lo veo pasado mañana… decía Candy mientras lo dejaba parado en recepción.

Con un Anthony mas que interesado en esa doctora, tenia tantas preguntas para ella, ¿tendrá novio? Se iba Anthony desconcertado por no saber nada realmente de ella.

Mas tarde cuando Albert llamo a Candy ella le dio detalles de su reemplazo.

- ¿Pero, dices que se parece a mí?

-Mucho Albert, aunque tu eres mucho más sexy, decía Candy pícaramente, -se apellida Brown.

-Cuidado amor, no quiero que te enamores de él… no le agradaba eso a Albert, pero ni un poco.

-No seas celoso cariño, pronto podre verte, ¿llegas el lunes?

-Eso espero, aquí hay mucho trabajo y aunque no se mucho de este mundo tengo mucho que hacer, los permisos van en tiempo y forma, solo nos queda esperar que los autoricen.

-Espero que no sea demasiado amor, ya te extraño.

Terminaban la llamada, Candy era requerida por una enfermera, recibía un mensaje de Pauna, quería hablar con ella en su casa, quedaban de verse a las 3 de la tarde, eso le daría tiempo de dormir un poco y se encontraría con ella.

Al siguiente día en casa de Pauna…

-Pauna que gusto verte, ¿Qué tal se encuentra William?

-Bien hija todo estable, sabes he conocido a tu familia y son encantadores, seguramente Lane y yo seremos buenas amigas…

-Mi tía Lane es un amor de persona y muy profesional es su trabajo, estoy segura que se entenderán muy bien.

-Así será Candy, pero por lo que deseaba verte es porque quiero que lleves unos papeles a Albert a Vancouver, ya tengo listo tu boleto sales hoy a las 6 pm, así que ve haz tu maleta y nos vemos el lunes para la operación de William.

Candy abrió los ojos grandes, vería a su Albert mas pronto de lo que pensaba, Pauna era la mejor, pero tendría que hablar con la doctora Grace para que le diera permiso el domingo.

-Cariño sal de tus pensamientos y corre a hacer tu maleta, no creo que quieras perder el avión.

Le dio un beso en la mejilla. -Gracias Pauna te agradezco tanto…

Salía de ahí corriendo con la carpeta en mano, podría ver a su amado antes de lo que imagino…

En el aeropuerto daban la ultima llamada a Vancouver, ella abordaba el avión, después de 5 horas llegaba al aeropuerto de su destino, Pauna había pedido a su chofer pasar por ella, ahí eran las 9 de la noche.

-Bienvenida señorita, ¿a donde quiere que la lleve?

Albert le había dicho que estaría trabajando hasta tarde y quería sorprenderlo, -Llévame al corporativo por favor.

-Candy bajaba del auto al llegar al edificio, lo veía volteando hacia arriba, eran pisos y pisos de un edificio lleno de cristales, suspiro y entro al edificio, hablo con el guardia, le mostro su credencial de medico y le dijo que le habían llamado para revisar a alguien del ultimo piso, el guardia era nuevo y no conocía muy bien los protocolos y al personal, la dejo subir, iba a ciegas solo supuso que Albert estaba en el ultimo piso por lo que había platicado con el eran 40 pisos.

Al llegar al ultimo piso un hombre de traje oscuro y bigote poblado la observo y se acercó a ella.

- ¿Señorita Candy?

Ella se sobresalto y lo observo más detenidamente.

- ¿Lo conozco?

-Soy George, Albert tiene una fotografía suya en su escritorio, por eso la reconocí, supongo que viene a ver a mi muchacho.

-Mucho gusto George, extendió la mano para saludarle, -si vengo a ver a Albert, pero como podrá suponer estoy perdida.

-Sígame, le dará una excelente sorpresa, en estos días ha estado de muy mal humor…Candy se alegró, se aliso el vestido y vio su reflejo en una de las puertas, aunque acababa de bajar del avión sus risos estaban bien arreglados, le gustaba lo que veía además estaba ansiosa por verlo…

George le mostro la puerta de la oficina de Albert, ella estaba por tocar cuando escucho risas seguidas por una voz de mujer, ¿Quién diablos estaba con su novio a esas horas en la oficina?

Continuara…

Hola comadres, ahora conoceremos un poco de Anthony proximamente sabremos mas de él, ojala les guste este cap, les mando un abrazo y nos seguimos leyendo!