Cap 12: Tú un error, yo un defectuoso, amonos

Menma durante mucho tiempo se había preparado para ese momento. Incluso había consultado de manera discreta con sus padres cuales eran los requerimientos para tener una pareja con un lazo tan fuerte como el de ellos. Y las respuestas fueron similares. Sus dos padres coincidían en que un punto importante en una relación era la confianza. Y ellos eran expertos en esa área, pues tanto en las batallas como en lo personal, ellos jamás dudaban del otro. Hubo ocasiones en que comentarios malintencionados llegaron a oídos de uno y de otro. Personas que se regocijaban en recordarle a su padre omega que el Hokage era muy popular entre las mujeres, pero Sasuke siempre mantenía la cabeza en alto y los ignoraba. Con o sin lazo de alfa y omega, ellos tuvieron un pacto suicida y el rubio no estaba dispuesto a tirar una relación por la que se jugó la vida por una simple aventura. Tuvo mucho tiempo para hacer eso durante los tres años de ausencia y ni así dejó de pensar en Sasuke y guardarse para él. Por su parte, Uzumaki era un tanto celoso por su esposo, mas conociendo lo arisco que era, sólo se preocuparía de una posible aventura si descubría algún alfa con una extremidad amputada. Sasuke era como un Dios al que si querías tener acceso debías hacer un sacrificio a su altura. Y sólo él era lo suficientemente masoquista para tal hazaña.

―Yo no había pensado que quisieras algo así ―comentó Charasuke con algunos nervios.

"Esto es demasiado bueno para ser cierto. Debe de ser un genjutsu para que todo sea tan perfecto". Pensó Uchiha ganándose un golpe leve en la cabeza de parte de su primo.

―Estás despierto, en el mundo real, idiota ―repitió Menma viéndolo con seriedad―. No te pongas como si tuvieras que darme una respuesta en este mismo momento ―aconsejó el alfa mientras le sujetaba una mejilla y la acariciaba con su dedo pulgar―. Yo no tengo intenciones de forzarte a decidir ahora. Podríamos esperar a pedirle tu mano formalmente a tío Itachi y presentarnos como pareja.

―Entonces ¿quieres algo serio conmigo? ―preguntó el sigma mirándolo completamente sorprendido.

―Si tú me aceptas como pareja, me gustaría que hagamos las cosas bien ―confesó el rubio desviando la mirada con vergüenza.

"No vamos tan en orden. Nos peleamos, te declaraste, me apuñalaste y me preguntas si quiero una marca y ser oficialmente tu pareja por el resto de mi vida. Creo que dejamos fuera de la ecuación eso de pedir permiso a nuestros padres, pero con lo que me odia tío Sasuke, tal vez sea mejor pedir perdón que permiso".

―Tío Itachi también me estrangularía si viera esta escena del crimen ―comentó en tono de broma―. Si no quieres que seamos nada por el momento puedo calmar tu celo y esperar a que te decidas ―ofreció sin apuros por una respuesta realmente. Todo lo que quería era saber que sus sentimientos se habían expresado correctamente.

"Pero si otro alfa se acerca a mi Charasuke le echaré mis bestias celestiales encima para que se les quite las ganas de robarle al próximo Hokage o líder del clan Uchiha".

―¡Claro que quiero, psicópata! ―exclamó riendo mientras se lanzaba contra el cuerpo del otro para rodearlo con sus brazos―. No hace falta que asesines a nadie. Yo tengo decidido que quiero estar contigo ―aseguró con seriedad.

Desde hacía mucho tiempo que sentían algo mutuamente. Crecieron juntos y en algún tiempo pasado se llegaron a pensar como posibles hermanos de diferente omega. Sin embargo, había algo que no cuadraba con aquello. Charasuke había expresado su deseo de tener un hermanito menor cuando supo que su compañera Hinata tendría una. Recordaba con claridad a Menma cuestionando con insistencia si él no era suficiente. Dejó esa pregunta sin responder, porque simplemente no sabía cómo hacerlo. El sigma sabía que su primo le ofrecía todo aquello que un hermano podría; juegos juntos, peleas tontas y olvidables, desafíos y confianza para luchar juntos. Entonces, ¿por qué no podía verlo como un familiar? Caso similar sucedía con Menma. Él dejó claro que no deseaba otro integrante en su familia, deseo al que Sasuke nunca se opuso. Mas, Naruto en alguna ocasión cuestionó por qué no quería tener un "mini Sasuke". El rubio mencionó a su pequeño hijo que sería como tener a Charasuke viviendo con ellos. Empero, algo seguía sintiéndose incómodo.

Esos leves malestares los dejaron pasar. Ambos eran niños pequeños cuya atención no duraba demasiado en una única cosa. Y menos cuando dicho asunto escapaba a sus propias capacidades. No fue hasta que empezaron a desarrollarse y expresar los caracteres secundarios de sus respectivos géneros que se cuestionaron lo que sentían. Empezaron a tomar en cuenta sus reacciones ante los olores ajenos. Por norma general, los omegas poseían un aroma dulce y agradable, el cual a Menma se le hacía empalagoso. Charasuke cuando estaba en celo sentía odio hacia el mundo en general. Todos los olores se le hacían infernales. Los de alfa le causaban quemazón en su nariz, los omegas muy dulzones y los betas… bueno esos le causaban molestia sólo por estar vivos. Sus aromas no destacaban demasiado, pero los encontraba corrientes como si fueran un perfume barato constituido por %80 alcohol, %15 agua y algo de perfume.

―No me gustó eso de "psicópata" ―mencionó Menma con un puchero por semejante comentario.

"Según mis padres es normal exterminar cualquier posible amenaza. Si no entienden una negativa por las buenas siempre se puede solucionar con algo de diálogo".

―¿Le llamas "diálogo" a tu pene o a tus puños? ―preguntó el azabache tras oír aquellos pensamientos―. Porque he sentido ambos y sigues pensando en "dialogar".

―Para mí son sinónimos ―respondió el joven de ojos azules antes de quedarse callado observando fijamente la expresión del rostro de su primo.

"Es tan bonito cuando no está intentando meterme un chidori".

―¿No te resulta incómodo que tenga un rostro tan similar al de tu papi? ―cuestionó Charasuke algo nervioso mientras desviaba la mirada sonrojado por aquel pensamiento.

"Debe ser extraño besarme teniendo una apariencia tan idéntica a la de mi tío. Imagino que se sentirá incestuoso y un poco asqueroso. Tal vez sí debería buscar cambiar de cuerpo y conseguir un rostro propio".

―A ver ―llamó Uzumaki mientras lo obligaba a mirarlo sujetándole de la barbilla para hacerle girar la cabeza―. Cuando me ves a mí, ¿sientes que estás besando a mi padre? ―cuestionó con gran seriedad. A lo cual Charasuke prestó atención.

"Son muy parecidos en muchas cosas; cabello rubio, ojos azules, mismas facciones e incluso tienen las mismas marquitas en las mejillas. Sin embargo, Menma es mucho más sexy que tío Naruto. Ese rostro serio y personalidad reservada y misteriosa, me estremece".

"Me alegra saber que no ve a mi padre. No quisiera tener problemas de que sienta interés en él. Sería molesto en muchos niveles. Mi padre tiene a su omega, yo tengo a mi sigma. Si intenta tocar a mi Charasuke, me adelantaré a tomar mi herencia y su puesto de Hokage".

―Eso fue más información de la que esperaba, pero me da mucho alivio ―dijo Uzumaki sonriendo mientras le robaba un corto beso en los labios―. Además ya te penetré, ¿no crees que si viera a mi papi ya te habría hecho algún gesto de asco? ―interrogó siendo un poco tarde para que Charasuke tuviera ese tipo de dudas, cuando ya había demostrado no sentir que veía a su propio padre omega.

"No lo sé. Cerré los ojos mientras intentaba contener las lágrimas por el inmenso dolor que sentía en mi parte baja".

―Lamento eso y te juro que seré mucho más cuidadoso ―prometió Uzumaki mientras le mostraba un preservativo que se trajo del baño―. Mira, hasta traje un condón para más seguridad ―dijo mostrándolo con orgullo―. Y la vaselina para que no duela mucho.

"Así que sí venía con intenciones de seguir hasta el final y no sólo de limpiarme. Qué bueno. No quiero que quedemos a medias y esto se vuelva un horrible recuerdo. Aunque haya comenzado mal aun podemos hacerlo bien".

―Pienso lo mismo ―secundó Menma tras oír el pensamiento de su primo.

Sin perder más el tiempo acercó su rostro con lentitud. Detalló con cuidado las facciones del rostro contrario como si fuera la primera vez que lo veía. Se sorprendía un poco a sí mismo al no sentir que veía a su padre. Claro que al primer vistazo tenían una gran similitud, pero observándolo bien, su forma de mirar y sonreír era diferente. Conocía la sonrisa de su padre omega, eran discretas y sobre todo pocas, mas la de Charasuke tenía el defecto de ser falsa la mayor parte del tiempo. Cuando le decían que era como Sasuke, notaba como sonreía y aceptaba los regalos que le ofrecían, dulces sobre todo, pero había decepción en sus ojos. Como si se sintiera forzado a mostrar agradecimiento por la comparación. Eran esos detalles los que los hacían tan diferentes. Su padre omega no sonreía mucho, cualquier emoción que pudiera ser considerada una debilidad era ocultada con estoicismo y seriedad. En cambio, su primo sonreía sin importar qué tan mal se sintiera. Raras eran las veces en las cuales adoptaba una expresión de seriedad. Verlo llegar a eso significaba que su límite fue sobrepasado.

Por su parte, Charasuke tras aquel comentario sobre si veía a Naruto en Menma, comenzó a compararlos, dado que nunca antes lo había hecho. Sabía bien las comparaciones que se le hacían a su primo sobre ser como un "mini Naruto". Compartían aquella molestia ante su propia falta de identidad frente a todos. Podía ver que sus padres no lo hacían con mala intención, pero en cierto modo se sentían invisibles. Atados a las expectativas y predicciones de todo aquel que hubiera conocido a sus progenitores. Como si todo estuviera escrito para sus respectivos futuros. Sin embargo, entre ellos no existían aquellas comparaciones. Para él Menma era la persona que amaba, mientras su tío Naruto era alguien a quien quería mucho, pero sin atravesar lo fraternal. Nunca encontró similitud alguna entre esos ojos azules. Los del mayor siempre parecían verlo como a un niño pequeño necesitado de protección y cariño. Los de Menma eran aquellos que le llenaban de un sentimiento cálido en su pecho. Aquel que deseaba retener y resguardar por siempre en su corazón.

―Esta vez lo haremos despacio ―propuso Charasuke con una sonrisa tranquila mientras le sujetaba ambas manos a su primo y las besaba con ternura―. Porque si vuelve a dolerme te dejaré el ano tan roto que se te olvidará que eres alfa ―amenazó con su sharingan destallando unos breves segundos.

El rubio sonrió un poco nervioso por aquellos repentinos cambios de humor. Supuso que se debía al propio instinto de su primo luchando por calmar el celo y el lado racional pidiendo paciencia. El sigma estaba tan herido emocionalmente por todo lo sucedido ese día que sus ánimos de lucha cobraban fuerzas. Aunque pensándolo bien, Menma concluyó que tal vez y sólo tal vez, las peleas eran parte de las costumbres de los sigma para aparearse. Según sabía muchas especies animales buscaban a su compañero basado en aspectos fundamentales como ser protector, buen proveedor y cumpliera como mejor prospecto disponible. Hasta su padre omega se buscó al más apto. Naruto era el ninja más poderoso de las cinco grandes naciones y el único capaz de sostener una lucha contra Sasuke.

"Los Uchiha deben ser como gatos, buscando al macho más poderoso cerca y lo ponen a prueba luchando. Si pierde, es indigno y lo despechan. Si gana, tiene derecho a aparearse con ellos y se les permite consentirlos. Sí, definitivamente son como gatitos; lindos, caprichosos, exigentes e intocables si no eres digno".

―Idiota ―se quejó el moreno dándole un golpe con la mano abierta en su cabeza―. No somos como gatos, bueno, un poco sí, pero no tan así.

"Aunque es cierto que mi padre tuvo que ofrecer dangos, rosas, protección a tío Sasuke, a quien mi papi veía como su propia cría y demostró ser alguien muy poderoso entre los Uchiha. Mierda, es molesto de aceptar, pero hasta tío Madara sólo aceptó a Hashirama-san. Él es conocido como el Dios Shinobi. Tal vez por eso nuestro clan es tan temido, hacemos combinaciones locas, pero poderosas. Ahora que lo pienso, integramos un Senju, un Uzumaki y combinamos Uchiha hasta que nací yo".

―Entiendo que el Uzumaki agregado es mi padre, pero ¿cuándo integraron un Senju? ―preguntó el rubio algo confundido.

―Tío Madara y Hashirama-san se fueron a hacer la danza del apareamiento en la tarde ―respondió Charasuke con simpleza mientras se encogía de hombros―. Y no sé cómo le habrá ido a la rata albina, él andaba persiguiendo a tío Izuna.

―Supongo que eso es bueno, ¿no? ―interrogó aun impactado de que los viejos se hubieran atrevido a ir más lejos y peor aún, no podía creerse que el albino quisiera a un Uchiha para algo más que tiro al blanco de sus jutsus.

El azabache tenía sus dudas sobre lo siguiente que debería hacer y su primo estaba un tanto en las mismas. Se distraían con facilidad hablando y las urgencias carnales propias del celo quedaban un poco relegadas. Charasuke meditó un poco sobre eso. ¿Cómo era posible que su primo fuera capaz de aplacar su celo sin recurrir a lo sexual? Hablar con él lo ponía de buen estado de ánimo, no dejaba de sentir atracción física hacia el otro, pero tampoco era como si sólo eso primara entre ellos. "Tal vez esto sea realmente amor. No deja de parecerme muy atractivo mi primo Menma, pero no siento que sólo necesite revolcarme con él. Quiero seguir teniendo estos momentos, volver a entrenar juntos y salir a divertirnos como antes. Y claro, cuando nos dé el celo, ir a la cama no es para nada descartable entre mis planes. Sí quiero esto. Definitivamente quiero que seamos una pareja duradera". Menma había oído en silencio aquellos pensamientos. Sabía que a causa del celo razonar no estaba siendo el fuerte de su primo, aunque pensándolo bien, eso nunca fue lo suyo.

―Ya tomé una decisión ―avisó el moreno viéndolo seriamente―. Sí quiero que me marques ―confesó abrazándose al otro dejando su cuello al descubierto.

―Lo haré si logro hacerte llegar a un orgasmo, de lo contrario lo volveré a intentar en la siguiente vez ttebayo ―prometió poniendo un reto autoimpuesto que nadie le pidió.

Uchiha arqueó una ceja encontrando un poco tonta dicha decisión. Si bien se había quejado por el dolor, tampoco era como si esperara una retribución por ello. Ambos metieron la pata. Sin embargo, no pudo seguir pensando en ese asunto a causa de los besos en su cuello. Aunque el alfa había decidido no marcarlo hasta recompensar su error anterior, no significaba que no podía aprovechar ese cuello tan vulnerable ante él. Esa suave piel ofrecida descaradamente le llamaba a lamerla y besarla. Sus labios la recorrieron sin prisas notando la tibieza de la misma. Sus ojos azules se enfocaron en el sitio donde dejaría su marca próximamente. Ese cuello impoluto y blanco como si fuera nieve despedía un calor que sentía podía quemarle la lengua si no tenía cuidado. Los suaves suspiros del sigma los iba memorizando para saber cuáles eran los puntos precisos para excitarlo.

El rubio lo sujetó por la cintura y lo instó a recostarse mientras se iba acomodando a cuatro sobre él, usando sus brazos para no aplastarlo. Las sábanas estaban enredadas de manera descuidada apenas cubriendo la parte baja del joven de ojos azabaches. Menma acercó su rostro al otro y le dio un pequeño beso en la frente antes de comenzar a bajar con un camino de besos hasta llegar a la clavícula donde se detuvo a morder con suavidad. Oyó un fuerte gemido. Supuso que era aquella sensibilidad del otro la que lo hizo soltar aquel sonido. Sonrió con algo de malicia al verlo sonrojado intentando acallarse apretando los labios. Se notaba como mordía su labio inferior con fuerza conteniéndose lo más posible. No iba a pedirle que le dejara oírlo, lo provocaría hasta que gritara por voluntad propia. Nada lo haría regocijarse más que vencer todas las defensas del sigma bajo su cuerpo. Así que una de las manos comenzó a masajear el pene semi erecto del otro, sin retirar la tela que lo cubría pobremente por la mala distribución de la misma. A pesar de aquella barrera sentía la humedad atravesando la sábana y la calidez aumentando a medida que iba endureciéndose. Sus ojos azules entonces se detuvieron en el rostro del otro para saber si estaba disfrutado.

"Qué bonito es Charasuke. ¿Quién diría que caería ante él? Me hace inocente en tantos aspectos. Siempre me he jactado de prepararme para cualquier eventualidad, incluyendo el sexo. Únicamente con él me siento un niño perdido descubriendo el mundo. Todo es nuevo y asombroso a su lado. No es la primera vez que lo veo desnudo, ―hemos ido a las aguas termales juntos varias veces―, pero siento como si así fuera. No sé cómo hace, pero siento que me tiene en sus manos, si me pidiera arrancarme el corazón como muestra de mi amor, le daría hasta mi vida. Cuando estamos juntos siento como si fuera otro yo, una versión oculta en mi ser manifestándose para él. Jamás he desnudado mi alma ante nadie y él será el primero y el único. Mi primo, mi amante y mi compañero de vida. El idiota que me hizo tan estúpido y ciego como él. Soy perspicaz y astuto, todos me lo dicen, puedo leer todos los próximos movimientos de mis contrincantes, pero soy el último en enterarse de que era correspondido. ¡Estúpidos genes Uzumaki!"

―No puede hacerse nada contra tu genética ―bromeó el azabache usando su mano para cubrirse un poco la boca.

―Cállate, hago lo que puedo ―se quejó Menma haciendo un pequeño puchero por aquel comentario. Ante ese gesto Uchiha se recreó unos momentos en el rostro avergonzado de su primo.

"Con Menma todo siempre va bien, incluso aquellos momentos donde todo parece perdido o no hay salida, siempre está ahí para mí devolviéndome la fe en que todo irá como debe ser. Me conoce más que nadie. Sabe lo que siento, menos que lo amaba, pedazo de idiota. Sin embargo, todo lo demás lo conoce y sobre todo me comprende. Siempre temí que me odiara por las idiotas comparaciones que nos hacían. No habría soportado que me odiara, soy demasiado vulnerable contra él. No tengo experiencia amando a alguien, pero quiero hacerlo feliz. Si querer a alguien significa tropezar y aprender de los errores, yo lo haré. Aprenderé a expresarle lo que siento. Quiero vencer mis propios miedos a mostrarme como soy. Deseo de corazón creer en sus palabras. Si Menma dijo que me aceptara tal y como soy, le creeré y dejaré de ser tan complaciente. Sólo quiero que me sonría como lo hace en estos momentos".

―Tú me das motivos para sonreír, estúpido ―dijo Menma riendo levemente mientras juntaba sus frentes.

―Sería más romántico sin los insultos ―se quejó Uchiha mientras le daba un beso en la punta de la nariz al ser lo que más cerca tenía.

―Mis padres me enseñaron que los motes cursis son para tontos, los insultos son el verdadero amor ―explicó el rubio mientras una de sus manos sujetaba la cintura contraria y con la otra seguía aguantando su propio peso.

―Tus padres creen que el amor incluye amputarse parte del cuerpo ―señaló el moreno con obviedad mientras le ayudaba a quitarle las sábanas volviendo a quedar al desnudo frente a Menma.

―Detalles, detalles ―dijo acomodando nuevamente su mano en el miembro del otro usando su dedo pulgar para presionar con cuidado el prepucio y dando leves masajes circulares.

Cuando Charasuke comenzó a gemir nuevamente notó que iba por buen camino. El blondo tuvo que recurrir a sus recuerdos cuando se masturbaba para saber dónde tocarle al otro. Ahora se recriminaba no haber pensado en eso antes. Aunque sus géneros fueran diferentes había ciertos órganos iguales. Además el cuerpo de Charasuke era muy similar al de un alfa; alto, tonificado y muy diferente a los omegas menudos y pequeños. En lo que al parecer si era igual a uno era en la lubricación. Desde que comenzó a estimular sus puntos erógenos comenzó a sentir el olor a lubricante natural. Disimuladamente movió uno de sus dedos hacia la entrada del otro y notó que había un líquido viscoso y transparente. "Ahora lo entiendo. Debía excitarlo primero y no meterla en seco. Con razón le dolió tanto". Pensó Menma sintiéndose un poco tonto por haber pasado por alto algo tan obvio.

―También pudiste usar la puta vaselina que tenías tan bien preparada antes, imbécil ―se quejó el sigma con una sonrisa casi psicópata y su sharingan resplandeciendo un momento―. Al menos no te olvides del condón.

―No lo olvidé ―respondió mientras le mostraba el envoltorio pequeño y rectangular―. Estoy completamente preparado ttebayo ―aseguró sintiéndose con mayor confianza.

Tras recibir un asentimiento de cabeza por parte de Charasuke, tomó ese silencio como un permiso para continuar. Una de sus manos seguía entretenida en el miembro ajeno y no se separó de ese sitio hasta sentirlo gotear pre semen. Luego bajó su mano para usar sus dedos para comprobar que la humedad en la cavidad anal del otro fuera suficiente para deslizar su miembro sin problemas. Estaba siendo en extremo meticuloso y cuidaba cada movimiento temiendo herirlo nuevamente. Sintió algo de resistencia por parte de los músculos rectales y notó un pequeño gesto de dolor en el rostro de Charasuke. La anterior arremetida lo había dejado algo resentido. Aunque el sigma estuviera dispuesto a seguir, volvería a dolerle de no tomar sus cuidados adecuados. Tomó aire tranquilizándose a sí mismo para continuar. Y observó cómo su primo hacia lo mismo que él. Estaba respirando profundamente como si tuviera que infundirse valor o serenarse. El pecho contrario subía y bajaba lentamente. Y de tanto tener los ojos puestos en el otro, se dio cuenta de que aquellos pezones rosaditos estaban erectos.

―¡¿Qué demonios estás haciendo?! ―exclamó Uchiha alterado al sentir como aquella húmeda lengua estaba jugando en su pecho.

"Siempre quise saber si esta era una zona erótica para los omegas. En los libros del viejo pervertido decía que sí, aunque viendo lo inútiles que eran sus consejos, yo diría que toda su información era errada. Aun así, tengo curiosidad de que se siente chuparlos".

―Al menos podrías sacar tu boca de ahí para responderme, infeliz ―se quejó el joven de cabello ébano al notar que hizo uso del jutsu de Ino para responderle y no retirar su boca―. Si tienes ahh complejos con que te amamanten busca a otro.

"Ahora que lo dices, si llegaras a quedar embarazado algún día, ¿saldría leche de tus pezones? Y si es así, ¿puedo probarla?".

―Idiota ―insultó mientras arqueaba la espalda siendo que se sentía mejor de lo que creyó en un principio.

"La verdad no sé si daré leche y creo que el único capaz de responder eso es Orochimaru, pero no quiero que me vea desnudo. Ahora por culpa de Menma tengo nuevas dudas sobre mi género. Y ni siquiera sé si mi papi Itachi me amamantó. Suena hasta raro de imaginar".

"Tampoco sé si mi papi me amamantó. Él es muy reservado con sus cosas y mi padre alfa tiene alguna especie de prohibición para hablarme sobre cosas pervertidas, así que tendré que descubrir todo sobre la marcha".

―Deja de pensar en esas cosas ―pidió Charasuke con fastidio mientras le sujetaba las greñas a Menma para atraerlo hacia su rostro―. Me distraes y así no puedo prepararme para la penetración.

―Ya lo hice ―respondió Uzumaki con una sonrisa divertida.

―¿Qué tú qué? ―interrogó el sigma completamente desconcertado por aquellas palabras.

Él había estado preparándose mentalmente para un nuevo intento de penetración. Era muy reciente el fallo de Menma y el dolor aun no terminaba de menguar. Incluso cuando sintió sus dedos intentando abrirse paso en su entrada, lo hizo tensarse. Sabía que lo estaba preparando para que no fuera doloroso, así que tomó grandes bocanadas de aire para relajarse y prepararse para soportar un infernal dolor atravesando su cuerpo. ¿Y se atrevía a decirle que ya lo había hecho? ¡Já! Como si pudiera hacer semejante cosa sin que lo notara. Bajó la vista hasta la parte baja de Menma topándose con la sorpresa de que efectivamente estaba entre sus piernas y que el miembro contrario se perdía donde comenzaba el suyo. Charasuke se movió un poco para comprobar si no era una visión errada a causa de su mala postura, pero no. Sí sintió al alfa dentro suyo, sólo estaba completamente quieto.

Esto definitivamente es penetración ninja! Sigiloso, imperceptible y mortal".

―No exageres ―pidió el blondo mientras rodaba los ojos con aburrimiento―. Para que entrara sin dolor debías estar relajado y mientras más pensabas que iba a doler más te tensabas. Te distrajiste, te relajaste, vi mi oportunidad y la usé ―enumeró el joven de ojos azules jadeando pesadamente.

"Dios, tengo ganas de moverme. Se siente tan increíble estar así, pero si lo hago antes de que se acostumbre le dolerá. Aguanta, aguanta un poco. No sucumbas a la tentación".

―Ya puedes moverte, torpe ―anunció Charasuke moviendo sus caderas para darle permiso a hacerlo también.

Uzumaki sonrió con felicidad al oír aquello y entrelazó sus manos con las de su amante antes de comenzar un lento vaivén. Le gustaba estar en la postura de misionero, ya que era la única forma en la cual podía verle la cara al otro. Saber qué sentía, cuando dolía, cuando disfrutaba. Todas y cada una de las expresiones que hacía podía notarlas. El sigma estiró su cuello un poco y alcanzó a atrapar al contrario en un beso. Quería sentirlo lo más unido posible a él. Mientras su parte baja ardía clamando por aquel miembro que se hundía en su interior con mayor profundidad y rapidez, su boca buscaba aquel suave toque entre sus labios. Aquella dualidad era difícil de conseguir, ¿cómo dar un beso con dulzura cuando sus cuerpos pedían rudeza y salvajismo mientras tenían sexo? Increíblemente, esa fue una de las cosas que consiguieron hacer bien sin pensarlo. Sus bocas se buscaban tímidamente como si aquella parte de sus cuerpos fuera ajena a lo que sucedía en sus partes bajas y el complemento perfecto, eran aquellas miradas que compartían. No pensaban en nada, ni decían palabra alguna, mas sus ojos seguían siendo vivaces y mostraban un brillo especial que sólo se apreciaba al ver a la persona que tanto amaban.

Mientras los dos adolescentes seguían fundiéndose en la antigua "danza del amor", en la destruida sala las cosas comenzaban a ponerse feas. Puesto que el Hokage y su esposo fueron alertados de gritos y estruendos provenientes de su hogar, éstos no tuvieron más remedio que dirigirse allí cuanto antes. Sabiendo el descontento por las acciones de Charasuke, temieron que los consejeros hubieran enviado anbus a apresarlo en contra de los designios del Hokage. Estaban muy mal acostumbrados por mandatos anteriores a actuar por su cuenta si "la situación lo ameritaba". Tonterías. Sólo les gustaba sentirse con el poder de decidir sin consultarle al líder de la aldea. Desde que Naruto asumió como Hokage, les redujo su participación en las decisiones que se tomaban y los restringió a ser los consejeros solamente. Los poderes extraordinarios otorgados a sí mismos por caprichos quedaron obsoletos.

―¿Dónde están Menma y Chara? ―preguntó el jinchuriki revisando el lugar, viendo restos de una gran lucha―. Una de las paredes está completamente destruida.

―¡Mis cortinas! ¡Mi decoración! ¡Mis armas! ―gritó Sasuke con furia observando cada objeto que había sido destrozado en su hogar―. ¡Menma! ―llamó con furia―. Más te vale estar medio muerto por una batalla contra anbus de raíz porque si me entero que tu primo y tú causaron esto, van a rogar ir a la cárcel ―advirtió caminando junto a su esposo rumbo al único sitio en el cual se oía movimientos.

―¡No vengan! ―gritó el joven alfa desde su habitación―. Chara y yo estamos… dialogando ―dijo antes de besar a su pareja intentando evitar que se oyeran sus gemidos, pero fue algo tarde.

"¿Dialogando? ¿Me quiere ver la cara de Naruto? Se oyen gemidos, huele a feromonas por todos lados y el cuentito del diálogo es el mismo que usaba el Dobe cuando hacíamos cosas por las cuales Itachi lo hubiera castrado".

―Oye, no digas "cara de Naruto", me ofende ttebayo ―reclamó con un puchero antes de poner atención a la situación de su hijo. Estando en medio de eso, no podía meterse, pero algo que llamaba su atención era no oír los pensamientos de su sobrino―. No criamos a un violador, jovencito. Dinos por favor que tu primo está despierto, no oímos sus pensamientos.

"Charasuke consintió antes de dialogar ahora sólo gime y no piensa. No interrumpan por favor". Pensó el menor de los Uzumaki al verse atrapado por su pareja, quien lo sujetaba fuertemente con sus piernas para que no saliera de su interior y su boca se aferraba a la suya evitando que pudiera seguir contestando con palabras.

―¿No piensa? ―preguntó Naruto en voz alta curioso observó de reojo a su pareja.

"Me pregunto si cuando le hago el amor a mi Teme también se le pone la mente en blanco. Me dan ganas de ponerlo a prueba con este jutsu"

―Ni se te ocurra, Dobe ―advirtió el omega Uchiha al oír semejante tontería de parte del otro.

―Pero, Teme ―protestó con un puchero negándose a desaprovechar su oportunidad―. Será divertido hacerlo con el jutsu ttebayo ―intentó convencer inútilmente.

"Además deberíamos irnos preparando para hacer un reemplazo para Menma, estoy seguro que cuando Itachi se entere de que se comieron a su bebé, nos quedamos sin hijo".

―No exageres, Usuratonkachi ―dijo Sasuke con su típico gesto de indiferencia.

"Además nuestro hijo es alguien muy responsable, bien educado y mientras mi sobrino no nos haga abuelos muy pronto estará bien. Usaste condón, ¿cierto, Menma?"

"Por supuesto que… no. O sea, si lo pensé y lo traje a la cama, es sólo que lo estoy viendo sin abrir al costado de la cama…"

―Nos quedamos sin hijo ―afirmó el omega Uchiha al oír la enorme metida de pata por parte de su hijo.

"Es un Uzumaki sin dudas. ¿Quién es tan estúpido como para olvidar ponerse el condón teniéndolo a la mano. ¿Quién además del Dobe?"

"Mucho que te quejas, pero sin ese descuido no habría nacido nuestro Menma".

"Esperen, ¿soy un accidente?"

"¡Genial! Menma y yo somos el uno para el otro, él es un accidente y yo un defectuoso. La pareja perfecta".

"No creas que me olvidé de ti, jovencito. Cuando terminen lo que están haciendo vengan a la sala que tenemos que hablar de varias cosas, entre ellas tu castigo".

"Es muy mata pasiones saber que tendré a mis suegros en la sala, o lo que queda de ella, oyendo mis gritos y todo lo que pienso".

"Por tus pensamientos ni te preocupes, mocoso. Aquí hay tres personas que no usan mucho la cabeza de arriba, incluyéndote. Y una cosa más, no anuden y tal vez nos salvaremos de que haya un bebé cuando ustedes aún siguen siendo unos simples niños".

Luego de pensar aquello, Sasuke se alejó caminando con tranquilidad. Era increíblemente incómodo saber que su hijo estaba teniendo relaciones sexuales y para peor, con su pequeña imitación. No obstante, si era a quien Menma amaba no le quedaba de otra que intentar hacerse a la idea y aceptar la elección de su pequeño. Lo que no aceptaría es ser abuelo siendo tan joven. Su hijo apenas tenía dieciséis, aun ni siquiera era un hombre hecho y derecho. Además muy en su interior, le costaba hacerse a la idea de que su bebé, ya no lo era. Siempre encontró exagerada la actitud de Itachi respecto a proteger su "pequeño tesoro", pero como omega entendía ese apego a su descendencia. Él mismo haría lo que fuera por proteger a su hijo. Y de no ser porque lo hubieran vuelto a meter preso, mínimo le habría hecho unos cuantos genjutsus a los mocosos que hacían llorar a su hijo. Aunque claro eso jamás se lo diría a su esposo o su hijo. Era una molestia que guardaba en su interior. Debía ser una persona madura que diera buen ejemplo al menor, pero sus deseos de venganza siempre seguían latentes.

―¿No crees que fuiste demasiado duro con ellos? ―preguntó Naruto con un susurro mientras caminaban rumbo a la sala.

―Debemos hablar con ellos y poner las cosas claras ―respondió Sasuke mientras señalaba la sala cuando llegaron a la misma―. Esto me lo tienen que pagar ―avisó con gran descontento viendo su jarrón cortado a la mitad.

―Sé que tenemos que hablar con ellos ―dijo Naruto mientras le sujetaba la mano con cariño―. Tranquilo, Teme. Tu sobrino te adora, no creo que te guarde rencor por lo sucedido, ambos se equivocaron y ambos lo solucionaran, ¿sí? ―preguntó mientras su dedo pulgar acariciaba la pálida mano.

Uzumaki podía percibir la inquietud de su pareja gracias al lazo entre ellos. Conocía bien a su omega y tenía en cuenta los arranques de ira del otro. De niño también le había sucedido cuando a causa de su frustración por lo sucedido con Itachi, le dijo muchas cosas hirientes en el Valle del Fin. Sí, estuvo muy mal de su parte y Sasuke intentó corregirlo a medida que pasaban los años e iba madurando más. El moreno intentó fallidamente disculparse por las cosas que le dijo en el pasado, cuando entendió a lo que se refería, el propio Uzumaki le hizo saber que no necesitaba decir más nada. Pese a ello, en múltiples ocasiones se dio cuenta que había una persona que no perdonaba a Sasuke por la traición a Konoha: el propio Sasuke. Cuando creía estar solo y sin nadie cerca, solía adoptar aquellas expresiones de culpa y nostalgia. Dato que sabía gracias a los clones que mandaba para ir a verlo. No podía decirle que hacía eso para cuidarlo y hacerle compañía para que no lo extrañe o terminaría recibiendo algunos chidoris. No obstante, le gustaba aprovechar lo aprendido para comprender mejor a su pareja.

"Mi sobrino está gritando demasiado. O mi hijo es todo un Uchiha en la cama o ese mocoso exagera para fastidiar".

―¿Uchiha? ―preguntó el jinchuriki en tono ofendido―. Uzumaki, Teme. Esos gritos demuestran de dónde vienen sus habilidades ttebayo ―exclamó con orgullo.

―Lo que tus genes demostraron es que Menma salió medio ciego, despistado y Usuratonkachi ―afirmó el omega mientras iba a buscar con que apagar sus cortinas.

"¿A nadie se le ocurrió venir a salvar mis cortinas? Creí que ya habíamos superado la fase de katones no jutsu contra mi elegante decoración cuando aprendieron a controlar su chakra".

"Con lo horrible que era esa decoración nos hicieron un favor". Pensó el Hokage invocando unos cuantos clones para ayudarse a limpiar la sala.

―Deberíamos dejarla como está y que esos dos la limpien pieza por pieza ―gruñó Sasuke mientras usaba el susanno para mover los escombros del camino.

―Ellos estaban revolcándose en la cama mientras el fuego seguía ardiendo, ¿en serio quieres confiarles algo cuando pudieron morir quemados si no llegábamos a tiempo? ―interrogó Uzumaki mientras juntaba los libros con sus manos e instruía a los clones sobre qué tarea realizar cada uno.

―Ese par de tontos ―suspiró el moreno antes de continuar con su parte de la limpieza.

Luego sonrió discretamente. Estaba aliviado de que ambos estuvieran sanos y salvos en la casa. Sí, seguían en problemas por todo lo que hicieron, pero por lo menos ninguno escapó de la aldea ni terminaron heridos de gravedad. Con eso podía darse por satisfecho de momento. El matrimonio continuo limpiando todo hasta dejar vacía la sala. Ya no habían restos de muebles ni de las paredes. Tendrían que conseguir algo de inmobiliario nuevo para reemplazar lo destruido. Cuando tuvieron todo listo vieron a los dos adolescentes asomándose tímidamente por la esquina de la puerta. Les recordaba a cuando de niños hacían alguna travesura y se acercaban con temor a un severo castigo. Notaron que los estaban espiando sin atreverse a dar el siguiente paso. Para su suerte cualquier duda que tuvieran podrían despejarla gracias a que seguían teniendo activo el jutsu de Ino, así que no podrían ocultarles nada. Todo lo que hablaran sería completamente libre de filtros o mentiras.

―Menma, Charasuke tenemos que hablar ―dijo Sasuke como una clara invitación a que fueran con ellos a la mesa de la cocina para hablar al respecto.

CONTINUARÁ….