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Advertencias del capítulo: (Lenguaje obsceno)

Disclaimer: Attack on Titan y sus personajes NO me pertenece

Nota: Esta historia es completa y absolutamente MIA, y no es permitido tomarla sin mi autorización.

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CHAPTER 8

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SLOW DANCING


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—No creo que sea buena para esto – musitó Mikasa revolviéndose tímidamente el flequillo.

—No será la gran cosa, solo algo sencillo – le comunicó Annie suavemente.

—Será emocionante Mikasa – chilló Sasha en un grito de júbilo – Finalmente tengo la oportunidad de mostrar mis pasos prohibidos – les hizo saber meneando la cadera.

Mikasa observó el movimiento con curiosidad. Ella no sabía nada en lo absoluto de baile, pero estaba segura de que la cadera no debía doblarse en un ángulo tan extraño y aparentemente doloroso.

Suspiró, no le agradaba pensar en hacer algo que no conocía, pese a que Annie había prometido que contrató al mejor instructor y coreógrafo de toda la bendita ciudad.

¿Cómo se supone que ella, una chica poco femenina y delicada, pudiera ser capaz de actuar con la gracia necesario para un baile?

No se sentía cómoda con eso, pero tampoco podía decepcionar a Annie negándose a bailar. Ella era una de sus mejores amigas y la había escogido especialmente como su madrina, debía retribuirle su cariño de la misma manera, aún cuando se arriesgará a avergonzarse —humillarse— de esa manera

—Esta bien – susurró en un suspiro – Entremos antes de que me arrepienta.

—No puedes ser tan mala en esto – Annie rodó los ojos.

—Tengo entendido que el que guía el baile es el hombre, solo tienes que soltarte y permitirle el control – aportó Sasha.

—Pues será algo difícil para ti ¿no Mikasa? – Historia apareció de repente, sobresaltándolas.

—¿De donde saliste? – la morena entrecerró los ojos

—Estaba aquí mismo – sonrió encantadoramente – Es extraño que no me notaras ¿Estás nerviosa?

—Es solo un… – miró a Annie, omitiendo la palabra "tonto" – Baile

—No sé porque te pones nerviosa. Siempre eres tan buena en todo lo que haces – la rubia más pequeña suspiró – Seguramente agarraras el ritmo antes que nosotras.

Mikasa no agregó nada más. Si bien era cierto que pensar en bailar frente a un numeroso grupo de personas la ponía nerviosa, había otra cosa que hacia sus piernas temblar aún más.

En cuanto entraron al salón, escuchó los murmullos de voces masculinas. El novio de Annie era encantador en todo el sentido de la palabra. La chica había encontrado sin duda una joya. Era muy guapo, casi rozando a lo bonito, además de amable, caballeroso, tan alegre y optimista. Con ellos la ley de —polos opuestos— tomaba completamente sentido.

—Hola ¡Llegaron! – se acercó, con una sonrisa cautivadora en los labios y sus ojos azules tan vivaces fijos únicamente en su prometida.

—Se nos hizo un poco tarde – susurró Annie impasible.

—No hay problema, nosotros acabamos de llegar también – Armin sonrió y luego las observó a todas – Un gusto volver a verlas señoritas.

Todas saludaron con entusiasmo, sin duda estaban totalmente a favor del noviazgo.

Mikasa forzó una sonrisa mientras levantaba lentamente la mirada y observaba de reojo al hombre que estaba varios metros lejos. Se trataba de Eren Jaeger, el mejor amigo de Armin.

Le había conocido unas noches atrás, cuando la pareja había realizado su cena de compromiso, fue ahí cuando se dio cuenta que él sería el padrino, y como madrina de Annie, era su deber llevar una buena relación con él, de hecho, según le habían comunicado, casi se esperaba que ellos fueran íntimos en cuanto a la boda se trataba, ambos eran la mano derecha del novio y novia respectivamente, y como tal, debían procurar la felicidad de su respectivo amigo.

No había tenido ninguna palabra con él aún, pero eso no evitaba que le resultará tan… interesante.

Había algo en Eren que llamaba a su mirada. No podía evitar buscarle y el impulso de acercarse era casi insoportable. No le gustaba la sensación, no estaba muy interesada en ningún tipo de relación, ni siquiera sabía si podría realmente tener una. Había tenido un solo novio en la secundaria y fue hace muchos años atrás, la experiencia no fue nada memorable y eso mismo ocasionó que pensara que no se perdía de algo interesante.

El chico volteó y sus miradas se encontraron, logrando que su pulso pareciera detenerse por completo por unos segundos. Eren sonrió y luego devolvió la mirada y continuo hablando con sus amigos. El gesto logró desconcertarla lo suficiente como para que se cuestionara sobre ello ¿Acaso él la había mirado fijamente?

—Mikasa, ven aquí – llamó Historia haciéndole un gesto con la mano. La morena suspiró y se acercó.

—¿Qué sucede? – observó que Sasha parecía muy atenta también, inclinada sin ningún disimulo para escucharla.

—Hay un total de cinco sujetos y nosotras solo somos tres – dio una mirada en dirección a los hombres – Aunque si descontamos que tú irás con el tipo alto y sensual entonces también te descartaría a ti Mikasa.

—¿Quien? – la miro confundida.

—El mejor amigo del novio, ese de allá – todas voltearon para ver que el hombre parecía divertido mientras otros dos discutían.

—Es Eren Jaeger, he escuchado que es detective, aunque debí suponerlo. Esos músculos gritan por si solos – en lugar de parecer interesada, Sasha lucía en realidad divertida. Su tipo no eran guapos o de ninguna manera en general, mientras supiera cocinar, cualquier hombre funcionaba.

—Ya veo – Mikasa observó al moreno fijamente.

—Él detective, y tú programadora… parece un buen equipo – Historia le dio un golpe ligero en el brazo – Ponte en ello, talvez la que tome el ramo de novia seas tú – sonrió pícaramente.

Mikasa se sonrojo y se apresuró a negar con la cabeza.

—No, no creo que…

—¿Cual es tu tipo? – indagó la rubia.

—¿Mi tipo? – ladeó el rostro confundida.

—¿Qué tipo de hombres te gustan?

—¿Altos? – cuestionó Sasha

—¿Sensuales? – aportó Historia.

—¿Atléticos? – la castaña se inclinó más cerca.

—Y de hermosos ojos verdes – la Reiss parecía francamente divertida.

—¿De que hablan? – Annie se acercó lentamente, Armin estaba a su espalda.

—Nada – se apresuró a decir Mikasa – No es nada – le lanzó una mirada de advertencia a sus amigas.

—El instructor ya llego, además de ustedes vendrán mis primas.

—Así estaremos completos – Historia sonrió, volteó hacia Mikasa en cuanto Annie se alejó – Si no quieres bailar con ese bizcocho, me ofrezco voluntariamente como su pareja – le guiñó un ojo.

Mikasa frunció el ceño, percibiendo por primera vez un peculiar tirón en el centro del estómago. La posibilidad de que Historia y Eren fueran pareja de baile le daba una sensación amarga en la garganta. No le gustaba sentirse de esa manera, pero se dio cuenta que encontraba aún más desagradable esa perspectiva.

—Muy bien – un hombre alto y delgado se detuvo en el centro del salón, aplaudió – Empecemos.

—Aun faltan algunas personas – le cortó Annie al instante.

—Es tarde ya – miró su reloj de mano.

—Lo siento mucho Faddei, tenemos unos atrasados, pero pronto estarán aquí – Armin intervino acercándose al hombre – Se que tu horario es apretado debido a que eres el mejor coreógrafo de la ciudad – engatuso con una sonrisa luminosa.

Todos observaron como el semblante del sujeto cambiaba por completo. Al final les dio varios minutos más de espera.

Las primas de Annie llegaron casi quince minutos después y el coreógrafo se apresuró a ordenar las parejas.

Annie y Armin se posicionaron en el centro del salón.

—¿Donde está el padrino? – el hombre aplaudió. Eren estaba hablando con uno de sus amigos, cuando escuchó el llamado, Mikasa lo observó levantarse de su asiento y acercarse al hombre.

—Vaya, veamos ¿Y la madrina? – la morena tragó saliva mientras se acercaba también.

El castaño la observó y sonrió ligeramente, su mirada fija en ella logró que la sensación de estremecimiento volviera a sus extremidades.

—Ustedes dos se van a posicionar a un lado de los novios – les señaló exactamente dónde y ambos avanzaron en esa dirección.

—Muy bien… ahora, necesito a…

—Hola – el susurro de la voz masculina hizo que Mikasa se tensara, levantó la mirada y observó esos ojos verdes tan llamativos y atractivos.

—Hola – maulló casi sin voz, sintió como las mejillas le ardían intensamente, casi al instante.

—¿Estas lista? – indagó con un movimiento de cabeza.

—No soy… muy buena en esto.

Él pareció confundido.

—¿Bailando?

—Si – asintió – Nunca lo he hecho.

—¿Ni en el baile de graduación de la secundaria?

—No asistí – encogió un hombro.

—Vaya – suspiró – Creo controlar los pasos más sencillos, podría enseñarte.

—¿Sabes bailar?

—Mi madre – sus mejillas se llenaron de color.

—"Fascinante" – le pareció adorable. Inmediatamente se sintió confundida, no era una palabra que ella relacionara alguna vez con una persona.

—Ella creyó que sería buena idea que supiera bailar – se acarició la nuca.

—Es una buena prac…

—¡Muy bien! Ya que las parejas están seleccionadas y distribuidas ¡Júntense! – hizo un movimiento de manos, indicándoles que se acercarán los unos a los otros.

—Bueno ¿vamos? – Eren extendió una mano en su dirección.

Mikasa le observó, nunca había sido una chica demasiado femenina y era tan alta que normalmente eso impedía que se viera a su misma como alguien delicada, sin embargo, cuando su mano tomó la de Eren, ella sintió como encajaban al instante.

Sus dedos parecieron pequeños y delicados dentro de la mano de él. El moreno la haló y luego lentamente puso la otra mano en su cintura, intentando no asustarla por el íntimo toque, aún así ella no pudo evitar sobresaltarse.

—Más cerca – Faddei estaba ahí al instante y le dio un empujón en la espalda a Mikasa hasta que sus pechos entraron en contacto con el torso fuerte y masculino.

Se irguió al instante, dando un respingo y miró a Eren, sintiendo como todo el rostro le ardía.

—Lo siento, él…

—Esta bien – sonrió suavemente – De hecho el baile es así, solo relájate – tomó la otra mano de ella y la llevo a su hombro, luego afianzó el agarre en su cintura y la acercó lentamente – Debemos estar cerca, aunque sí debe existir una pulgada de espacio entre nosotros ¿ves?

Mikasa miró entre ellos notando que efectivamente había un espacio entre ambos. Ella era una chica de pechos grandes, por lo que eso era un poco incómodo, pero aún así, Eren caballerosamente había dejado suficiente distancia entre ambos, pero sin estar muy separados.

—Ahora, tu mano en mi hombro tiene que ser firme y yo te tomo en la cintura para guiarte, además… – miró sus manos juntas a la derecha, Mikasa siguió su mirada y le observó manipular sus dedos hasta que estuvieron entrelazados – Estamos listos – sonrió.

—Gracias.

Ambos observaron al instructor quien empezó a explicar a todas las parejas lo que debían hacer y los pasos a seguir. Mikasa dejó de escucharlo en algún punto, demasiado consciente de la cercanía y el contacto de Eren. Miró de reojo al chico notando que él parecía muy atento a las instrucciones.

En cuanto el hombre dejó de hablar, una canción se escuchó en los altavoces distribuidos a través de la sala.

—¿Estas lista? – sus miradas se encontraron y no recibió ningún aviso antes de verse halada en un movimiento sutil y largo hacia la derecha.

No estaba preparada y demostró su torpeza cuando al primer paso pisó directamente el pie de Eren, levantó la mirada horrorizada, notando que él apretaba los labios, en una mueca ligera de incomodidad.

—¡Lo siento! ¡Soy un desastre! ¡Yo no quería…

—Esta bien – él suspiro y le sonrió – No hay problema, no te preocupes, es normal, no te indique hacia donde me movería.

—Yo no soy muy buena en esto.

—Nos lo tomaremos con calma – su sonrisa se amplió – Estoy seguro que solo es cuestión de práctica. Pretendo ser el mejor del baile – le guiñó un ojo.

Mikasa apretó los labios, una sensación ardiendo en su pecho.

—Talvez debamos cambiar de parejas – sugirió.

Era evidente a su parecer, que ella no podría bailar nunca tan bien. Miró en dirección hacia Historia notando que ella se desenvolvía con delicadeza en la pista. Ella sería una muy buena pareja para Eren.

—Somos los padrinos, bueno, madrina y padrino, se supone que debemos bailar juntos – su ceño se frunció – A menos que no quieras hablar conmigo.

—¿Qué? ¡No! – bajó el rostro – Es solo que si quieres ser el mejor…

Eren le comprendió.

—Quise decir que seremos los mejores, tu y yo… la mejor pareja.

—Ohhhh...

—Si… ahora solo déjate llevar – la mano en la cintura la acarició sutilmente, apenas una roce reconfortante que mandó un escalofrío por todo su cuerpo – Vamos hacia la izquierda, solo sígueme.

Y se movió. Sorprendentemente en esta ocasión, Mikasa no tropezó, ni lo pisó. Eren sonrió y la guío suavemente moviéndose de un lado a otro.

—Voy a dar una vuelta, céntrate en mi, para que no te marees – le indicó, dio una vuelta despacio, seguramente porque era su primera vez y no quería que tropezara.

Mikasa sintió como el pulso se le aceleraba mientras miraba sus ojos fijamente. Su mirada era dulce, amable y tan brillante que le hizo pensar que sin duda podría perderse en ella por unos segundos. No le impulsaba a apartar el rostro o alejarse de él, por lo contrario, mientras más lo observaba, más era consciente de la presión que le atenazaba el estómago.

—Bien hecho – la felicitó, lo cual le produjo la sensación de un nudo en su pecho – Ahora te voy a dar una vuelta, vamos lentamente hasta que te sientas confiada – hizo que ella alejara la mano de su hombro y con la que tenían entrelazadas, la tomo, separando sus dedos y luego dándole una vuelta.

Mikasa sintió como su cabello salía disparado, cuando volvió, lo primero que notó fue la sonrisa en el apuesto rostro masculino.

—Muy bien, le estás agarrando ritmo – musitó. Mikasa le mostró una sonrisa también, pequeña y vacilante.

Siguieron moviéndose lentamente, la morena empezó a agarrar más confianza mientras pasaba el tiempo y sus movimientos se fueron volviendo mucho más fluidos. De pronto se sintió ligera y descubrió que era cada vez más fácil permanecer en los brazos de Eren

A su lado se sentía pequeña, femenina. Le acometió el deseo de permanecer ahí un poco más de tiempo o de tan solo alargar el momento.

No estaba acostumbrada al contacto con hombres o de ningún tipo. Trabajaba comúnmente desde casa y lo suyo eran las computadoras, los videojuegos y las películas de acción. No tenía relaciones más allá de su familia y amigos, y no sabía cómo ser social. No era entusiasta o coqueta y dudaba siquiera tener lo necesario para serlo.

De cualquier manera ¿Cuántas probabilidades tenía de que Eren sintiera lo mismo también?

Escuchó cuando el instructor les detuvo y les felicito por los avances. Rápidamente les indicó que se verían al día siguiente y a la misma hora, aunque recalcó lo último mirando a las primas de Annie.

Eren la soltó lentamente, mirándola a los ojos. Mikasa le devolvió la mirada también, sonrojada y vulnerable. Se alejó unos pasos de él.

—Muchas gracias – suspiró abochornada.

—Ha sido un placer – su sonrisa fue ligera, un poco coqueta.

—Yo te ¿veo mañana?

—Si – asintió.

—Esta bien… – Historia le hizo una seña con las manos, estaba por ir hacia ella cuando escuchó un carraspeó ronco y masculino.

—Mikasa… quería saber si… ¿Deseas tomar un café?

—Ahh – volteó y le miró confundida.

—Para hablar – le aclaró rápidamente.

—¿Tienes dudas sobre… la boda?

—No – frunció ligeramente el ceño – No lo decía de esa manera, de hecho… quiero tomar un café contigo y conversar de cualquier cosa.

—Ohh – sus mejillas se encendieron al instante, toda su rostro empezó a arder.

—¿Debes volver al trabajo?

—No, no – se apresuró a negar – Estoy libre.

—Yo igual – sonrió – ¿Vamos?

—Claro – su voz tembló ligeramente. Estaba invitándola a un café, como una cita ¿no? No podía estarse confundiendo al respecto.

—Bien…

—Voy a despedirme de mis amigas – Eren le indicó que la esperaba en la puerta.

Cuando les dijo a las chicas, Historia y Sasha se echaron a chillar, lo que la avergonzó de sobremanera. Annie murmuró que sabía que ellos se llevarían bien. Se despidió de todas bajo los murmullos insinuadores de la pequeña rubia.

Mientras se acercaba a Eren, recordó la pregunta de Historia casi una hora atrás y le asalto la certeza de que era cierto.Su tipo de hombre era alto, sensual, atlético y de hermosos ojos verdes.

¿Podría ser ella también su tipo de mujer?


FIN DEL CAPÍTULO


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NOTAS DEL CAPÍTULO:8.- Baile Lento

Este capítulo me salió mucho más largo de lo que acostumbro.

Espero que les haya gustado, no era así como lo había planeado, de hecho en mi mente estaba de una manera completamente distinta, pero me gustó el resultado final y por eso se quedó, talvez suba en algún otro momento, la otra versión.

Este atrasó de dos días me mato mi intención de ponerme al día, llegaba a mi casa y medio me recostaba para corregir o verificar el capítulo y me dormía. Todo un desastre. Lamento la tardanza y agradezco que se tomen el tiempo de leerme.

Nos leemos mañana. Besos y abrazos.

15/10/2021