Cuando se acercaban a casa de Chinatsu, vieron que la ventana de su habitación estaba abierta, lo cual era una mala señal. Siguieron avanzando hasta que entraron a la habitación de su amiga, quedándose todas de pierda al ver lo que vieron. Chinatsu estaba tendida en el suelo, muerta, con una Gema del Alma rota al lado de ella. Durante varios segundos ninguna podía hacer nada debido a lo impactadas que estaban, pero a medida que pasaban los segundos, en Himawari, Sakurako, y sobre todo en Yui y Kyouko, esa impresión iba transformándose cada vez más en rabia. Finalmente, Yui no pudo contenerse más y golpeó fuertemente a Hiroshi en el estómago, haciéndole escupir sangre de nuevo.

–¡Maldito desgraciado! – Gritó Kyouko, que también lo golpeó, igual que Yui. – ¡Chinatsu-chan está muerta por tu culpa! – Gritó, volviéndolo a golpear.

–Basta… – Sollozó Akari, aunque nadie la oyó.

–¡Eres un malnacido! – Gritó Yui, golpeándolo de nuevo.

Hiroshi tosió sangre un par de veces y después miró con rabia a Yui.

–Vuélveme a golpear y te vas a arrepentir.

–¡¿Cómo dices?! – Exclamó indignada la chica.

–He dejado que tanto tú como Kyouko me golpeéis porque sé que me lo merezco, pero no tendría por qué hacerlo. Soy mucho más fuerte que vosotras, si quisiera podría evitar esos golpes y derrotaros con los ojos cerrados.

–¡Vamos a ver si es verdad! – Gritó Kyouko.

Tanto esta, como Yui como Hiroshi ya estaban a punto de ponerse a luchar.

–¡YA BASTA! – Gritó Akari con la voz rota, deteniendo la pelea antes de que empezara. La chica, llorando, empezó a hablar. – Chinatsu-chan ha muerto… ¡¿Y lo que hacéis es pelearos entre vosotros?! – Tanto Yui, como Kyouko, como Hiroshi bajaron la mirada, entre tristes y avergonzados. – En vez de estar peleando deberíamos pensar en qué podemos hacer para revivirla y evitar que Mitsuru y Masaki cambien la línea temporal.

–Pero… ¿Qué podemos hacer? – Preguntó Himawari.

–Yo tengo una idea… – Dijo Hiroshi, causando que todas las chicas excepto Akari lo miraran mal. – Y ya sé que lo que os voy a pedir es una locura, pero para que funcione… Tendréis que confiar en mí.

–Ja. – Espetó Yui. – Vas bien si crees que vamos a confiar en ti.

–Yo confío.

Todas miraron a Akari, sorprendidas.

–Akari, ¿pero qué dices? – Dijo Yui.

–Chinatsu-chan ha muerto por su culpa. – Siguió Kyouko. – ¿Cómo puedes decir que confías en él?

–¿Es que vosotras tenéis algún plan? – Ninguna dijo nada. – Chinatsu-chan está muerta, y Mitsuru y Masaki están a punto de cambiar la línea temporal, por lo que si no hacemos nada el presente cambiará y van a conseguir llevar a cabo el plan que nos ha contado Hiroshi. – El chico se sorprendió al ver que ya no le llamaba "Hiroshi-kun", lo cual lo puso algo triste. – Las cosas no pueden ir peor, por lo que cualquier idea es bienvenida. ¿Tenéis alguna? – Dijo mirando a sus amigas. Ninguna dijo nada. – Entonces… – La chica, aún con los ojos humedecidos por las lágrimas pero con una mirada seria, miró a Hiroshi. – ¿Cuál es tu plan?

El chico respiró hondo y miró a las chicas.


Unos minutos antes

Chinatsu estaba durmiendo en su cama, cuando Mitsuru y Masaki crearon un escudo de energía plano para cortar el seguro de la ventana y poder abrirla, y así entrar en la habitación de la chica. El ruido despertó a la chica, que se extrañó al ver a los dos chicos allí.

–¿Masaki? ¿Mitsuru? ¿Qué hacéis aquí?

Los dos chicos respiraban agitados y miraron a Chinatsu fingiendo preocupación.

–Chinatsu… Tienes que ayudarnos. – Dijo Mitsuru.

–¿Eh?

Masaki continuó.

–Las chicas del Holy Quintet están en un grave peligro.

–¡¿Qué?!

–Algo ha aparecido. – Dijo Mitsuru. – No sabemos qué es, parece una especie de monstruo, o alienígena o algo. No lo sé, pero sea lo que sea esa cosa está derrotándonos a todos. Ya ha matado a Hiroshi y a Yui.

–¡¿QUÉ?! – Exclamó Chinatsu, quedándose en shock.

–Akari y las demás nos han mandado a por ti mientras ellas lo entretienen, pero solo es cuestión de tiempo que las mate a ellas también. ¡Tienes que convertirte en chica mágica ya mismo!

Chinatsu estaba acaparada por tanta información. En cuestión de segundos le habían dicho que Yui había muerto (y Hiroshi también) y que tenía que convertirse en chica mágica.

–¿Qué… ¿Qué decís…? – Balbuceó, afectada por la supuesta muerte de su amor.

–Tienes que convertirte en chica mágica y poder pedir viajar en el tiempo. Esa cosa apareció de golpe, sin avisar, por eso mató a Hiroshi y a Yui, porque los tomó por sorpresa. Si viajamos en el tiempo hasta antes de que aparezca podemos avisarles de lo que viene para que todos estén preparados y evitar que Hiroshi y Yui mueran.

Aunque eso era mucha información de golpe, cuando la asimiló, Chinatsu se levantó de la cama, seria. En circunstancias normales se habría puesto a llorar por la muerte de su amada, pero teniendo en cuenta que si se daba prisa podía impedir que muriera, consiguió sobreponerse.

–Está bien. Voy a convertirme en chica mágica.

Mitsuru y Masaki sonrieron aliviados. El primero habló.

–Qué bien. Entonces pide que Masaki y yo podamos viajar en el tiempo para advertirles a todos de esto.

–No, haré algo mejor.

Los chicos se extrañaron.

–¿Eh?

–Si pido esto solo vosotros dos podréis viajar en el tiempo, y si esa cosa es tan fuerte como decís tengo una idea mejor. Pediré que mi poder especial sea otorgar a la gente el poder de viajar en el tiempo. Así, no solo podréis ir vosotros, sino que le podemos contar la situación a más chicas mágicas y hacer que puedan viajar al pasado ellas también, y también yo misma, para tener la mayor ayuda posible y poder derrotar a esa cosa más fácilmente.

Los dos chicos no sabían qué decir.

–Sí… Supongo que es mejor… – Se vio obligado a decir Masaki, aunque en realidad, tanto él como Mitsuru estaban preocupados, ya que si pedía dar el poder de viajar al pasado a otras personas, cuando sus amigas le explicaran la verdad podría enviarlas al pasado a ellas también para detenerlos.

–¡Está bien, entonces lo haré! ¿Dónde está Kyubey?

–Estoy aquí. – Dijo Kyubey desde encima de un armario, sorprendiendo a Chinatsu.

–¿C-Cuánto tiempo llevas aquí?

–Un rato.

Chinatsu se extrañó de no verlo, aunque lo atribuyó a que era de noche y nada más despertar la habían bombardeado con toda esa información. Pero no era el momento de pensar en eso.

–Kyubey, quiero convertirme en chica mágica. Y mi deseo es que mi poder especial sea poder otorgar a la gente el poder de viajar en el tiempo.

Chinatsu empezó a sentir un dolor en su pecho, cada vez más fuerte, mientras una luz empezaba a brillar delante de ella. Tras unos segundos, su dolor paró y apareció delante de ella una Gema del Alma, de color rosa.

–Enhorabuena, – Dijo Kyubey. – Ya eres una chica mágica.

Chinatsu cogió la Gema del Alma y tan pronto como pudo se transformó en chica mágica, con un vestido similar al de Akari, aunque algo más simple.

–Bien, ahora voy a daros el poder de viajar en el tiempo. – Chinatsu extendió su mano y empezó a emitir luz, mientras los dos chicos notaban que estaba siendo aplicada magia sobre ellos, y se notaron algo diferentes. – Ya está. Ya podéis viajar en el tiempo.

–Gracias, Chinatsu. – Dijo Masaki.

–Bien, vayamos a avisar a más chicas mágicas. – Dijo Chinatsu.

–En realidad no será necesario. – Dijo Mitsuru con un tono de voz diferente al que habían usado hasta ahora.

–¿Eh?

Chinatsu vio que los dos chicos estaban sonriendo, pero no de forma inocente, sino que parecía que lo hicieran con maldad. Esto asustó un poco a Chinatsu.

–¿Chi… ¿Chicos?

Mitsuru extendió su mano y lanzó un rayo de energía a la Gema del Alma de Chinatsu antes de que esta pudiera hacer nada, rompiéndola, matando a la chica en el acto, que cayó al suelo, donde su ropa de chica mágica brilló para transformarse en el pijama que llevaba puesto.

–Ahora ya no podrá transformar a nadie más. – Dijo Mitsuru. – Estamos a salvo.

–Por un momento pensé que el plan se iría a la mierda. – Dijo Masaki.

–Sí, yo también. Pero en fin, ya no tenemos de qué preocuparnos.

–Daos prisa. – Dijo Kyubey. – Akari y las otras chicas están viniendo hacia aquí.

Eso extrañó a los chicos, pero daba igual, ya iban a viajar en el tiempo. Los dos se tomaron de las manos para viajar al mismo tiempo y no aparecer en lugares y tiempos distintos.

–Al almacén, el día siguiente de transformarnos en chicos mágicos.

Mitsuru asintió. De los dos chicos empezó a salir una luz, cada vez más brillante, hasta que finalmente los dos desaparecieron de ese tiempo.


Presente

Hiroshi estaba esperando apoyado en una farola en un parque a que viniera Kyubey, después de que lo llamara mentalmente.

–Mitsuru y Masaki ya están en el pasado. – Dijo Kyubey apareciendo en un banco cercano. Hiroshi se giró para verlo. – ¿Cómo has escapado? ¿Las miembros del Holy Quintet no te habían capturado?

–Sí, pero pude engañarlas. Akari dijo que me había cambiado los recuerdos y que ahora estaba con ellas.

–Eso es imposible. No se pueden cambiar los recuerdos de la gente con potencial mágico.

–Lo sé, pero esa chica es tonta. – Dijo Hiroshi sonriendo con maldad. – En fin, como he conseguido escapar, yo también quiero ir al pasado con ellos. No quiero desaparecer cuando cambien la línea temporal. Y tú también puedes venir. Si te puedes comunicar con los demás incubators una vez en el pasado, todos sabréis lo que ha pasado, y a lo mejor se os ocurre algo para que esta vez el plan no fracase.

–En todo caso, una vez me comunique con ellos, todos tendrían la misma información que yo, y dado que yo pienso que fuiste demasiado deprisa con Akari y deberías haberte esperado más tiempo antes de declarártele, los demás incubators pensarían lo mismo.

–Bueno, da igual, te vienes conmigo. Así estás al corriente de todo y no tengo que volver a explicárselo al tú del pasado. Ahora hay que encontrar a alguna chica con potencial mágico. A estas horas hay muy poca gente por la calle, y menos chicas. ¿Puedes encontrar alguna, Kyubey?

–Estoy con ello. – Respondió el incubator.

Tras un rato, Kyubey encontró a una chica con potencial a unos pocos cientos de metros.

–Por allí. – Dijo Kyubey, mirando hacia la dirección donde estaba la chica.

–Bien, ve tú primero. Preséntate y todo eso. Yo apareceré después.


Una chica de preparatoria de unos 16 o 17 años, con el pelo corto, naranja, y los ojos azules, estaba volviendo a casa después de trabajar media jornada en un restaurante 24 horas, en horario de tarde. Le quitaba bastante tiempo, pero al menos conseguía dinero para pagar sus estudios. De pronto, la chica vio a Kyubey en el suelo de la calle, extrañándola, pensando que era un peluche.

–¿Un peluche? ¿Qué hace tirado aquí en medio de la calle? Pobrecito…

La chica ya iba a cogerlo, pero entonces Kyubey habló.

–No soy un peluche. – La chica se asustó bastante al ver que el "peluche" hablaba. – Me llamo Kyubey, y necesito que me hagas un favor. Necesito que te conviertas en una chica mágica.

Esto hizo que la chica dejara de estar asustada para estar sorprendida.

–¿Una chica mágica? ¡¿Eres tú el que convierte a chicas en chicas mágicas?!

–Así es. – Dijo Hiroshi, apareciendo detrás de la chica, lo que hizo girarse. – Y no solo a chicas, también a chicos.

Eso hizo que la chica se sorprendiera más.

–¡¿E-Eres un miembro del Trío Mágico?!

Hiroshi asintió. La chica no sabía cómo reaccionar.

–¿Qu-Qué está pasando? ¿Voy a ser chica mágica? ¿Por qué? – La chica estaba emocionada y extrañada a partes iguales.

–Verás… – Dijo Hiroshi. – Ha ocurrido algo muy malo. – Esto asustó un poco a la chica. – Por accidente una de las chicas del Holy Quintet ha despertado a una especie de monstruo o algo que estaba encerrado en una especie de piedra… Vamos, como una película de fantasía, y ya ha matado a dos de ellas y a los otros dos miembros del Trío Mágico. – Eso hizo asustar aún más a la chica. – Las tres que quedan del Holy Quintet lo están entreteniendo, pero no aguantarán mucho. Nuestros ataques no le hacen nada a esa cosa, por lo que la única solución es retroceder en el tiempo y avisarlas antes de que encuentren esa piedra para que no se acerquen y no liberen a esa cosa.

–¡¿Podéis viajar en el tiempo?! – Exclamó la chica.

–No, por eso te necesitamos.

–¿Eh?

–Kyubey puede convertir a cualquier chica que tenga potencial mágico en chica mágica y le concede cualquier deseo. Por eso necesitamos que pidas que puedas dar el poder de viajar en el tiempo a dos individuos, que seremos Kyubey y yo, para que podamos retroceder en el tiempo y avisarlas.

La chica estaba entre asustada y emocionada.

–¿Pero no sería mejor pedir, por ejemplo, la paz mundial, incluyendo cualquier ser, ente o cosa no humana, para incluir así también a esa cosa?

–Lo siento, pero esto no funciona así. – Dijo Kyubey, extrañando a la chica. – Cualquier persona con potencial mágico puede pedir cualquier deseo, sí, pero esto tiene una coletilla. Tiene que ser un deseo que se ajuste a su potencial mágico. Dicho potencial varía en función de cada persona, teniendo algunas un potencial increíble y otras muy poco potencial. Cualquier deseo que se pida tiene que poder cumplirse de acuerdo al potencial mágico de cada persona. Cuanto más difícil de cumplir e irreal sea un deseo, más potencial mágico será necesario para llevarlo a cabo. Para cumplir el deseo que dices tú se necesitaría una chica con un potencial mágico enorme, y en estos momentos no existe ninguna chica con tanto potencial.

–Así es. – Añadió Hiroshi. – En tu caso tu potencial solo llega para pedir que dos individuos puedan viajar en el tiempo, por eso necesitamos que pidas eso.

Eso era mentira, pues el potencial mágico de la chica daba para mucho más, pero necesitaban decir eso para poder llevar a cabo el plan, y como Kyubey no mentía, dejó que fuera Hiroshi el que dijera esto, ya que, aunque Kyubey no mintiese, podía ocultar información, como por ejemplo que Hiroshi estaba mintiendo.

–Ya veo… – Dijo la chica.

–Por favor, necesitamos tu ayuda para derrotar a esa cosa.

La chica asintió.

–Está bien. Entonces… ¿Kyubey habías dicho?

–Así es.

–Quiero poder dar a dos individuos el poder de viajar en el tiempo. – La chica entonces empezó a sentir un dolor en su pecho. – Ah… ¿Qué… ¡¿Qué es esto…

–Es normal. – Dijo Hiroshi. – Es el proceso para convertirte en chica mágica.

Tras unos segundos, el dolor de la chica paró, y en sus manos apareció una Gema del Alma, de color naranja.

–Enhorabuena, ya eres una chica mágica.

La chica sonrió.

–Bien, entonces…

Antes de que pudiera decir nada más, Hiroshi le dio una fuerte patada a Kyubey, que lo mandó volando hasta una farola, donde el golpe lo partió en dos, asustando a la chica.

–¿Q-Qu… ¡¿Qué has hecho?!

–Lo siento, pero Kyubey no podía saber la verdad o no te convertiría en chica mágica.

–¿Q-Qué dices…

–Kyubey iba a engañarte. – Dijo Yui, apareciendo detrás de la chica, junto con las demás cuatro miembros del Holy Quintet.

La chica no entendía nada.

–¿Qué está pasando?

–Nosotros somos el Holy Quintet. – La chica se sorprendió más.

–Eso de ese monstruo que salió de una piedra era mentira. – Dijo Hiroshi, sorprendiendo aún más a la chica. – Te dije esto para que pidieras dar el poder de viajar en el tiempo. Pero Kyubey quería viajar en el tiempo para hacer algo malo, y yo… Antes estaba con él. Por eso tuve que fingir que seguía estando con él, pero en realidad quiero viajar en el tiempo para impedirlo. Pero no podía decirte eso o Kyubey no te convertiría en chica mágica. Los otros dos miembros del Trío Mágico también estaban con él… Bueno, ellos aún lo están. Y han viajado en el tiempo para hacer lo que quería hacer Kyubey. Y nosotros queremos impedirlo.

La chica se quedó con la boca ligeramente abierta, y parpadeó un par de veces.

–Más o menos es así. – Dijo Kyouko. – La cuestión es que necesitamos que envíes a Akari y a este desgraciado al pasado para que puedan evitar los otros dos desgraciados hagan eso tan malo.

–¿Desgraciado?

–Es que aún no confían en mí. – Dijo Hiroshi. – Y no las culpo… La cuestión es que Akari es la chica mágica más poderosa que existe, y yo, aunque soy un chico, soy el segundo más poderoso. Además, como estaba con ellos, puedo fingir que sigo pensando como ellos, como he hecho ahora con Kyubey, para poder detenerlos sin tener que luchar, además de que conozco dónde y cuándo encontrarlos.

La chica seguía prácticamente igual.

–Hiroshi… – Todas miraron a Kyubey, que acababa de aparecer en otro lado.

–¡Qu-Qué?! – Exclamó la chica. – ¡¿Pero no lo acabas de matar?!

–Es largo de explicar. – Dijo el chico.

–Me has engañado…

–Sí, Akari me ha hecho ver la verdad.

–¿Cómo es posible?

–Me ha cambiado los recuerdos y me ha hecho ver lo imbécil que era.

–Eso es imposible. No se pueden cambiar los recuerdos de la gente con potencial mágico.

Por mucho que les molestara darle la razón a Kyubey, Yui y Kyouko pensaban como él.

–Akari puede. – Dijo Hiroshi secamente.

El incubator miró a la chica.

–Akari… ¿Has ocultado tu presencia para que no me diera cuenta de que estabais aquí?

–Así es. – Dijo Akari seria. – La última vez que nos vimos me dijiste que haríais las cosas de forma distinta. Veo que me mentiste.

–No es verdad. Nos obligaste a tener que buscar otro método para contrarrestar la entropía del universo, pero ningún método era tan eficaz como el sistema que tú destruiste, por eso llegamos a la conclusión que lo mejor que podíamos hacer era recuperar el sistema que destruiste.

–No estoy entendiendo mucho. – Dijo la chica. – Pero voy a ayudaros.

–¡No! – Exclamó Kyubey. – Si lo haces acelerarás la muerte térmica del universo.

–Deja de decir estupideces. – Dijo Yui. – Faltan trillones de años para eso, encontraremos otra forma de evitarlo que no sea matando gente.

Eso sorprendió de nuevo a la chica.

–¿Matando gente?

–Son sacrificios necesarios. – Dijo Kyubey, haciendo que la chica se pusiera seria.

–Ahora sí que tengo claro que voy a ayudarlas.

Kyubey suspiró.

–Es increíble. No lo entiendo, ¿por qué los humanos anteponéis el beneficio personal al colectivo?

–Nunca lo entenderías. – Dijo Yui.

Akari se dirigió a la chica.

–Por favor, necesitamos tu ayuda para impedir que los otros dos miembros del Trío Mágico hagan eso tan malo. Tienes que darnos a mí y a Hiroshi el poder de retroceder en el tiempo.

Aunque no conocía de nada a Akari, aquella chica vio en ella una persona buena y sincera en la que podía confiar, así que asintió. Yui se dirigió a Akari.

–Akari… ¿Segura que quieres ir con él? ¿De verdad puedes fiarte de él?

Akari asintió.

–Mitsuru y Masaki confían en él. Puede detenerlos sin tener que luchar. Además… Si no confiara en él estaría diciendo que no confío en mis propios poderes como chica mágica.

Yui no se veía muy convencida, la cual miró a Hiroshi con desprecio.

–Como le hagas algo a Akari te voy a matar.

Hiroshi se quedó con ganas de decirle que no tenía ninguna posibilidad contra él, pero decidió no decir nada para no enredar más la madeja. Akari se dirigió a la chica.

–Cuando quieras.

Esta asintió, y enfocó sus manos hacia Akari y Hiroshi, empezando a emitir luz, igual que Chinatsu antes, y tanto Akari como Hiroshi notaron la magia en ellos.

–Ya está, ya deberíais poder viajar en el tiempo. – Dijo la chica al terminar.

–Akari, Hiroshi… – Dijo Kyubey. – Por favor, pensadlo bien antes de hacerlo.

–No hay nada que pensar. – Dijo Hiroshi. – Vamos a hacerlo.

Kyubey suspiró de nuevo.

–¿Vamos? – Dijo el chico alargando la mano hacia Akari, la cual asintió y le tomó la mano.

A Sakurako, Himawari, y en especial a Yui y a Kyouko les daba asco el simple hecho de que ese chico tocara a Akari.

–Suerte. – Les deseó la chica.

–Gracias.

De Akari y Hiroshi empezó a salir una luz, cada vez más brillante, hasta que los dos desaparecieron.

Cinco meses antes, línea temporal 1

Akari y Hiroshi aparecieron en una de las estancias del almacén, antes de que Kyubey trajera a Mitsuru, Masaki y al Hiroshi de ese tiempo hasta allí para explicarles su plan y convertirles en chicos mágicos. En esa estancia había bastantes escombros y restos de metal por el suelo, por lo que Akari y Hiroshi no tenían mucha libertad de movimientos.

–Bien. – Dijo el chico. – Vamos a esperar hasta que lleguen Mitsuru, Masaki y mi yo del pasado y les haces lo mismo que a mí. Y mañana, cuando lleguen el Mitsuru y el Masaki de nuestro tiempo les haces lo mismo a ellos.

Akari asintió, pero justo después se extrañó.

–Un momento, ¿pero entonces no habrá dos de cada uno de vosotros?

Hiroshi abrió los ojos al darse cuenta de esto.

–Vaya, pues es verdad, no había pensado en eso. – En ese momento, una de las vigas de metal que había allí, empezó a caerse debido al mal estado en que se encontraba. – La única diferencia es que una versión de nosotros seríamos chicos mágicos y otra versión chicos normales. ¿Pero cómo solucionaremos el problema de los dobles?

La viga se desprendió del todo, cayendo. El ruido hizo que Akari y Hiroshi miraran para arriba, con la viga ya muy cerca de ellos.

–¡Cuidado! – Gritó Hiroshi.

Aunque el chico creó un escudo de energía, no tuvo tiempo de crear uno suficientemente fuerte, por lo que al impactar contra este, la viga lo rompió y cayó encima de los dos, golpeándole a Hiroshi en la cabeza, y cayendo este encima de Akari, dejándolos a los dos inconscientes.


Un día después, línea temporal 2 (Rebellion)

Mitsuru y Masaki acababan de explicarles a sus otros yos y a Hiroshi lo que había pasado, y estos estaban sorprendidos. Una cosa es que tuvieran ese plan preparado, pero verse a sí mismos del futuro seguía siendo raro.

–Ya veo, así que me precipité haciendo que Akari tuviera que tomar una decisión sobre lo que siente por mí.

–Así es. – Respondió Mitsuru. – Debes darle más tiempo para que el plan tenga éxito.

–Está bien. Eso es lo que haré. Gracias por avisarnos.

Hiroshi sonrió y extendió su mano hacia los chicos, extrañándolos.

–¿Eh?

Hiroshi lanzó un rayo de energía hacia su Gema del Alma, matándolos, dejando al Mitsuru y Masaki de su tiempo de piedra.

–¿Qué… ¿Qué haces? – Preguntó Masaki aterrado.

–No podía haber dos de vosotros, Akari y las demás sospecharían.

–¡Tío, que éramos nosotros! – Exclamó Mitsuru.

–No erais vosotros, vosotros estáis aquí. Además, no es nada personal, lo hubiera hecho igualmente aunque quién hubiera venido fuera otro yo. Además, ¿os creéis que ellos os hubieran dejado vivos a vosotros? Como yo, habrían visto que no podría haber dos de vosotros y os hubieran matado. Era o vosotros o ellos. Os acabo de salvar la vida. Deberíais estarme agradecidos. – Hiroshi lanzó otro rayo de energía, esta vez lo suficientemente grande como para desintegrar completamente sus cuerpos, dejando a Mitsuru y Masaki impactados. – Vamos, os digo que os he salvado la vida. No penséis más en eso.

Sin embargo, no era fácil dejar de pensar en que su compañero de equipo había matado a versiones suyas de otra línea temporal.


Un día antes, línea temporal 1 modificada (Civil War)

Lentamente Hiroshi abrió los ojos. No recordaba nada y la cabeza le dolía muchísimo. El chico miró a su lado y vio a Akari inconsciente.

–Akari… ¡Ah! – El chico gritó de dolor al intentar moverse. Con un brazo empezó a sacudir suavemente a Akari. – Eh, Akari. Akari…

Lentamente, la chica empezó a abrir los ojos también.

–Mnnn… ¿Hiroshi? – La chica miró a su alrededor y vio que estaban sepultados bajo una montaña de escombros y algunas vigas y placas de metal. – ¿Qué ha pasado? – Preguntó Akari bastante adolorida.

–Parece que se nos ha caído la viga de metal encima.

La chica se fijó un poco más y vio que Hiroshi tenía un gran corte en la cabeza y le salía mucha sangre.

–¡Hiroshi, tu cabeza!

–¿Qué pasa?

–¡Estás sangrando mucho! ¡Te voy a cura… ¡Ah!

Akari extendió su brazo para curarle, pero no pudo estirarlo demasiado, pues tenía un enorme corte en él, y sangraba tanto como Hiroshi.

–Parece que tu brazo está igual. Déjame ayudarte.

Hiroshi, que sí que tenía su brazo bien, puso su mano encima de la herida de Akari, curándola, aunque la sangre seguía manchando su brazo y el vestido. Luego el chico puso su mano en su cabeza, curándose él mismo, suspirando después aliviado al dejar de dolerle la cabeza. Sin embargo, al intentar levantarse se extrañó al ver que no podía.

–¿Eh? ¿Qué ocurre?

–Hiroshi, tienes la viga de metal y varios escombros encima. – Dijo Akari, ya que Hiroshi no podía verlo debido a que había quedado mirando hacia el suelo, con la viga en su espalda.

–Joder… Un momento.

Hiroshi creó un escudo de energía entre él y la viga, lo impulsó hacia arriba, para quitarse la viga de encima. Con la viga lejos, pudo girarse para ponerse de cara a esta y mandar aún más lejos el escudo junto con la viga. Una vez librado de eso, el chico quitó algunos escombros que estaban sobre las piernas de Akari, que la impedían levantarse.

–¿Estás bien? – Dijo extendiéndole la mano para ayudarla a levantarse.

–Sí, gracias. – Respondió Akari tomándole la mano a Hiroshi y levantándose.

Akari entonces se fijó que a través de las ventanas translúcidas que había en la parte superior del almacén entraba muy poca luz.

–¿Ya es por la tarde? ¿Cuánto tiempo llevamos inconscientes?

Entonces los dos se dieron cuenta de algo.

–¡Mierda, ya habrán hecho el contrato!

Akari y Hiroshi salieron corriendo de esa estancia para ir a la estancia principal, donde esperaban encontrarse con Mitsuru, Masaki y el otro Hiroshi, pero lo que encontraron los dejó de piedra. Los encontraron, sí, pero muertos, con un agujero en el pecho en cada uno de ellos, con una herida que solo podía haber causado una chica mágica.

–¿Qué… ¿Qué ha pasado? – Balbuceó Akari.

Hiroshi, primero estaba igual de sorprendido que Akari, pero en seguida se asustó en pensar en algo.

–¡Es una trampa!

–¡¿Qué?!

–¡Mitsuru y Masaki están aquí!

Los dos se pusieron espalda contra espalda en posición de ataque, listos para repeler cualquier ataque que pudieran lanzarles Mitsuru y Masaki y preparados para atacar ellos. Movían los ojos rápidamente para abarcar el rango de visión más amplio posible para poder ver cualquier ataque proveniente de cualquier dirección, sin embargo, nada pasaba. Estuvieron poco más de un minuto así, cuando al no ver nada fueron bajando la guardia.

–Akari… ¿Notas algo? – Preguntó el chico, aún alerta.

Akari se concentró en su Gema del Alma, intentando detectar otra energía mágica cerca. Nada, solo la de Hiroshi.

–No, nada.

Hiroshi también lo intentó.

–Yo tampoco.

Ya asegurados de que no había nadie más allí se permitieron calmarse y separarse. Los dos entonces volvieron a mirar a los cuerpos de los tres chicos.

–Pero entonces… ¿Quién ha hecho esto? – Preguntó Akari bastante impactada, pues nunca había visto a alguien muerto en la vida real, y menos de esa forma.

–No lo sé… Las heridas solo las puede haber provocado una chica mágica… O un chico mágico. Por eso he pensado que a lo mejor Mitsuru y Masaki no habían viajado hasta un día después de convertirnos en chicos mágicos, sino que habrían viajado hasta antes de convertirnos, habrían matado a sus otros yos y el mío, y estarían aquí esperando a que apareciéramos para tomarnos por sorpresa e intentar hacerme volver a su lado. Pero si no han sido ellos… – Hiroshi se acercó al cuerpo de su otro yo. – Hay algún chico o chica mágica que sabía que estábamos aquí y nos ha matado.

Eso asustó a Akari.

–Pero… ¿Quién?

–Eso es lo que no sabemos. Y tenemos que averiguarlo, porque no pasó la primera vez, lo que significa que alguien más ha viajado en el tiempo.

Akari y Hiroshi estaban intrigados y algo asustados por pensar que algún chico o chica mágica había viajado desde el futuro para matarlos. Y además, ese alguien no daba señales de estar cerca. Akari entonces pensó en algo.

–Hiroshi, ¿por qué no viajamos unos minutos al pasado y lo vemos?

–Buena idea.

Akari y Hiroshi se tomaron la mano y se concentraron para viajar al pasado, pero no pasó nada.

–¿Eh? – Se extrañó el chico.

–¿Qué ocurre?

–No funciona.

–Qué raro, prueba otra vez.

El chico lo volvió a intentar, pero nada.

–No… No puedo.

Akari se extrañó.

–Déjame probar a mí.

Akari intentó esta vez ella viajar en el tiempo, pero al igual que Hiroshi, tampoco podía.

–No puedo… Hiroshi, ¿qué está pasando?

–No lo sé…

Los dos se soltaron. Hiroshi miró hacia las ventanas viendo que cada vez entraba menos luz.

–Hoy es muy tarde, ya. Es más, hemos viajado aquí siendo casi madrugada. Normalmente estaríamos durmiendo. A lo mejor por eso hemos tardado tanto en despertarnos después de que la viga nos cayera encima. – Akari no dijo nada, así que Hiroshi continuó. – Propongo que por ahora vayamos a dormir para estar preparados mañana. El Mitsuru y Masaki de nuestro tiempo deberían llegar mañana. Debemos estar listos para derrotarlos rápidamente. Aunque somos mucho más fuertes que ellos, mejor si los podemos derrotar rápidamente.

Akari asintió. Hiroshi volvió a mirar a los cuerpos de los tres chicos.

–Voy a llevarlos lejos de aquí y avisaré a la policía de que he encontrado tres cuerpos en el lugar en donde los deje, ya que es mejor que no vengan aquí.

Hiroshi se acercó de nuevo a los cuerpos de los tres chicos. Verse a sí mismo y a sus dos compañeros de equipo muertos la afectaba un poco. Intentando no pensar en ello, puso su mano encima de su yo muerto y le curó la herida, extrañando a Akari.

–¿Qué haces?

–Voy a curarles las heridas. Si los dejo así, cualquier persona verá que los ha matado una chica mágica, y eso podría hacer que las chicas mágicas fuesen vistas como una amenaza en vez de como una garantía de seguridad, y sus detractores aumentarían.

Akari se sorprendió de que Hiroshi pensara en eso.

–Tienes razón… Bien visto.

Después de curar las heridas también de Mitsuru y Masaki, Hiroshi creó una gran bolsa negra, y con magia los metió dentro.

–Voy a llevarlos lejos de aquí, ahora vuelvo.

Akari asintió. Como dijo, Hiroshi se fue de allí, dejó los cuerpos en un sitio alejado, y llamó a la policía desde una cabina de teléfono, con voz distorsionada, avisando de que había encontrado tres cuerpos en el sitio en donde los dejó. Cuando volvió con Akari, vio que esta había creado un par de camas, separadas por unos tres metros de diferencia.

–Vaya, has creado camas, gracias.

–De nada. – Dijo la chica.

Akari entonces deshizo su transformación de chica mágica. Su vestido brilló y volvió a convertirse en el pijama que llevaba puesto. A Hiroshi le resultó algo gracioso, pues no recordaba que se habían transformado en chico y chica mágica llevando pijama. Al menos de esta forma ya no haría falta crear uno, pues ya lo llevaban puesto. Hiroshi hizo lo mismo y volvió a llevar también el pijama.

–Buenas noches. – Dijo Akari.

–Buenas noches. – Respondió el chico. Akari iba a meterse en la cama, pero Hiroshi volvió a hablar. – Akari. – La chica lo miró. – Siento no haber podido evitar que Mitsuru y Masaki mataran a Chinatsu.

La chica se mostró algo triste, pero dijo:

–No es culpa tuya.

Hiroshi también se mostraba triste. Él sí pensaba que había sido culpa suya. Akari, viéndolo triste, le preguntó:

–Ey, ¿estás bien?

–No. ¿Cómo quieres que esté bien?

–¿Eh?

–No puedo ni mirarte a la cara. Cada vez que te miro recuerdo lo que quería hacerte… Me siento como una mierda.

–No pienses más en eso…

–¿Cómo quieres que no piense en eso? Si no llegas a ayudarme no tienes ni idea de lo que te habría hecho. Por mucho que lo hayas oído no puedes hacerte una idea de hasta dónde estaba dispuesto a llegar. Pensar que podría haberte hecho todo esto…

–Pero no lo has hecho. – Le cortó Akari, con la mirada bastante decidida. – No puedes cambiar tu pasado, Hiroshi, pero ya no piensas hacer nada de esto, así que no tiene sentido seguir pensando en ello. Lo que debes hacer es pensar en cómo quieres ser a partir de ahora, sin importar cómo fuera tu pasado.

Hiroshi estaba sorprendido por las palabras de Akari.

–Akari… Sabes… Que en realidad no me has cambiado los recuerdos, ¿verdad?

La chica se mostró algo triste.

–Claro que lo sé.

–¿Entonces por qué les has dicho a tus amigas que lo habías hecho? ¿Por qué no les has dicho la verdad, que me has pasado tus recuerdos?

–¿Crees que te habrían soltado si les hubiera dicho eso? Si ni siquiera querían hacerlo cuando les dije que te había cambiado los recuerdos, mucho menos lo hubieran hecho si les hubiera dicho que solo te había pasado mis recuerdos.

–Y con razón. – Dijo el chico. – Akari, eres demasiado buena. ¿Por qué haces esto? Cualquier otra persona me habría matado o encerrado en vez de ayudarme como hiciste tú. ¿Por qué lo hiciste? ¿Y cómo sabes que no estoy fingiendo solo ser amable para después traicionarte…? Como he estado haciendo estos últimos cinco meses… ¿Cómo sabes que al pasarme tus recuerdos me has cambiado y no sigo fingiendo como antes?

Akari tardó unos segundos en responder.

–Porque tengo esperanza. – Hiroshi abrió los ojos ante aquella respuesta. – Nadie nace siendo malo ni sintiendo odio. La actitud y la forma de ser de las personas se crea dependiendo de cómo hayan sido criados y con quién se hayan relacionado. Las influencias externas son lo que determinan el carácter final de la persona. Seguro que tú tampoco naciste siendo malo. Algo durante tu vida hizo que llegaras a adquirir esa forma de ser. Pero de igual forma que una persona se puede equivocar y tomar el camino incorrecto en la vida, siempre puede rectificar y volver a tomar el camino correcto si realmente tiene la intención de hacerlo. Y creo que todo el mundo puede volver a tomar ese camino. No sé qué te debió pasar para que terminaras siendo como eras, pero de la misma forma que tus experiencias y recuerdos te hicieron así, mis recuerdos me han hecho a mí tal como soy. Por eso pienso que al tenerlos tú también, al tener todas mis vivencias desde que nací, pueden hacerte cambiar tu forma de ser y que retomes el camino correcto.

Hiroshi estaba impresionado. Esas palabras de Akari le habían dejado sin palabras. Instintivamente esbozó una sonrisa.

–Akari… Eres increíble. Me alegro que me hayas hecho volver al camino correcto, porque eres la persona más bondadosa que he conocido, y no mereces para nada lo que quería hacerte.

Akari también sonrió levemente.

–Buenas noches, Akari. – Dijo Hiroshi con una sonrisa metiéndose en la cama.

–Buenas noches, Hiroshi. – Respondió Akari de igual forma, metiéndose también en la cama.