Ambos bebieron en silencio, un sorbo de su café, intentando no mirarse a la cara.
Era un poco embarazoso, recordar los sucesos de hace unas horas, siendo el pequeño sonrojo un testigo silencioso, de su pequeña travesura.
Un sorbo de café, otra mirada furtiva, otro recuerdo de la noche anterior.
-- Gracias por el café – susurro Lincoln, levantándose rápidamente de la mesa – saldré un rato a caminar – finalizo saliendo de la habitación.
Sid volvió a tomar su café en silencio, sintiéndose como una tonta, por volver a caer ante la misma piedra.
Dejo su taza vacía en la mesa, unos cuantos minutos después, antes de salir de la habitación, necesitaba un poco de aire, el departamento le recordaba demasiado la lujuria que los dominara la noche anterior.
Gracias por continuar, leyendo este pequeño proyecto, espero que las historias sean de su agrado, sin mas que la fuerza los acompañe.
