Música: "Fukiareru Chikara – Mahou Shoujo Ikusei Keikaku"

Cientos de cadáveres estaban sepultados por los restos de la escuela. Entre los escombros se podían ver los restos de los cuerpos de los alumnos aplastados por las paredes y el techo. La noticia dio la vuelta al mundo en cuestión de minutos, y todos los que la vieron se quedaron sin palabras ante la crudeza de las imágenes. Los propios periodistas que se encargaban de dar la noticia estaban impactados ante tal escena. Aquello era simplemente horrible, no había palabras para definir tal atrocidad. Los policías y los servicios de emergencia habían acordonado la zona e intentaban buscar supervivientes entre los escombros, pero no tuvieron éxito, nadie había sobrevivido. Cuando el grupo criminal reivindicó el atentado anunciando que habían matado a Las 5 Rosas, el mundo entero quedó consternado. Nadie podía entender cómo habían decidido que valía la pena matar a cientos de chicos inocentes si con ello conseguían matar también a Las 5 Rosas. Chicas mágicas de todo el mundo miraban las imágenes completamente aterrorizadas. Akari casi de desmaya al ver semejante atrocidad. La Red Mágica no paraba de llenarse de mensajes de chicas mágicas, impactadas por aquello. Todos los países del mundo condenaron el ataque y expresaron su apoyo a los familiares de las víctimas y a México, el presidente del cual declaró una semana entera de duelo oficial y el estado de alarma, llenando el país de patrullas y controles policiales con la intención de detener a los criminales. Akari, que estaba en casa viendo eso, se dejó caer en el sofá completamente destrozada y se llevó las manos a la cara, mientras lágrimas empezaban a caer de sus ojos.

MAHOU SHOUJO AKARI MAGICA

·

La cumbre

El Holy Quintet se encontraba reunido en el apartamento de Yui. Esta las había convocado de urgencia para analizar la situación. De hecho, casi todos los grupos de chicas mágicas se habían reunido, y las representantes de cada país estaban conectadas a la Red Mágica y no paraban de llegar mensajes.

–Esto… Es monstruoso… – Fue lo único que pudo decir Himawari.

–Sí… – Habló Yui. – Entiendo que estéis todas afectadas. Yo también lo estoy, pero debemos hablar sobre esto. Nunca antes habían matado a gente inocente solo para poder matar también a chicas mágicas. Y además de esta forma… Destruyendo una escuela entera, matando a cientos de chicos y chicas… Esto está a otro nivel…

Todas las chicas se irritaban con el simple hecho de recordar esto. Kyouko apretaba sus puños con tanta fuerza que creía que se iba a clavar las uñas.

–A gente como esta sí que deberían permitir que los matáramos. – Dijo Kyouko.

Ninguna dijo nada. Tras unos segundos, Yui siguió.

–Sea como sea, las técnicas han cambiado. Si han estado dispuestos a hacer eso solo para destruir un grupo de chicas mágicas ya no se estarán de nada. Debemos actualizar nuestras estrategias para estar preparadas y evitar que algo así vuelva a pasar.

–Lo que debemos hacer es enviar a la basura el Tratado de Mónaco. – Dijo Kyouko realmente enfadada. Las demás la miraron. – Dicen que no podemos matar gente excepto en situaciones extremas. Pero a la gente que ha hecho esto deberíamos poder despellejarlos vivos para que paguen por lo que han hecho.

Todas se sorprendieron ante lo que dijo Kyouko, pero Sakurako se levantó.

–Tienes razón, senpai.

–E-Escuchad, esperad. – Intervino Himawari. – Ya habéis visto lo que ha pasado en otros países, si nos tomamos la justicia por nuestra cuenta pueden prohibir las chicas mágicas.

–¿Y por qué tenemos que hacerles caso? – Replicó Kyouko.

–¿Eh?

–Que nos prohíban si quieren. Desobedecemos, seguimos actuando y ya está.

Esta vez fue Yui quien habló.

–Kyouko, cálmate, si esto sigue así podemos provocar un conflicto de nivel internacional. Las cosas ya están muy calientes, no lo empeoremos más.

–¡¿Y qué quieres, que nos quedemos de brazos cruzados?!

–No digo eso, pero debemos mantener la cabeza fría. Ya hay mucha gente en contra de las chicas mágicas, si actuamos impulsivamente las cosas solo irán a peor.

–Y qué propones, ¿eh?

En ese momento apareció en la tele y en todos los dispositivos con pantallas que tuvieran conexión a Internet de todo el mundo una mujer con un vestido rojo con una máscara veneciana, cubriéndole completamente la cara. Solo se le podía ver la máscara y un poco del cuello del vestido, por lo que al no poder ver su estatura no se podía saber qué edad tenía. La mujer, con la voz distorsionada, empezó a hablar.

–Hola a todos, soy Victoria. – Eso sorprendió más a las chicas. – A estas horas supongo que ya todos saben lo que ha pasado en México. Condeno ese acto horrible y espero que puedan encontrar pronto a los criminales que han hecho eso para que paguen por sus actos. También quiero transmitir mi más sentido pésame a las familias de las víctimas. Hoy hemos visto la peor cara de la humanidad, mostrando que no les importa matar cientos de chicos y chicas inocentes si eso sirve también para matar chicas mágicas. Esto no puede seguir así. Que los criminales estén dispuestos a llegar a estos extremos para matar a chicas mágicas significa que el Tratado de Mónaco necesita ser revisado a fondo. La situación ha cambiado mucho desde que se firmó hace casi 100 años. Es urgente una reformulación del tratado para actualizarlo a los tiempos actuales. En la cumbre con la ONU de la semana que viene trasladaré todas las propuestas y reivindicaciones que las chicas mágicas me han enviado con la intención de poder representar a las chicas mágicas de todo el mundo en la cumbre. La situación en muchos países se está saliendo de control, y necesitamos urgentemente llegar a un acuerdo que estabilice la situación. Por otro lado, quiero hacer un llamamiento a todas las chicas mágicas, y pedirles que a partir de ahora lleven siempre una máscara cada vez que actúen, como la llevo yo. No se sabe cómo los criminales consiguieron identificar a Las 5 Rosas, pero es muy probable que hackearan las cámaras de seguridad del recinto donde actuaron para descubrir sus identidades, pues aunque a la gente se les puede hacer olvidar su aspecto con magia, esto no afecta a las cámaras, y viendo las grabaciones se pueden saber sus identidades. Por eso pido que todas las chicas mágicas lleven una máscara cada vez que actúen y no se la quiten hasta que no estén 100% seguras que no son vistas por nada ni por nadie. Para finalizar quisiera transmitirles todo mi apoyo a nuestros compañeros mexicanos. – Eso lo dijo porque ella era originara de Panamá, y formó parte del grupo de representantes de ese país, aunque nadie sabía su paradero actual. – No vamos a parar hasta hacer del mundo un lugar mejor y más seguro para todos. No nos rendiremos. Hasta la victoria.

Una vez finalizado el mensaje, Victoria cortó la conexión. Nadie dijo nada durante unos segundos. Segundos en que la Red Mágica empezó a llenarse de mensajes. Algunas decían que el Tratado de Mónaco era una mierda, que tenían que hacer un tratado nuevo que les permitiera poder matar a gente así, y otras decían que bajo ningún concepto tenían que matar. Eso derivó en una pelea en la Red Mágica entre las partidarias y las detractoras del tratado. No importaba que algunas chicas mágicas dijeran que no se tenían que pelear, que eso era lo que querían los criminales, y que tenían que estar juntas. Cada uno de los bandos acusaba al otro de ser el que no quería la unidad.

–Esto va cada vez peor. – Se lamentó Akari. – Incluso las chicas mágicas se pelean entre ellas. Será muy difícil llegar a un acuerdo satisfactorio para todos.

Yui se sentó en el suelo.

–Lo más probable es que lleguen a un preacuerdo que sea sometido a votación en la Red Mágica, y que las representantes de cada país decidan.

–¿Solo las representantes? – Intervino Kyouko. – ¿Y qué pasa con todos los grupos de chicas mágicas que no son representantes de su país? Hay miles de grupos de chicas mágicas, no solo los 193 representantes de países reconocidos.

–Ya, pero las representantes somos las únicas que tenemos acceso a la Red Mágica.

–Pues a lo mejor esto debería cambiar. Todas deben tener derecho a poder votar si están de acuerdo o no con el preacuerdo al que lleguen, no solo las representantes de cada país. Eso si lo someten a votación y no nos lo imponen, claro.

Yui suspiró.

–De momento lo único que podemos hacer es confiar en Victoria. Ella será la encargada de trasladar nuestras reclamaciones a las autoridades. ¿Ya habéis hecho vosotras las vuestras?

Todas asintieron, pero Kyouko también habló.

–Sí, pero voy a pedirle también que si llegan a un acuerdo debe ser sometido a votación por todas las chicas mágicas, no solo las representantes de cada país. – Dijo poniéndose a escribir en el ordenador de Yui, que estaba conectado a la Red Mágica.

–Bien hecho, senpai. – Dijo Sakurako. – Cuando termines yo también se lo pediré.

–Creo que yo también. – Dijo Himawari.

–Está bien, y yo. – Se sumó Akari.

Tras unos segundos de dudar, Yui habló.

–También es posible que no haya nada que votar.

Las chicas la miraron extrañadas.

–¿Qué quieres decir? – Preguntó Kyouko.

–Tal como están las cosas no hay que descartar la posibilidad de que no haya ningún acuerdo.

Las chicas se quedaron sin saber qué decir.

–Eso… Sería… – Empezó Akari, pero no sabía qué decir a continuación.

–Es el peor de los escenarios, pero no hay que descartarlo. Y si no hay acuerdo las cosas se pondrán aún más feas. No quiero ni pensar en ello… – Yui hizo una pausa, y tras unos segundos se dirigió a Kyouko. – Kyouko, ¿se va a producir algún incidente durante la semana que viene?

Kyouko puso la mirada perdida mientras intentaba detectar si se iba a producir algún incidente en la próxima semana dentro de su zona de actuación.

–Dos atracos menores. – Dijo finalmente. – Nada grave. Yo puedo encargarme de uno, pero del otro tendrá que ir una de vosotras.

– Está bien. De todas formas recordad llevar una máscara, recordad lo que ha dicho Victoria. Tras lo de México toda precaución es poca.

Todas asintieron.


Los días siguientes la situación no hizo más que empeorar. Por una parte, en México se hizo un funeral de estado a todos los muertos en el atentado a la escuela. El problema vino cuando algunas personas empezaron a homenajear a Las 5 Rosas, agradeciéndoles por todas las cosas que habían hecho, ayudando a hacer de México un país mejor. Mucha gente dijo que eso era una desconsideración hacia el resto de cientos de muertos, que también murieron igual que las chicas mágicas y a ellos no se les rindió ningún homenaje, más allá del funeral de estado, y la cosa no hizo más que empeorar cuando para justificarlo algunos decían que eso era porque las chicas mágicas mantenían su ciudad y los alrededores seguros, y el resto no. Esto no hizo más que enfadar a la gran mayoría de los padres de los chicos muertos en el atentado diciendo que con esto estaban diciendo que sus hijos eran menos importantes que las chicas mágicas. Varios partidarios de chicas mágicas, cansados de que se les atacara por cualquier cosa, la liaron aún más cuando dijeron que sí, que las chicas mágicas eran más importantes que el resto de muertos. A partir de aquí el follón que se creó creció a una velocidad cada vez mayor, y llegando a casi todo el mundo. Los anti-chicas mágicas utilizaron eso a su favor diciendo que ellos defienden todas las vidas por igual, a diferencia de los pro-chicas mágicas, que dicen que la vida de los que no son chicas mágicas tiene menos valor. Muchas organizaciones pro-chicas mágicas de varios países tuvieron que salir a desmentirlo, decir que aquello eran las declaraciones de personas particulares y que sus declaraciones no representan a todos los pro-chicas mágicas. Daba igual, el daño ya estaba hecho. Por si fuera poco, los fascistas de extrema derecha utilizaron el atentado para culpar a las chicas mágicas. Dijeron que todos esos chicos y chicas murieron porque los criminales querían matar a las chicas mágicas que iban a esa escuela, que si no hubiera chicas mágicas no se habría producido ese atentado y nadie habría muerto, por lo que todos los que murieron fue por culpa de las chicas mágicas. Esas declaraciones asquearon a mucha gente, pero también mucha otra las compró, polarizando aún más a la sociedad, aumentando las manifestaciones en contra de las chicas mágicas, que casi siempre terminaban en disturbios, y algunos ladrones aprovechaban el caos producido para robar tiendas. Por su lado, las manifestaciones en defensa de las chicas mágicas también aumentaron, a las cuales los anti-chicas mágicas iban para enfrentarse con ellos, produciendo más disturbios y enfrentamientos, teniendo que intervenir la policía, causando cientos de heridos y deteniendo a otros cientos más.

En la Red Mágica muchas chicas dijeron que por qué tenían que seguir actuando. Que si la gente los odia simplemente dejarían de ayudarlos y punto. Que cuando vieran sus vidas y su patrimonio en peligro por culpa de ladrones y criminales ya llorarían ellos para que regresaran las chicas mágicas. Otras decían que bajo ningún concepto podían hacer eso, que no podían dejar que la opinión de algunas personas les impidiera salvar a otras que no tenían culpa de nada. A lo que las otras respondían que no eran "algunas personas", que más del 65% de la población mundial estaba en contra de las chicas mágicas, a los que una de las otras respondió, literalmente, que ese porcentaje se lo había sacado del chocho.

La cosa escaló un pasó más cuando los ataques pasaron de producirse dentro de la Red Mágica a fuera. Es decir, con chicas mágicas atacándose entre ellas. Las chicas mágicas que no eran representantes de los países también tomaron partido en eso, para un lado o para otro, ayudando a unas o a otras, y teniendo en cuenta que dentro de un mismo grupo había chicas que opinaban de una forma y chicas que opinaban de otra, esto causó la disolución de muchos grupos.

Victoria subió un vídeo a la Red Mágica pidiendo que se detuvieran por lo menos hasta que se celebrara la cumbre en la ONU, que después, viendo lo que tuvieran que decir los políticos ya podrían actuar de una forma u otra. La mayoría hicieron caso y declararon una tregua temporal, pero otras la ignoraron y siguieron peleándose entre ellas.

El día antes de la cumbre de Victoria con la ONU, las chicas del Holy Quintet estaban liberando energía en un lugar alejado de la civilización para que Kyubey pudiera recolectar esa energía. Sin embargo, aunque Kyubey seguía teniendo la misma sonrisa perturbadora de siempre se podía notar que no estaba satisfecho.

–Akari, ¿todo este tiempo has estado liberando todo tu poder? – Preguntó el incubator.

–¿Eh? Sí, ¿por qué lo preguntas?

–La energía que desprendes es cada vez menor desde hace unas semanas. Además, aunque sigues siendo la chica mágica más poderosa, es mucho menor que la energía que detectamos cuando cambiaste la realidad la última vez.

El resto de chicas creían que Kyubey se refería a cuando Akari hizo que las brujas nunca hubieran existido, pero ella era la única que sabía que Kyubey no se refería a esa vez…

–Estoy muy preocupada. – Dijo Akari. – La situación de las chicas mágicas cada vez va a peor. Desde hace días que no estoy al 100%. Debe ser por eso que no puedo liberar todo mi poder.

–Aun así, eso no explica por qué desprendes mucha menos energía que la que liberaste aquella vez.

–¿Por qué crees que es esto?

–No lo sé. Por eso te preguntaba si has estado liberando todo tu poder.

–Te juro que sí. Desde el primer día he liberado toda mi energía, en ningún momento me he contenido.

–Esto es muy raro. – Respondió Kyubey, claramente extrañado. – La energía que tendrías que liberar debería ser muy superior a la que liberaste desde que empezamos a reunirnos aquí hace 2 años y medio.

–No sé por qué será…

–En fin, preocuparnos por eso no nos llevará a nada. Akari, Yui, Kyouko, Himawari, Sakurako, os espero la semana que viene.

Las chicas asintieron y Kyubey se fue de allí. Sakurako habló.

–¿No podría simplemente decir "chicas" en vez de todos nuestros nombres cada vez? Terminaría antes.

–Debe de ser una costumbre de su especie o algo así. – Respondió Himawari.

–Como sea, – siguió Yui. – aquí ya no hacemos nada. ¿Volvemos?

Las chicas asintieron y regresaron a casa.

Ya por la noche, después de poner a dormir a Akako, Akari, ya con el pijama puesto, se estiró en la cama. Creía que sus preocupaciones que le rondaban la cabeza no la dejarían dormir, o que tardaría bastante en quedarse dormida. Pero lejos de eso, pensar todo el rato en aquello la desgastaba mentalmente, dejándola agotada, por lo que terminó durmiéndose bastante rápido.


Finalmente llegó el día. Hoy Victoria iba a reunirse con la ONU para abordar el conflicto con las chicas mágicas y tratar de llegar a un acuerdo. La cumbre había generado mucha expectación y medios de todo el mundo retransmitían la cumbre en directo, y millones de personas, incluidas prácticamente todas las chicas mágicas, la estaban viendo. En Japón era de madrugada, pero a las chicas del Holy Quintet no les importaba. Aquello era demasiado importante como para no verlo. Por una noche que durmiesen poco no les iba a pasar nada.

En la sede de la ONU ya estaba todo listo. Todos los representantes de los diferentes países ya estaban en su sitio, pero no había ni rastro de Victoria. Aún faltaban unos minutos para que empezara la cumbre, pero todos pensaban que debería haber llegado ya. Los organizadores se preguntaban entre ellos si alguien sabía algo de Victoria, pero nadie sabía nada. Ni por dónde entraría, ni cuándo llegaría… Nada. Llegó la hora de la cumbre y Victoria no aparecía. El presidente de la Asamblea General, que presidía la sala desde el podio junto con el secretario general y el subsecretario general, ya estaba a punto de tomar la palabra para decir que si Victoria no aparecía en 5 minutos se suspendería la sesión, además de que le iban a exigir responsabilidades por reunir la Asamblea General de la ONU sin motivo. Pero antes de que pudiera hacerlo, pasando tan solo unos pocos segundos desde la hora oficial de inicio de la cumbre, todas las luces se apagaron de golpe, sorprendiendo a todos los presentes e incluso asustando a algunos. Los guardas de seguridad se prepararon en caso de que tuvieran que atacar, pero no hizo falta. 5 segundos después volvieron a encenderse las luces, pero solo las que estaban al frente, iluminando el podio, el emblema de la ONU, que había justo detrás, y el atril, en el cual estaba Victoria, con la misma máscara veneciana de la otra vez. La mujer, que llevaba un vestido rojo, fue directa al grano y empezó a hablar, pudiéndose escuchar por primera vez con su voz natural, algo grave para ser de una mujer, aunque no lo suficiente como para que fuera confundida con un hombre en caso de que solo se escuchara su voz, sin verla.

–Hola a todos, soy Victoria, la Representante del Mundo de las chicas mágicas. No sé cómo funciona el turno de palabra aquí, y sinceramente tampoco me interesa, así que les diré lo que vamos a hacer. Yo voy a trasladar a esta asamblea las reivindicaciones de las chicas mágicas de todo el mundo que he ido recibiendo las últimas semanas. Voy a hablar en español, mi idioma natal, pero gracias a la magia todos los aquí presentes me están escuchando en su idioma. No es lo mismo para la gente que nos está siguiendo por televisión o por la radio, por lo que si no hablan español, si pueden encontrar un traductor de español a su idioma le harían un favor a la gente que nos está siguiendo. Como digo, no sé cómo funciona el turno de palabra aquí, pero ya les digo que esto no se va a convertir en un monólogo de representantes diciendo cada uno lo que quiera y después que hable el siguiente. Quiero que este sea un debate de verdad, por lo que si alguien quiere decir algo durante mi intervención solo tiene que encender un micrófono. Eso sí, les pediría que evitaran cortarme en mitad de una frase. No quiero que esto se convierta en uno de esos programas de telebasura en que varias personas hablan a la vez. Pueden hablar en su idioma, gracias a la magia les entenderé, aunque no puedo decir lo mismo de la gente que nos está siguiendo. Una vez dicho esto, voy a empezar.

Pero antes de empezar, el presidente de la Asamblea habló.

–Disculpe, señora Victoria, pero esto no funciona así. No puede simplemente venir aquí y decir que va a hablar como usted quiera. Hay unas normas que hay que cumplir, no puede saltárselas.

–Por supuesto que puedo, y eso es lo que voy a hacer. – Dijo Victoria mirando al presidente de la Asamblea. – Ya lo he dicho, esto va a ser un debate real, no un monólogo de representantes.

Dicho esto volvió a dirigirse a los representantes. El presidente volvió a hablar, pero su micrófono no funcionaba, por lo que nadie le oía. Nadie sabía cómo, pero Victoria pudo apagarle el micrófono, de la misma forma que controló las luces. O ella o alguien que estuviera por ahí tenía el control total de la red eléctrica del edificio, controlando a su antojo las luces y la disponibilidad de los micrófonos. Varias chicas mágicas sonreían satisfechas. Nada más llegar Victoria ya estaba dejando claro quién mandaba, y tendrían que jugar según sus reglas. Aquello realmente prometía. Otras, sin embargo, temían que aquello pudiera generar antipatía hacia ella por parte de los representantes allí presentes. Victoria empezó a hablar.

–Como es sabido, el origen del problema proviene del Tratado de Mónaco, por el cual las chicas mágicas se abstienen de involucrarse en temas políticos. Y ahí radica la clave del problema. ¿Qué son exactamente temas políticos? ¿Dónde terminan los temas políticos y empiezan los derechos humanos? Esa parte del tratado se redactó así de ambigua expresamente para que cada gobierno pudiese catalogar como temas políticos cualquier asunto en el que no quisiera que interfieran las chicas mágicas, llegando a cometer genocidios en algunos países, matando a miles de civiles inocentes con la excusa de que son posiciones de grupos terroristas, por lo que las chicas mágicas no deben intervenir, ya que es un tema político, cuando en realidad lo que están haciendo es eliminar a los disidentes y cualquier persona que pueda poner en peligro el orden establecido. Viendo esta inmoralidad, muchas chicas mágicas han empezado a tomarse la justicia por su cuenta y han atacado a varios de los ejércitos que atacan minorías étnicas. ¿Y cuál ha sido la respuesta de los gobiernos? Prohibir las chicas mágicas en sus territorios. Por supuesto, algunas no han hecho caso de la prohibición y siguen actuando en esos territorios, llegando a provocar peleas entre las chicas mágicas y la policía o el ejército. Esto tiene que acabar. Las chicas mágicas estamos para proteger y ayudar a la gente, no somos las enemigas de los gobiernos. En todo caso son los gobiernos los que son los enemigos de sus ciudadanos, prohibiendo y atacando a las chicas mágicas solo para que no se interpongan en sus planes de limpiezas étnicas y eliminación de la disidencia.

Uno de los representantes de China habló.

–Perdone, ha dicho que los gobiernos matamos civiles inocentes con la excusa de que son posiciones de grupos terroristas, ¿pero nos puede decir qué pruebas tiene de lo que dice? ¿Qué pruebas tiene de que realmente sean civiles inocentes y no terroristas? Es muy fácil venir aquí y decir todo lo que está diciendo, pero si no aporta pruebas no tiene ninguna veracidad. Debería aportar pruebas de lo que dice antes de hacer estas acusaciones tan graves.

–Eso. – Dijo uno de los representantes de Turquía. – Diciendo eso nos está acusando de asesinato y discriminación. ¿Sabe lo graves que son estas acusaciones? No toleraré que nos acuse de esto.

–No he mencionado Turquía en ningún momento. Si dice esto a lo mejor es que se ha sentido aludido.

Ese representante reaccionó de forma irada.

–¡Pero bueno, esto es inadmisible! ¡¿Quién se ha creído que es esta mujer para venir aquí a acusarnos de tales estupideces!? ¡Si ni siquiera se atreve a dar la cara! ¡Venga, muéstrate si eres tan valiente!

–¡Sí, venga! – Empezaron a gritar otros.

–Si me oculto es por lo que pasó en México. Las chicas mágicas somos los enemigos número uno de los criminales. Si saben nuestra identidad pueden intentar matarnos, aunque tengan que matar a cientos de inocentes como hicieron en México.

Pero los representantes no la escuchaban. Solo gritaban que se quitara esa máscara y diera la cara. Después de que los representantes siguieran gritando durante varios segundos que se quitara la máscara, los que estaban siguiendo la cumbre por la televisión o la radio pudieron escuchar un leve sonido de Victoria, como si sonriera.

–Está bien. Después de todo, tampoco tengo amigos ni ningún ser querido que puedan utilizar para amenazarme.

Victoria se llevó su mano derecha a la cara, ante lo que los representantes callaron. Victoria agarró su máscara y se la quitó, la cual hizo desaparecer después. Por fin se había mostrado ante el mundo. Victoria, la Representante del Mundo de las chicas mágicas, una mujer de 32 años de edad, con el cabello rojo, como su vestido, largo hasta un poco más abajo de los hombros, y con los ojos verdes. La chica esbozó una pequeña sonrisa, pero manteniendo su tono serio.

–¿Qué? ¿Mejor así? – Nadie dijo nada. – Sigo pues. Como decía, con la excusa de que con temas políticos y de que hay que respetar las tradiciones y culturas de los estados se permiten vulneraciones flagrantes de los derechos humanos y se nos impide actuar contra ellos. Hay muchos países donde la homosexualidad es ilegal, con penas de cárcel o incluso de muerte, países donde se preparan matrimonios concertados, impidiendo a la gente que decida con quién quieren casarse, o incluso si quieren casarse, grandes empresas que contaminan mares y ríos porque les sale más barato pagar la multa que cumplir la normativa, intoxicando el agua y los campos próximos, produciendo enfermedades en muchas personas, y la muerte de tantas otras. Algunos estados cometen genocidios atacando a población civil inocente e indefensa. Pero lejos de condenar esos ataques, algunos estados incluso les venden armas para que puedan seguir atacando a la población. Seguro que la cosa cambiaría si esos estados fueran pobres. Pero claro, son ricos, por lo que ustedes les dan sus armas a cambio de su dinero para que puedan seguir matando personas inocentes. ¿Cuánto vale para ustedes la vida de una persona? ¿Diez mil dólares? ¿Cien mil dólares? ¿Un millón? ¿Diez millones? ¿Cien millones? – Victoria hizo una pausa y miró a los presentes con una mirada súper seria. – El dinero nunca puede estar por encima de la vida de las personas, por eso algunas chicas mágicas han decidido tomarse la justicia por su cuenta, incumpliendo un tratado que consideramos antidemocrático e ilegítimo, ya que ninguna de nosotras lo firmó. Que nuestras antepasadas estuvieran de acuerdo con él no significa que nosotras también lo estemos.

Muchas chicas mágicas concordaban totalmente con Victoria, entre ellas Sakurako y Kyouko, la cual dijo para sí misma:

–Ya era hora de que alguien dijera las cosas claras.

–El Tratado de Mónaco necesita ser revisado completamente lo más pronto posible para solucionar el conflicto.

Entonces uno de los representantes de Venezuela tomó la palabra.

–Perdone, ¿pero con qué legitimidad dice usted todo esto? Nadie le ha elegido, ni siquiera las chicas mágicas. No tiene legitimidad para representar a las chicas mágicas de todo el mundo.

–A los líderes de algunos países representados aquí tampoco los ha elegido nadie, y bien que les reconocen como representantes legítimos de sus respectivos estados. – Eso irritó a todos los representantes de estados dictatoriales, e incomodó, porque los dejó en evidencia, a los que los reconocían como tal, que eran la mayoría de los allí presentes. – Además, a diferencia de los jefes de los estados, yo no me considero la líder de las chicas mágicas, sino solo su representante. Hay un problema global con las chicas mágicas, y para solucionarlo alguien tenía que trasladar sus preocupaciones y reivindicaciones a los líderes mundiales, y yo decidí tomar la iniciativa. Iniciativa muy bien acogida por la mayoría de chicas mágicas, por cierto, ya que la mayoría me hicieron llegar sus reivindicaciones. Así que creo que mi legitimidad está más que validada, a diferencia de los representantes de varios de los estados aquí presentes. – Varios de los representantes allí presentes se molestaron bastante ante eso. – Es imprescindible reformular a fondo el Tratado de Mónaco, y si hace falta, hacer un tratado completamente nuevo. Elegir un día y un lugar, y reunirnos por lo menos un representante de cada estado y una chica mágica representante de cada país, para así abordar entre todos el problema de fondo y llegar a un acuerdo en el que nos podamos sentir cómodas tanto las chicas mágicas como los gobiernos. Y sobre todo que no se use la excusa de los temas políticos para impedir actuar a las chicas mágicas en casos de vulneraciones de derechos humanos. Así que pido que se acuerde la fecha de una nueva cumbre que se celebre en menos de 6 meses para poder solucionar la situación.

Eso provocó las quejas de la mayoría de los allí presentes. El representante de Serbia habló.

–Oiga, no puede venir aquí y exigir que se celebre una cumbre de este calibre en menos de 6 meses. Un encuentro de esta envergadura necesita más tiempo para ser preparado.

–No, tiene que ser en menos de 6 meses. – Repitió Victoria, seria. – Si no ya sé lo que dirán, que están de acuerdo con esto, que lo van a valorar, y que iniciarán conversaciones para ver si es posible reformar el Tratado de Mónaco… Y de aquí hasta que se celebre la cumbre ya habrán pasado más de 10 años, y mientras, la represión contra los colectivos indefensos seguirá. El problema es ahora. Está muriendo gente. No podemos esperar más. Y ya 6 meses me parece demasiado.

El representante del Chad habló.

–Disculpe, pero usted no es nadie para imponernos cuándo se debe celebrar una cumbre. No tiene ni idea de cómo funcionan los tiempos. ¿Se cree que los estados no tenemos nada más que hacer que lo que usted quiera? Tenemos cosas mucho más importantes de las que ocuparnos.

–¿Más importante que garantizar la vida y la seguridad de sus ciudadanos? – Antes de que nadie dijera nada, Victoria siguió. – Las chicas mágicas no podemos esperar más tiempo, así que o convocan una cumbre para que podamos resolver esto por las buenas, o vamos a solucionarlo por nuestra cuenta. Y les aseguro que si lo hacemos por nuestra cuenta será por las malas.

Esto causó un gran alboroto en todos los allí presentes, y casi toda la gente que estaba siguiendo la cumbre se sorprendió.

–¿Pero qué dice? – Exclamó Akari.

En la ONU, uno de los representantes de Estados Unidos tomó la palabra.

–¿Pero usted quién se ha creído que es para decirnos lo que debemos hacer? ¿De verdad cree que amenazándonos de esta forma le vamos a hacer caso?

–No les estoy amenazando, les estoy informando.

Uno de los representantes de China habló.

–¿Está diciendo que si no hacemos lo que usted quiere va a atacarnos? Si es así que sepa que no nos vamos a quedar de brazos cruzados. Si empieza una guerra será únicamente por su culpa.

Los espectadores se sorprendieron más. Victoria sonrió.

–Guerra, dice… No habría ninguna guerra. Las chicas mágicas podemos destruir todos los ejércitos del mundo en cuestión de minutos.

La gente se sorprendió aún más. Victoria siguió.

–De hecho, si quisiera podría matarles a todos ustedes ahora mismo.

Victoria levantó su brazo derecho apuntando a la sala y empezó a cargar un ataque de energía, ante el asombro de todos.

–¡¿Qu-Qué hace?! – Exclamó Yui.

Todos los allí presentes estaban atemorizados y los guardas de seguridad la estaban apuntando directamente. Tras unos segundos, Victoria aumentó su sonrisa y deshizo el ataque, tras lo cual volvió a bajar su brazo.

–Obviamente no lo voy a hacer. – Victoria entonces dejó de sonreír y se mostró seria. – Pero no tengan ninguna duda, si quisiera ya estarían todos muertos. No les conviene tenernos como enemigas. Acuerden una fecha y lugar para celebrar una cumbre en menos de 6 meses o vamos a solucionarlo como nosotras creamos. No permitiremos que se sigan asesinando personas inocentes y se cometan crímenes de guerra sin que nosotras podamos actuar bajo la excusa de que son temas políticos. No desistiremos. Hasta la victoria.

Las luces entonces se volvieron a apagar, y tras 4 segundos se volvieron a encender todas, iluminando nuevamente toda la sala, y Victoria ya no estaba. Los representantes empezaron a alborotarse, a lo que el presidente de la Asamblea, que había recuperado la disponibilidad del micrófono llamó a la calma.

La cumbre no podía haber ido peor. Akari se dejó caer en el sofá completamente abatida.

–Dios mío, esto va fatal…


En una sala de unos 6 por 6 metros, con algunas pantallas y bastantes controles, había una chica de unos veintipocos años, con el pelo azul, un poco más largo que el de Victoria, con los ojos también azules. La chica estaba sentada mirando la pantalla. Detrás de ella llegó Victoria, entonces la chica se giró y se levantó.

–Lo acabo de ver por la tele. – Dijo.

–Entonces ya sabes cómo ha ido, ¿no?

–Te dije que no serviría de nada.

–Aun así era mi deber intentarlo. – En su tono de voz se podía ver que no estaba satisfecha, pero más que triste o enfadada, más bien se mostraba algo decepcionada. – Visto lo visto, ya sabes lo que tienes que hacer, ¿verdad?

La chica de pelo azul asintió.

–Sí, ahora mismo me pongo con ello.

–Bien…

MAHOU SHOUJO AKARI MAGICA

CIVIL WAR