Al fin solos
Yamato tenía razón, Tai y Sora eran por mucho el punto de unión del grupo, si alguno tenía un problema buscaba a Tai o a Sora; si dos de ellos discutían, eran Tai y Sora los que intentaban poner paz y arreglar el mal entendido entre los involucrados, a excepción de cuándo ellos eran los protagonistas del malentendido, entonces era Izzy el que para su mala suerte siempre quedaba en medio y se encargaba de ayudar más que nada a Tai para que pudiera resolver las cosas con la pelirroja. Ahora que había distancia de por medio ellos podían estar realmente solos sin que alguno de sus amigos los interrumpiera, al fin solos por primera vez desde que iniciaron su relación.
Se encontraban relajados y divertidos, habían podido ir a esquiar, Tai había pensado en proponerle matrimonio a Sora en ese momento pero con las emociones a flor de piel y el cansancio la propuesta paso a segundo término, su novia se veía radiante, contenta, y por fin podían hacer algo juntos sin la presión del trabajo, o que alguno de sus amigos los interrumpiera, y es que aparentemente sus amigos habían conspirado para no molestarlos, sin mensajes, sin llamadas, ni siquiera notificaciones en redes sociales, el moreno realmente se los agradecía y sumado a ello la distancia, realmente estaban disfrutando mucho de poder estar juntos, amanecer juntos con todo el día por delante, salir a desayunar, hacer algo divertido, turistear, y las noches eran de sus momentos favoritos, preparaban algo para cenar o salían a turistear y al regresar a la habitación simplemente no podían dormir temprano, el amor y la pasión que sentían el uno por el otro salía a flote se dejaban llevar y disfrutaban cada minuto de su intimidad.
Uno de los planes al estar en Canadá era ver la aurora boreal en Yukón, después un paseo en trineo decidieron hacer caminata, el paisaje era hermoso y Tai pensó que ese escenario sería perfecto para proponerle matrimonio a la pelirroja pero un comentario hecho por ella puso en duda el plan de Tai.
Sora: ¿Esto no te trae recuerdos?
Taichi: ¿La aurora boreal?
Sora: Si eso mismo
Taichi: Por supuesto, nuestro viaje al Digimundo en aquel campamento
Sora: Todo pasó tan de repente que no pudimos admirar más aquellas luces
Taichi: Si lo sé, pero hoy estamos aquí y es perfecto
Sora: Si ha Sido un viaje de ensueño Tai, las mejores vacaciones
Taichi: ¿Quién diría que ese viaje nos uniría de esta forma a todos nosotros, verdad?
Sora asintió con la cabeza pero no dijo más
Taichi: la muestra está en Tk y Kari, hay días en los que olvidó que ellos ya están casados y Mimi y Yamato acaban de iniciar su vida como matrimonio, la vida pasa muy rápido.
Sora: Si ha sido una locura con las bodas de un tiempo a la fecha, no quiero saber de bodas en un buen rato.
Tai se quedó callado, estaba por sacar el anillo de su bolsillo y ese comentario lo descolocó por completo.
Taichi: ¿Que quieres decir con eso? Las bodas no son tan malas
Sora: No claro que no, pero es que las bodas siempre traen estrés, y te juro que no quiero ver un vestido más de novia por ahora, mis dedos aún están recuperándose del último vestido de novia que hicimos.
Taichi: ¿Y qué opinas del compromiso?
Sora: Pienso que comprometerse es un gran paso, algo que debe pensarse con mucho detenimiento, no se puede tomar a la ligera.
Tai volvió a quedarse callado, si sacaba el anillo en ese momento quizá Sora se molestaría, ella no quería saber nada de bodas por el momento y era natural, ella había sido dama de honor de Hikari y también de Mimi y aunque paso un tiempo considerable entre ambas bodas, en lo que iba del año antes de la boda de Mimi y Yamato, Sora ya había tenido que diseñar otros vestidos de novia, el amor estaba en el aire y parecía epidemia de bodas, la pelirroja enserio había estado ocupada a últimas fechas a causa de las bodas; definitivamente no quería hacerla enojar, incomodarla o presionarla y de alguna forma le estaban entrando dudas sobre si Sora quisiera dar ese gran paso en su relación.
Pasaron el tiempo hablando de otras cosas, a Tai se le había apretujado el corazón, el de verdad quería dar ese gran paso pero no quería presionar y la idea de que Sora no estuviera en la misma sintonía le dolía, no podía estar 100% concentrado en la conversación. Para cuándo llegaron a la habitación estaban tan cansados que fue la primera noche en todo el viaje en que de verdad llegaron a dormir, Sora había ido al baño cuando Tai se metió a la cama, seguía pensando en lo que tenía que hacer cuando el sueño se hizo presente, tenía los ojos cerrados y poco a poco comenzaba a quedarse dormido cuando sintió que alguien se había recostado a su lado, la pelirroja no quería despertarlo pero necesitaba su cercanía, se acomodo de forma que el brazo del moreno quedó encima de ella, Tai la abrazo y sintió la respiración de su novia en el cuello, era gratificante, de pronto Tai dio un pequeño salto.
Taichi: Sora tus pies están helados
Sora rio un poco y a cómo pudo envolvió sus pies entre las cobijas
Sora: lo siento amor, enseguida se calientan.
Normalmente Sora era la primera en despertar pero estaba tan cansada que seguía profundamente dormida, el moreno la observaba, desde su cabello cobrizo, su flequillo, sus delicadas cejas, sus pestañas, su pequeña nariz, sus mejillas que aún en la fría mañana tenían un leve rubor rosado, sus labios ligeramente entre abiertos y el leve movimiento en su cuerpo al compas de su respiración, se sentía tan feliz de poder despertar y verla a su lado, de sentirla descansar en sus brazos, y entendió lo que Matt había dicho en su boda, esa sensación de despertar cada día con la persona que amas.
En ese momento la pelirroja abrió sus ojos poco a poco y fijo la mirada en su novio, una pequeña sonrisa se formó en sus labios.
Sora: Buenos días guapo
Es verdad que ya habían pasado noches juntos antes, pero debido al ritmo apresurado de la vida, no había podido reparar en la sensación de lo que era despertar con Sora a su lado, la amaba, siempre había sido así y ahora sentía la necesidad de dar ese siguiente paso, podían pasar dos cosas, Sora podía aceptar o rechazarlo pero cualquier cosa era mejor que no intentarlo, sin más planes absurdos se lo propondría.
Ya faltaba poco tiempo para regresar a Odiaba, aquella tarde habían comprado boletos para ir a ver a la selección de Canadá, al ser fanáticos del fútbol no podían perder la oportunidad de ver jugar a la selección de aquel país.
El partido estaba siendo muy bueno, ambos estaba emocionados, y a cómo pudieron entre los gritos y ovaciones de la gente platicaban de cuando ambos jugaban fútbol para el equipo de fútbol de la primaria, eran recuerdos felices para ambos y más siendo las estrellas de aquel equipo.
Sora: Regresando a Odiaba deberíamos juntar a todos y organizar un partido de fútbol
Taichi: ¿Lo extrañas verdad?
Sora: ¿Tu no?
Taichi: Si mucho, pero me imagino que tu más, tienes más tiempo de haber dejado de jugar
Sora: la verdad es que si pero estoy segura que aún soy buena, todavía puedo darte una paliza
Taichi: ya veremos Takenouchi
Sora: ¿sabes que es lo que extraño más de jugar?
Taichi: ¿La adrenalina?
Sora negó con la cabeza
Sora: Hacer equipo contigo éramos imparables
Taichi: Es que de alguna forma nos sincronizamos muy bien
Sora: Hacíamos un gran equipo
Taichi: Corrección, hacemos un gran equipo, en todo sentido.
Ese era el momento, Tai se giró para mirar a Sora y cuando ella se giró para quedar de frente
Taichi: Quiero darte algo, esto te pertenece
Sencillamente se inco y saco el anillo de su bolsillo
Taichi: Sora ¿Te quieres casar conmigo?
Sora abrió los ojos como platos y se llevó las manos a la boca, sus ojos se llenaron de lágrimas y Tai no sabía cómo interpretar aquello, no sabía si estaba contenta, enojada, incómoda pero no se levantó, espero a que Sora le dijera algo.
Cuando Sora bajo sus manos las dirigió hacia Tai y con un gesto le pidió que se levantará, cuando el moreno se levantó, Sora asintió con la cabeza y le extendió su mano para que él le colocará el anillo, Tai no lo podía creer pero sin pensarlo más tomo la mano de su novia y coloco el anillo que su abuelo le había heredado, tal como lo pensaba el anillo lucía precioso en su mano, como si hubiera sido diseñado especialmente para ella. La pelirroja levanto la mano para ver mejor el anillo, las lágrimas brotaban de sus ojos, la tenue luz del sol se reflejó en el diamante haciéndolo brillar y cuando Tai noto ese destello producido por el anillo se dio cuenta de la enorme sonrisa que adornaba en rostro de la pelirroja, parecía que era su sonrisa la que hacía brillar al diamante y no el sol; Sora se echó a sus brazos y el la abrazo.
Sora: Si quiero, si quiero casarme contigo Tai
De último momento la selección había anotado un gol, el gol que los declaraba ganadores del partido, un partido que ninguno de los dos olvidaría jamás.
Por si no se los había deseado ¡Feliz año nuevo a todos! Y mis mejores deseos.
Cuídense mucho que está pandemia no tiene para cuando acabarse u.u y esos sueños no se van a cumplir solos, que sea un 2022 lleno de proyectos, aprendizaje, crecimiento, salud y amor para todos.
Espero que el capítulo les haya gustado ya estamos en la recta final de la historia, me gustaría saber cómo se imaginan ustedes la propuesta de matrimonio Taiora, yo quise hacerlo de esta forma porque ambos aman el fútbol y también quería llevarlos lejos porque siempre los interrumpen xD es verdad que ellos son como el punto de unión de los Digielegidos y en parte esa era la razón de que nuestro Tai no pudiera proponerle matrimonio a Sora, es decir pasaron años desde aquella falsa alarma! A veces hay que alejarse un poco de los amigos para hacer las cosas jejeje
¡Faty de nuevo gracias por leer y por tu bellos comentarios amiga te quiero!
