Capítulo 27

Albert y Candy dormían plácidamente, eran las 11 de la mañana y ellos ni ganas de levantarse después de esa noche tan agitada que habían pasado, llegando al apartamento en la madrugada no pararon ahí, abrieron una botella de champagne y hasta que le vieron fondo dejaron de beber, jugaron póker de prendas y Candy termino perdiendo, aunque pensándolo bien era la que menos ropa traía encima, terminaron en el cuarto entregándose una vez más quedándose profundamente dormidos. El primero en abrir los ojos fue Albert, hacia tiempo que no podía despertar con Candy abrazado, empezó a besar la espalda desnuda de su amada, ella solo gruñía por que quería seguir durmiendo, pero las intenciones de Albert eran otras, después de una entrega mas dormidos que despiertos, se ducharon, pidieron comida a domicilio, el trabajo de Albert fue postergado para cuando regresara de Chicago, nada era mas importante en ese momento que Candy para él. Regresaron a su hogar después de un idílico fin de semana, el lunes por la mañana estaban ya en el hospital, William era ingresado, la operación seria a las 5 pm, Candy regreso a su sala para ponerse a la orden del doctor Brown.

-Doctora dichosos los ojos que la ven, ¿de qué privilegios goza para aparecerse hasta hoy y hasta esta hora? Decía Anthony mordazmente.

-Ninguno doctor, la doctora Grace me dio permiso de llegar tarde, si tiene alguna duda de mis horarios y desempeño por favor véalo con ella. Candy giro sobre sus talones y se dirigió a los cuneros.

Anthony se sonrió por lo bajo, ¿porque no lograba intimidar a esa doctora? Ninguna le había contestado de esa forma tan altanera, pero parecía que Candy ni se preocupaba si era su jefe o no. La fue siguiendo para hacer el rondín junto con ella, debía de cambiar de táctica si es que quería tener un acercamiento con ella.

Horas más tarde un rubio texteaba - ¿Tienes tiempo de tomarte un café conmigo?

- ¿Si, nos vemos en 10?

-Perfecto…

Le aviso al doctor Brown donde estaría, decidió seguirla para tomarse un café con ella, esos ojos verdes y esas curvas, lo tenían muy interesado, pero jamás se imagino ver lo que estaba viendo.

Candy estaba saludando a un tipo de cabello rubio y ojos azules, alto, lo besaba en la boca, un dulce beso, ni por un momento imagino que se encontraría al novio de Candy en el hospital, estaba furioso por el espectáculo que daban, que nadie le llamaría la atención a la doctora White por su falta de decoro, se acerco a la mesa donde ya estaban los rubios sentados platicando tomando el café.

-Doctora White, ¿le parece muy apropiado estarse besando con este señor en frente de todo el personal?

Albert volteo a verlo, ¿Qué diablos le pasaba a ese medico? ¿Qué le hacía creer que tenía algún derecho sobre su novia? Un segundo después que lo observo bien, se dio cuenta de que el parecido con el era impresionante, un poco mas joven y de poca menor estatura, pero podrían pasar casi por la misma persona, ¿Cómo era eso posible?

-Doctor Brown, le presento a mi novio el doctor Andrew, de dijo despreocupadamente.

Y Anthony entendió todo, era al medico que reemplazaba, era pareja de ese médico, ¿pero porque era tan parecido a él?

-Mucho gusto doctor Brown, no se preocupe nuestras demostraciones de cariño todo el personal esta muy acostumbrados a verlas, además no creo que sea su asunto lo que haga mi novia en su hora de descanso, contestaba Albert con enfado en sus palabras.

-La espero en la sala doctora, quiero que vaya por unos análisis del niño de la cama 3, se dio vuelta y se fue, sin contestar media palabra, en realidad no sabia que decir, ¿novio? Que mala suerte que tuviera novio, ojalá que cambiara de opinión, aunque eso no sería nada sencillo.

-Amor ¿y ese reclamo que fue?

-No se Albert, eso fue mas que extraño, pensó para sus adentros.

Llego la hora de la operación de William, todo salió a pedir de boca, Albert estaba en la parte alta del quirófano, confiaba en Melanie, pero siempre había riesgos, cuando vio que ella dio por terminado el procedimiento le indico a el que todo había salido bien, el traslado de William fue al siguiente día, Albert se fue también a Vancouver, todo estaba controlado, los días fueron pasando la relación de Candy con el doctor Brown era cordial, pero nada más, prefirió no darle importancia al incidente en la cafetería, Candy prefería comer con Terry en el comedor que con él, la relación con Candy era sumamente profesional, y el quería saber mas de ella, ya le había llevado algunas cosas para hacer la paz, Candy se lo agradecía pero no veía ningún cambio, ella no lo perseguía como las enfermeras, se mostraba encantador y el tiempo se le terminaba, Candy hacia mas horas que las que le correspondía, sabia que si adelantaba todo ese trabajo cuando regresara Albert podría pasar tiempo con él.

- ¿Terry vamos por un café? Decía Candy mientras asomaba la cabeza en el privado de su amigo.

-Pecas ya te habías tardado, si vamos.

Llegando a la cafetería se sentaron como todos los días…

-A ver Candy ahora si cuéntame como te va con tu doctor Brown, preguntaba en tono de broma.

-No es "mi" doctor Brown, simplemente es el doctor titular de mi área…

-Yo creo que le gustas mi querida amiga…

-No yo creo, nuestra relación no puede ir más allá de lo profesional, la verdad estoy deseando que regrese Albert a tomar su lugar, no dudo que sea brillante, pero simplemente él y yo no hacemos clic.

-Créeme cuando te digo que le gustas, soy hombre y entiendo de esas cosas, solo que es muy tonto para saber conquistar a una mujer…

-Pues, aunque así sea no quiero que me conquiste, sabes que al que yo quiero es a Albert mi querido amigo, así que no le des más vueltas, además la doctora Luz no deja ni que te de el sol, decía Candy burlándose…

-A mi no me metas en esto, Luz y yo vamos muy bien, es preciosa y me encanta.

-Claro que te encanta, te tiene muy bien controladito mi amigo ex-don Juan…

-Con una mujer como ella como no quieres que le sea fiel, es una fiera en la cama la señorita…

Recordaba Terry como un día Luz y él se habían quedado hasta tarde viendo un caso, él la llevo a su casa, ella lo invito a tomar una copa, esa copa se convirtieron en botellas, el amaneció a su lado amarrado a la cama, las preferencias de Luz eran extravagantes, algo que él no había probado, pero que ella estaba mas que experimentada, tenia todo un cuarto dedicado a esas actividades placenteras para ambos, se entendieron a la perfección en ella encontraba a una mujer sumamente fogosa, justo lo que nunca había experimentado, ella lo dominaba la mayoría de las veces pero otras ella era dominada por él, la volvía loca esa faceta, desde ahí no la había dejado ir, ella era tierna y lo entendía, fogosa en la cama y era lo que lo tenía loco, pero era algo que tenia reservado para ellos dos, nadie podía imaginarse que debajo de esa cara de no rompo un plato, rompía la vajilla completa.

Y con las risas en el aire se fueron cada quien a su sala, el doctor Leonard le acababa de notificar al doctor Brown que el viernes próximo seria su ultimo día, Albert ya se integraría de nuevo a sus labores y ya no era necesario que siguiera ocupando, le quedaba una semana de estar con Candy en el hospital, estaba decidido en hacerle entender sus intenciones con ella, pero ella no le permitía acercarse, y parecía casada con el hospital, no salía a ningún lugar, hacia y hacia horas, a ese ritmo terminaría la residencia en menos de un año.

Albert ya preparaba todo para su regreso, quería pasar con su novia unos días solitos por ahí, la había extrañado y después de la operación de su padre no la había visto en tres semanas, el le quería dar la sorpresa.

Anthony estaba que no lo calentaba ni el sol, pero ese día era su día, el martes decidió que le diría a Candy que le gustaba y que quería iniciar algo con ella, la esperaría si lo que quería era dejar a su novio, todo podría hacerlo por teléfono, era suficiente para terminar con él, si su plan estaba listo.

Llego al hospital e hicieron la ronda como todos los días, Candy llego a la recepción cuando un mensajero entrego un enorme ramo de rosas rojas, Candy lo recibió encantada, la mirada de Anthony estaba sobre ella, complacido por la reacción de ella, Candy se las llevo y las puso en agua, las volvió a poner en la recepción para que todo mundo viera lo que su novio le había enviado, pero Candy siendo tan despistada no leyó la tarjeta, dio por sentado que su novio se las había enviado. Anthony la mando llamar a su privado.

-Candy me da gusto que te haya gustado el arreglo de flores que te envié…

Candy palideció, -Pensé que fue mi novio que me las había enviado…

-Yo acepto ser tu novio Candy…

- ¿Qué? No claro que no me refería a eso, yo tengo novio y usted lo sabe…

-El doctor Andrew, no me hagas reír preciosa, el debe de estarlo pasando divinamente en Canadá con una linda rubia, Candy yo te pido que seas mi novia, tú me gustas…

Ella tomo el pomo de la puerta y salió, sonrojada sin poder sacar palabra de su boca, Anthony no se iba a rendir tan pronto, quería una respuesta y la quería ya.

- ¿Candy que me contestas? Decía Anthony con los ojos bien abiertos, expectantes de lo que pudiera decirle ella, pero Candy no podía decir nada, el aire de sus pulmones se había ido, lo veía con incredulidad, ¿Cómo podía suponer que Albert tenia a otra? ¿acaso lo conocía?

Tomo a Candy por los hombros y la beso, la beso y ella no se movió, pero unos ojos azules veían todo lo que pasaba desde el ascensor, ella no hacía nada por quitárselo de encima, Albert pico el botón y cerró la puerta, se fue, triste, sin esperanza, decepcionado una vez más, la maldita distancia pensó, la distancia era su peor enemiga, como pudo pensar que con Candy todo sería diferente.

Candy un segundo después reacciono, abofeteo a Anthony, no lo esperaba, pensó que ella lo estaba disfrutando también, pero parecía que no había sido así.

- ¡Nunca doctor Brown, nunca me vuelta a tocar, jamás seré su novia, yo tengo mi novio, como se atreve a besarme! ¡No me interesa, jamás le he dado motivos para pensar que yo estaba interesada en usted! Decía Candy furiosa, se dio la vuelta y se fue corriendo para buscar a Terry, quería desahogarse con su amigo, llego corriendo a su privado y se encerró ahí, le mando un texto y en minutos llego y la vio seria, sin expresión en su escritorio.

-Pero ¿Qué te pasa pecosa?

-Terry puedes creer que me beso el muy imbécil, decía Candy sin terminar de explicarse, levantándose de la silla caminando por todo el lugar.

-Candy puedes decirme por favor ¿qué diablos te pasa? ¿Quién te beso?

-Brown, Anthony, el doctor Brown, pero ¿Cómo se le ocurre?!

-Te lo había dicho pecas, ¡el esta interesado en ti!, ¡tú eras la única que no lo quería ver!

-Pero yo nunca le di motivos Terry, tu me conoces y sabes que jamás lo haría, llego un ramo de flores y pensé estúpidamente que había sido de Albert, no leí, la tarjeta, eran de Anthony no de Albert y yo me confundí, todo por no leer, ¡que ingenua fui!

-Ven vamos a partirle la cara al muy imbécil, no puede andar besando doctoras por ahí… decía Terry enojado por el estado en que había dejado a Candy.

-Olvídalo Terry, solo iré por mis cosas, tengo que irme a mi casa, no puedo seguir trabajando así.

-Candy es mejor que te vayas, he escuchado que el viernes es el ultimo día de Brown aquí en el hospital, no te preocupes no tendrás que seguirlo viendo mucho.

Candy le mando un mensaje a una de las enfermeras de la sala, ella le llevo sus cosas y hablo con la doctora Grace, ella la envió a descansar, se la pasaba prácticamente en el hospital así que había acumulado muchas horas, no haría falta por el resto de la semana si ella así lo quería, Candy se fue al departamento, mientras tanto Albert iba de camino a Lakewood, como el corazón roto, le mando un mensaje a Candy, no tenía humor para escucharla ni para nada.

-Te doy tu libertad, si quieres estar con Brown adelante, yo no me opondré jamás a tu felicidad, no me busques, da esta relación por terminada, no tienes que decirme nada, con lo que vi fue mas que suficiente…

Candy leyó y leyó el mensaje, estaba impactada, ¿de que diablos hablaba? ¿Estar con el doctor Brown? ¿con lo que vi? Con la angustia hablo a la sala, le contesto una de las enfermeras, -Lucy ¿ha ido el doctor Andrew hoy al hospital?

-Si doctora White, vino hace dos horas, lo vimos subiendo al ascensor, pero extrañamente se fue después de unos minutos.

Agradeció y colgó, él lo había visto todo, pero ¿Por qué se fue? ¿acaso no vio como cacheteo a Anthony por su osadía? Le dolía ya la cabeza de tanto pensar, pero ahora tenía que averiguar dónde estaba, le marco muchas veces a su teléfono, estaba apagado, tenia que hacer algo para localizarlo, se estaría imaginando lo peor…

Hola chicas, he tenido problemas con mi internet, mañana estare subiendo la siguiente actualizacion, un abrazo y las quiero un chorro! gracias por acompañarme en mis sueños realizados por medio de esta historia!