— ¡Señor hombre lobo!

Lang se gira, algo irritado no lo negará, ante el apodo.

— Es Lang, recuérdalo, cuervita.

— ¡Ya te he dicho que no me digas así, soy el Yatagarasu, el cuervo legendario!

Exclama Kay con los puños cerrados y pegando con su zapato al suelo, haciendo que el mayor sonría.

— Ya, ¿que se te ofrece?

— Estás de suerte, ¡he visto tu anuncio en Internet!

El agente enarca una ceja.

— ¿Mi anuncio?

— Está buscando un asistente nuevo ¿no?

— Ah, eso.

Responde, desviando la mirada.

Si, poco después del fiasco de Shih-na, Lang se dió cuenta de que realmente no puede encargarse de tanto papeleo sin perder la cabeza, por lo que siguió el consejo de varios de sus hombres y colocó un anuncio, quizás tendría suerte y encontraría a la persona indicada.

— ¿Tienes algún candidato en mente?

La verdad, no le importa si es hombre o mujer; se conformará con que no sea una espía.

— ¡Tengo a la candidata ideal para ti!

— Candidata ¿eh? — Otra mujer, bueno, no todas deben porque ser miembros de redes de contrabando. — Bien, ¿quién es? ¿La conozco?

— ¡Está aquí mismo!

Anuncia ella emocionada, extendiendo sus brazos. El mayor se siente confuso, observa a ambos lados, pero no ve a nadie.

Esperen.

Vuelve a ver a la chica, quién sonríe radiante, la mira incrédulo, no estará sugiriendo...

— No hablarás de...

Hace un amago de señalar a la menor.

— ¡Kay Faraday a tu servicio!

Enfatiza el comentario con un saludo militar. La mano del agente queda suspendida en el aire y su cara queda hecha un poema.

Pronto echa a reír.

— ¡Eh! ¿Qué es tan gracioso?

Pregunta ofendida la de ojos verdes ante la carcajada del mayor.

— Cu-cuervita... — habla una vez se recupera y la risa baja la intensidad. — no hablarás en serio ¿verdad?

— ¡Voy completamente en serio, agente!

— ¿Pero tu no eras la asistente del señor fiscal?

Ladea levemente la cabeza mientras pregunta.

— ¿Ves? ¡ya tengo experiencia! — Bueno, debe concederle eso. — ¿Además quién mejor para tomar el lugar que dejó el falso Yatagarasu que el auténtico?

— Oh, claro, le robaras el puesto en venganza ¿no?

Pregunta en tono jocoso, observandola, con una ceja levantada.

— ¡Exacto! — clama alegre al ver que se están entendiendo. — ¡además el puesto de secretaria de un agente de élite de la Interpol es muy ventajoso para un gran ladrón! Sabría de primera mano donde se encuentran los más valiosos tesoros.

Lang no negará que su ego se ha engordado al oir a la chica llamarle agente de élite.

Observa, divertido, como ella parece estar boxeando con el aire, sin duda es una chiquilla con mucho entusiasmo.

— Admito que alguien con tanta pasión me vendría bien.

— ¡Yujuuuu! — da varios saltos en el lugar, con los brazos en alto en señal de victoria. — ¿cuando empiezo? ¿Ya mismo?

— ¡No tan rápido! — Kay se sobresalta ligeramente, eso siempre la toma de sorpresa.— Nunca he dicho que si.

— ¡Pues dilo!

— No leíste todo el anuncio ¿verdad? — Faraday se siente atrapada, el señor Edgeworth le aconsejó hacerlo pero ella no escuchó. — Especifique que la edad mínima era de 25 años.

— ¿¡Eehh?! — Kay siente que el corazón se le rompe. — ¿Y no podrías hacer una excepción por una amiga?

» ¿Somos amigos? « se pregunta él, ignorando el tono suplicante de la autoproclamada gran ladrona.

— Además de eso, ya tuve una secretaria que resultó ser una criminal, preferiría que la siguiente no lo fuera.

— ¡El Yatagarasu no es un criminal! ¡Es un ladrón noble que solo roba la verdad!

— Pero sigue siendo un ladrón ¿no? — pregunta con perspicacia. — Dime, ¿sería bueno para un ladrón trabajar rodeado de policias?

Kay se encoge de miedo con esa pregunta, ciertamente no lo había pensado.

— Supongo que no. — musita decepcionada, bajando la cabeza. — Jo...

El oírla tan apenada, hace que él se sienta mal por ella, solo un poquito.

— Lo siento.

— ¡No te disculpes! — tan pronto como la tristeza había llegado, se esfuma, dejando ver a la misma Kay radiante de siempre. — ¡será para la próxima! ¡en unos ocho años quizás!

— Ahm, ya, supongo.

Se siente algo descolocado por el brusco cambio de ánimo de la chica.

— ¡Bueno, debo irme, agente! — empieza a correr para alejarse, saludando con la mano. — ¡suerte en tu búsqueda!

— Gracias.

Aún algo confundido, devuelve el saludo y observa a la chica alejarse, luego de procesar todo lo que acaba de ocurrir, sonríe con diversión, negando para si mismo.

Sin duda la asistente del fiscal Edgeworth es todo un caso.

Al menos esta candidata logró sacarle unas risas. Por muy raro que suene, no ha sido la respuesta más extraña a su anuncio.

Revuelve su cabello frustrado al recordar las decenas de e-mails de mujeres que parecían más interesadas en él que en el puesto.


Esto nació de un drabble que leí donde Lang buscaba secretaria pero le respondían puras minas tirandole onda xd

Cambiando de tema, si le presentas el cosito del Yatagarasu a Lang en el Investigation 2, él y Kay empiezan a discutir sobre que animal es mejor entre el cuervo y el lobo, y amo ese momento xd