Había pasado una semana desde el encuentro entre Nicolette y Rafael, dado que la semana de los dos estaba ocupada, decidieron que el sábado sería un día neutral para encontrarse y hablar un poco, aunque no se habían visto habían estado hablando por mensajes y una que otra llamada, Rafael siempre le preguntaba cómo había amanecido, si necesitaba algo, si había comido, toda esa nueva perspectiva le daba un sentimiento y un pensamiento más positivo.
Aun no estaba hablando con Rita así que tener a alguien con quien compartir lo que sentía era algo bueno, ese sábado habían quedado de encontrarse en Central Park, caminarían un poco y luego almorzarían, esperaba conocer un poco más a Rafael, no había querido perfilarlo, pero cada vez era más difícil contenerse.
Había llegado algo temprano porque estaba nerviosa, tuvo novios y salió con un par de personas, pero Rafael era el padre de su hijo y era importante que se llevaran bien por el bien del niño, sus padres habían sido las personas más cariñosas del mundo hasta donde odia recordar y le angustiaba no llegar hacer una buena madre, tenía tantas dudas y si se daba aquel encuentro bien se podría decir que ya no tendría que pasar por aquello sola, tendría a Rafael con ella y le parecía que era un hombre que te apoyaría sin importar nada.
Ey, pensé que era el único que llegaría temprano– una voz llamo su atención desde su espalda.
Oye, estas aquí– Nicolette se fijó en la vestimenta de Rafael, no llevaba traje, estaba en pantalones yin con una camisa pero sin corbata, el primer botón abierto, sin embargo tenía una chaqueta, estaba caliente, y ella tenía las hormonas por lo alto.
Has estado esperando mucho tiempo– Rafael se acercó a saludarla con un beso en la mejilla, al parecer aquello iba a ser habitual en él.
No, llegue hace poco, te parece bien si caminamos–
Dirige el camino– Rafael se colocó a su lado y comenzaron a caminar en silencio.
Así que eres un ADA de Manhattan–
Ya casi son tres años desde que me trasfirieron–
Donde trabajabas antes–
Estaba en Brooklyn, las cosas son algo más movidas por aquí–
Pensé que siempre habías vivido aquí–
Nací y crecí en el Bronx, mi familia es originaria de Cuba–
Yo me crie en Queens, bueno lo hice hasta que tuvimos que mudarnos, mis padres murieron cuando era una niña, Rita cuido de mi hermano y de mí–
Siento lo de tus padre– dijo Rafael mientras la miraba asentir y le devolvía una pequeña sonrisa de agradecimiento.
Al principio fue difícil, mis abuelos vivían fuera del país y no podían hacerse cargo de nosotros, mis padres dejaron algo y fue más fácil para mi hermana, mi hermano Charles creció y decidió dejar el país, vive cerca de mis abuelos–
Tuvieron algo de suerte–
Se puede decir que si, tus padres aún viven–
Mi mami, mi madre– aclaro al ver que había hablado en español– ella y mi abuelita, mi abuela viven en el Bronx, mi padre murió hace mucho–
No te llevabas muy bien con el verdad– Nicolette lo miro y vio la incertidumbre en su rostro así que decidió explicarse mejor– tu expresión corporal se tensó al hablar de él–
Mi padre era un machista, bebedor, al que le gustaba maltratar, para el que mi mamá y yo nunca hicimos nada bueno, ella logro abrirse y ser ella tiempo después de su muerte, ahora es directora de una escuela–
Nuestros padres nunca definirán en quienes decidimos convertirnos, solo ganara si lo dejas, pero entiendo que sea difícil–
Mi padre siempre será un tema difícil para mí, siempre todo lo que hacía era para demostrarle algo, pero nunca alcanzaba sus expectativas, aunque fui el único que consiguió una beca para Harvard no fue suficiente para él, así que comencé a hacer las cosas para demostrarme que no era igual a él–
No cualquiera entra por sí mismo a una Ivy League Rafael, eso es genial, eres inteligente y usas eso para ayudar a las personas, no eres como tu padre, solo espero que puedas vivir tu vida sin que el opaque lo que consigas–
Caminaron en silencio por un tiempo, pero las preguntas iban y venían por ambas partes, hablaron de su infancia, de sus amigos, de sus habilidades y sus debilidades, de aquellos aspectos que los lograban meter en problemas, cuando Rafael dijo que su boca lo metió en más de un lio cuando era pequeño, Nicolette contraataco diciendo que aún lo hacía, consiguiendo que ambos rieran por un momento, cuando comenzaron a tener hambre, Rafael le propuso comer en un restaurante donde preparaban los mejores platos cubanos, Nicolette acepto solo con la condición que el escogiera por ella.
Esto es delicioso, como se llama– dijo Nicolette después de llevarse a la boca otro bocado de lo que Rafael había pedido.
Ropa vieja, si es bueno, pero no como el de mi abuelita– dijo Rafael mirándola con una sonrisa en sus labios– tengo curiosidad, como pasas de dejar tu puesto como agente del FBI a dictar clases en la universidad–
Por salud mental– Nicolette dejo de comer y limpio sus labios con una servilleta– en nuestro campo ves muchas cosas que te hacen cuestionar la humanidad de las personas, pertenecía a la BAU y un día nos llegó un caso, este hombre les hacía cosas muy atroces a estas mujeres, nunca habíamos visto algo así, hice lo que nunca debemos hacer, obsesionarnos con un caso, no solo arriesgue mi integridad, arriesgue la de todo mi equipo y no podía continuar, mi trabajo se convirtió en una pesadilla, así que tome la mejor decisión para mí y para ellos–
Fue difícil, quiero decir, dejarlo–
Mi equipo era mi familia, aun lo sigue siendo, siempre es difícil admitir cuando algo es más grande que tú, pero debes hacerlo porque si no te destruirá–
Rafael guardo silencia analizando lo que Nicolette había compartido con él, hablarle de su padre fue duro pero comparado con aquello no era nada.
Cuando me entere que estabas embarazada reaccione como lo hice por mi padre, siempre me preguntaba si sería como él, como iba a ser un buen padre si nunca tuve un buen ejemplo, me entro el pánico y dije lo primero que se me vino a la mente, quiero disculparme por eso–
Rafael, Rita no debió hablar como lo hizo, era mi noticia, yo debía habértelo dicho, no eres tu padre y sé qué harás todo lo posible por no ser como él, eso me dice que cada día intentaras ser un buen padre y que te esforzaras por ello–
La conversación fue más suave desde ahí, Rafael insistió en pagar la cuenta pero Nicolette lo convenció de que dejara pagar la mitad, cuando salieron, la acompaño hasta su coche declinando su ofrecimiento pues ya había pedido su coche.
En dos semanas tengo una cita con mi médico, son citas de rutina, tal vez quieras venir– dijo Nicolette antes de partir.
Me encantaría, envíame la información y arreglare mi agenda–
Lo hare– esta vez fue ella quien lo tomo por sorpresa cuando se acercó a darle un beso de despedida.
