Notas de autor: Estoy en racha y tenía que aprovechar para escribir gruvia (?) cómo dejar de lado a mi otp suprema si ellos me dominan uwu.
Disclaimer: Fairy Tail pertenece a Hiro Mashima. La idea es de Emma, yo se la pedí y la descompuse a tal grado que quedó este híbrido. xD


Un poco de tu amor

Capítulo II: La incertidumbre del corazón


Pero sé también que entre la multitud alguna vez pudieras ver la luz sobre mi piel para reconocer el amor más fiel


Juvia no supo cómo le hizo pero al final lo logró; aguantó. Ella misma se admiraba por permanecer estoica ante la explosión de esa bomba. Por dentro quería llorar, reclamar, cuestionar y todo pero no, no era tan valiente cómo para afrontar la situación de que Gray tenía una novia que no era ella.

¿De verdad quería saber de quién se trataba?

Pues sí, para ver si era digna de Gray.

Juvia sabía que le faltaría a todos sus códigos feministas pero el corazón mandaba y estaba doliente. Era casi suicidio buscarle una pata más al gato. Predecía que se iba a ser daño porque sabía que empezaría a compararse con ella para saber en qué falló en el amor, y luego se sumergiría en una espiral de autodestrucción donde se consolaría diciendo que ella era más bonita, luego dudaría de esa afirmación porque si Juvia era más bonita, ¿Por qué Gray-sama no estaba con Juvia? Y después serían las interminables cuestiones; ¿qué no tenía Juvia?, ¿Por qué era mejor que Juvia?

Así que no, de momento pausaba eso. Amaba a Gray pero en ese momento ella estaba primero, y si Gray no le contaba nada era por algo, ¿por qué ella iba a preguntar por algo que obviamente no quería contarle?

Pero sabía que tenía que hacerlo…

Tarde o temprano será una verdad que tendrá que afrontar.

No hoy, no mañana, no pasado, no en una semana… pero ese encuentro y confrontación tenía que darse, esperaba ser más fuerte para entonces. ABBA lo había dicho; las penas venían, se iban y desaparecían, otra vez bailaría y sería feliz cómo flores que florecen.

—Juvia tiene que irse… —susurró.

Quería encerrarse en el baño de la oficina, hacerse bolita y abrazarse mientras ¿lloraba? Los ojos comenzaban a picarle y sentía que su cuerpo temblaba, a toda costa evitaba verlo.

Gray arqueó una ceja. —¿Pa-…

Juvia negó poniéndose de pie, seguía sin atreverse a verlo. —Juvia olvidó un pendiente, es urgente que lo termine… —respondió, desviando la mirada.

Resopló. —Te entiendo, pido la cuenta y nos vamos.

—¡La cuenta! —Juvia expresó en voz alta, Gray achicó los ojos —¡Disculpe Gray-sama! ¡Juvia lo olvidaba! —la vio sentarse para abrir su bolso y sacar efectivo para pagar pero antes de que sacara el dinero, Gray tocó su muñeca y negó, Juvia por fin lo vio directamente a los ojos…

—Sabes que no es necesario Juvia… —la vio serio, Juvia no resistió y mordió su labio inferior, sonrojándose.

—Ju-Juvia…

—Yo te invité, va por mi cuenta. ¿De acuerdo?

—Gr-gracias.

Juvia sabía que Gray quería descifrar su mirada, él detectaba que algo estaba pasándole. Se regañó y tenía que jugar con su inteligencia emocional porque sabía que si Gray le preguntaba qué tenía, ella no se iba a controlar. Su pecho no era bodega y no aguantaba la duda, el sentimiento de despecho, el dolor de su amor frustrado jamás concretado, dolía como fuego ardiente.

Solo faltaba que ese día lloviera pero cómo llovería si él era su sol, su cielo despejado.

Era su sol y su lluvia.

Y para colmo de sus males o bienes, Gray tenía ese don para reparar todo y confundirla, podía brindarle minutos de paz y tranquilidad al tocar su mano y tener esos detalles con ella. Se sentía especial, querida… y esa cálida sensación empujaba bien lejos los hechos. Se sintió egoísta y tal vez estaba equivocada pero ¿se valía? ¿se le permitía disfrutar de eso? Al fin y al cabo eran amigos, ella no sabía en qué lugar estaba, ni tampoco quería descubrirlo para no llevarse más decepciones, pero se conformaba.

Con su compañía, su calor, su sonrisa… todo eso, era para ella. Porque Juvia estaba segura que no había otra mujer, aparte de ella, que lo quisiera más.

Ya no sabía ni qué sentir…

Pero así, olvidando todo, el dolor se iba y esos mil sentimientos eran disfrutables.

Ojalá siempre pudiera estar dentro de esa burbuja, pero tarde o temprano alguien la pincharía.

~O~

Habían dejado el restaurante rodeados de un incómodo silencio. A Gray le parecía completamente extraño el cambio de humor de Juvia y si se ponía pensar, menos entendía. Era obvio que algo estaba pasando y para hacerlo más complejo, Juvia no estaba siendo nada obvia con lo que la agobiaba en esos momentos.

Hizo varios intentos por indagar pero al final no se atrevió a romper el hielo. Es decir, ¿qué prefería? Tal vez solo necesitaba darle tiempo o inspirarle confianza para que ella hablara, no era muy Juvia pero a veces las situaciones se tenían que manejar con calma, y aunque él estaba lejos de ser un experto en sentimientos, de estar en una situación así, prefería tomarse su tiempo en vez de que lo presionaran.

No le gustaba mucho la idea porque ya se estaba preocupando pero debía respetar el ritmo que Juvia trazaba.

Así que lo mejor que se le ocurrió fue animarla, por fortuna Juvia era alguien transparente y él tenía que ser rápido porque el tiempo se agotaba y estaban por llegar al trabajo.

Y a Juvia le hacían feliz muchas cosas…

Y había una que más.

Solo quería que Juvia volviera a la normalidad.

Y tal vez él aspiraba a más.

—Entonces, ¿nos vemos a las seis? —Gray la vio de reojo, Juvia iba caminando a su lado derecho.

Pero solo ganó una decepción al observar que ella esbozó una sonrisa apagada y sin vida cuando lo vio por el rabillo del ojo.

—Siempre y cuando Gray-sama pueda —mordió su labio inferior que comenzaba a temblar —Juvia estará en su oficina, ella lo esperará —siempre. ¿Siempre?

Gray tragó saliva, midiendo bien las palabras que pronunciaría. Iba a mandar al diablo la lógica, el buen juicio y presionaría el botón pero luego, Juvia se detuvo.

—Llegamos… Adiós, Gray-sama —se despidió, sin esperar si quiera a que le respondiera.

O sin un abrazo cómo solía hacerlo.

Y aún quedaba trayecto… ¡Estaban fuera del edificio!

—Ey… —Gray la tomó de la muñeca e hizo que frenara —¿Estás molesta por lo de la llamada? —si era por eso, él entendería por completo.

Juvia se puso roja. —Ju-via no…

—Mira, yo te di mi palabra. Te ayudaré —se inclinó hacia ese lado, quizás por lo ocupado que estaba últimamente y con su demora del día de hoy, Juvia tenía miedo de que él no llegara —¿Alguna vez te he fallado?

Negó.

—¿Y… entonces?

La vio parpadear e inclinar el rostro.

—J-Juvia… —entornó los ojos hacia otro lado, evitaba verlo —Juvia tiene que ir al baño… —logró zafarse de su agarre —¡Nos vemos Gray-sama!

La vio correr y él dudaba de su palabra, algo le decía que era más otra cosa que una necesidad básica esa huida tan repentina.


Juvia estaba en serios problemas debido a su falta de concentración.

Había desperdiciado toda la tarde y no había empezado su proyecto. No le gustaba nada de lo que trazaba y terminaba borrando todo lo empezado, hizo y rehízo sus ideas mil y una vez, su escritorio era un completo desastre, el cesto de basura estaba repleto.

Dejó caer el rotulador sobre la mesa, cerró la laptop y despeinó su cabello. Quería gritar, estaba a nada de entrar en pánico. Si se suponía que ya tenía la idea, ¿por qué no podía plasmarla? Sus manos querían trabajar pero su mente no la dejaba.

Sus únicos pensamientos cuerdos y no tan cuerdos eran dirigidos a Gray y el tema con su novia.

El tema la estaba sobrepasando en todos los sentidos.

Y más porque era obvio que él había notado algo extraño en ella y en cualquier momento la bomba estallaría. Juvia tendría ese vómito verbal que estaba aguantando, ella empezaría a hablar y decir todo lo que la carcomía. Dudas: ¿Quién?, ¿cuándo?, ¿cómo?, ¿por qué? ¿No le había dicho él que no quería una relación? Juvia era la primera en la fila, la que esperaba paciente, la incondicional… ¿Por qué no Juvia? Y esa última pregunta era la que hacía más daño.

¿Acaso mintió en todo ese tiempo? ¿Mintió al decir que era satisfactoria la amistad que mantenía con Gray pese a sus sentimientos románticos? Podían ser las dos respuestas: sí y no. Más que satisfacción era un consuelo cálido y esperanzador que servía como alimento para su corazón, pero esas mismas esperanzas, expectante de convertirse en certezas, a ahora eran penas.

Y el plan era ¿seguir como si nada?, ¿seguir siendo amigos?, ¿se podía aún? Porque ahora que tenía la seguridad de que no era y ni será correspondida, ¿se conformaba con ser la amiga sin esperanzas?, ¿así o más egoísta?, Juvia siempre lo creyó fácil pero ahora que lo vivía, ¿de verdad era consuelo ver a la persona que amaba feliz con alguien más? Y quizás se apresuraba el tiempo le daría la respuesta y la paz que su alma necesitaba.

Para fortuna de Juvia, el ruido que provocó que alguien llamó a la puerta de su oficina, la hizo salir de su propia tortura.

—¿A-adelante? —sonó dudosa.

La puerta se abrió lentamente y un confundido Gray se asomaba.

—¡Gray-sama! —exclamó Juvia —¿Ya es hora?

Él asintió. Juvia maldijo porque si él estaba entrando a su oficina significaba que ya eran las seis de la tarde y ella no había podido avanzar en nada.

—¿Cómo vas? —ignoró la pizca de dolor que sintió su corazón ante tal recibimiento.

—Juvia… Ju-via va bien… —abrió bruscamente la laptop, en un burdo intento de convencerlo, y se acomodó para sonreírle… —eso cree.

Achicó los ojos y la estudió: el estrés era notable. Su cabello estaba desalineado, sus ojos gritaban desesperados, su sonrisa estaba tensa y a juzgar por el desorden que tenía en su cubículo.

—¿Crees?

Mordió su labio inferior, se recargó en el respaldo de la silla y se giró hacia otro lado. —Juvia ha tenido un mal día —susurró —¡JUVIA HA PERDIDO LA BATALLA! —su labio inferior tembló debido a que el llanto ya amenazaba con desbordarse; si Juvia creía que podía no romperse, estaba muy equivocada.

La bomba detonada había arruinado por completo sus planes, su concentración y la había afectado tanto física como laboralmente. Y Gray no podía ayudarla, ¿verdad? Él era la causa y la solución. Juvia sabía que en cualquier momento tendría ese vómito verbal y lo diría todo, pedía todos sus dioses seguir con el control de sus emociones.

¿Qué era más frustrante? ¿Reprimirse?, ¿El estrés laboral?, ¿HABER PERDIDO A GRAY? ¿y perder su futuro laboral?

Gray se alertó, y creyendo que solo se trataba de su proyecto, la consoló. —Juvia… tranquila, aún hay tiempo. Y tú puedes… en la comida me dijiste que ya tenías una idea, ¿cierto? —con las lágrimas comenzaban a salir de su rostro, asintió. Gray apretó la mandíbula, odiando verla llorar, y se inclinó hacia ella —hay que empezar de ahí, ¿te parece? —la vio respirar hondo pero luego afirmó —¿Qué es lo que tienes? —preguntó luego de unos minutos en los que se convenció que no lloraría.

—Nada… —sollozó —el concepto está en la mente de Juvia pero sus manos no respondieron, simplemente no puede reflejarlo… y con toda la basura que hizo, su idea ya no le parece tan buena a Juvia.

Negó. —Nada de eso Juvia, a medio día estabas emocionada.

A medio día Juvia no sabía que Gray-sama tenía novia.

Y a partir de ahí todo se derrumbó.

La vida daba giros inesperados y terminaba cambiándolo todo.

—Necesitas un respiro… un pequeño descanso, platicamos tu concepto y después lo materializamos —Gray se levantó y la invitó a salir —vámonos ya, no hay perder más tiempo.

Los ojos de Juvia brillaron. —¿Irnos?

Juvia sintió que su corazón, su fragmentado corazón, se fisuraba más… ¿tanto apuro tenía por salir? ¿A caso no escuchó lo que le decía? ¡Juvia no tenía nada para el proyecto que tenía que presentar en menos de dos días! ¿tan poco le importaba?

Asintió. —A la plaza del Music-Center.

—¿Cómo? —parpadeó, confundida.

¿Ir los dos?, se suponía que tenía que trabajar y por lo tanto, no entendía el plan de Gray y menos lo entendía porque esa tarde ella escuchó que él tenía planes con…

—¿Confías en mí? —interrumpió.

Asintió rápidamente. ¿Cuándo le había fallado? ¿Qué tuviera novia contaba cómo una rotunda decepción?

—Vamos… te explico en el camino.

Juvia obedeció y entre los dos, comenzaron a acomodar el desastre que tenía en el escritorio, así como a empacar los materiales necesarios para trabajar más tarde y cuando ambos estaban por salir de la oficina, ella se detuvo… porque su herido corazón comenzaba a sanarse independiente a los pensamientos que cruzaban por su mente y como el cerebro tenía más relación con el sistema nervioso, frenó en seco…

Ignoró las olas de amor que inundaban a su corazón.

—Gray-sama —Juvia fue valiente… —¿N-no se supone que Gray-sama tiene planes?

—Sí... —asintió —los tengo contigo ahora mismo —completó sin darle mucha importancia porque así era Juvia: siempre remarcaba cualquier oración o hecho que los relacionaba.

Y en ese momento, con esa respuesta, Juvia se sintió su chica especial.


El día siguiente fue más inspirador para Juvia.

Ya estaba dicho que Gray era su sol y era su lluvia y como amante de las cosas románticas, se permitió soñar y sentirse querida porque ante todo, ellos eran amigos, ¿no? Eran colegas y él solo la estaba ayudando con su proyecto, no estaban haciendo nada malo y de ser inversa la situación, de ser ella la novia, ¿se enojaría con Gray por apoyar así a una compañera?

Claro que sí.

Y más si ella sentía lo mismo que callaba su corazón.

Si tenía esa pena.

Claro que muy dentro de ella se ocultaban sus más profundos sentimientos. Y aunque puso una justificación a esa salida, el alma enamorada la denominó como una cita, y pues perdió la batalla. Juvia esa noche se tomó un respiro, olvidó la revelación y se ajustó a los mandatos de su corazón.

Y en un What if…? Así serían las citas romántica entre los dos.

Fue vitamina y resolvió todo sus problemas; ahora el rotulador que tanto le costaba usar, se deslizaba fácilmente. Las ideas que su mente no podía manifestar, fluían como agua. Aquel programa que ayer no le ayudó en nada, ahora le facilitaba las cosas. Todo era mejor; su ánimo, su inspiración y su corazón se sentía cómo nuevo.

Esa escapada al Central-Music era plan de Gray para que ella pudiera hablar de las ideas sobre la renovación que quería. Estar parada frente a ese lugar y sentir la mano de Gray sobre su hombro, le dio el apoyo para dejarlo fluir; Juvia quería hacer unos grandes cambios y con la compañía indicada pudo visualizarlos y expresarlos.

Tomó fotos, se tomó y se tomaron, para usarlas como guía y mientras el mundo giraba y ellos se enfrascaban en el mundo de la arquitectura, su corazón le daba el impulso. Juvia se sintió especial, su chica especial y con el amor como inspiración, tuvo la esperanza de que esa pena desaparecería muy pronto…

Porque tal vez Gray hizo una mala elección.

Y tal vez esa noche mágica llena de sus pasiones, le haría darse cuenta que ella era la ideal.

Y quizás la magia de la noche le haría abrir sus ojos porque si existía una mujer que había nacido para ser la novia de Gray Fullbuster, esa era ella; Juvia Lockser.

Así que así ganó la inspiración y fuerza suficiente para seguir con su proyecto.

—¡Gray-sama! —Juvia saludó tras su escritorio, había esbozado una enorme sonrisa —¡Buenos días!

El pelinegro se asomaba con cuidado. Le sonrió de igual manera al verla de mejor ánimo. —Buen día, solo vine a saludarte y dejarte este capuccino.

Juvia aplaudió entusiasmada mientras tomaba el capuccino que le extendía. —¿Moka?

Él asintió. —Tu favorito.

Suspiró enamorada.

Lo recordaba, la sorprendía, se fijaba en esas pequeñas cosas… esos detalles eran los que la hacían sentir especial, única. Cerca de su corazón.

Y tal vez no eran falsos los rumores…

Tal vez todo era un error que pronto se enmendaría.

—¿Cómo vas con el proyecto?

—Juvia ha avanzado un poco pero piensa que si todo sale como lo planea, para el final del día tendrá su proyecto.

Gray sonrió tranquilo con eso. —Me alegra escucharlo.

Asintió agradecida pero luego lo miró un poco extrañada al verlo tan serio. —¿Gray-sama?

Lo vio negar.

—¿Gray-sama puede revisar más tarde el proyecto final?

—No tienes por qué pedirlo… —respondió.

—¿Entonces nos vemos a…

—¿Te veo en la tarde?

Los dos hablaron al mismo tiempo. Juvia se terminó asintiendo, sentía algo raro en la atmósfera formada por los dos.

—Solo espérame, ¿si? —volvió a afirmar —tengo algo importante que decirte.

Juvia sintió que su corazón se revolucionó, ¿Qué era lo que tenía que decirle? Se sonrojó y lo vio con ilusión…

—Llámame si necesitas algo.

Fue todo lo que dijo al marcharse, o tal vez ella dejó de escuchar.

Porque una de dos: le hablaba sobre su novia o componía el camino para llegar a la cima del éxito con ella… o podía ser solo la primera. Juvia agitó su cabeza para sacudir las ideas, no se permitiría agobiarse, tenía que concentrarse en su trabajo y seguir avanzado, más tarde lo descubriría y se mantendría positiva para atraer buenos resultados.


—Siento haberme tardado —Gray cayó derrotado en una silla.

Juvia negó. —No es nada Gray-sama —aseguró, sonriendo —¿tuvo un día difícil?

—Y cansado —dejó caer su cabeza hacia atrás y cerró los ojos, deseando solo dormir.

—Y Juvia solo le da más trabajo —se apenó.

Gray negó, reincorporándose rápidamente, de esa forma descartaba que ella hubiese sido una molestia. —Era yo quien te enviaba mensajes, ¿no? Así que no te preocupes, no es ningún problema.

Juvia le sonrió de medio lado, no muy convencida. —Aún así… —calló unos segundos —¿Aceptaría una invitación de Juvia a cenar como compensación?

—Hecho… —se activó, provocando que Juvia se riera —terminamos aquí y nos vamos.

—Juvia está de acuerdo —se apuró en pasarle las impresiones y abrir el programa para enseñarle el proyecto final.

Por fortuna no habían sido muchas las correcciones y tras casi casi pegarle una estrellita de buena alumna en la frente, ambos salieron de las oficinas.

Y Juvia no hacía más que sentirse en una burbuja.

Y especial.

Y cerca del corazón de Gray.

Todo eso hacía un poquito de su amor y aunque Gray había llegado tarde y cansado a su encuentro, había aceptado la invitación por parte de ella de ir a cenar. Le dieron prioridad a la revisión final del proyecto de Juvia y una vez con la aprobación y felicitación de Gray, Juvia respiró tranquila y le agradeció todo el apoyo y quedó a la espera de su gran día.

Y si la tarde había pasado tranquila y rápida porque se enfrascó en su trabajo, no había tenido problemas gracias a que se sentía extrañamente motivada. Y aunque el día de Gray había sido más difícil y agotador, y único que quería era una distracción y descansar, estuvo con ella en una rápida cena.

Y si Juvia no era especial, ¿por qué simplemente no se negó? Él actuaba como si ella fuese su prioridad.

¿Y si ese era el trato que le daba a ella, cómo trataba a la novia?

Sin querer, el fantasma de la palabra novia apareció en su mente para nublar su juicio y llenarla de remordimientos, ¿era válido salir con el amigo al que le guardaba sentimientos románticos aun sabiendo que tenía novia? Porque esa salida ya no podía justificarse con trabajo, esa salida tenía más otras intensiones.

Juvia seguía sin saber de dónde salió, si era real... porque francamente ya empezaba a dudarlo. O quizás no había un peor ciego que el que no vería ver, y ella no quería verlo y por eso se engañaba, por eso ¿actuaba mal? La bipolaridad la estaba volviendo loca, así que trató de desviar su atención hacia otro punto.

—Gray-sama no debió beber y menos si tiene que manejar —regañó, preocupada.

—Estoy bien.

Juvia no quedó muy convencida.

—Tal vez lo que necesita son unos días de vacaciones.

—Eso no será posible hasta dentro de unos meses...

Alzó los hombros. —Pues entonces hoy debería dormirse temprano para descansar un poco más.

Juvia estaba parada frente a la puerta de su departamento, Gray la había acompañado. Ella se removió nerviosa y ansiosa. Él solo se quedó parado frente a ella, viéndola.

—Ju-Juvia debería entrar a casa, mañana tiene un día importante —titubeó nerviosamente y no obtuvo respuesta por parte de él... lo veía serio.

Algo retumbó en su corazón bipolar;

"Tengo algo importante que decirte."

Y ella no quería escucharlo porque si Gray estaba más serio que nunca era por algo.

La culpa.

El deber moral de rechazarla.

Y era probable que lo mereciera pero no quería y por eso, se iba.

—Y Gray-sama tiene que conducir todavía, Juvia pudo haber tomado un taxi, no era necesario que se desviara tanto.

Gray bufó fastidiado.

Abrió los ojos y mordió su labio inferior. —Buenas noches —sin darle pie a más, Juvia intentó girarse para entrar a su departamento.

—Ju-Juvia —él la detuvo, tragó saliva al verla.

—¿Gray-sama? —lo vio a él y luego vio hacia la muñeca donde la agarraba, no tenía intención de soltarla.

Esperó, lo vio dudar. Lo conocía bien y sabía que estaba en un dilema... como si caminara sobre una cuerda sobre las alturas.

Juvia cerró fuertemente los ojos, contando los segundos que le quedaban de vida.

Todo acabaría.

La prioridad que le había dado era una despedida a su amor frustrado.

Era la despedida para irse con esa novia.

—¿Y-yo? —volvió a tragar a saliva, buscó su otra mano para sostenerla también, la hizo abrir los ojos y se vieron fijamente, ella inclinó un poco la cabeza hacia atrás —¿Puedo besarte?

Abrió los ojos...

Y como si quemara, se soltó de su agarre.

—Juvia n-no.


Continuará...


Holaaaaa. Sigo viva (?) estoy sacando pendientes y es que la verdad ya tenía medio cap y se me olvidó y esta semana recibí dos reviews que me lo recordaron y pues me motivaron a seguir, así que aprovecho este medio para decir... nunca, nunca, nunca dejen de comentar sus fics porque eso anima al autor a seguir escribiendo y como resultado tenemos fandoms llenos de fics de la OTP \O/ writers deserve love too!

Así que muchas gracias por comentar a: mar mar, la Liraz es mala como la leche de cabra y corta caps porque luego se vuelve loca y se extiende y nadie puede pararla porque es esclava de la OTP xD gracias por leer y comentar, espero que este capítulo no te de deje tan así como el anterior muajajaja, thanks to guest: i feel the same in this story. i tried to write comedy but i couldnt because all the Juvia feelings, her confussion is so intimate for me, this have happened me! Thanks for you review!

Y gracias a los demás a los que pude responderles por MP: eme-ele, sabs, dreamHeart, Gus y KaedeHiwatari!

Y gracias a la Emmota que me dio la idea y aunque nunca lea, loveuuu.

Y añadir que el siguiente será el último cap, todo mi esqueleto inicial ha mutado porque mis personajes no me obedecen pero la base sigue siendo de tres caps xD y que decir: mis sucias patas todo lo profundizan, y el cliché es tan aaaaah que pues no me detengo xddd todos sabemos pa donde vaaaa pero no sabemos cómo va a llegar (?) Creo yo porque soy bien básica xDD.

Reviews, críticas y sugerencias son bienvenidos.