Disclaimer: Pucca pertenece a su creador, Boo Kyoung Kim. La trama es de mi autoría.
Palabras: 472.
Pucca tenía un pequeño hábito, que pocos imaginan.
Ella no es como Ring Ring, vanidosa, que a toda hora "embelleciendo", poniéndose productos, pagando masajes, entre otras cosas. No es que la criticara, pero tampoco es que amara estar metida en un salón de Spa, o de belleza.
Prefería perseguir a Garu.
En fin, pero tenía sus momentos. Sobre todo en las noches.
Y se reflejaba en ese preciso momento; después de haberse despedido de sus tíos, deseándoles buenas noches, cerró su cuarto con seguro. Procedió a quitarse los moños que siempre cargaba, y a retirarse la ropa que llevaba encima, tomando una toalla de su cajón, y un objeto peculiar: una bomba de baño.
Metiéndose a su cuarto de baño privado, que no era muy grande, pero suficiente para ella, encendió luces y preparó todo lo que iba a utilizar ese día.
Abrió el grifo, esperando a que la bañera se llenase, mientras cepillaba su pelo y pensaba "¿Qué vela pondré hoy?" Porque sí, a Pucca le encantaban las velas aromáticas, las usaba para leer, para relajarse, para bañarse, para inspirarse, para todo. Un gusto que pocos sabían, y que ella se guardaba para sí. Era como, su momento.
Porque aunque ella fuese fuerte, le gustará correr y jugar, evidentemente luego de tanto esfuerzo físico sus músculos se sentían tensos, y no podía dormir así. Buscando en internet, se fijó en que muchas personas recomendaban usar bombas de baño, y de ambiente velas aromáticas. Al principio le pareció extraño, y rió porque no creía, pero luego del poco dormir por estar tensa, y amanecer tiesa como tabla y casi sin poder levantarse, desesperada le dio una oportunidad.
Y funcionó.
Claro que, al principio compró unas velas de olor tropical, que si bien era bastante buena, no le agradó mucho. Probó con muchos, pero finalmente eligió uno de canela. Oh, Dios, era de sus…
¡Oh, la bañera!
Bueno, grifo cerrado, echó la bomba de baño y esperó a que esparciese. Decidido, vela de canela, este día en especial había sido agotador, entregas a domicilio por toda Sooga, camarera porque Dada y Dandy no estaban por asuntos personales, entrenamiento con el padre de Ching, perseguir a Garu y darle una paliza a Tobe. Si, día duro, lo necesitaba.
Tomó dos velas de su cajón de baño, encendió un cerillo y finalmente prendió la vela. Ah, que rico olor.
Recogió su pelo en un moño alto, metiéndose en la bañera. Oh, sí, esto era vida. Con la radio que tenía de fondo, con música clásica —otro gusto que casi nadie sabía— de fondo, sus adoradas velas tranquilizándola, y haber sido correspondida en el beso por Garu, eran vida, sí señor.
Oh, ¿No sabían lo del beso? Bueno, tal vez lo cuente.
Mientras, dejemos a la niña relajarse, con sus velas.
¿A poco no lo merece?
Nota de autora:Necesito esas velas en mi vida. Siempre he pensado que tanto esfuerzo físico de Pucca, pasarían factura en algún momento, y esta es la solución. Hasta yo me relajé de imaginarlo. ¡Espero les haya gustado!
Gracias por su review a: perlapuccabf
¡Gracias por leer!
