Nicolette Calhoun había enfrentado la incertidumbre muchas veces, la primera de ellas cuando sus padres murieron y su hermana que había comenzado la universidad, era su familiar más cercano, había tenido que decidir si hacerse cargo de ella y de su hermano o dejarlos para que servicios sociales se hicieran cargo, por suerte sus padres habían dejado dinero y el seguro cubrió mucho de los gastos de aquella época, la segunda vez fue cuándo se enfrentó a la difícil decisión de elegir una carrera, afortunadamente Rita no la presionó para seguir sus pasos, la tercera vez fue cuándo vio a la muerte a los ojos, la incertidumbre nublo el futuro pero había estado en paz.
Hoy era diferente la incertidumbre que la rodeaba era sofocante, nunca había tenido miedo y en ese momento estaba aterrada frente a aquel simple palito esperando a que transcurrirá el tiempo necesario para que el test pudiera revelarle la verdad y así dejar atrás la incertidumbre. La alarma del celular la hizo saltar cuándo sonó, dejando escapar el aire que había estado contenido se acercó a la encimera del lavado, la palabra embarazada apareció orgullosa en la pantalla, sus ojos se cerraron y respiro hondo para mantener la calma, su mano derecha bajo hasta su abdomen y una pequeña sonrisa apareció en sus labios, ella podía con un bebé, con su bebé.
Nicolette estaba esperando a su hermana en un restaurante, había ordenado para ella pero no se atrevía a ordenar para Rita porque no sabía cuándo llegaría y seguro no le gustaba comer ni tomar nada frío, miro su celular y su orden casi terminada, su hermana estaba retrasada por casi una hora, le agradeció al mesero que retiro su plato y decidió llamar, muchas veces la había dejado plantada por trabajo y por no acordarse seguro esta sería una de ellas.
No necesitas llamarme– Rita aparto la silla frente a su hermana y coloco su maletín a un lado.
Llegas tarde–
Lo sé, llego un caso nuevo y tuve que atenderlo, pero bueno no perdamos el tiempo donde está la carta–
Acabo de terminar de comer Rita, como dije, llegas tarde–
Lo siento de acuerdo, sabes que no puedo hacer nada cuando mis clientes pagan tan bien–
No estoy reclamando nada, no te preocupes –
Déjame compensarte si, te invito a comer mañana, esta vez llegare temprano–
No puedo tengo una cita médica–
Cita médica, estás enferma–
No exactamente–
Que significa eso–
Mañana veré a una obstetra–
Para que–
Creo que estoy embarazada Rita– Nicolette había esperado una gran reprimenda pero debió esperar a que su hermana terminara de tomar su café para soltarle aquella bomba sin que se ahogara de paso– lo siento debí esperar a que terminaras de pasar–
Embarazada Nicolette, embarazada, de cuantas estas–
Dos meses creo–
Crees, sabes que esa no es una respuesta–
Pues es la que tengo, por eso mañana iré al doctor, solo me hizo una prueba casera–
Dios mío, quien es el padre, lo sabes verdad– el tono severo de su voz no pasó desapercibido por Nicolette.
Lo conocí en la gala a la que me llevaste, no mencionamos nombres–
No mencionaron nombres, Nicolette no tienes quince años, dios eres una mujer en que estabas pensando, hay enfermedades, te obligó–
Por supuesto que no, Jesucristo Rita, como tú lo dijiste no tengo quince año, sé muy bien lo que hago, tengo un excelente trabajo, gano muy bien, créeme cuando te digo que no necesito un hombre para criar a este bebé–
Nicolette no puedes creer que vas a poder hacer esto tú sola–
No te llame para que me dijeras que puedo o no hacer, no soy uno de tus clientes, soy tu hermana y por eso estas aquí– dijo Nicolette mientras sacaba su cartera y colocaba unos billetes en la mesa que cubrirían la cuenta.
Nicol espera–
No, me canse de esperar, sé que he tenido más tiempo que tú para asimilar esto, te daré tu tiempo y hablaremos en unos días–
Rita sabía que había cometido un error al cuestionar las intenciones de su hermana, Nicolette era más que capaz de salir adelante ella sola, su trabajo le permitiría dedicarle el tiempo que ella habría querido dedicarle a su hijo, lo que no concebía era que hubiera un hombre por ahí sin saber de su responsabilidad, le sacaría esa información aunque fuera su muerte, y lo demandaría si no quería hacerse cargo.
Tengo una clase en media hora, se rápida por favor–
Ten, es chocolate caliente, ofrenda de paz– dijo tendiéndole uno de los vasos en sus manos.
Ya lo asumiste– dijo Nicolette con una pequeña sonrisa.
Algo así, que dijo el doctor–
Mi doctora dijo que todo se veía bien, tengo alrededor de ocho semanas y media–
Así que esto sucedió en la gala–
Si...porque la curiosidad–
Por qué puedo pedir los nombres de los invitados y buscar fotos, podremos encontrar al padre Nicol–
Para eso llamaste– dijo Nicolette deteniéndose para mirar a su hermana– ya te lo dije Rita no necesito a nadie, lo que paso esa noche fue eso, algo que paso y ya, no planeaba volver a verlo ni mucho menos un embarazo, ahora me estoy haciendo responsable, supera a ese hombre desconocido por favor–
Tú no eres responsable de esto sola Nicolette, él tiene que ayudar, tiene derecho a saber– remedio rápido su error de palabras.
Bien, puede tener derecho a saber, pero esta es mi vida y mi cuerpo, si busco o no al padre lo decidiré yo– dijo girando para reanudar su caminata cuando choco con alguien.
Fíjese por donde va–
Lo siento mucho yo...– Nicolette tuvo que callarse al ver aquellos ojos que no creyó volver a ver
Genial, el espacio no es solo tuyo Barba– dijo Rita al ver a la ADA acompañado por la sargento Benson.
Estoy segura que no fue nuestra culpa abogada– dijo Olivia sin apartar la mirada de Barba y aquella desconocida dado que había visto la sorpresa en ambos rostros.
Tu– dijo Barba, un atisbo de sonrisa en sus labios.
Tu– dijo Nicolette igualándolo.
Ustedes se conocen– dijo Rita al percatarse de la interacción.
No creo que sea de tu incumbencia Calhoun– dijo Barba volviendo a su yo habitual.
Pues déjame decirte que estás equivocado Barba, como otras veces cosa que no me sorprende, todo lo que involucra a mi hermana es de mi incumbencia–
Es tu hermana– pregunto Barba con los ojos abiertos mientras miraba de una a otra.
Si, estaba con ella en la gala–dijo Nicolette mirándolo.
Espera la gala– dijo Rita mientras miraba ha ambos, en ese momento Nicolette cerró los ojos dándose cuenta que había cometido un error– dime que este no es el tipo con el que te acostaste–
Rita–
Quieres gritarlo más fuerte no te escucharon en la esquina–
Nicolette y Barba habían hablado al mismo tiempo.
Tienes que decirle Nicolette– dijo Rita ignorando a los dos– le dices tú o le digo yo–
Decirme que– pregunto Barba alerta ante aquel cambio.
Mi vida no es de tu incumbencia, ser mi hermana no te da ese derecho– dijo Nicol girándose para enfrentar a su hermana.
Si es algo que me involucra si, conoces la ley Calhoun– dijo Barba al ver el intercambio entre las hermanas, Jesucristo estaría aquella mujer casada.
Rita ni se te ocurra– Nicolette vio el momento exacto en que su hermana tomo la decisión– te dejare de hablar, sabes que lo digo en serio–
Felicidades Barba– dijo Rita mirando a la ADA e ignorando la mirada de su hermana– en unos siete meses serás papá–
Lo siguiente que ocurrió fue un caos, Nicolette comenzó a despotricar contra su hermana, Rita mencionó que Barba debía cumplir ciertas leyes y si no lo hacía lo demandaría por eso, Barba para esas alturas se había quedado sin que decir y Olivia sugería hablar en un lugar más privado al darse cuenta de que todos a su alrededor estaban comenzando a interesarse por aquel drama, con una solo palabra Barba se echó a andar en dirección a su oficina y Nicolette lo sigo dejando a las otras mujeres estupefactas.
Carmen cancela mi agenda– dijo Rafael mientras entraba a su oficina, una vez Nicolette entró cerró la puerta y se deshizo de su chaqueta– es verdad, lo que dijo Calhoun, estas embarazada–
No tenía derecho a decirlo–
Es verdad o no– la cortó Rafael.
Si es verdad– aquel hombre no se parecía en nada al hombre que la salvo de aquel pesado, claro que no se puede conocer a una persona en una sola noche, aunque su conducta era de un hombre que le gustaba el control, ADA Rafael Barba, leyó en la placa de su escrito.
Y es mío– dijo Rafael con las cejas levantadas cuestionando aquella afirmación.
Perdóname– aquella pregunta había llamado la atención de Nicolette que dejo de recorrer la oficina con su mirada tratando de leer al hombre para posar sus ojos en el– no es mi culpa que tengas mala memoria, pero esa noche te dije que no solía hacer eso–
Y debo creerte, por si no lo sabes apenas nos conocemos, quien me puede asegurar que no saliste de mi cama a la de otro–
Con quien crees que estás hablando, si las únicas mujeres que conoces son unas cualquieras es tu culpa no la mía–
Se supone que esto no debería pasar, tome precauciones– enfatizó Rafael.
Seguro que aprendiste a colocártelo bien– respondió Nicolette irónica.
Tenemos que arreglar esto, no puedo ser papá, esto es un error– Rafael estaba cada vez más perdido, imágenes de su infancia inundaban su mente sin percatarse de la mirada que Nicolette estaba dándole.
Y piensas que me importa lo que quieras tú, se lo dije a Rita y te lo repito, esta es mi vida no tengo nada que arreglar contigo–
Si yo soy el padre también tengo derecho a opinar–Y cuál es tu opinión, que me deshaga del error, no te necesito a ti ni a nadie para criar a este bebé, es mi hijo es mi cuerpo y yo decido que hacer, y sabes al carajo tus benditas leyes, no quieres ser padre, bien por mí no necesito de un hombre sexista que no hace frente a situaciones que desequilibran su tranquila vida, quédate con tu arrogante vida no te necesito– Nicolette salió furiosa con lágrimas en los ojos, malditas hormonas pensó mientras ignoraba los gritos de aquel hombre mientras la llamaba para que regresara, no iba volver, ya había tomado su decisión Rafael Barba podía pudriese en el infierno.
