Ahora tengo que declarar como siempre que los personajes no son míos, pertenecen a la autora Stephenie Meyer y la historia fue escrita por la asombrosa autora pattyrose, yo solo la traduzco.

Y como en cada una de mis traducciones, le agradezco enormemente a mi compañera de armas, mi porrista personal y querida amiga, Erica Castelo. ¡Quién diría que tus jalones de orejas seguirían después de once años! T.Q.M!


Capítulo 2 – La chica que gritó polla

Afortunadamente, el siguiente par de semanas pasa volando.

Como arquitecta junior, tengo que dedicar largas horas para demostrar mi valía en el despacho de arquitectos—aunque, como a Rose le encanta alardear, fui reclutada por la mismísima Sulpicia Volturi, la directora del Grupo Volturi. Normalmente, la doble moral que todavía existe en el entorno laboral—a pesar de lo que algunos puedan decir (ejem, hombres), me cabrea. No porque la quiera fácil, sino más bien por cómo les permiten a mis colegas varones que se salgan con la suya. Sin embargo, últimamente estoy más que bien con trabajar hasta tarde sin horas extras, con las responsabilidades cada vez mayores sin alusión a un incremento en la paga. Bajo circunstancias normales, ni siquiera habría solicitado vacaciones solo unos meses después de ser contratada.

Pero Alice, Rose y yo hemos pasado cada Navidad y Año Nuevo juntas desde que nos conocimos en nuestro primer año en la universidad de Nueva York… y necesito alejarme, incluso si son solo unos días.

Verán, él todavía me envía mensajes de texto casi todos los días. Me envía flores; rosas de tallo largo con poemas escritos a mano comparándome con su belleza; lirios blancos que usa como una analogía de la pureza de mi corazón; lilas de un púrpura encendido que equipara con la pasión con la que me anhela. Al menos, la señora Cope, mi vecina de edad avanzada, tiene algo que esperar con interés la mayoría de las tardes. Me ve a través de su mirilla antes de que siquiera toque y abre la puerta en una de sus coloridas batas y los rulos de plástico rosas, que nunca parece quitarse.

"¡Oh, mira!" Mueve ansiosamente sus manos como diciendo dame, dame. "Más flores del hombre desnudo."

"Sí, señora Cope, más flores del hombre desnudo," le digo al entregarle el elegante arreglo. También se divierte leyendo las notas que las acompañan.

"… tu cuerpo está moldeado como el tulipán más perfecto," lee, "'curvas suavemente delicadas y sublimes en mis manos, y tu polen en mi lengua es como el néctar más dulce.' Oh Dios mío," suelta una risita, "erótica lujuria disfrazada de poesía. Debes haber sido magnífica en la cama."

"Uhm…"

Ella suspira. "Recuerdo cuando solía recibir notas como esta de mis enamorados, antes de casarme con el señor Cope, que descanse en paz," sonríe con suficiencia.

"Muy bien, señora Cope. Buenas noches, y disfrútelas, digo con una sonrisa antes de volver a mi departamento.

"¡Seguro que lo haré!"

La cuestión es que, ya sea que regale las flores y las notas o no, todo eso me dificulta más el relegarlo al fondo de mi mente—lo que sospecho podría ser su objetivo. Él es mayor, inteligente y sí, como me recordaron Rose y Alice, sabe lo que está haciendo. Me exaspera que por mucho que lo quiera, él puede ser muy egoísta, que aunque todo esto es su culpa por manejar las cosas tan mal, él continúa haciendo cosas no del todo bien.

Y sin embargo, no puedo negar que su constancia… me halaga, me hace sentir especial el saber que un hombre tan sofisticado y gallardo no deja de pensar en mí, un hombre que puede tener cualquier mujer que desee. Recuerdo lo miserable y culpable que se veía cuando me contó sobre su matrimonio muerto, lo perdido y atrapado que parecía.

Más que nada… pienso en cómo me miraba, como si fuera su única esperanza para alcanzar felicidad. Es algo casi imposible, y es lo que me mantiene despierta por la noche. ¿Puedo ser yo su felices para siempre? ¿Quiero ser el felices para siempre de un hombre que guarda semejantes secretos? ¿O está diciendo la verdad cuando dice que solo actuó de esa forma porque era yo?"

De todas formas, mientras esté casado, nada de eso importa. Por lo tanto, no respondo sus mensajes—bueno, solo respondo pocas veces. Pero cuando lo hago, mis respuestas son escuetas.

»Bella, ¿recuerdas ese pequeño restaurante francés al que te llevé en el Parque Gramercy? Recuerdo lo hermosa que te veías esa noche, lo fantástico que nos veíamos juntos contigo en ese vestido YSL que te compré, y mi traje complementándolo maravillosamente. Por favor, veme ahí para cenar esta noche. Solo hablaremos. Lo prometo.

«Cuando seas un hombre libre, si es que lo eres, tal vez lo haga. Hasta entonces, por favor, deja de enviarme mensajes de texto.

»Pero te hecho mucho de menos.

No respondo.

»Bella, ¿recuerdas cuando fuimos a la ópera a ver Atys? Cuando Sangaride acepta casarse con el rey, ella dice: 'Lo juro. Prometo nunca cambiar. Amémonos en secreto, amémonos más que nunca' Recuerdo cómo te estremeciste cuando te traduje las palabras francesas al oído, como tus dulces pezones se irguieron a través de la delgada tela de tu blusa. En todo caso, supongo que tomé esas palabras muy literalmente. Estoy contando los días hasta que terminen estas fiestas, y pueda hablar con mi esposa sobre el divorcio para que nuestro amor ya no sea un secreto. Solo dime que tú también me echas de menos. Haz que la espera sea menos dolorosa.

«Es injusto de tu parte que me pidas eso.

»Sé que lo es. Lo sé, y me odio por ponernos en esta posición. ¿Pero el que no lo niegues significa que tú también me echas de menos?

No respondo.

»Bella, por favor, no te tomes esto a mal, pero te veo desde la ventana de la oficina cuando dejas el edificio todas las tardes. ¿Sabes que eres igual de hermosa por detrás como lo eres por enfrente? Mis dedos delinean el cristal de la ventana mientras te alejas, trazo la línea de tu perfecta figura y pretendo que es tu piel desnuda. ¿Todavía recuerdas lo buenos que éramos juntos, cómo me encantaba venerar cada centímetro de tu cuerpo?

«Basta. ¡Eres injusto con estos mensajes! Prometiste dejarme en paz hasta que resolvieras tus asuntos.

»Lo siento, de verdad, ¡pero esta separación me está matando! Solo necesito saber que te está matando a ti también.

No respondo.

»Muy pronto seré libre. Espera por mí.

Un par de noches antes de mi viaje a Londres, me envía esta belleza:

»Bella, he estado fantaseando en cómo sería volar a Londres contigo para las fiestas. Podríamos volar en primera clase, cenar filete y beber champán y vino durante todo el vuelo. Por supuesto, no soñaría en molestar a tus amigas o hacerlas sentir incómodas, así que me quedaría en un hotel. El Mandarín Oriental en Hyde Park siempre ha sido mi favorito. Puedes quedarte ahí conmigo si lo prefieres. Prometo que no esperaría nada de ti más que tu compañía. Déjame saber qué te parece esa fantasía, querida, y por favor, no me odies demasiado por proponerlo. Simplemente necesito verte. Si no respondes, lo tomaré como un no y lo respetaré, y contaré los días hasta que podamos estar juntos en todos los sentidos. Sin embargo, si decides que me quieres ahí, solo tienes que responder con una palabra…

Mis dedos se ciernen sobre el teclado toda la noche, una y otra vez.

Está nevando cuando bajo del Uber frente al JFK. Subiendo mi capucha, levanto la cabeza hacia el cielo oscuro, que está salpicado con millones de copos relucientes. Recuerdo su cabello canoso.

Dios, ruego porque mi vuelo nocturno al Heathrow no esté retrasado. Tengo que salir de la ciudad de una puta vez por unos días.

Estoy sacando mi equipaje de mano del coche y balanceando dos regalos en mi otro brazo cuando suena mi móvil. Haciendo malabares de prisa con todo, de algún modo me las arreglo para sacar el móvil de mi enorme bolsa, haciendo una mueca cuando veo el nombre que aparece.

"Buenas noches, Sulpicia. ¿Cómo estás?"

Ofrezco el saludo tan amablemente como me es posible. Sin embargo, la maldigo mentalmente al entrar por las puertas giratorias de gran capacidad que conducen a la terminal. Ya me ha llamado tres veces desde que partí hacia el aeropuerto, con tres emergencias diferentes.

"Isabella," ladra, "Sé que prometí no volverte a llamar, y sé que estás oficialmente de vacaciones hasta el Año Nuevo—"

"Oh, no es problema," miento, aunque de todos modos no me escucha porque está hablando al mismo tiempo que yo.

"—pero tenemos otra emergencia. ¿Dónde están los planos para el trabajo de Simon? Le he pedido a Tyler miles de veces que los abra, pero no parece poder encontrarlos."

Cuando dejo de caminar, el mecanismo giratorio deja de girar. Alguien en el panel detrás de mí se golpea en el marco de plástico.

"¡Oiga, señorita, tiene que seguir caminando, o la puerta giratoria se detiene!"

"¡Oh, lo siento!" Sigo caminando. "Uhm, Sulpicia, estoy segura que le mostré a Tyler dónde exactamente—"

"Bueno, al parecer algo se perdió en su pequeña mente porque está a punto de llorar y no parece poder encontrarlos. ¡¿Podrías, por favor, hacer que tus manos dejen de temblar, Tyler?!" Ordena. "¡Nunca podrás abrir los planos así!"

Pobre Tyler Crowley. Es un buen tipo, uno de mis compañeros arquitectos junior. Aun así, tal vez no sobreviva el siguiente par de semanas siendo mi remplazo para Sulpicia si ya está entrando en pánico. Si no me equivoco, ella seguramente está merodeando detrás de él mientras hablamos.

Paso los siguientes cinco minutos explicándole a Tyler y a ella dónde encontrar los archivos. Todo mientras, una está gritando, el otro se escucha como si pronto podría desmayarse, y yo estoy atrapada en las enormes puertas giratorias. Entre las tonterías de ambos, sigo dando vueltas y olvidando salir. Los pasajeros pasan rápidamente, mirándome con curiosidad. Agacho la cabeza y trato de que me escuchen por sobre las voces gritando y sollozando del otro lado de la línea.

"Disculpe, señorita, pero, ¿necesita ayuda?" Alguien pregunta en uno de esos acentos posh británicos. La voz es profunda y masculina, y se escucha confundida y divertida a partes iguales. Con todo, estoy demasiado involucrada en tratar de mantener con vida a Tyler para siquiera levantar la vista, mucho menos responder. Al mirar de soslayo y hacer un gesto con mi mano para rechazar su oferta sin palabras, todo lo que veo es un par de botas Timberland y la parte inferior de un par de jeans de pierna recta.

Cuarenta y cinco minutos después, mientras coloco mis cosas sobre la cinta transportadora, Sulpicia vuelve a llamar. Al parecer, hay otra emergencia. Tyler está casi catatónico cuando Sulplicia le ordena tomar el teléfono. Mientras estoy ahí, descalza, apagando otro incendio y viendo mis cosas alejarse de mí en la cinta transportadora, los pasajeros detrás de mí empiezan a pasarme.

"Disculpe, señorita, pero puedo ofrecerle ayuda con su—"

"¡Shh!" Digo sin siquiera mirar a la persona. Luego, ahuyento la voz al darle totalmente la espalda.

"Me disculpo por mi descortesía," la voz se ríe al pasarme también. Por supuesto, soy consciente de que fui yo la descortés, pero Sulpicia está amenazando con estrangular a Tyler, así que debo priorizar.

"¡No se atrevan! ¡Solo voy a estar en Londres por un par de semanas!"

"Pero de verdad, él es muy apuesto. Es alto, dulce y –"

Sulpicia finalmente ha dejado de llamar—espero. Pero ahora, Rosalie está ofreciendo una vez más—más bien amenazando—presentarme al hermano mayor de su nuevo novio. Por esa razón, mientras estoy sentada y espero mi vuelo frente a la puerta llena de gente, les doy las últimas advertencias a Alice y a ella.

"Y ya le dije a Jasper que alinee a sus amigos más atractivos," dice Alice con una risita, "y que todos lleven faldas escocesas para que podamos pretender emborracharnos y meter mano debajo—"

"Ahora, escúchenme ustedes dos," siseo en el teléfono que sujeto en mi mano, "ninguna de ustedes trate de presentarme a alguien mientras esté allá. Estas vacaciones no son para eso."

"Pero—"

"Lo digo en serio. Quiero—no, necesito alejarme de cualquier cosa o persona que posea una polla entre sus piernas. ¡No estoy, y repito, no estoy cazando hombres!"

Unos asientos más allá y frente a mí, una voz grave y barítona se ríe abruptamente. Cuando me vuelvo bruscamente hacia un lado, la risa cesa al instante y el responsable se oculta de prisa detrás de un libro de historietas. Largos dedos sujetan las coloridas páginas de papel con tanta fuerza que sus nudillos sobresalen. Las gruesas venas se saltan en el dorso de sus manos. Cruzando sus piernas igual de largas cubiertas con mezclilla de forma súper lánguida, trata de pretender que es una noche tranquila, que todo está calmado y que no escuchó nada.

"Sí, muy bien, entrometido," murmuro.

"¿Qué?" Alice pregunta en respuesta en Londres.

Me aseguro que no haya niños de menos de dieciséis años o algo así muy cerca, antes de volver nuevamente a mi llamada y aclararme la garganta.

"Como estaba diciendo, no estoy interesada en pollas en este momento, sin importar cómo luzca esa polla. Una polla es solo un enorme problema en la forma de un grande…grueso…duro…vibrante…palpitante…"

Durante toda mi perorata, el entrometido cruza y descruza sus piernas de forma incómoda. Finalmente, vuelve a plantar esas Timberlands en el suelo y se inclina abruptamente hacia el frente, con las piernas muy abiertas. El libro de historietas está situado ahora de forma que cubre tanto su rostro como su entrepierna. Todo lo que veo es una corona de cabello castaño rojizo. Mi trabajo está terminado.

Sonriendo engreída, me doy la vuelta de nuevo. Cuando lo hago, encuentro unas cuantas miradas analizándome con varios niveles de confusión.

"¿Qué demonios se te metió?" Rose pregunta por el teléfono.

"Sí. ¿Quién rechazaría una polla como esa?" Alice pregunta. "Esa suena como la polla perfecta para mí."

"No estoy rechazando una po—miren, solo le estaba enseñando una lección a un entrometido," resoplo, agachando la cabeza y volviendo a bajar la voz—más baja que antes.

"¿Hombre o mujer?" Pregunta Alice.

"Definitivamente hombre, aunque se cubrió el rostro muy rápido cuando se dio cuenta que lo atrapé escuchando lo que no debía. Aunque tiene buenas manos; dedos largos; nudillos duros; venas grandes."

"Chica, definitivamente necesitas una polla," dice Rose.

"¿Tienes que ser tan vulgar?"

"Lo dice la chica que acaba de gritar polla como un millón de veces en medio de un aeropuerto abarrotado," dice con una risita. "Bien, necesitas un pene. ¿Mejor?"

"Oh, cierra la boca. Y ahora, la mitad de mis futuros compañeros de vuelo piensan que soy una pervertida. ¡Genial! Como sea. Mi punto es que, sin citas arregladas. Digamos que estoy involucrada."

"Ugh. ¿Quieres decir que eso sigue rondando?" Dice Rose.

"Sí. En cierto modo, él sigue en escena."

"¡Bueno, estos próximos días van a ser la oportunidad perfecta para que cambie la escena!" Alice exclama como si se le acabara de ocurrir la más ingeniosa idea en el mundo.

"No funciona exactamente de esa forma."

"Bella, no le has hecho ninguna promesa, ¿cierto?" Pregunta Rose.

"Espera, están empezando a abordar el vuelo," miento. "Tengo que irme."

"Pero tu vuelo no está programado para despegar hasta dentro de una hora," dice Alice.

"Supongo que se adelantó a lo programado."

"Un vuelo está adelantado a lo programado en JFK. Solo di que quieres colgar, B," Rose se ríe.

"Bien, bien. Les mandaré un mensaje de texto tan pronto como aterrice el vuelo. ¡Las amo a las dos y estoy ansiosa por verlas!"

"¡También te amamos, y estamos ansiosas por verte!"

Odio abordar aviones. Al caminar por el estrecho pasillo hacia el jumbo jet, balanceo mi pesado abrigo de invierno, un enorme bolso y dos regalos en un brazo. Al mismo tiempo, tiro de mi equipaje de mano ligeramente más grande de lo permitido. Ruego en silencio que si tengo que estar entre dos personas, que sea entre dos individuos normales, callados y libres de olores independientemente del sexo, edad o religión. Trato de no mirar ceñuda a los pasajeros poniéndose cómodos en primera clase, ni siquiera a los que están ajustando su cabina para dormir, o los que juguetean con sus controles de temperatura o que ya están bebiendo del tipo de vino que él y yo habríamos—"

No, no voy a permitir que mis pensamientos se descarríen en esa dirección.

Dejando atrás la primera clase, los pasillos se hacen más estrechos mientras el número de asientos se incrementa, y por supuesto, se hacen más compactos y con mucho menos espacio. Ese olor viciado de los aviones también es más intenso cuanto más avanzo hacia atrás. Y al parecer, voy hasta atrás. Finalmente, veo la que debería ser mi hilera entre los asientos—cuatro en una hilera— en la parte central del avión. Calculando cuál probablemente es el mío, mis ojos se desvían al instante a los asientos a cada lado. El asiento a mi derecha sigue vacío, por lo que todavía podría tener suerte o salir ponchada ahí. El de la izquierda es el asiento del pasillo—bastardo con suerte. Al acercarme, la persona afortunada en el pasillo ya está sentada, y hago contacto visual.

Él tiene llamativos ojos esmeralda que resplandecen incluso con la luz tenue de la cabina. Eso es todo lo que veo antes que mis piernas se detengan en nuestra hilera. Le ofrezco una de esas sonrisas medio en disculpa que significan, 'Voy a incomodarte, pero levántate de una puta vez, amigo.'

Me sonríe en respuesta. Es una hermosa sonrisa en un rostro indiscutiblemente atractivo—rasgos esculpidos y la mandíbula más cuadrada que he visto fuera de un museo.

"¿Este asiento es suyo, entonces?" Tiene uno de esos acentos británicos refinados. Por alguna razón, me parece algo… familiar.

"Sí. Lo siento," miento. No lo siento.

"No hay problema." Cuando se levanta sin demora—delgado, vestido con una camiseta negra… y largas piernas cubiertas con mezclilla con un par de Timberlands en sus pies, los que reconozco abruptamente—mi corazón da un vuelco.

Mierda. Es el entrometido.


¡Jajajaja pobre Bella! Atrapado en un largo viaje con un tipo al que le dio una erección lol. Como mencionaron algunas en su review, la historia comenzó con un poco de drama y algunas queriendo cachetear a Bella por tonta, y con toda razón, y sin duda ahora también querrán cachetear al tipo por ser tan injusto y seguir mandando esos mensajes a Bella, incluso Eri expresó su desdén por el tipo en un comentario muy claro en el doc que me devolvió jajaja, pero bueno, Bella cambiará de aires y esperamos que se olvide de ese tipo. Al menos ya encontró algo con lo que entretenerse en el avión jejeje. Ya verán como nos hará reír esta Bella, porque se mete en cada problema. En fin, ¿quién creen que sea el entrometido? Supongo que ya se darán una idea, y la verdad es que Bella no ha dejado una muy buena impresión que digamos, al menos desde nuestro punto de vista, pero, ¿qué pensará el entrometido al respecto? Ya lo veremos. Espero que les haya gustado este segundo capítulo y por supuesto, esperaré ansiosa sus reviews para saber qué les pareció y poder leer pronto el siguiente. No olviden que sus reviews es el único pago que recibimos por hacer esto para su diversión, y no les cuesta nada, solo unos minutos de su tiempo y su deseo de ser agradecidos.

Muchas gracias a quienes dejaron su review en el capítulo anterior: MichelleGutierrez, paupau1, bealnum, mony17, Paola Lightwood, Mio1973, Hanna D.L, Isis Janet, Leah De Call, Sully YM, dobleRose, Aislinn Massi, tocayaloquis, mrs puff, Tata XOXO, Lizdayanna, Adyel, kaja0507, Cherryland, angryc, aliceforever85, miop, Angeles, malicaro, Noriitha, PRISOL, tulgarita, Ali-Lu Kuran Hale, Liz Vidal, BereB, E-Chan Cullen, JessMel4, Car Cullen Stewart Pattinson, Bertlin, Idrt12, injoa, Mafer, saraipineda44, Lady Grigori, EriCastelo, Missannie, Lectora de Fics, Kriss21, y algunos anónimos. Saludos y nos leemos en el siguiente, espero que muy pronto. DEPENDE DE USTEDES.