• Haces cosas hirientes, yo sé que no es culpa mía, sin embargo yo pago por aquello •

Después del incidente del pan, Giyu decidió que a partir de ahora él iba a consultar que cosas llevar a la casa de su novia, no quería que la chica se enojara de nuevo al menos no con él.

Las clases se volvían tediosas, era el fin del semestre debido a que su carrera era una ingeniería tenía muchos trabajos con respecto a las materias de cálculo, algebra y trigonometría, uno de sus profesores era muy estricto en cuanto a sus ejercicios y hoy no fue la excepción, había pedido 90 ejercicios para ese mismo día, la cual si no entregaban no tendrían derecho a presentar el examen final.

La mayoría de los alumnos decidieron juntarse en equipos, la cual Giyu no desaprovecho, tendría que hacerlos, aunque le costara socializar, eso era evidente por que tuvo que hacer un esfuerzo sobre humano para tan siquiera acercarse a un grupo de puros hombres, las dinámicas eran que cada grupo harían 15 ejercicios, eso le ahorraría mucho tiempo al grupo. Para evitar distracciones Giyu apago su teléfono, con todo ese ajetreo se le había olvidado por completo avisarle a Shinobu, por ahora su mente estaba concentrada en terminar el trabajo de matrices.

Tardaron casi 3 horas en acabar los ejercicios, todo el grupo se sentía satisfecho, era momento de irle a entregar el trabajo al profesor, Tomioka fue uno de los últimos en entregar su trabajo, debido a que espero a que sus compañeros de equipo terminaran, justo cuando iba llegando a la entrada de la oficina del profesor, prendió su teléfono, tal sorpresa fue que llevaba muchas llamadas perdidas de Shinobu, entre ellos mensajes de sus amigos Sabito y Makomo, preguntando si estaba bien, el joven chico trató de regresar las llamadas a su novia, pero ahora no le contestaba.

Entrego su trabajo y salió corriendo rumbo a la facultad de ciencias biológicas, ahí estudiaba la chica, en cuanto llego comenzó a buscarla por todo el campus, fue hasta que la diviso en la azotea, su celular comenzó a vibrar nuevamente, un mensaje extraño alarmo al chico de ojos azules: "Si no vienes ahora, te prometo que me arrojare" eso le causo mucho pánico y miedo al chico, comenzó a correr más a prisa, en el camino iba chocando con algunos chicos. Tardo al menos unos 10 minutos en llegar, en cuanto la diviso fue hasta ella.

Shinobu estaba recargada en una pared, tenía una gaseosa en las manos, Giyu la miraba preocupado, era extraño que ella le enviara aquel mensaje tan alarmante.

– Con que, solo enviándote un mensaje así puedo saber de ti

El joven no entendía que era lo que acababa de ocurrir, a pesar de que ella esta sonriente, Giyu sabía que en realidad estaba enojada.

– ¿y bien? ¿Qué vas a decirme?

– Perdón... me quede en clases – respondió él casi en un susurro

– Tus clases terminaron hace más de dos horas – aunque tuviera el rostro con una sonrisa, por su tono de voz estaba más que fúrica

– Espera lo que tengo que decir es que, me quede haciendo un trabajo y yo...

– No quiero tus excusas – Luego de decir eso, Shinobu comenzó a caminar hasta la entrada de las escaleras

Tomioka corrió tras ella, realmente quería explicarle lo ocurrido, pero el comportamiento de la chica hacía imposible que él pudiera entablar una conversación.

– Shinobu espera...

– ¿Qué es lo que quieres?

– Perdón, no quería hacerte enojar

– pero lo hiciste

– Perdón Shinobu – Ahí estaba lo que quería oír, ahora solo faltaba el resto de la oración – ¿hay algo que pueda hacer para remediar mi error? – ¡Bingo! Ahí estaba

– No hay nada que puedas hacer TOMIOKA

– Por favor, déjame compensártelo con algo – la voz suplicante del pelinegro era algo que Shinobu adoraba oír – arreglare mi error lo prometo

– Llévame a comer

– ¿ahora?

– Si ahora, muero de hambre de tanto esperarte

– pero podías irte a comer

– ¿esa es tu excusa? ¿Acaso eres un tonto? Quedamos que iríamos a juntos a comer el día de hoy, no me digas que lo olvidaste

– Yo... lo siento, te llevare a comer

– Vaya que a veces eres un tonto

La chica comenzó a caminar cada vez más rápido, Tomioka comenzó a seguirle el paso, no era tan difícil, pero se sentía mal, no recordaba haberle dicho o prometido una comida ese día, sin embargo, quizás era cierto, él debió decirle que saldrían a comer ¿Por qué otra cosa ella estaría molesta? No estaba con sus amigos divirtiéndose, estaba en clases, intentando no reprobar el año escolar, después de todo, él no habría hecho nada malo ¿verdad? Intentar esforzarse no era nada erróneo ¿cierto? Entonces ¿Por qué ella lo hacía sentir que era su culpa?

En cuanto llegaron al pequeño local de comida, Shinobu se dirigió a una de las mesas más alejadas del establecimiento, él nunca le cuestionaba eso, solo hacia lo que ella quería, ya que siempre se hacía lo que ella quería.

Una camarera comenzó a atenderles, se sintió extraño cuando Shinobu comenzó a ordenar cosas sin considerar, pero era lo de menos, él pagaría por ellas, después de todo era su responsabilidad que Shinobu se enojara con él.

– ¿Seria todo?

– Por mi parte seria todo

– ¿y para el caballero?

– Daikon con salmón y rábano – contestaron ambos al mismo tiempo

– oh, excelente en seguida les traigo lo que ordenaron

La camarera se fue, dejando solos a los dos chicos, aunque el rostro de la chica mostrara felicidad, en el fondo seguía molesta y eso lo sabía bien.

– ¿Vez? Yo si recuerdo las cosas importantes y tú no recuerdas nada

– lo siento mucho, de verdad hoy fue un día bastante ocupado

– ¿Ocupado en qué?

– Las tareas, los profesores, las clases, las practicas... todo me mantiene ocupado

– Yo también tengo muchas responsabilidades ¿crees que la carrera de químico fármaco–bióloga es sencilla? Yo estoy hasta el tope de actividades, pero aquí me tienes, dejando a un lado mis labores para estar con mi desconsiderado novio

– enserio, yo lo lamento mucho Kocho

En cuanto llego su comida, ambos intentaron no tocar de nuevo el tema, por un lado, Giyu se sentía mal, la culpa lo estaba carcomiéndolo ¿Cómo debía actuar ante ella? Mientras tanto Shinobu se sentía complacida, de antemano sabía que Giyu terminaría pagando por la comida.

Y tal como ella esperaba, el joven azabache era el que terminó pagando por toda la comida ordenada, eso dejo satisfecha a la chica.

Ambos salieron del local, Giyu llevo a la chica a su casa, en el camino se hablaron muy poco, realmente el chico se sentía mal por hacer enojar a la joven, realmente pensaba que ella tenía mucha paciencia con él, cualquier otra chica ya se hubiera hartado de él, era afortunado de tenerla.

– Shinobu... antes de que entres, quiero disculparme porque olvide por completo que íbamos a comer

– Eso ya no importa, fuiste tú quien lo olvido, no yo

– De verdad perdóname – realmente él estaba muy arrepentido de lo sucedido

– No sigas prometiéndome cosas que no puedas cumplir, después de todo, tú eres alguien olvidadizo – aquello salió de sus labios con la esperanza de que en cierta forma dañara a Giyu... y lo hizo

– Supongo que tienes razón, debo irme a casa

Ella entro sin despedirse, Tomioka dedujo que seguía molesta por lo acontecido, no dijo nada, ya se sentía mal como para reclamar un poco de afecto, de camino a casa se preguntaba si ella tenía razón ¿acaso él era olvidadizo? Ahora que lo pensaba, nunca le había prometido salir, entonces... Negó con la cabeza, Shinobu no sería capaz de hacerle semejante chantaje emocional, ella lo amaba, aunque a veces Giyu se cuestionaba sobre eso.