Cap 8: Sol cegador y Luna rancia

Sasuke no podía dejar de pensar en aquel asesinato que había presenciado de parte de los anbus, pues aún después de meses seguía divagando respecto al tema. Mientras más intentaba olvidarlo, más le daba vueltas a las palabras de su hermano. Él mintió. Lo que vio fue real, ¿cierto? No podía estar equivocado en algo así de grave, ¿o realmente cayó en un genjutsu de Itachi? No podía descartar la posibilidad de que estuviera aprendiendo aquellos tan afamados jutsus ilusorios indetectables. Hasta los niños como él sabían de la fama de Shisui. "Nadie escapaba a sus ojos y cuando caías en sus redes no había salvación". Era tan impresionante que su padre múltiples veces alabó aquella habilidad tan única. Los demás miembros del clan eran habilidosos, pero ese nivel era uno que sólo que se veía en una persona por década, según los más ancianos del clan. Sasuke volvió a renegar de eso. Sabía lo que vio y creía firmemente en lo que presenció con sus propios ojos. Sin embargo, de vez en cuando se colaba aquel pensamiento fugaz de duda sobre el asunto. Maldijo sentirse indeciso y confundido, pero sobre todo dolido por la decepción de su padre al verlo como un mentiroso.

Mejor me voy a entrenar ―susurró para sí mismo antes de calzarse las sandalias ninja y salir de su casa.

El joven omega aun no dominaba el jutsu de fuego y sus ojos no despertaban el sharingan. Según sus tíos, Itachi tenían ambas habilidades completamente controladas a los siete años de edad. Él ya tenía ocho y seguía perdiendo el tiempo en la academia ninja jugando a lanzarle shurikens a los blancos. Era de los mejores en su clase, pero eso no impresionaba a su padre. Y en parte no lo culpaba, los demás niños en su clase no eran capaces de atinarle a blancos inmóviles, superarlos tampoco es que fuera un desafío precisamente. Soltó un suspiro al recordar los increíbles movimientos de su hermano mayor. Hubiera querido pedirle hablar en privado acerca del asunto, mas éste siempre evitaba el tema, estaba ocupado o se iba con Shisui. Se sentía como un marginado en su propia casa. Su padre y hermano marcaron una gran distancia con él desde que habló sobre ese asunto, sólo su madre le prestaba atención y le llenaba de mimos. Sin embargo, no quería tratar el tema con ella. Después de todo, nadie la escucharía por ser una omega.

¡Hey! ―gritó Sasuke cuando llegó al muelle frente al lago―. ¡¿Qué haces en mi lugar, Dobe?! ―demandó saber enojado mientras le jalaba el rubio cabello.

Oye, ¿qué te pasa a ti, Teme? ―preguntó dándose vuelta para mirarlo fijamente e intentar quitárselo de encima―. Sólo estaba sentado aquí, no es para que te pongas así ttebayo.

Es mi lugar así que lárgate ―ordenó viéndolo seriamente esperando ser obedecido.

¿Qué? ―interrogó el otro con sorpresa quedándose un largo rato mirándolo―, pero si es un lugar libre. Además, ¿ya olvidaste quién soy? ―peguntó con arrogancia―. Vaya que tienes mala memoria. Anda, Teme recuerda, nos vimos en la ceremonia de ingreso a la academia ninja, soy Uzumaki Naruto el hijo del Hokage ttebayo ―habló señalándose así mismo con el dedo pulgar combinándolo con una sonrisa de triunfador.

¿Y eso a mí qué? ―cuestionó el azabache mirándolo con una ceja arqueada―. Esto es territorio Uchiha, por ende, es mío. Te largas o te saco a patadas, fracasado ―amenazó cruzándose de brazos a lo cual los ojos azules se abrieron impresionados. Generalmente cuando lo reconocían o les recordaba la identidad de su padre, siempre lo trataban bien por miedo a repercusiones de parte del líder de la aldea.

Como si un omega tan frágil como tú pudiera hacerlo ―se burló Uzumaki sacándole la lengua con burla―. No te conviene pelear, no quiero pegarle a esa cara de niña que tienes ttebayo ―siguió molestando.

El joven Uchiha frunció el ceño y arrugó la nariz ofendido por aquellas palabras. Cuando lo conoció se le hizo lindo y hasta llegó a considerarlo alguien agradable por el cumplido que le hizo, pero ahora venía con esos ánimos de dueño del mundo sólo por ser hijo del Hokage. Se decepcionó al darse cuenta que sólo era otro alfa engreído y peor aún, uno que presumía del status de su padre como propio. Siendo uno de los alumnos más desastrosos y payasos de su clase no le veía sentido a presumir. También lo sintió como alguien hipócrita y falso, ya que delante los adultos se comportó educadamente con él y ahora se volvió alguien opuesto a esa versión que conoció. Mandando al demonio la primera impresión dejada en él. Sin perder el tiempo, Sasuke empujó al rubio al agua y se rio al verlo quejarse por su ropa mojada.

Eso te enseñará a no ser tan presumido, perdedor ―dijo Uchiha dándole la espalda dispuesto a irse de allí.

¡Regresa aquí, Teme! ―gritó pataleando en el agua del lago nadó un poco hasta la orilla y se subió al muelle mirándolo de mala manera―. ¡Discúlpate por arrojarme al agua! ―ordenó enojado señalándolo con el dedo.

¿O qué? ¿Llorarás con tu papi porque un omega te puso en tu lugar? ―preguntó con una sonrisa arrogante―. ¿En serio quieres contarles a todos que un omega te aterra tanto que necesitas a un adulto?

¡Algún día voy a ser el Hokage y te tendré debajo de mí siguiendo mis ordenes ttebayo! ―prometió sonrojado por la humillación que sentía.

Eso quisiera verlo, Usuratonkachi ―dijo Sasuke antes de retirarse de allí.

El omega se alejó de allí pensando en buscar otro sitio donde practicar su jutsu. No quería volver aún a aquel sitio en el cual solía entrenar antes por culpa de los recuerdos del asesinato. No sabía si correría con la misma suerte en caso de hallarse en una situación similar. El muelle estaba descartado por aquel rubio tonto. Ahora sólo le quedaba vagar por la aldea hasta encontrar un nuevo sitio cómodo para entrenar. Por su parte, Uzumaki estaba enojado con aquel azabache. Cuando lo conoció creyó que era un chico bonito y tranquilo, pues en clases siempre se había mostrado apacible. Sin embargo, resultó ser todo lo contrario. Era un idiota, un bastardo, un engreído y varios insultos más que se le cruzaban en esos momentos por su mente. No obstante, iba a entrenar. Se haría tan fuerte que ese Teme tendría que tragarse sus palabras y admitir que él era un espléndido ninja.

―No entiendo ―dijo Charasuke tras aquel recuerdo de parte de su tío Sasuke―. ¿Por qué tío Naruto pasó de ser un niño agradable y educado a un idiota engreído? ―preguntó ladeando la cabeza.

―Eso quisiera saber yo también, Dobe ―secundó el mayor de los morenos mirando a su pareja. Ambos Uchiha tenían la mirada fija en él esperando una respuesta.

―¡Es que yo quería ser su amigo! ―exclamó cuando fue vencido por la presión ejercida por aquellas insistentes miradas oscuras. Los mencionados pusieron la misma cara de extrañeza al no entender su lógica―. Yo sabía que el Teme iba seguido a ese muelle por eso fui a esperarlo. Quería hacerme su amigo, así que estuve practicando qué decirle para pedirle ser mi amigo ―explicó un poco apenado de la timidez que casi nadie conocía de su parte.

―¿Y en tu plan estaba presumir ser el hijo del Hokage? ―interrogó Sasuke mirándolo cruzado de brazos igual que hizo en aquella ocasión.

―No ―negó Uzumaki con un suspiro de cansancio―. Pero fue lo primero que se me ocurrió para responder a cierto bastardo que me estaba arrancando el cabello de la nada ―explicó mirándolo de manera acusatoria.

―¿Ibas a forzarlo a dejarte quedar allí usando el nombre de tu padre? ―cuestionó el más joven de los presentes.

―No, aprendí de mi error ttebayo ―afirmó el alfa rubio con una sonrisa pervertida.

"Si quiero que aprovechar correctamente el título de Hokage primero debo ostentarlo. Y ahora que YO soy el líder de la aldea puedo hacer lo que quiera como tener sexo con mi Teme en la oficina mientras gime Hokage-sama".

―¡Dobe! ―regañó su pareja mientras volvía a pellizcarle las mejillas con tal fuerza que las dejó rojas.

―No necesitaba saber eso ―murmuró Charasuke viendo atentamente la puerta calculando cuánto tiempo le tomaría llegar a ella y si sería posible evitar que su tío lo capture antes de hacerlo.

"Aunque no entiendo qué hago aquí. Acabo de recibir un recuerdo innecesario. Sí, sí, tío Sasuke se sintió mal de ser llamado mentiroso, pero eso no es excusa para querer matar al Hokage. Minato-san no tenía nada que ver con el asunto". Pensó el menor de los morenos aun atento a la puerta.

―En ese entonces yo creía que el padre de Naruto era parte del complot para destruir a los Uchiha ―comentó Sasuke jalando el cabello oscuros de su sobrino para obligarlo a dejar de mirar la puerta como cachorro encerrado.

―Pero si hasta donde sé el pedófilo de las serpientes te dijo que quien quería hacer eso era Danzou, ¿qué razones tendrías para desconfiar de Minato-san? ―preguntó Charasuke confundido.

"De hecho con esa cara de pasiva parece un omega dulce y frágil. Eso de que es el temido rayo amarillo suena a exageración. Él siempre me daba dulces y tenía esa cara de bobo parecida a la de tío Naruto".

―¡Oye! ―se quejó el aludido por ese pensamiento sobre él y su padre―. Ambos somos alfas respetables ttebayo.

"Pero lo de la cara de pasivos idiotas es verdad…". Pensó Sasuke ganándose una mala mirada de parte de su pareja.

―La razón para desconfiar de Minato era sencilla ―habló el omega viendo a su sobrino con seriedad―. Él no creía en mis palabras, a pesar de que le había hablado incluso su propio hijo siguió ignorándome ―masculló con rencor por lo sucedido aquel día.

―Aun así no tenías pruebas para que te creyeran, ¿acaso tú tomarías decisiones tan importantes basado sólo en la confianza que le tengas a las palabras de otro? ―interrogó Charasuke razonando al respecto.

A él, la manera de actuar de sus padres le parecía sensata y lógica. Buscar pruebas que respaldaran aquello de lo que sospechaban. Si bien era cierto que su padre omega comenzó a investigar basado únicamente en la palabra de su tío Sasuke, no lanzó acusaciones sin tener ningún respaldo. Fue su actuar fríamente calculado midiendo meticulosamente cada paso a seguir, lo que les dio finalmente la victoria por sobre aquellos ancianos corrompidos por el poder. A juzgar por lo que contaba su tío, cuando vio todo lo sucedido tenía tan sólo siete u ocho años. Dar ordenes abiertamente al respecto sólo por lo que dijeran dos niños sólo hubiera desprestigiado al Hokage y en el peor de los casos podrían haberlo destituido por abuso de poder. Él como representante de la aldea tenía el deber de actuar justamente con todos sus habitantes, si mostraba que impartía "justicia" de manera arbitraria sólo conseguiría dejar a los responsables como mártires de un sistema opresor. Al menos así lo razonaba el menor tras las explicaciones y recuerdos de sus padres.

―No era tan sencillo como piensas ―farfulló el omega Uchiha molesto por lo lógicas que sonaban las palabras de su sobrino, pero cuando adolescente recordaba que actuó tontamente.

Durante la llegada de los exámenes Chunnin Itachi no pudo evitar mostrarse intranquilo. Su primo Shisui intentó todo lo posible por tranquilizarlo, mas el omega seguía alterado por no poder vigilar a su hermano menor allí. El Hokage insistió repetidas veces en la presencia de examinadores durante todo el proceso, ya que debían evitar que se hicieran trampas o algo que rompiera con las reglas establecidas en cada prueba. Sin embargo, Itachi seguía ansioso queriendo ir con su hermano menor. Obviamente y teniendo en cuenta su obsesión de intervenir en favor de su familiar, se le tuvo terminantemente prohibido asistir. El objetivo del examen era medir las habilidades particulares de cada uno de ellos y, por mucho que lo odiara el mayor, la manera de hacerlo era poniendo en riesgo su vida. Las primeras pruebas no resultaron ningún problema para el equipo siete, al fin y al cabo lo primero fue un examen escrito. El único perjudicado con eso era cierto rubio cabeza hueca. Sin embargo, los peligros reales surgieron al ingresar al bosque de la muerte, donde los otros competidores no tardaron en atacarse entre sí. Tras una maniobra evasiva para optimizar sus oportunidades de vencer, el equipo siete se había separado.

Tiempo sin vernos, Sasuke-kun ―saludó aquella extraña mujer que antes había visto extender la lengua cuando le cortaron la mejilla a Naruto.

¿Quién demonios eres? ―demandó saber el azabache con su kunai en alto listo para defenderse.

Me vas a hacer llorar, pequeño Uchiha ―dijo aquella persona cambiando el timbre de voz, volviéndose más grave―. Y yo que te salvé la vida hace tanto tiempo ―dijo retirándose aquella piel que usaba como máscara para exhibir uno de sus amarillentos ojos de serpiente.

¡Orochimaru! ―exclamó el menor aún más alertado que antes―. ¿Qué demonios haces aquí, traidor?

¿Traidor? ―cuestionó con una risa baja y burlona por aquella reacción―. ¿Soy un traidor por desear sobrevivir? Me alegra que sigas respirando, debes ser un shinobi excepcional si aún no te han eliminado ―comentó con ligereza. Detalló las reacciones del menor ante sus comentarios y se alegró de ver odio y rencor en sus ojos. Emociones mucho más apreciadas por el sannin que aquel miedo que percibió en él cuando niño.

¿Eliminado? ―interrogó con intentando mantener la paciencia―. Dijiste que deseaban destruir a los Uchiha y ya han pasado cinco años sin suceder nada. Aquella vez me mentiste ―declaró con seguridad y molestia.

El joven omega mantenía rencor contra su hermano Itachi y el Hokage por tratarlo de mentiroso, pero su enojo y preocupaciones habían ido menguando al no suceder nada. Paulatinamente había comenzado a olvidarse de ese asunto para retomar su vida cotidiana. La muerte de aquel subordinado perdió su interés cuando su propio padre había dejado claro que ya estaba esclarecido el asunto. Según Fugaku, era un traidor de la aldea y por eso los anbus lo habían tenido que ejecutar. Esa explicación tenía cierto sentido, pero no le dejaba claro el motivo para atacarlo a él. Con el tiempo comenzó a creer que de verdad confundió un genjutsu de Itachi con el recuerdo de lo sucedido. Cuando perdió lucidez respecto a que era lo real y cuál era la ilusión, pero dejó el asunto por su propia paz mental. Sólo mantuvo la idea de hacerse más fuerte para proteger a su clan, en caso de ser necesario.

¿Fui yo acaso quien intentó asesinarte a ti y se deshizo de aquel Uchiha? ―interrogó el sannin de las serpientes con aquella voz rasposa y siniestra habitual en él.

No, pero… ―confirmó Sasuke sintiéndose contrariado por la inseguridad que tenía respecto a los sucesos. Realmente esperaba aclarar algo, pero no sabía a quién creerle o en quienes confiar cuando sus primeras opciones negaron sus palabras sin reparo.

Y hay algo aún peor ―dijo el sannin apareciendo a las espaldas del omega más joven para susurrarle al oído―. No sabes que hay algo más siniestro contra el clan Uchiha, y que tu querido hermano está participando ―murmuró antes de pasar su larga lengua por su mejilla causándole asco al menor quien de inmediato se separó furioso.

¡Mentiroso! ―gritó mientras intentaba cortarlo con su kunai en respuesta al atrevimiento de ese desgraciado―. Mi hermano jamás colaboraría con algo que atentara contra nuestra familia ―juró con una fe ciega en el mayor.

¿Estás seguro? ―interrogó Orochimaru volviéndose a acomodar aquella piel muerta que usaba como máscara―. ¿Tu hermano ha hecho algo para apoyarte en la investigación del asesinato que presenciaste? Si tanto dice amarte y querer protegerte, podrás responder cuánto ha avanzado ese asunto. ¿Atraparon al culpable? ¿Se le juzgó a Danzou por aquella orden sin sentido? ―preguntó siendo respondido por un largo silencio a lo cual prosiguió con sus preguntas―. ¿El Hokage hizo algo? Siendo el líder de la aldea debe estar enterado de todo y si no es así, ¿no es lógico pensar que es sólo una marioneta de los consejeros?

Ante aquella pregunta, Sasuke no pudo evitar reflexionar acerca de los sucesos comenzando a atar cabos. El otro omega conocía avanzadas técnicas ninjas para analizar y rastrear, para alguien de su nivel encontrar alguna pista sería sencillo. Sin embargo, dijo que no halló nada. ¿Y si Orochimaru tenía razón? ¡Claro! Por eso Itachi negó la existencia de ese suceso. La razón de negar sus palabras frente a su padre no era porque no le creyera, era porque sabía sobre la verdad. En ese caso era probable que el Hokage también estuviera involucrado en ello. Lo que explicaría la pasividad de Minato ante las palabras de su propio hijo. Itachi debía estar confabulado con Yondaime para el exterminio del clan. Tampoco confiaba en Shisui como para ir con él, ya que siempre estaba junto a su hermano. Era probable que ambos estuvieran demostrando su lealtad a la aldea de la Hoja yendo contra su propia familia.

Debo avisar a mi padre sobre esto ―susurró para sí mismo antes de regresar con su equipo tras confirmar que el sannin había desaparecido del lugar.

Luego de reunirse con Naruto y Sakura omitió todo lo relacionado a su encuentro con Orochimaru. No era asunto de ellos, era un problema concerniente sólo a los Uchiha, así que siguieron adelante con la prueba. Consiguieron los pergaminos para superar aquella etapa del examen, no sin varias dificultades. Varios equipos llegaron a la meta por lo cual se los hizo luchar de manera individual para reducir números. Él y Uzumaki habían conseguido superar aquella prueba, pero su compañera de equipo no lo había logrado. De regreso en la aldea buscó la mejor oportunidad para hablar con su padre. Lo citó en privado con la excusa de entrenar juntos para la segunda ronda de los combates. Habiendo conseguido estar a solas con él en el dojo de la familia se dispuso a informarle de las advertencias de Orochimaru. Quería que su padre hiciera algo al respecto para salvar al clan antes de que fuera demasiado tarde.

¿Y bien? ―cuestionó Fugaku viendo a su hijo de manera seria―. No tengo tiempo que perder, así que sé breve ―ordenó.

Padre ―llamó el menor alzando la mirada mostrándose sumamente preocupado―. He vuelto a ver al sannin Orochimaru y confirmó lo que te dije años atrás.

¿Años atrás? ―repitió haciendo memoria para intentar ubicar el momento al cual se refería.

Sí, cuando te dije que presencié a unos anbus asesinando a uno de tus hombres e intentaron ejecutarme a mí también ―explicó para hacerle recordar―. ¡Eso fue real! Konoha planea destruir a nuestro clan, debes hacer algo al respecto.

¿Y no hubiera sido más inteligente alertar que viste a un traidor? ―preguntó Itachi ingresando al dojo sin previo aviso―. Peor aún, ¿cómo puedes creerle a un traidor? ―preguntó Itachi mientras caminaba hasta quedar frente a su hermano menor―. Es realmente decepcionante que te dejarás engañar por un genjutsu de parte de un sujeto que ni siquiera tiene un clan importante.

¿El genjutsu de la vez anterior? ―interrogó Fugaku viendo a su primogénito a la espera de una respuesta―. Según recuerdo anteriormente habías practicado tu genjutsu en tu hermano y confundió las cosas.

Y no ha aprendido nada desde entonces ―suspiró el omega de larga cabellera mostrándose sumamente decepcionado―. Sigue siendo engañado por unas cuantas palabras del sujeto menos confiable de todos. No ser capaz de ver a través de engaños y genjutsus enemigos, es una vergüenza para alguien del clan Uchiha.

Eso es cierto ―concordó el alfa viendo a sus dos hijos fijamente―. Sasuke deberías dejar de avergonzar a nuestro clan. No puedes manchar el prestigio que tenemos con tus tontas fantasías.

¡No estuve bajo ningún genjutsu! Lo que vi fue real ―gritó el omega más joven parándose indignado―. ¡Lo que sucede es que Itachi está con ellos! ¡Él es el verdadero traidor! ―gritó antes de correr hacia él con el chidori que le había enseñado a Kakashi―. Te haré hablar a la fuerza ―exclamó intentando impactar su ataque contra él.

Itachi apenas se movió un poco girando el cuerpo levemente para sujetarle el brazo a su hermano. Pese a tener el chidori en ella, para el mayor no fue difícil sujetarlo sin hacerse daño alguno. Presionó su muñeca y la giró con algo de fuerza haciéndolo emitir un quejido de dolor. Tras eso el mayor lo levantó sin esfuerzo y lo arrojó contra una de las paredes. Sasuke estaba impresionado por lo fácil que era para su hermano hacer con él lo que quisiera apenas moviendo una mano. Su espalda había impactado contra la dura superficie haciéndole toser un poco. Se levantó de inmediato e intentó volver a atacarlo, pero un golpe en el estómago proporcionado por la rodilla del otro omega lo dejó tirado en el suelo. Su padre se había mantenido estático observando todo hasta que creyó que fue suficiente. Se levantó y dio una fuerte pisada para llamar la atención de los dos omegas.

Sasuke será mejor que te concentres en entrenar y dejes tus ridículas fantasías. Estás avergonzándome demasiado y no puedo tolerar que se sepa que mi inútil hijo es engañado por genjutsus o peor aún, se junta con traidores ―explicó mirándolo con desprecio antes de girarse a su hijo mayor con una mirada de orgullo―. ¿Por qué no eres como tú hermano? ―preguntó a Sasuke antes de dedicarle unas palabras al omega mayor―. Me quitarías un peso de encima si pudieras ayudar a tu hermano a dejar de ser un chiquillo tan estúpido, Itachi. Creo que para un genio como tú será posible convertirlo en un ninja al menos decente.

Haré lo que pueda, padre ―aceptó Itachi con un tono de voz calmo.

¡Ese es mi hijo! No por nada eres mi más grande orgullo ―felicitó Fugaku antes de retirarse de allí.

Sasuke no soportó más de aquellas palabras hirientes y llenas de desprecio hacia él. Su padre y su hermano lo veían como un inútil, un mentiroso y sobre todo un niño débil e ingenuo. Les demostraría que estaban equivocados. Obtendría un poder que los dejaría mudos y la siguiente vez que se enfrentara a su hermano el resultado sería diferente, pero para eso necesitaba ayuda. Ese día y los siguientes se comportó con normalidad como si nada hubiera sucedido, mas estuvo planeando cuidadosamente su partida de la aldea. Orochimaru había enviado a sus subordinados a ayudarlo en dicha tarea y no dudó en tomar esa oportunidad. Con todos en su contra, el único que podía salvar a su clan era él mismo porque nadie más lucharía por ellos. La única forma en la que podía cambiar esas injusticias era siendo tan poderoso como para tomar el puesto de Hokage y así acabar de una vez con aquel odio entre Konoha y los Uchiha.

―Eso es una dictadura ―comentó Charasuke tras aquel recuerdo―. ¿Se supone que planeabas terminar con el odio generando más odio y evitar la guerra provocando una guerra? Eras bastante tonto de puberto ―soltó el menor mirando a su tío con una sonrisa burlona.

"Sí que lo era ttebayo". Secundó Naruto en sus pensamientos a lo cual el omega los observó de mala manera por no entender su razonamiento.

―No espero que un par de idiotas como ustedes entiendan como pensaba yo ―espetó Sasuke con la frente en alto manteniendo aquella postura erguida llena de orgullo―. Ustedes son de los que creen que todo se soluciona hablando y siendo "tierno".

"Además ambos la tienen fácil teniendo a sus padres apoyándolos en todo. Minato es otro rubio consentidor como lo es mi propio esposo y mi hermano es idéntico a ellos. Ninguno de ellos les niega nada a sus hijos nunca, claro porque como son únicos tienen toda la atención para ellos. Si tuvieran hermanos sabrían lo que es ser ignorados o invisibilizados por no brillar tanto como sus perfectos familiares".

―¡Eso no es cierto! ―exclamó Uzumaki arrugando el rostro con expresión de enojo―. Yo no la tuve fácil y lo sabes ttebayo. Todos me trataban diferente por ser el hijo del Hokage, a muchos aldeanos ni siquiera hoy siendo Hokage les agrado, ni siquiera me tienen respeto ―confesó recordando los pensamientos que había oído de camino a su hogar―. Creen que sólo tengo el título por mi padre fue Hokage, no creen en mí y nadie lo hacía cuando yo decía que te traería de nuevo a la aldea ―explicó antes de apartar la vista de su pareja para contenerse y no hacer o decir algo que pudiera causarles arrepentimiento después.

"Yo en verdad trabajé duro para hacerme fuerte. Siempre me sentí culpable de incitarte a contarle a mi padre sobre lo que viste. Cuando me lo dijiste en verdad creí que lo mejor era recurrir a él para que hiciera justicia. No tenía idea de que nos trataría como mentirosos a ambos y que destruiría la poca confianza que habías demostrado tenerme al confiarme semejante secreto".

"No fue tu culpa, Naruto. Siempre supe que tú sí creías en mí y eres la única persona en la que realmente confío con mi vida. Nadie más podría conocer lo que hay dentro de mi corazón y jamás en mi vida podría entregarme a otro o formar un lazo tan fuerte como el que tengo contigo. Eres la persona que más amo y si algo te sucedería me suicidaría sin dudar. Claro después de masacrar al responsable, a su familia y a sus hijos para prevenir venganzas futuras".

"Qué romance tan bonito y perturbador tienen los tíos. Aun me sorprende que terminaran juntos sólo con un brazo amputado. Con esas ideas dementes uno esperaría que hubieran muerto juntos en una pelea".

―¡Exacto! ―exclamó Uzumaki alegremente―. Cualquiera se esperaría eso, pero nosotros somos especiales y cuando Sasuke atacó la aldea finalmente me dio la oportunidad de confesarme.

"Al fin y al cabo amputado, desangrándose y completamente debilitado no tenía fuerzas para escapar de mí". Pensó el rubio recordando como se dio la guerra contra Konoha.

El cuarto Hokage se había hecho de varios enemigos a lo largo de su vida. Ser un ninja de tanto renombre entre las cinco grandes naciones ninja le había pasado factura. Sin embargo, los enemigos más peligrosos fueron aquellos a los que alguna vez llamó "compañeros". Aquellos con quienes debía pelear codo con codo, fueron quienes dieron los golpes más bajos. Las traiciones dolían por la confianza que era destruida. Un lazo que se creía sincero resultaba ser sólo una fantasía creada para un fin oculto. Ese había sido el caso con Orochimaru. Lo creían alguien confiable. El discípulo del tercer Hokage, protegido de Danzou y candidato a Hokage por su fama como sannin. Todos aquellos títulos y renombres no hicieron más que hacerlos ver como unos idiotas crédulos al no ver la maldad en él. No obstante, hubo otro enemigo que había pasado desapercibido por todos: Uchiha Obito. Aquel ex alumno de Minato le guardaba un profundo odio a él y la aldea.

Desde que Minato se había vuelto Hokage tenía menos tiempo para sus alumnos y siendo Kakashi un jounin se creía conveniente mandarlo a él como líder. Más temprano que tarde notaron su error. Hatake tenía una profunda devoción por las reglas y no mostró ningún reparo en asesinar a su compañera de equipo Rin. Obito jamás pudo perdonarle a él haberla asesinado para salvar Konoha. Ambos sabían que Rin fue convertida en la jinchuriki del sanbi en contra de su voluntad. Era un plan atroz, elegido para que ella muriera y se liberara aquel bijuu en la aldea. Kakashi le puso fin a ese plan con un chidori directo al corazón de la joven castaña. Empero, más odio llevaba contra sí mismo por no haberla protegido. Así que decidió hacerle pagar al cuarto Hokage arrebatándole a la mujer que amaba, justo como le sucedió a él. Sin embargo, aquel ataque había fallado y Kushina había sobrevivido gracias a que el cuarto Hokage dividió al Kyubi en dos, dándole la mitad a su propio hijo.

Esa maldita Uzumaki sobrevivió ―murmuró Obito mientras miraba hacia el cielo nocturno. De nuevo se había perdido en sus pensamientos.

¿Uzumaki? ―interrogó Sasuke al haberlo oído con tal claridad. Él se había acercado para hablarle sobre los detalles del ataque que pronto llevarían a cabo contra Konoha.

Según recuerdo tú tenías una amistad con el niño Kyubi ―comentó el otro Uchiha mirándolo con seriedad―. Espero que tus sentimientos no nublen tu juicio.

No lo harán, además soy más fuerte que Naruto ―aseguró el omega mostrando un expresión carente de sentimientos.

Cuidado, pequeño ―advirtió Obito con seriedad y cierto tono burlesco―. Aunque él tenga sólo la mitad del Kyubi si pelea con su madre, quien lleva la otra mitad, será todo un problema.

Vaya, Obito qué poca fe tienes en nuestros planes ―dijo Orochimaru divertido mientras se relamía los labios―. Con la aldea del Sonido y la aldea de la Arena unidas no hay manera de que perdamos contra Konoha.

Vaya ingenuos que son como para no darse cuenta de que su Kazekage ha sido sustituido ―comentó Sasuke sin poder creerse tal nivel de ceguera.

Él había ido acompañado de Kabuto y Orochimaru para emboscar a Rasa. El Cuarto Kazekage fue reconocido por su posesión del Kekkei Genkai Magnético, gracias a esta habilidad podía manipular cantidades de polvo dorado. Era una técnica bastante impresionante debía admitir, pero no fue rival para ellos. Pronto le dieron muerte y cual hienas, Orochimaru y Kabuto se hicieron con su cuerpo para sus experimentos extraños. El sannin lo sustituyó como líder haciéndoles creer a todos que nada había sucedido. Dándole acceso a Gaara, el jinchuriki de una cola. Uchiha al verlo no pudo evitar rememorar a su viejo compañero Naruto. Vio proyectada en lo que pudo haberse convertido aquel rubio si no hubiera tenido a las personas correctas amándolo. Aquel pelirrojo sólo conocía lo que era la muerte y la sangre. Estaba tan destruido por dentro que pese a darse cuenta del intercambio de su padre por Orochimaru, no mostró aflicción o tristeza. En sus propias palabras "lo que le da sentido a mi existencia es la muerte de otros. Asesinando es como estoy vivo". Para ese chico mientras se le diera libertad de hacer cuanto deseara, lo demás lo tenía sin cuidado.

Tengo algunos esbirros infiltrados ―habló el hombre de ojos amarillos cortando aquella reflexión de parte de Sasuke―. Fue realmente sencillo ―presumió orgulloso.

Ahora eres líder de dos aldeas ninja, supongo que estás satisfecho ―dijo Obito viéndolo curioso.

Yo sólo soy feliz haciendo mis experimentos con libertad y haré lo necesario por obtener más especímenes ―declaró sin ninguna intención de esconder sus deseos perversos.

No me interesa lo que hagas mientras me dejes a Minato para mí. Soy yo quien debo asesinarlo ―dictaminó Obito dispuesto a darle muerte a quien fue su maestro en el pasado.

Yo sólo te advierto que no te atrevas a tocar a ningún Uchiha o terminarás tres metros bajo tierra ―amenazó Sasuke con su kunai en alto.

El joven omega nunca perdió de vista su objetivo original: salvar al clan Uchiha. No pensaba permitir que ellos fueran asesinados y mucho menos para terminar en frascos de experimentos del sannin. Sasuke planeaba hacerse con el control de la aldea y utilizar sus recursos para hacerles pagar a todos los que se habían confabulado contra su familia. Hubiera deseado evitar llegar a una guerra civil, pues era inevitable que dejara varios muertos y se supone que quería evitar las bajas en su clan. Desafortunadamente era necesario. Perder unas cuanta vidas para un bien mayor era lógico a su parecer. Por ello cuando tuvieron todo listo, aprovecharon la celebración de un nuevo examen chunnin en la aldea. Habían pasado tres años desde que no pisaba esa aldea y ahora que lo haría sería para poner en orden todo aquello que estaba mal. Sacaría la basura de los altos mandos y traería un nuevo orden.

Kabuto y él se disfrazaron de anbus mientras Gaara asistía en calidad de acompañante del Kazekage al igual que sus hermanos. Tomaron posiciones y cuando el momento indicado llegó: todo comenzó. Durmieron a todos los civiles con genjutsu usándose varios como rehenes para distraer la atención de los shinobis mientras los ninjas del Sonido y la Arena se infiltraban. Gaara liberó a su bijuu y comenzó a causar los destrozos más grandes asesinando a cuanto ninja intentaba detenerlo. En ese momento vio a Naruto ir donde el pelirrojo. Los ojos negros de Sasuke se quedaron por unos momentos prendados de la imagen de Naruto. Había crecido mucho, se veía más alto y esa expresión de seriedad le daba un aire de madurez que nunca esperó verle. Sonrió imperceptiblemente bajo la falsa máscara anbu. Se había vuelto fuerte y se alegraba por él. Le sirvió mucho haber roto lazos con él. Finalmente aquel Dobe se pudo dedicar a entrenar por su sueño. Estaba seguro de que no perdería contra Gaara.

Sobrevive, Dobe ―murmuró mientras seguía su camino en busca de los consejeros.

Como los cobardes que eran, los altos mandos fueron los primeros en retirarse. No alcanzó a ver a Danzou en todo lo que llevaba vigilando el examen, pero estaba seguro que si seguía a los otros dos eventualmente llegaría a él. Tuvo que enfrentarse a varios ninjas y jounnins para intentar llegar a su objetivo principal. Sin embargo, se llevó una gran sorpresa al descubrir que Danzou había sido apresado. Ordenó que le dijeran la posición exacta de aquel desgraciado y tras sacárselos a la fuerza mediante el sharingan, emprendió rumbo para darle muerte. No iba a asesinar aun a los otros dos. Los guardaría para el final, primero haría pagar a aquel anciano. Aunque no entendía la razón de ser apresado. Se lo merecía, sí. Sin embargo, ¿por qué ahora? Para su mala fortuna, los ninjas a los que derrotó hicieron correr rápido el chisme sobre su objetivo. Llegando a oídos de Naruto.

¡Sasuke! ―llamó Uzumaki apareciendo detrás suyo repentinamente. Se le veía herido, con el rostro sangrando y la ropa algo desgarrada―. Finalmente regresas a Konoha ttebayo.

Me sorprende que sobrevivieras a Gaara ―mintió Uchiha aunque sonó lo suficientemente convincente para el rubio―. Ahora quítate. No quisiera asesinarte, sólo me interesan los altos mandos.

¡Danzou ya fue apresado por el crimen que viste de niño! ―explicó el joven ojos azules no dejando que intentara huir de él―. Tu hermano y tu primo le tendieron una trampa. Has ganado, Sasuke ―afirmó esperanzado de que con eso se terminara todo.

¿Y eso qué me importa? ―interrogó el omega con su katana extendida apuntando a su viejo amigo―. Ese sujeto merece la muerte. Estar sentado cómodamente en una celda, no es un castigo.

Si lo asesinas ya no podrás volver a la aldea, serás un criminal y también te apresarán ―insistió desesperado por hacerlo entender que era lo mejor para él.

¡No pueden apresarme si me convierto en Hokage! ―exclamó con su sharingan activado―. Obito asesinara a tus padres, yo que tú me preocuparía más por no quedar huérfano ―dijo con burla.

¡Mis padres no son débiles ttebayo! ―exclamó Uzumaki con confianza mientras sonreía como sólo él sabía hacerlo―. Ellos estarán bien, son fuertes ―aseguró.

¡Si tanto insistes en meterte en mi camino, primero te mataré a ti! ―dijo Uchiha mientras daba un salto hacia el otro para atacarle.

Contaba con esto, Sa-su-ke ―deletreó el rubio con burla―. ¡Hiraishin! ―gritó transportándose al Valle del Fin donde había dejado una marca desde que aprendió ese jutsu―. Ahora sí estamos solos… ―dijo con una media sonrisa.

Uchiha se sintió sorprendido por lo rápido que había sucedido todo. Recordaba el Valle del Fin por ser el sitio donde tuvo su pelea con el rubio antes de partir con Orochimaru, pero no pensó volver allí tan repentinamente. Había notado que Naruto parecía tener aquello planeado desde hacia mucho tiempo. Vaya, Dobe. Y él creyendo que se había rendido con él y demostraba seguir obsesionado. "Al menos será fácil vencerlo después de haber quedado agotado por su pelea contra Gaara". Pensó confiado. No obstante, volvió a equivocarse con Uzumaki. El alfa rubio fue capaz de sostener una batalla con él y para peor, lo derrotó. Por mucho que dijera que en realidad se trataba de un empate, el azabache lo aceptó como una derrota. Aunque no se quejaba. Perder trajo cosas positivas, como descubrir que el rubio lo amaba y formar posteriormente una linda familia siendo bendecidos con un hijo precioso.

―¿Ya te vas, Chara? ―preguntó Uzumaki al ver al menor cerca de la puerta. A lo cual el otro maldijo por lo bajo haber sido notado cuando estuvo tan cerca de irse de manera sigilosa―. ¿No ibas a ver a Menma?

―Creo que es mejor si sigo ayudando a otros clanes ―respondió en un tono jovial y juguetón―. Además podría aprovechar de paso para ayudar a pobres y desvalidas bellezas que requieren de un caballero como yo ―presumió con una rosa en la mano.

―A él le alegraría mucho verte ―aseguró el rubio con algo de tristeza de ver la distancia entre ambos adolescentes cuando de niños fueron tan unidos―. Hace tanto que no pasan tiempo juntos, él de seguro también te extraña ttebayo.

"Qué Usuratonkachi es mi esposo. Ni siquiera se ha dado cuenta que es Menma quien pone excusas para evitar a su primo. Es evidente que él ya no está para soportar las tonterías de mi sobrino".

―Je, je, je ―rio el menor de los Uchiha de manera forzada mientras se rascaba la nuca―. A veces le causaba muchos problemas, seguro que con sus habilidades él mismo ya descubrió como retirar el jutsu. Si hasta yo pude hacerlo por lo sencillo que es, lo molestaría durante semanas si no pudiese hacer algo tan básico ―bromeó ganándose una mala mirada de su tío.

"No me sorprende que presuma sus habilidades como sus padres. Incluso puedo recordar la tristeza de mi hijo cuando me contó que mi padre tenía intenciones de llevarse a Charasuke a un viaje especial a otra aldea donde aquellos que iban se divertían, jugaban y comían muchos dulces. Probablemente lo dijo para incentivarlo a entrenar más si tenía bajo rendimiento, pero a mi hijo nunca le ofreció ningún viaje especial.

―Yo no sabía que eso había puesto triste a Menma ―dijo de inmediato el menor de los Uchiha intentando arreglar la situación.

"No me sorprende que Menma lo odie". Pensó Sasuke de manera descuidada siendo oído por los otros dos.

CONTINUARÁ…