Bueno chicos aquí traigo un nuevo capítulo de este fic, las princesas Midoriya, como ustedes saben, My Hero Academia no me pertenece, esta obra es creada por Kohei Horikoshi. Este fic es creado sin fines de lucro, su único propósito es el de entretener.


Cap. 1 Ellas

Todo pasó tan rápido que apenas pude darme cuenta de mi situación, en un momento estaba recibiendo mi documentación tras graduarme de la U.A, al siguiente, me encontraba en mi habitación de los dormitorios, estaba por terminar de guardar mis pertenencias, cuando escuché la puerta cerrarse a mis espaldas.

Al girarme, pude encontrarlas, Ochako Uraraka y Shino Todoroki, dos de las personas más cercanas a mi durante toda mi estadía. Sinceramente no recuerdo mucho después de verlas acceder a mi habitación, mi cabeza esta en blanco, pero recuerdo algunas palabras.

"Deku... te amo, siempre te he amado y me costaba mucho aceptarlo, pero no más, ahora aquí estoy ante ti, lista para demostrarte que mis palabras son sinceras"

"Midoriya... tú has sido un gran pilar en mi vida desde que te conocí, me hiciste ver mis errores, me ayudaste a formarme y conforme más me apoyabas y ayudabas, un sentimiento crecía en mí y cada vez que estuve a tu lado, un calor en mi pecho se presentaba"

"Deseo estar a tu lado el resto de mi vida"

En ese momento el llanto de un bebé resonó con fuerza por toda la habitación, Ochako y Shino desaparecieron mientras que Izuku terminaba despertando de golpe recostado en un sillón, los llantos se hacían más fuertes por lo que volteó a la derecha, después a la izquierda, pero no había rastro del bebé.

- Estoy… en casa de mi madre -Mencionó el peliverde para sí mismo, este se sentó en el sillón y comenzó a intentar recordar porque estaba ahí, pero su pensamientos se vieron interrumpidos, fue cuando miro dos siluetas caminar a la cocina y de una de ellas el llanto.

- Shh, shh, shh, ya, ya preciosuras, la comida estará pronto, la abuela Inko trabaja más rápido de lo que se imaginan -Mencionó una joven de cabellos rubios largos que llegaban a media espalda, esta usaba una bata felpuda de color azul, mientras que la segunda silueta había encendido la estufa para comenzar a calentar agua y colocaba unas mamilas cerca junto a la formula, de esa manera ahorraría tiempo.

- No esperaba tener que vivir esto tan pronto, o de esta manera, oh mi querido Izuku, tu vida solo se complicara más ahora -Mencionó la matriarca Midoriya que usaba una bata de dormir de color blanco, mientras dirigía la mirada a las dos criaturitas en brazos de la rubia.

- No se preocupe Inko-san, no dejare a Izuku-kun solo con esto -Decía la rubia con una sonrisa, entonces Izuku pudo ver una tercera figura, era Eri.

- Abuela ¿Por qué lloran mis hermanitas? son las 4 de la mañana -Se quejaba Eri tallándose los ojos y escuchándose algo cansada, la niña llevaba una camisa larga de color blanco con la imagen de la Axem Ranger rosa y unas pantuflas verdes con cara de conejito.

- Tienen hambre Eri-chan, pero tranquila, la abuela Inko se está haciendo cargo -Comento de forma sonriente Melissa arrullándoles y calmándoles un poco.

- ¿No comieron hace como 4 horas? -Pregunto Eri sentándose en la mesa junto a su tía y hermanitas, Inko solo sonrió un poco.

- Al ser tan pequeñas es normal que coman mucho Eri-chan -Mencionó usando un termómetro para encontrar la temperatura adecuada, fue entonces que Izuku hizo acto de presencia.

- ¿Mamá? ¿Melissa? ¿Qué está pasando? -Preguntó el peliverde confundido mirando a las adultas y a su pequeña- Eri ¿No deberías estar dormida? Mañana hay escuela -Mencionaba el peliverde.

- Mañana es sábado papi -Respondió la pequeña bostezando y acomodando sus brazos en la mesa para recostar su cabeza sobre ellos.

- Mañana es viernes Eri-chan –Decía divertida Inko al ver que estaba muy adormilada.

- Vaya que el shock debió estar bueno Izuku-kun -Mencionó Melissa con una sonrisa burlona llamando la atención del joven de las pecas.

- ¿Qué quieres decir? -Preguntó el peliverde confundido ante la burla de su amiga.

- Hijo, te desmayaste casi un día completo, todo por la impresión de tener dos hijas -Mencionó Inko mirando al peliverde el cual perdió fuerza en las piernas, pero se sostuvo de la primera superficie cercana.

- Do-do-dodo-do-do Dos hi-hi ¿Dos Hijas? -Preguntaba el peliverde mientras que Melissa se levantaba de la silla dejando ver a las dos pequeñas envueltas en unas cobijitas azules de All Might.

- Bueno ya que Eri se volvió a dormir, porque no la llevas a su cama y nos cuentas como paso esto, después yo te cuento todo lo que te perdiste el día de hoy -Comento Inko dejando las botellas de leche en la mesa para ayudar a Melissa con una de las pequeñas.

- Ha… hai -Respondió el peliverde algo preocupado para terminar acercándose a Eri, delicadamente la tomó en brazos y la llevo a su habitación donde la recostó y arropó dándose cuenta de cómo la pequeña se hacía bolita al estar de regreso en su cómoda cama.

Izuku sonrió, le apartó el cabello del rostro a la pequeña para después darle un beso en la frente.

- Descansa Eri-chan –Susurró el peliverde, quien salió de la habitación dejando a la pequeña a descansar, para después suspirar con gran cansancio– Dos hijas ¿Con quién? –Se preguntaba el muchacho, así que no perdió más tiempo y regresó al comedor donde encontró a su madre y a Melissa con las dos pequeñas mas calmadas.

- Tardaste un poco papi –Mencionó de forma burlona la rubia, esto avergonzó al Midoriya que terminó tomando asiento, mientras que Inko le pasaba la carta.

- Esta es la letra de Uraraka… ¿tuve dos hijas con Uraraka? ¿Por qué no me lo dijo? Tengo que buscarla y pedirle una explicación –Decía el peliverde.

- Hijo siéntate –Pidió Inko con los ojos cerrados- Quiero que me escuches con mucha atención Izuku, esto, es muy serio –Dijo la peliverde mirando a su hijo de forma seria- Si una chica es capaz de huir y esconder su embarazo, es capaz de cualquier cosa, incluso, de deshacerse de sus propias hijas –Mencionó Inko dejando al peliverde en shock.

- Mamá, conozco a Uraraka, ella jamás –El peliverde fue callado por el silencio de su propia madre.

- Hijo, Uraraka es una chica muy bonita, no estoy ciega, pero esto que hizo me demuestra que no es digna de estar a tu lado, te escondió cosas muy importantes y después se deshizo de su hija como si no valiera nada, con tal de recuperar su vida, no te voy a pedir que no la busques, porque se, que lo vas a hacer, la buscaras y vas a querer explicaciones, pero, si te voy a pedir, que uses la cabeza –Sentenció la mujer mirando a su hijo el cual agachaba la mirada con pena.

- Izuku, debiste tener una noche muy interesante esa vez, porque, Uraraka no es la única madre de tus hijas –Comentó Melisa dejando ver a la otra pequeña.

- No puede ser ¿Shino también? –Preguntaba el peliverde recordando a su amiga de hielo y fuego- Tengo que buscarlas, tengo que saber por qué no me dijeron nada, tengo que saber que pasó esta noche, porque no recuerdo nada –Decía el Midoriya muy preocupado.

- Izuku –La mano de Melissa se posó sobre la de él haciéndole verle- Calma, no te voy a dejar solo y dudo que las chicas, incluso Mineta, te dejen solo en esto, te vimos criar a Eri, sé que lo harás bien –Mencionaba la rubia con una voz tranquila.

- Pero con Eri fue más sencillo, ella ya sabía hablar, caminar, ir al baño y esas cosas –Decía el pecoso soltando un suspiro.

- Izuku, es algo que vas a disfrutar hijo, créeme, no hay sensación más bonita que ver a tu propio hijo crecer desde este punto, ahora, que tal si para bajarte los nervios, te presentamos a tus hijas, incluso Eri les dio un nombre –Mencionó Inko con una sonrisa mientras se ponía de pie.

- Mamá espera… yo, yo no sé cargar a un bebé –Mencionaba Izuku preocupado, pero la mujer le puso a la pequeña en sus brazos, esta se removió incomoda al sentir las manos inseguras de su padre.

- Izuku, si tienes miedo ella lo va a sentir, ahora tranquilízate, relájate, no pasa nada, aquí estoy yo –Dirigía la Midoriya notándose como el peliverde tragaba en seco y comenzaba a calmarse, mientras la niña parecía tranquilizarse- Hijo, te presento a Megumi Midoriya –Dijo Inko mientras que la pequeña abrió sus ojos y el peliverde quedo flechado al instante.

- Ho-hola Megumi-chan, so… soy papá –Decía el peliverde mientras que la pequeña después de enseñarle sus ojos verdes los volvía a cerrar, parecía seguir con sueño- Sus ojos, son, verdes como los míos –Susurraba el chico tomándola con más seguridad- ¿Es normal que huelan tan bien? –Preguntó el peliverde mirando a su madre.

- Bueno, eso depende de si llenaron su pañal o no, pero te enseñare eso mañana –Mencionaba Inko con una sonrisa traviesa.

- No puedo creer que yo, sea responsable de haberla traído al mundo, es tan… pequeña, indefensa y frágil –Decía el chico mirando a la pequeña castaña de pecas en sus brazos

- Lo se hijo, estoy muy agradecida de que al menos tuvieran el corazón de dejarlas continuar su viaje –Mencionaba Inko mirando embelesado a su hijo con la pequeña en sus brazos, entonces Melissa señalo a la otra pequeña y ella asintió- Bien ahora la tomare para llevarla a su cuna –Dijo Inko haciendo a Izuku sentirse raro.

- Espera, yo quería, creo que fue muy poco tiempo –Decía Izuku, cuando sintió peso en sus brazos una vez más, al bajar la mirada se encontró con la pequeña de cabellos blancos y verdes.

- Recuerda que Megumi-chan no es la única princesa Papi, además, Midori Midoriya quiere conocerte también –Comentó Melissa con una sonrisa notando como el peliverde se relajaba nuevamente al sentir a la otra pequeña.

- Midori-chan –Susurró Izuku mirando a su otra hija la cual pareció sonreír dormida- Tienes el cabello de tu madre –Dijo el peliverde al ver la matad blanca y la mitad correspondiente a los Midoriya.

- No entiendo cómo fueron capaces de hacer esto –Decía Melissa notando como la pequeña dormía de forma pacífica en los brazos de su padre.

- Yo también quisiera saberlo, jamás creí que, sobre todo ellas hicieran algo como esto –Mencionó el peliverde donde Melissa pudo ver como unas lágrimas se deslizaban por sus mejillas lentamente.

- Tranquilo, sus razones debieron tener, al menos podemos agradecer, que estas pequeñas ahora estarán con gente que las cuidará y amará, puedes confiar que siempre estaré a tu lado para ayudarte Izuku –Mencionó la rubia abrazando al peliverde, mientras que Inko sonreía desde el marco de la puerta.

Fue una noche bastante interesante, el peliverde no durmió nada, solo miró la cuna donde sus pequeñas descansaban y en ocasiones miraba a Eri descansar, 3 niñas ahora dependerían de él. Una vez que los rayos del sol aparecieron, Inko se levantó, fue curioso que las pequeñas no hicieran mucho ruido, al acceder a su sala encontró a Izuku con bolsas bajo sus ojos y bebiendo café para mantenerse despierto.

- Sabes, lo divertido de tener nietos es que interrumpan el sueño de sus papás –Comentó Inko mirando a su hijo voltear y verlo sonreír.

- Lo siento, es que, apenas puedo creer que tengo dos hijas más –Respondió Izuku regresando su mirada a la cuna, esas dos dormían de forma pacida, podía notarse su suave respirar en sus pequeños torsos- Además, si hablamos de despertarme, Eri fue muy buena en eso –Comentó el peliverde viajando por sus recuerdos del pasado.

Flashback…

U.A, 01:27 AM

Ahora mismo nos encontramos en la Height Alliance, Izuku y sus compañeros se encontraban en su segundo año en la academia de héroes y bueno, Eri se había ganado su habitación con ellos, ya que Aizawa la había asignado al cuidado de Midoriya.

Podemos ver como Izuku duerme de lo más tranquilo, incluso tenía un hilo de baba, escurriéndole por la almohada, cuando de repente una pequeña silueta caminaba acercándose a su cuidador.

- Deku-san, Deku-san –Era la vocecita de Eri, mientras que con su mano empujaba suavemente al peliverde haciendo que Izuku despertará algo atontado.

- ¿Eh? ¿Eri-chan? ¿Qué sucede? –Preguntó el peliverde tallándose los ojos, para ver bien a Eri, la pequeña llevaba puesto un mameluco rosa que incluía un gorrito con orejas de gato.

- Tengo que ir –Decía la pequeña con pena y jugando con sus deditos por los nervios, no sabía si su problemita molestaría al peliverde.

- Es muy tarde, mañana te llevo, vamos a dormir ¿Si? –Preguntó el peliverde mientras se volvía a acomodar para seguir durmiendo.

- Pero tengo que ir, ¡ME URGE! –Exclamó Eri despertando de golpe a Izuku, el peliverde le vio en la pose y entonces se les vio a los dos caminando por los pasillos con Eri de la mano de Izuku- Lo siento, no te había entendido, cuando hay que ir, hay que ir –Dijo apresurado el peliverde.

02:38 AM

Nuevamente nos encontramos en la habitación de Izuku, el peliverde descansaba tranquilamente, su sueño era bastante bueno, una piscina de Katsudon para él solo, sin embargo la fantasía no duro mucho…

- Deku-san, Deku-san –Llamaba Eri despertando a Izuku de golpe.

- Eri-chan ¿Qué sucede? ¿Tienes que ir? –Preguntó Izuku mirando a la niña negar con su cabeza.

- No, yo –La pequeña bajo la mirada con mucha pena- Tengo sed –Explicó la pequeña, segundos después se podía ver nuevamente al peliverde llevarla de la mano a la cocina, incluso se toparon en el camino a quien llevaba una sopa instantánea en manos.

- Sabes que esto te va a despertar en dos horas –Mencionaba el peliverde con cansancio llegando hasta la cocina dándole un vaso con agua.

04:38 AM

- Deku-san –Eri llamó al peliverde, su voz reflejaba algo de angustia.

- Voy a envejecer caminando por este lugar –Suspiraba con cansancio y pesar el peliverde, mientras que Eri tomaba su mano.

05:20 AM

- Deku-san –La vocecita de Eri alteró al peliverde el cual se tomó de los cabellos y tenía los ojos un poco rojos por la desvelada.

- Eri-chan, son las 5 de la mañana, que puede ser tan –El peliverde le vio con brotes de lágrimas y terminó calmándose.

- Soñé muy feo –Explicó la pequeña, ahora Izuku se sentía como tonto por perder la paciencia.

- Oh, ya veo –Respondió Deku frotándose la nuca con pena.

- ¿Puedo acostarme contigo? –Preguntó la peliblanca que incluso tenía un oso en sus brazos.

- ¿Qué tal si tú te acuestas y yo, salgo de la cama? -Sugirió el peliverde, pero los enormes ojos de Eri llenos de lágrimas lo hicieron aceptar.

El peliverde le hizo un hueco y palmeo el lugar libre, Eri no perdió tiempo se metió en la cama de Izuku. El peliverde al verla más tranquila a arropó.

- Gracias Papi -Dijo Eri haciendo que el peliverde se sorprendiera por esa poderosa palabra.

Fin del flashback…

- Bueno, tienes trabajo que hacer querido y por lo que me comentó Melissa, será un día muy difícil –Dijo la peliverde con una sonrisa confundiendo a su hijo.

- ¿Qué quieres decir? –Preguntó el peliverde confundido por las palabras de su madre.

- Ya lo sabrás, por ahora, lo mejor es que no tengas más ¨retrasos¨ -Respondió la mujer mirándose como el peliverde asentía a sus palabras y se retiraba a darse una ducha para presentarse a trabajar- Espero que no te coma vivo –Suspiró con pesar la mujer mirándose como un auto llegaba a la agencia notándose como una silueta se bajaba e ingresaba a las instalaciones con total tranquilidad.

- Es bueno estar en casa, espero que a las chicas y los chicos les gusten sus obsequios –Dijo con una sonrisa la joven de cabellos negros mientras que detrás de ella un mayordomo cargaba con algunas cajas que tenían el nombre de sus amigos.

- Señorita ¿Desea que lleve los regalos de la pequeña Eri a la casa de la señora Midoriya? –Preguntó el mayordomo siguiendo la hermosa joven por los pasillos mientras caminaba en dirección a su oficina.

- No, tranquilo, Deku suele traerla a la agencia –Comentó la joven con tranquilidad- Si no viene, aprovechare para visitar a la señora Midoriya, también conseguí cosas muy lindas para ella, sería muy grosero de mi parte no haberle traído nada, prácticamente es la madre de nuestra agencia –Decía divertida la pelinegra accediendo a su oficina.

- ¿Y los regalos del joven amo Izuku? –Preguntó el mayordomo con curiosidad.

- ¿Quién? –Preguntó la joven con un tono serio, mientras miraba algunas carpetas en su escritorio.

- El joven amo Izuku –Respondió el mayordomo.

- No conozco a nadie con ese nombre –Dijo Momo mientras que el mayordomo suspiraba con pesar.

- Como usted diga señorita, entonces me retiro, que tenga un buen día –Mencionó el mayordomo que había ayudado a la joven con los obsequios.

La pelinegra miró una foto en su escritorio, ella y el peliverde juntos, se miraban tan jóvenes y divirtiéndose mucho.

- Odio enojarme contigo –Se quejó la pelinegra bajando la foto, seguía enojada, no quería ver su tonta cara, por ahora.

Un par de horas más tarde se miraba como Melissa llevaría a Eri a la escuela, mientras que la rubia le daba extrañas instrucciones al peliverde.

- Cuando llegues, agacha la cabeza, dices fue mi culpa, es mi culpa y de nadie más, soy un idiota, un gran irresponsable y te prometo que no volverá a pasar, haré lo que tú me pidas y lo tienes que hacer de rodillas –Mencionó la rubia dejando aún más confundido al peliverde.

- No entiendo ¿Por qué debería hacer eso? –Preguntó Izuku mirando a Melissa con curiosidad.

- Lo siento, no puedo darte más información, nos vemos en la oficina, más vale que te apresures, ya sabes que ODIA la impuntualidad –Con esas últimas palabras, Melissa arrancó el auto para llevar a Eri.

- ¿Porque siempre tengo que jugar al detective? –Preguntó el peliverde con sus ropas de héroe ya puestas, de esa manera, activando el One For All dio un salto y así comenzó a desplazarse hasta la agencia.

15 minutos de viaje en auto le garantizaron a Eri estar justo a las 7:50 Am en la entrada, ahí estaba Kyoka recibiendo a los niños, cuando miró a Eri y Melissa no pudo evitar sonreír.

- Buenos días señorita Jirou –Saludó Eri con una sonrisa llevando su uniforme escolar.

- Hola pequeña, pasa, en unos minutos estaré con ustedes –Dijo la pelimorada.

- Esfuérzate mucho Eri, vendré mas tarde por ti –Decía Melissa mirándose como Eri se despedía agitando su mano.

- ¿Dónde está el irresponsable? –Preguntó Kyoka de brazos cruzados.

- Quizás, esta vez tendré que abogar por él, solo, debo buscar las palabras correctas, para defenderle de Momo –Comentó Melissa con una sonrisa nerviosa.

- ¿Si sabes que Yaomomo se lo va a comer vivo verdad? –Preguntó la Jirou con ironía en su voz.

- Créeme, no dejó a Momo-chan esperando solo porque si –Respondió la rubia tentada a revelar el secreto, pero eso era algo que Izuku debería decir por sí mismo.

- Lo único que puedo decirte es que, estaba muy enojada, tanto que me pidió llevarla a tomar a mi bar favorito, jamás creí escuchar la palabra irresponsable, tonta, atarantada y otras más fuertes, en diferentes idiomas –Se burlaba un poco la ex rockera mirando a la científica.

- Ay dios, sí que está enojada, solo espero que siga mis instrucciones y no la haga enojar más –Comentó la rubia de ojos azules mirándose como Izuku llegaba a la agencia, topándose con una sorpresa.

- Hola joven Midoriya es bueno verte tan activo desde temprano –Mencionaba un hombre rubio y de cuerpo muy delgado, el cual llevaba un atuendo deportivo, al parecer buscaba mantenerse en forma a pesar de su condición.

- Pero si es All Might, ha pasado tiempo –Decía el peliverde con una sonrisa al encontrarse con una cara conocida.

- Lo sé y debo decir muchacho, que te vez muy bien, aunque… detecto algo diferente en ti, pero no logro identificarlo –Mencionaba el rubio sonriendo como siempre.

- ¿Le gustaría pasar? Estoy seguro que a las chicas les encantara verle otra vez –Comentó el peliverde con una sonrisa amigable.

- Sera un placer, siempre es bueno ver caras conocidas –Mencionó el hombre entrando junto a Izuku a la agencia, el puesto de la recepcionista estaba vacío, al parecer Lady aun no llegaba, sin embargo Izuku llevó a su mentor al comedor donde le ofreció un café.

- Parece que nadie llega aun –Dijo el peliverde, entonces se escuchó la puerta y por ella apareció Momo- Hola Momo-chan –Saludó el peliverde, pero esta no contestó, simplemente le paso de largo dejando muy confundido tanto a maestro como alumno.

Esta historia continuara…


Bueno espero que les haya gustado, intenteare actualizar mas seguido, nos leemos en la proxima actualizacion.