03
Los días pasaron como todos por igual, él no sentía nada de nada. Solo quiere irse de ahí ahora que ya había resuelto esa situación podía irse de la aldea sin ningún remordimiento de la aldea y sin ninguna atadura que le impidiera seguir con su viaje, solo había un pequeño problema.
—Sasuke—grito una mujer desde su espalda—Sabes de sobra que soy abogada no Shinobi y la verdad no sé vivir en el bosque.
La abogada que se la había prendido como garrapata. Sasuke detuvo la marcha para verla con fastidio.
—No te estoy pidiendo que vengas—susurró muy tranquilo mientras pasaba las grandes puertas de Konoha.
Mientras seguía caminando, intentaba ignorarla.
—No te entiendo –murmuró la mujer.
Sasuke no contesto y siguió caminando como si no estuviera ella allí. Ella se tuvo que quitar los tacones y correr con los pies descalzos lo más rápido que sus pies se lo permitían y lo alcanzó.
—¿No pensarás en dejarme aquí? —le pregunto tomando a Sasuke del brazo, luego subió con sus dedos hasta llegar a su cuello— recuerda que dejamos algo pendiente —susurro intentando besarlo, pero él se separó con una mueca de disgusto.
—No tengo nada pendiente contigo—dijo fríamente.
Ella cruzo los brazos por debajo de sus pechos y haciendo que estos se levantarán. Era algo que hacía para que los hombres perdieran el hilo de sus pensamientos, pero Sasuke jamás bajo los ojos.
—Por mi eres libre. Normalmente los trámites llevan varios meses, pero soy muy buena abogada.
Dijo intentando acercarse nuevamente con movimientos sugerentes, pero nuevamente Sasuke la ignoró.
—No me quieras ver la cara de estúpido, sé que los trámites son más rápidos cuando no hay una custodia de por medio. Además, te pague muy bien por ello.
—Puede ser, pero yo pensé que podíamos... Que te quedarías más tiempo conmigo.
Sasuke detuvo su caminar y la volteó a verla con indiferencia.
—¿Que te hace pensar que me quedaría contigo solo porque ya no estoy casado?
La mujer se acercó más a Sasuke y mordió discretamente el lóbulo de su oreja.
—Yo te puedo dar lo que no de daba ella—murmuro en su oído.
—Creo que estás confundiendo las razones por las que la deje, pero no tengo porque darte explicaciones.
Sasuke el tomo de los hombros y la retiró de su cuerpo con mucha más fuerza de la que utilizaría con una mujer.
—¡Eres un fiasco! –exclamó la mujer con indignación
Sasuke no protesto y empezó a caminar
—¡Sasuke! —grito con desesperación, pero ni aún así logro que él se detuviera —Eres un maldito hombre sin corazón.
—Eso lo debiste suponer
—¿Porque?
—Por que fui capas de dejar a la mujer que juré amar y a nuestra hija.
La mujer se dejó caer de rodillas con lágrimas en los ojos. Había sido engañada de la peor manera. Él había tomado lo que el quiso de ella y luego la había botado como si fuera solo un objeto, tal y como había echo sin mirar a tras con su propia familia...
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Los días después de que Sarada fue dada de alta fueron más tranquilos, no había presentado más complicaciones en su salud por lo que podía quedarse más tranquila, pero había algo que no la tenía tan tranquila y eso era que hoy era la salida con el médico.
Estaba nerviosa, súper nerviosa que no sabía cómo actuar, no había tenido una cita en mucho tiempo por lo que no sabía lo que debía hacer ni siquiera sabía cómo vestirse apenas había tenido tiempo con todo del tratamiento de Sarada y la mudanza del departamento apenas había podido dormir decentemente. Se había mudado a una pequeña casita cerca de una zona llena de árboles, con un jardín con flores, unas lindas habitaciones, una de huéspedes, otra para ella y otra para la pequeña Sarada, una sala de estar, un pequeño comedor y dos baños, definitivamente había hecho una buena elección para comenzar su nueva vida y su bella bebé estaba más tranquila y Feliz.
― ¡Estoy tan nerviosa, no tengo idea de que ponerme!
Su mejor amiga Ino estaba en su habitación ayudando a su mejor amiga a escoger algo para su salida con el guapo doctor.
― ¿Podrías vestirte casual para un café? –sugirió ella.
Sakura dejó de buscar en el closet y agachó la mirada sonrojada.
―Me dijo que había tenido unas complicaciones en el hospital y que por eso era más conveniente que tuviéramos una cena.
― ¿Será un lugar casual?
Sakura negó, ella solo murmuró.
―Iremos al Konoha Prince…
Ino parpadeó unos segundos para luego lanzar aun grito de emoción que Sakura calló inmediatamente para que no despertara a Sarada.
―Cállate puerca –le replicó.
―Frentesota, un bombón de doctor te invitó al restaurante más exclusivo de toda la aldea y no quieres que me emocione.
―Estoy muy nerviosa, no sé cómo actuar en una situación así, nunca he tenido una cita formal y tengo miedo de hacer algo estúpido.
Ino se levantó y la abrazó.
―Saldrá todo bien.
Ambas habían estado buscando un atuendo adecuado para la cita, una vez vestida y maquillada, solo bastaba esperar la hora de la cita. Con un bello vestido rojo que le llegaba casi a los tobillos con un escote de corazón y el cabello recogido en un bello moño.
―Estas realmente preciosa Sakura.
Sakura se sentía un tanto insegura por eso, pero si Ino lo decía es porque debía ser verdad. Estaba un poco nerviosa por todo esto, Sakura estaba dándole a Ino sus instrucciones de cómo cuidar a Sarada.
―A Sarada normalmente le gusta la papilla de manzana, pero si favorita es la de zanahoria, después de cenar dale un baño caliente y darle su osito de peluche, no se duerme sin él.
―De acuerdo, no te preocupes.
En eso se escuchó el sonido del timbre, eso hizo que Sakura sintiera que su estómago se encogía de los nervios. Abrió la puerta muerta de nervios, se quedó maravillada al ver a Kiyoshi con una rosa roja.
―Estas preciosa –le susurró.
Sakura se sonrojó.
― ¿Nos vamos? –preguntó.
―Vete tranquila Sakura, nosotras estaremos bien.
Sarada solo agitó su manita en son de despedida, Sakura le correspondió el gesto y se fue con el apuesto doctor.
La noticia del divorcio se esparció como pólvora en poco tiempo, su vida estaba en boca de todos en la aldea, las mujeres estaban emocionadas porque Sasuke era soltero, pero otras sentían lastima por ella porque ese amor jamás se correspondió y que esperó en vano y otras enojadas de porque el desvergonzado solo la dejó tirada con una hija, los hombres sin embargo estaban extasiados de que la bellísima doctora estuviera soltera, la veían más que todo como un trofeo que ahora podrían ganar ya que ella reconocida como la alumna de la Quinta Hokage y heroína de guerra, mientras que otros hombres pensaban que Sasuke era un idiota.
Cuando llegaron al restaurante todos se les quedaron viendo, cosa que la ponía incómoda y estaba segura de que si no estuviera sujeta por Kiyoshi se desmayaría por completo.
Fueron a la mesa con la vista más bonita del lugar y la luz tenue junto con la bella música le daba un aire muy especial a la velada. Kiyoshi fue muy caballeroso y le cedió la silla para que se sentara.
—Gracias por aceptarme una cena y no solo un café –habló con una sonrisa.
—No tienes nada que agradecer, al contrario, me siento muy a gusto contigo.
Ambos pasaron una velada fantástica, casi como sacada de un cuento de hadas.
―Dime algo Kiyoshi, ¿Qué harás cuando termines tu pasantía aquí en la aldea?
―Estaba pensando en irme a otra aldea o podría quedarme aquí.
―No creas que es por persuadirte, pero me gustaría que te quedaras, tus habilidades serían necesarias en Konoha.
―Tú no necesitas persuadirme Sakura, de hecho, es lo que más estoy considerando.
Sakura sentía que las cosas estaban saliendo mejor de lo que esperaba, se sentía rara por todo eso. Sasuke nunca se había portado así de tierno con ella una parte de ella sentía que era porque no la amaba realmente y solo la estaba utilizando para renacer su clan, mientras la otra parte le decía que era por su forma de ser y que no podía esperar mucho, pero se sentía realmente muy cómoda con todas esas atenciones, en eso se comenzó a escuchar una muy bella melodía. Kiyoshi se levantó de la mesa y caminó a ella con la mano extendida.
― ¿Me concede esta pieza señorita?
Sakura un poco sonrojada la acepto y Kiyose la guio a bailar en el centro de la pista donde otros estaban bailando.
―Te noto nerviosa.
―Lo que pasa es que tengo dos pies izquierdos.
―Para mí tú bailas divinamente.
Y pasaron el resto de la velada bailando hasta que llegó la desafortunada hora de volver a casa, el camino fue algo silencioso y comenzó a hacer frío Kiyoshi le pasó su chaqueta hasta llegar a la puerta de su hogar.
—Espero que tengas una bonita noche Sakura—le dijo Kiyoshi besando su mano y poniendo muy nerviosa a Sakura.
—Quiero agradecerte, me la he pasado muy bien.
Kiyoshi sonrió mientras Sakura pensaba que el era realmente guapo y amable pero su corazón no lo veía de esa forma. Aunque quisiera verlo de otra manera aún que sea por una sola vez en su vida. Por una maldita vez quería creer que dentro de su corazón podría haber alguien más además de Sasuke.
—Nos vemos mañana
Sakura asíntio mientras entraba a su departamento. No había caminado dos pasos cuando sus piernas flaquearon y se deslizó hasta quedar sentada. Sasuke jamás había sido tan tierno y jamás la había invitado a cenar.
Las lágrimas empezaron a rodar delicadamente por su rostro mientras desde la cocina aparecía su mejor amiga con Sarada en los brazos.
—¡Sakura! —grito dejando a Sarada en su corralito.
—No pasa nada –dijo limpiándose las lágrimas con delicadeza.
—Pero si estás llorando. No me digas que trato de sobrepasarse contigo.
Sakura negó con la cabeza.
—Fue una noche perfecta y él es un hombre decente.
Ino se acercó y acarició su cabello con ternura. Nunca había visto a Sakura tan confundida y era normal después de salir de un divorcio.
—¿Entonces por qué lloras? —le pregunto.
—Estoy sintiendo cosas que no había sentido antes, no le había dado importancia a los detalles, pero hoy él fue tan detallista y tan tierno que me sentí rara y tan deseada porque todo eso lo hizo por mí.
Ino la tomó de los hombros y la miro a los ojos.
―Ese hombre es un encantó, pero no debes apresurar las cosas, tómatelo con calma. Algún día quizá lo logres sacar de tu corazón y volver a permitirte amar. Por el momento solo disfruta que aún eres joven y se que el famosísimo doctor Kiyoshi estará encantado de mostrarte el camino.
Sakura abrazo a Ino y pensó que ella tenía razón. Solo debería dejarle al tiempo decidir y disfrutar de la compañía de Kiyoshi.
—Me tengo que ir, Sai debe estar loco que no regreso.
Sakura sintió
—¡Gracias a ti por cuidar a Sarada!
Ino tomo a Inojin del corral y lo trato de colgar en su cintura. Ese niño cada día pesaba más y se había más grande.
—No tienes nada que agradecer, Inojin se la ha pasado muy bien.
Sakura se despidió de su amiga y luego llevo a Sarada a su cuna. Luego decidió por fin irse a la cama y después de tantas noches de no llorar, esa noche las lágrimas volvieron a caer, pero con menos fuerza esta vez por la confusión y no por el dolor. Sasuke había sido su único amor todo este tiempo y ahora era difícil dejarlo atrás completamente.
Esa noche no pudo dormir y el día siguiente no pudo ocultar las grandes ojeras que se le habían creado bajo los ojos.
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El pelinegro después de estar varios días fuera pensó que sería bueno pasar a comer y tomar algo en una cafetería muy cerca de Konoha. Pensó que sería un lugar poco transitado, pero desde que abrió la puerta se dio cuenta que se había equivocado. El lugar estaba hasta las cachas y se repartía sake sin medida hasta el punto que había varios ya borrachos.
Se ajustó la capa y trato de esconder su rostro en los largos mechones de su cabello. Decidió sentarse en una de las mesas más alejadas, pero no se percató que un equipo de ninjas médicos que habían atendido un caso extraño de robo de chackra estaba sentado muy cerca de el. Ellos hablaban bastante alto y eso quizá se debía a la cantidad de Sake que habían ingerido.
Sasuke chasqueo la lengua con impaciencia y prefirió cambiar de mesa, pero cuando estaba a punto de hacerlo. Una de la meseras le colocó la comida frente a el y le sugirió que se quedará porque el lugar estaba lleno. No pudo evitar suspirar cansado, necesitaba sobremanera reponer sus fuerzas y no podía esperar a que otra mesa se desocupara solo porque tuvo la mala suerte de sentarse a la par de ellos.
Le molestaba escucharlos, pero su conversación parecía importante tanto que ellos parecían quejarse hasta martillar con el puño la mesa. No parecían muy contentos pues había un grupo de médicos recién transferidos desde la arena y otras aldeas que los estaban sobrepasado en conocimientos y parecía que había congeniado muy bien con los de más alto cargo en el hospital.
—No solo han venido a tomar nuestro puesto si no que además se creen superiores a nosotros.
Uno de ellos se levantó y tiró sin querer al suelo la botella de Sake.
—Deberíamos hacerles un complot para que los echarán.
—No creo que sea conveniente.
—Ellos no han robado la confianza de las personas y crees que no es conveniente.
—Yo solo digo que podríamos meternos en problemas ya saben que el doctor Kiyoshi es muy cercano a la Doctora Haruno.
Al principio Sasuke no le dio importancia a su comentario por qué estaba acostumbrado que a Sakura se le refiriera con el apellido Uchiha.
—¿Crees que sea una manera de acceder?
—No lo creo.
Uno de ellos trato de susurrar algo para que no lo escucharán, pero a consecuencia de la bebida no pudo hacerlo.
—Yo no creo que cercano sea la palabra adecuada.
Uno de ellos pareció impresionado.
—Crees que ellos dos tienen algo más, tan rápido.
—No me sorprende que una mujer recién divorciada busque otro hombre.
Uno de ellos se levantó molesto y lo tomo de camisa con fuerza.
—No vuelvas a insinuar algo sobre la doctora Sakura. Ella no necesita de nadie para ser lo que es y si se divorcio fue porque el Uchiha jamás la amo.
Sasuke en este momento no podía creer lo que estaba escuchando. No podía ser que estuvieran hablando de Sakura y menos ella siendo tan fiel a su amor. El amor que sentía por él.
El ninja médico que estaba apresado por las manos de su colega no pudo evitar reírse.
—No me digas que estás enamorado—ironizo—Déjame decirte que se te adelantaron.
—No me interesa la Doctora Haruno de la manera que crees, ella solo es mi amiga, además de que le tengo respeto y no voy a permitir que la difames de esa manera.
El levanto las manos.
—Tranquilo amigo, solo digo que quizá el Doctor Takahashi no piense lo mismo.
Una de las ninjas médico que estaba escuchando desde la mesa quiso agregar algo a la conversación.
—Ustedes están atrasados de ifromacion. No solo parecen congeniar en la medicina, yo creo que las cosas se van a poner serias y muy posiblemente el termine siendo el nuevo marido de la doctora.
Uno de ellos negó con la cabeza mientras que los otros parecían impresionados y decepcionados.
—¡Estás exagerando!
—No lo creo –dijo la doctora con una sonrisa burlona.
—¿Por qué lo dices? –dijo el médico que había hablado antes.
—Se supone que eres su amigo y no lo sabes. Eres patético.
—No empieces, solo habla.
—Un pajarito me dijo que hace unos días fueron a cenar juntos y el término acompañándola a su apartamento. No sé si habrán dormido juntos, pero la Doctora Haruno llegó con unas grandes ojeras el día siguiente.
Un crujido bastante fuerte retumbó y todos voltearon. Un hombre desde la sombra parecía haber quebrado la botella de Sake aún llena. No sabía que desde las sombras Sasuke Uchiha escuchaba la conversación sin poder dar creído que Sakura durmiera con otro hombre. No tenía derecho a reclamarle, pero eso no significaba que la sangre no le quemará las venas hasta que tuvo que liberar el botón de sostenía su capa para poder respirar mejor.
Los ninjas médicos dejaron pasar el hecho, total estaban en un bar bebiendo y ese tipo de cosas podían pasar en cualquier momento. Así que simplemente le dejaron de ponerle importancia y continuaron con su conversación.
—Debes estar mintiendo.
—Lo escuché de su mejor amiga y luego la vi llegar toda desvelada. Solo es de unir los cables y estoy segura que se vuelve una bomba...
―Pues estoy más que seguro que solo se tratan de rumores.
―Por Dios, la doctora es hermosa y el doctor es un bombón, ambos son solteros y la pequeña Sarada deberá tener una figura paterna.
―Es cierto, escuché que él cobarde de su exesposo solo la dejó así sin más con la niña en la aldea.
―Por eso digo que solo es de unir cables y ver la hermosa química que ambos tienen entre sí para saber que algo más puede salir de todo esto, solo hay que darle tiempo al tiempo.
Uno de los borrachos decidió hablar.
―Pues semejante idiota que es Sasuke Uchiha, con una mujer así yo no la dejaría ni salir a la esquina para que ningún hombre me la robara, pero este se largó y la dejó en bandeja de plata para cualquier buitre.
―Por eso digo que hay hombres que pueden ser unos completos idiotas.
Sasuke desde las sombras tenía en Sharingan activo y un aura oscura lo rodeaba mientras escuchaba como todos hablaban de lo maravilloso que era el mendigo doctor y creando teorías de cómo sería la futura boda del siglo, pero no sabía porque le afectaba, Sakura y él ya no eran nada, Sarada era lo único que los unía.
Al fin tenía lo que quería, su libertad para poder seguir expiando sus pecados así que lo que hiciera Sakura no tendría por qué afectarle.
¿Verdad?
CONTINUARÁ...
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Alguien más tiene deseos de Linchar a Sasuke? Solo yo?
Pero bueno mis amores bellos espero que les esté gustando esta bella historia.
Las ama con todo el Kokoro.
Harley Quinn
