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Advertencias del capítulo: (Lenguaje obsceno)

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Disclaimer: My Hero Academia y sus personajes NO me pertenece

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Nota: Esta historia es completa y absolutamente MIA, y no es permitido tomarla sin mi autorización.


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CHAPTER 9

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TEXT MESSAGES


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—Estoy agotado – Izuku se inclinó, apoyando las manos en sus caderas.

—¡Eres débil! – el chillido de Bakugo le tensó, lo observó de reojo notando que se quitaba sus guantes de explosión

—Yo también estoy cansado – Shoto se dejó caer en un banco y procedió a desprenderse de las botas.

—Soy evidentemente superior a ustedes ¡Perdedores! – el rubio profirió una carcajada burlista y se apresuró a desvestirse.

Izuku soltó un suspiro de resignación, mientras se quitaba su traje también. Algunas cosas no habían cambiado con el pasar de los años y una de ellas era la actitud de Bakugo y su deseo de superación. Era algo que admiraba de él aún y pese a que tenía sus momentos donde lo único que lograba era irritarlo, definitivamente su relación había cambiado por completo.

Estaban en su tercer año en la UA y ahora eran perfectamente capaces de realizar patrullajes por su propia cuenta aún cuando estuvieran bajo supervisión y trabajando para la agencia de Endeavor.

Se había establecido durante su primera pasantía que los tres debían trabajar juntos y dos años después, aquella regla se mantenía vigente. Sorprendentemente, su trabajo de equipo era bastante bueno, aunque tenía mucho que ver con todo lo que habían pasado a través de esos años. Hoy en día, Izuku podía decir que en Bakugo y Shoto eran algo más que solo unos compañeros de trabajo y clases, ellos eran sus amigos, un lazo verdadero y fuerte, basado en la confianza y la lealtad.

La actitud de Bakugo ya no le intimidaba y sabía que algunas veces actuaba con pesadez o brusquedad más por costumbre que porque realmente quisiera tratarlo mal y alejarlo.

Shoto también había cambiado, ahora era mucho más sonriente y expresivo, Izuku creía que se debía a que finalmente había dejado atrás los demonios de su pasado.

Todos lo habían hecho.

Luego del baño, se vistió con algo ligero y se encaminó a su habitación. Quedó con los chicos de reunirse en el comedor una hora después.

Mientras estaba en la cama, observando un reportaje sobre el incidente que habían enfrentado esa tarde, saltó una notificación a la pantalla de su teléfono. Izuku escuchó el sonido de un mensaje entrante y desvío la mirada del televisor hacia su teléfono, el cual tomó en manos.

Sintió como el pulso se le aceleraba mientras observaba el remitente

"¿Estas libre?"

Una sonrisa se deslizó en sus labios, pequeña y suave. Sus mejillas empezaron a arder mientras se apresuraba a teclear.

"¿Acabamos de llegar? ¿Y tú?"

"También"

"Me alegra ¿Cómo te fue? ¿No tuviste ningún inconveniente?"

"Me fue muy bien, solo…"

Izuku esperó unos segundos, mientras observaba fijamente el chat, a la espera de algún mensaje.

Transcurrieron un par de minutos y no recibió nada, su ceño empezó a fruncirse conforme pasaba el tiempo y se preguntó si había dicho algo indebido, por lo que volvió a leer sus respuestas anteriores. No fue así y eso le hizo preocuparse mientras su mirada se desviaba varias veces a la hora en la parte superior de la pantalla. Habían pasado un total de cinco minutos ¿Qué estaba haciendo Ochako? ¿Qué había querido decirle? ¿Y porque no le contestaba?

La presión en su pecho crecía, estaba nervioso y ni siquiera sabía porque ¿Acaso sus respuestas habían sido demasiado simples? Las leyó una segunda vez negando con la cabeza, había contestado con su entusiasmo usual ¿Podría Ochako haberse sentido presionada? ¿Se había aburrido de él? ¿O solo se distrajo por algo?

—¿Por qué no me contesta? – llevó una mano a su boca y se mordió la uña del pulgar.

Estaba por mandarle un mensaje más cuando su teléfono empezó a vibrar, justo antes que saliera la notificación de una llamada entrante. Era ella.

Su corazón dio un vuelco dentro de su pecho y un nudo se instaló en su garganta, casi deteniendo su respiración. Las manos le temblaron mientras se erguía hasta terminar sentado en la cama, con las piernas cruzadas. El teléfono casi se cayó de sus manos, pero lo tomó con firmeza y deslizó el icono en la pantalla.

—Hola – carraspeó entre dientes. Odio el rubor que le encendió las mejillas, así como el temblor en su voz. Hablaban casi todas las noches, pero no podía evitar reaccionar así siempre y es que se sentía como la primera vez cuando se trataba de ella.

Izuku – el tono dulce y suave con el que pronunció su nombre acarició su pecho con un sentimiento tal, que por poco temió que ella pudiera escuchar la manera en la que su corazón retumbaba, podía escuchar el sonido en sus propios oídos.

—Ochako – su voz fue débil, apenas un murmullo.

—Hola, lamento no haberte contestado, tuve que entregarle el informe de la misión a Ryukyu.

—No hay problema – carraspeó para recuperar la voz –. No te preocupes ¿Cómo te fue en la misión?

Ella empezó a relatarle todo con emoción. Amaba el sonido de su voz y la manera en la que contaba cada cosa, parecía realmente disfrutar de sus experiencias y eso le permitía vivir esos sucesos a través de ella. Podía sentir la emoción, la adrenalina, pero también la preocupación y el miedo de que algo pudiera alguna vez sucederle.

Sabía que Ochako era fuerte, era una chica muy valiente y poderosa, pero su miedo era natural, temía no estar ahí cuando pudiera necesitarlo ¿Qué haría si alguna vez le pasaba algo?

Una sensación de pesadez le impidió mantenerse en calma. La guerra de dos años atrás había sido demasiado para todos, algunas veces tenía pesadillas al respecto y agradecía cada día por el simple hecho de haber sobrevivido y aún más, por conservar aquellos lazos que había hecho durante sus inicios en la UA.

Ochako era uno de ellos, era su amiga y la persona que le había enseñado a confiar en si mismo, también su único interés amoroso.

Descubrir que la amaba no había sido extraño o inquietante, en su lugar se había sentido correcto. Era un sentimiento dulce, algo que le llenaba por dentro como nada lo había hecho.

Sabía que en ella estaba seguro y es que era así como le hacía sentir, como si a su lado hubiera encontrado finalmente el lugar al que pertenecía, porque era más que solo un sentimiento de atracción y amor.

Era amistad, compañerismo, honestidad, lealtad y muchas otras cosas.

Su relación había avanzado en todas las etapas correctas y nada nunca se había sentido forzado. Izuku aprendió a amarla lentamente, paso a paso y desde entonces el sentimiento no había hecho más que crecer, tanto que casi parecía querer desbordar su pecho.

Ochako era sin duda el único lugar en el que sabía que su corazón estaría seguro.

Cerró los ojos mientras la escuchaba hablar una y otra vez. Jamás le habían gustado las llamadas, tendía a ponerse demasiado nervioso y odiaba la sensación que le abrazaba cuando no sabía que más agregar y un silencio incómodo llenaba el ambiente.

Nunca había sido bueno para hablar al teléfono, nunca sabía que decir y era cuando más inseguro se sentía, pero con Ochako jamás había sido así.

Su tono de voz le relajaba, llegaba a tocar algo en su interior y se sentía tan bien que incluso el peor día podía transformarse ante sus ojos. Con ella, la regla de "solo mensajes" no aplicaba, porque con Ochako ninguna regla lo hacía.

Ella era única, dulce e inevitable.

Y él era solo el idiota afortunado que podía llamarla suya.

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FIN DEL CAPÍTULO


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NOTAS DEL CAPÍTULO:

9.- Mensajes de texto

Sentí que el capítulo estaba más corto que los demás, luego vi las palabras y es igual.

Espero que les guste, les mando un abrazo. Nos leemos pronto.

19/10/2021

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