Entre los heroes y monstruos: Parte uno.

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Minutos antes de la pelea.

Loki tembló un poco, no por nerviosismo o algo por el estilo, sino porque fingir ser Hércules era de las cosas más molestas que pudo hacer por mucho tiempo, él estaba acostumbrado a su delgado y pequeño cuerpo, no a uno musculoso y alto, sumándole al hecho de que detestaba usar una cola de caballo y andar desnudo en la parte del torso. A este punto no tenía dudas de que el héroe griego tenía un pésimo gusto en la moda. Estaba frente a la puerta, a nada de entrar, solo tenía que esperar a que Heimdall termine de presentar a su oponente, ¿O acaso podría entrar en medio del anuncio para molestar? Podría, y de hecho parecería divertido.

—Oye —Llamó una voz detrás de Loki. Este volteó, viendo a una figura delgada de estatura promedio, con un cabello negro ondulado que cubría sus ojos y una bata de laboratorio como vestimenta. —. Emocionado de finalmente salir a pelear... —Formó una sonrisa maliciosa en su rostro. — ¿Loki?

El Dios de las mentiras sintió un escalofrío al oír su nombre.

—¿De qué estás hablando, Belcebú?

El Señor de las moscas puso su mano en su hombro de una forma amistosa.

—Vamos, Loki. Sabes que a mí no me engañas ni tú. Además vas a revelar que no eres Hércules en el combate, no te preocupes.

Loki suspiró, resignado.

—Bien, bien, soy yo —Admitió algo molesto. —. ¿Qué es lo que quieres, Bel?

—¿Acaso no puede una buena deidad samaritana ir a ver a su buen amigo antes de que empiece la pelea y desearle suerte?

Loki se cruzó de brazos.

—No eres mi amigo, y tampoco necesito suerte, soy un Dios después de todo... y ya quítame tu asquerosa mano del hombro. —Dijo apartando la mano de Belcebú del hombro, haciendo por un instante una mueca de dolor. ¿Había sentido un pinchazo? Dejó esa tema de lado por un momento, pensando que debió ser imaginación suya.

No era un secreto que Belcebú no le caía bien... Así como no le caía bien Poseidón, su hermano Thor, Buda... y gran parte de los Dioses. Pero con Belcebú pasaba algo diferente, el sujeto emitía un aura que solo le ponía extremadamente incómodo, tirando a molestarse y mandándolo al carajo en cada ocasión que podía, ¿Y qué hacía ahí? ¿Qué rayos iba a hacer ahora que sabía de su identidad? ¿Iba a molestarlo? Ese era su trabajo en primer lugar.

Belcebú volvió a mostrar esa sonrisa que a Loki incomodaba.

—Oh, ¿En serio? ¿Acaso no viste como quedó tu hermano?

Loki levantó una ceja.

—¿Thor? El ganó, ¿Qué hay con él?

No había ido a ver a su hermano desde que ganó el primer combate. Había estado afuera encargándose de que el verdadero Hércules esté fuera del Valhalla así su plan de que Brunhild cambie a Nega por otro peleador salga a la perfección. No quería matar a Nega, el tipo era posiblemente el único humano que le parecía medianamente interesante.

—Pues, con los tremendos golpes que le dio ese humano... Bueno, está en reposo en la enfermería. Sufrió un leve traumatismo en la cabeza por el martillazo que le dio el humano al que Thor bautizó como Relojero, y eso solo fue el primer golpe que consiguió darle al inicio de la pelea... Súmale al hecho de que perdió un par de dientes por el puñetazo, se le rompieron dos costillas, y una de sus manos sufrió fuertes quemaduras por forzar el poder de su Mjorlnir... ¿Y aún quieres que no te desee suerte?

—¿Insinuas que puedo morir en la pelea, Bel? —Preguntó con algo de enojo.

Belcebú se encogió de hombros y dio la vuelta, dispuesto a marcharse, sin antes voltear por última vez a ver a Loki.

—¿Quien sabe? Ahora que lo pienso, qué bueno que rechacé la oferta de Zeus y decidí no participar en el torneo, soy un hombre más de experimentos, ¿Sabes? Nos vemos después del combate... tal vez.

Lo dejó sólo, sin darle oportunidad de responderle. Bufó, pensando que solo estaba intentado molestarlo en intención de devolverle las bromas que el solía hacerle... luego cambió su expresión a una de angustia, ¿Y si...? Sacudió la cabeza, no era posible, él era un Dios, y su oponente un simple humano, no había posibilidad alguna de perder. Hizo una mueca de dolor mientras tocaba su hombro y volteaba a la dirección donde se fue Belcebú.

—¿Ese desgraciado me hizo algo al tocarme? Bueno, a la mierda, después iré a la enfermería para ver si me hizo algo —Volteó a la puerta, dándose cuenta que para ese punto, Heimdall había terminado de presentar al humano, ahora llegaba su turno de entrar a la arena. —. Muy bien... Hora de romper huesos.


No pudo romper huesos. Para su enorme sorpresa y para la de todos en las gradas, nada más Heimdall salió de ahí para dejar que empecé la pelea, lo primero que hizo Lincoln Loud fue dar un gran salto hacia Loki y darle el más fuerte puñetazo a la cara que pudo, mandándolo a volar. Se había estrellado en la pared, sentándose para intentar porcesar lo que había pasado. Escupió un poco de sangre al suelo, abriendo los ojos de par en par cuando notó que junto a la sangre, había soltado algo blanco. Esperando que no sea lo que creía que era, lo tomó y lo acercó a él, y nada más vio lo que era, una enorme rabia comenzó a apoderarse de él.

—¡Me lleva la retorcida! —Lanzó lo que tenía en mano y se puso de pie, encarando a Lincoln el cual se había puesto el escudo en su espalda, estando varios metros alejado de Loki. — ¡Me sacaste un diente, humano de mierda!

Lincoln solo se encogió de hombros.

—Sí, creo que me pasé un poco al darte un golpe en literalmente un duelo a muerte... No eres muy inteligente por lo que veo.

—¡DAMAS Y CABALLEROS, COMO ACABAN DE PRESENCIAR, ESTA VERSIÓN ALTERNA DE LOUD HA COMENZADO EL COMBATE CON UN POTENTE PUÑETAZO A LOKI DEJÁNDOLO EN UNA ESQUINA!

En la zona alta de las gradas y mientras los humanos festejaban, Brunhild solo observaba con una mirada de molestia, a su lado, Geir estaba mirando con una cara de emoción al ver la pelea.

—¿Has visto eso hermana? —Preguntó Geir. — No sé por qué tuviste dudas de que Lincoln no ganaría, se ve que es más fuerte que Loki.

—No me preocupaba con eso, pequeña hermana —Respondió, sin dejar de observar la pelea. —. El arácnido puede con Loki... Pero no sé si alguien podrá contra Hércules, el cual se suponía que debía pelear contra él...

—¿Y qué hay de mi? —Preguntó una tercera voz, que estaba detrás de ambas mujeres.

Ambas voltearon, viendo a un muchacho alto de cabello blanco alborotado, con un abrigo rojo que estaba por encima de una camisa blanca, y finalmente, lo que más resaltaba en él, unos ojos con pupilas de un rojo muy fuerte. Geir miró en ellos y por un momento, sintió un instinto natural que le avisaba de peligro, aunque no parecía ser así a simple vista. Brunhild también los vio, pero o no sintió nada, o simplemente fingió no hacerlo. El chico estaba comiendo una paleta de fresa, esperando la respuesta de la Valquiria.

—Tú podrías —Respondió Brunhild con seguridad. —. Pero tengo otros planes para tí, Buttowski.

—¿En serio? ¿Entonces contra quién voy?

Brunhild apunto con su pulgar a una zona tras de si, sin dejar de ver a esa versión de Lincoln el cual fijó su vista al lugar donde apuntaba, viendo a...

—¿Ese anciano? —Preguntó viendo a Zeus, el cual estaba estayandose de risa viendo los golpes que recibía Loki mientras a su lado, Odín solo se tapaba la cara con una mano debido a la enorme vergüenza que sentía. — No es por ofender, pero parece que está en sus últimas. Cómo sea, seguramente se vuelva musculoso o algo así, tengo ese presentimiento.

—Hermana... —Geir se acercó a Brunhild. — ¿Quien es él?

Brunhild sonrió, como si esperara que su hermana menor le hiciera esa pregunta.

—Nuestra mayor apuesta en el Ragnarok: Lincoln Buttowski, posiblemente el más fuerte que esté en esta dimensión. Irá contra Zeus... Por cierto, ¿Dónde te habías metido?

—Quise explorar el Valhalla, hace un rato me encontré con un vagabundo con peinado raro que me dio esta paleta, me pareció un buen sujeto.

—Aquí no hay vagabundos, estoy segura que te esa persona con la que te encontraste fue con el Dios Buda.

—Por eso, vagabundo. Cómo sea, ¿Cómo va la pelea? —Preguntó apoyando los brazos al pasamanos para acomodarse mejor, viendo a los dos combatientes. — Por lo que estoy viendo, se ven igualados.

Loki saltó para lanzar una patada directamente al rostro del arácnido, pero este solo se hacía a un lado, y así pasó lo mismo con el puñetazo que lanzó Lincoln, siendo fuertemente bloqueado por el antebrazo de Loki, pese a que había parecido recibir daño eso. El Dios mentiroso sonrío, confundiendo un poco al arácnido.

—Bien —Dijo mientras lanzaba una patada directamente al estómago de Lincoln que hizo que se aleje a pocos metros de él. —. Parece que podré al menos entretenerme un rato. Tu nombre era... Lincoln, ¿Verdad?

Lincoln solo asintió mientras sostenía su estómago. Sin dudas esa patada le había dolido, había subestimado a ese Dios, resultó ser más fuerte de lo que creyó.

—Bien —Loki volvió a ponerse en guardia, sin sacar la sonrisa de su rostro. —. ¿Sabes? He estado confundido por algo, ¿Te molesta si te hago una pregunta?

Eso desconcertó un poco a Lincoln considerando que estaban en medio de un combate a muerte, pero decidió darle el beneficio, pero sin bajar la guardia.

—Dispara.

—Bien... ¿Por qué estás aquí?

—¿Disculpa?

—Bueno, quiero decir... —Se aclaró la garganta, incluso más de lo que quería. Por algún motivo, le estaba empezando a doler un poco, soltando una breve tos. — ¿No eres de otro universo? Técnicamente, tú no correrías ningún peligro. Le iba a preguntar lo mismo al anterior, pero... bueno, ya sabes el resultado del anterior combate. El punto es... —Señaló a Lincoln. — Tu no estás aquí porque sí. No pareces de las personas que van ahí a morir en una pelea porque sí. Debes tener un motivo para pelear conmigo. ¿Puedo saber por qué? ¿Probar tu fuerza? ¿Vengarte de mí por algo? —Loki negó con la cabeza luego de preguntar eso. — No. no, no pudo ser. Aunque yo le haga mal a mucha gente por diversión, tú eres la clase de persona que quedaría en mi memoria después de molestarlo, así que no pude haberte hecho nada... ¿Acaso quieres hacerte el héroe y salvar a la humanidad este mundo?

El arácnido solo se quedó en silencio unos segundos, teniendo un debate interno sobre si responder esa pregunta o no, ¿Y por qué debería? Todo eso era irrelevante considerando que al final uno de los dos moriría, de ser él, pero por otro lado, ¿Por qué no?

Ahora que lo pensaba, no tenía algo que se le podría considerar "Conversación normal" desde hace un buen tiempo. Después de todo, el fue picado por esa maldita araña luego de que un superhéroe en su universo matara accidentalmente a la persona que él amaba, después de eso, terminaría matando a algunas de sus hermanas por no saber controlar su fuerza, acabando en ese maldito lugar con el psicópata de mierda de Henry haciendo Dios sabe qué con su cuerpo. Cuando parecía ser otro día en el que tendría que soportar su mierda... Simplemente apareció en un cuarto oscuro con Brunhild, explicándole la situación.

"Su salvadora" pensó en ese entonces.

Rió internamente, sabiendo que no era nada más alejado de la realidad. Le dejó en claro que no era malicia, pero si rechazaba pelear a muerte por su universo, entendería, pero por los límites de sus capacidades, tendría que devolverlo a su universo, exactamente al mismo lugar en el que había estado la última vez, y ese lugar era el que más odiaba en ese momento.

Sin embargo, de aceptar, le daría la oportunidad de soltarlo, pero no a su universo, sino a uno completamente ajeno, no solo dónde Lincoln Loud no existía, sino que tampoco los superhéroes y toda esa mierda que solo le arruinó la vida. Quería preguntar si podía mandar también a su familia, pero ni siquiera tuvo la oportunidad viendo que se le veía bastante nerviosa considerando que aún no reclutaba al resto de representes de la humanidad. Solo esperaba que de ganar, ella aceptara su otra petición. De cierta forma, el no luchaba por algo honorable, después de todo, le atraía más la idea de por fin tener la paz que el quería antes que la de ser un héroe que le dé un paso más a otro universo de ser salvado, ¿Pero podrían culparlo?

—Yo... Peleo por un motivo egoísta, no por ser un héroe. Dejémoslo así.

Eso desconcertó a Loki.

—¿En serio? ¿Qué rayos vas a recibir a cambio de luchar a muerte en el Ragnarok?

—Lo siento —Respondió, volviéndose a poner en guardia. —. Pero no voy a decir nada más.

—Ah, ¿Sí? —Dijo Loki, sonriendo. — Pues si quieres mi opinión... El egoísmo no va bien contigo. —Su sonrisa solo creció, pero por motivos maliciosos.

Había algo que Lincoln no sabía. Loki había usado su habilidad hace rato, como casi la terminaba usando con Nega anteriormente. Había puesto sus manos detrás de si para no ser vistas, y de sus palmas salieron unas cadenas con grandes cuchillas en el extremo. En medio de esa corta conversación, esas cadenas se habían arrastrado como serpientes al rededor del escenario, sin ser vistas por Lincoln, terminando a varios metros detrás de él. Loki sonrió al ver cómo sus cuatro cadenas se juntaron, levantándose a la altura de la cabeza de Lincoln, apunto de dispararse hacia él. Se empezaría a reír, Lincoln Loud moriría de una forma muy estúpida, siendo distraído y asesinado por varias apuñaladas directo a la nuca.

Desgraciadamente para Loki, no sería así. La sonrisa de su rostro desapareció una vez Lincoln sin cambiar de expresión inclinó su cabeza a un costado y con la mano desnuda tomó las cuatro cuchillas. Todo el mundo quedó boquiabierto al ver como Lincoln había evitado una muerte segura, incluso Heimdall comentó esto con una gran emoción, pero ni Lincoln ni Loki le prestaron atención.

El arácnido lanzó las cadenas al suelo y con un movimiento de su muñeca, lanzó una extraña red a ellas dejándolas atrapadas al suelo, incapaces de moverse.

—¡¿Qué diablos?! —Dijo, Loki, empezando a correr hacia el para atacar de frente, sin embargo, a los dos pasos, por algún motivo se detuvo, como se los pies les pensaran. Miró abajo, confundido y con una mirada de desesperada furia. — ¡¿Qué demonios es esto?!

Sus pies estaban atrapados en la red que Lincoln había lanzado una vez comenzó a correr. Intentó moverse, pero para su sorpresa, parecía ser más fuerte de lo que creía. Levantó la mirada de casualidad, para darse cuenta que solo estaba cara a cara con Lincoln, el cual solo le miraba con una expresión que mezclaba la indiferencia con de lastima hacía él.

Pero eso era algo que Loki genuinamente detestaba, que la gente sienta lastima por él. Desde niño había sido así, siempre con esas miradas al ver cómo quedaba a la sombra de Thor.

Esa mirada le hacía acordar al rostro de su padre, haciendo que desde el fondo de su ser, y solo en ese momento, Loki odie profundamente a Lincoln. Pero no pudo decir nada. Antes que pudiera reaccionar a otro movimiento, sintió como el puño de Lincoln se enterraba en su estómago, saliendo disparado otra vez hacia la pared de la arena, ocasionando un gran impacto que llenó de polvo y tierra ese lugar.

La humanidad festejó, y los dioses solo le gritaban a Loki diciéndole inútil o exigiendo que se levante, como si ellos pudieran hacerlo mejor que él.

Pero Lincoln no festejaba. De hecho, al ver lo que estaba pasando, comenzaba a preocuparse. Al principio sintió una pequeña picazón en su palma. Eso pasó a ser ardor, y finalmente se revisó cuando comenzó a sentir dolor. Y fue ahí donde se preocupó.

Por atrapar esas cuchillas se había cortado, habían tres o cuatro cortes que manchaban su mano de sangre. Pero ese no era el problema.

El problema verdadero, y el que le preocupaba, es que las heridas no se estaban cerrando.

Por algún motivo, la arena del Ragnarok tenía algo que incapacitaba la regeneración de Lincoln, haciéndole entender que no lo tendría tan fácil.

—Maldición —Dijo mientras sacaba el escudo de su espalda, la cual era su Volund, su arma divina, y el objeto con el que tendría que confiarse para poder ganar el Ragnarok. —. Supongo que después de todo, si tendré que hacer uso de ti. Lo siento mucho, no recuerdo cual era tu nombre, Valkiria. —Mencionó mientras miraba fijamente el escudo.

Al otro lado del cuadrilátero, estaba el delgado cuerpo de Loki, apoyado contra la pared, sosteniendo su estómago por el agudo dolor del golpe, mirando fijamente a Lincoln con un profundo odio que parecía aumentar más y más. Y a continuación, mientras intentaba levantarse, soltó leves quejidos por un ardor en el hombro.

Y en el proceso de ponerse de pie, comenzó a toser un extraño líquido negro el cual intentó ignorar pensando que era sangre.