Capítulo I.
"En muchos sentidos, el vacío o la insensibilidad son peores que el dolor. Es muy difícil reconocer, dar sentido o expresar con palabras algo que está ausente. [...] El vacío es en realidad un sentimiento en sí mismo. He descubierto que es un sentimiento muy poderoso e intenso. Tiene el poder de llevar a las personas a hacer cosas extremas, con tal de escapar de él." —Running on Empty: Overcome Your Childhood Emotional Neglect, de Jonice Webb.
En cuanto Kakashi–sensei, ahora el Sexto Hokage, termina por asignarles su correspondiente misión, Sakura sabe que se acostará con el único Sensor en el equipo. Es un hecho; una inminente verdad que se escabulle por entre su ropa interior y se manifiesta en forma de un incesante y plácido hormigueo en su sexo.
La ha estado observando desde que fueron llamados a la Torre del Hokage, recorriendo su cuerpo de pies a cabeza con pertinente interés. Es un hombre honesto, debe de admitir. No se ha molestado en camuflar sus intenciones, ni ha usado infructuosos pretextos para excusar lo que realmente quería y esperaba de ella.
Sakura está complacida.
—Ahora —suspira Kakashi, indolente—, si no hay dudas al respecto, pueden retirarse y comenzar con los preparativos para su misión —dice, dedicándoles una breve mirada. Ajusta descuidadamente una cima de papeles que parecía estar al borde del derrumbe.
Sakura quiere abofetearle la mano y darle un coscorrón. Si no quita la engrapadora sepultada bajo los archivos, será imposible que la torre de papeles permanezca de pie por mucho tiempo. Ante el imperioso silencio, Kakashi continúa:
—Sakura Haruno cuenta con la información complementaria que necesitarán para llevar a cabo su misión. Si todo marcha según lo previsto, y no hay ningún inconveniente adicional, deberían ser capaces de concretar su cometido en menos de una semana. Cuento con ustedes. Pueden retirarse.
Con las correspondientes reverencias, el equipo se dispersa velozmente. Sakura, ya con un pie fuera de la Torre del Hokage, tiene un súbito impulso benevolente. Opta por ceder. Sólo esta vez.
—Hokage–sama, la engrapadora.
—Ah, por supuesto...
Sakura se retira de su oficina.
Escucha el crujido de los papeles; una colosal fortaleza de archivos era levantada con esfuerzo.
Click, click.
Sakura sonríe.
—No hay manera de que pueda memorizar todo este montón de porquería —refunfuña, blandiendo sus palillos. Distraídamente, remueve las algas marinas en su plato de Yakisoba, de un lado a otro. Con desgana, se lleva un trozo de pollo a la boca. Mastica y hace una mueca. Le falta sal, como siempre—. Sakura–chan, ¿podrías pasarme la sal, por favor?
—Por supuesto que no, Naruto —contesta, reacia. Golpetea su platillo con un dedo, dando un sorbo a su humeante infusión de té verde—. Conoces las reglas. Sí quieres comer en mi casa, debes ajustarte a mis normas. Ya te he explicado porqué el exceso de sodio es malo para la salud. Si los niveles de sodio en tu sangre aumentan, tu cuerpo retendrá el agua. Eso aumentará el volumen de sangre en los vasos sanguíneos. Por consiguiente, tu presión arterial se elevará...
—¡Sakura–chan! —gimotea.
—¡No he terminado! —le amonesta, severa—. El principal efecto de una dieta que incluya exceso de sodio es el desarrollo de la hipertensión. Ingerir abismales cantidades de cloruro de sodio sólo incrementará el riesgo de sufrir un ictus, una hemorragia cerebral, un infarto de miocardio, una insuficiencia cardiaca o una retinopatía. Entre otros, claro está —dice, dejando su taza de té a un lado, cuidadosa de no derramar ni una sola gota sobre los caóticos y apenas legibles apuntes de Naruto.
Clasificación de misiones, niveles jerárquicos, protocolos de emergencia. En síntesis, un cúmulo de notas con pautas, muy escuetas y pobres, cabe destacar, que todo futuro Hokage debería saber. Oh, bueno. Ese era su sueño, ¿no es así? De todas maneras, ella sería la que acabaría por resumir libros enteros, repletos con la información necesaria para su formación, con tal de facilitarle el trabajo.
Repara en una página y en el pequeño garabato que se encontraba al final de esta; un gracioso monigote con un poblado bigote y pantalones excesivamente cortos y ajustados. Definitivamente, piensa, y con esos apuntes, no está en condiciones de memorizar nada.
Apenas llegara de su misión, iría a la Biblioteca de Konoha. Tenía mucho trabajo por hacer. Comenzaría con la "Historia de Konoha y el País del Fuego". Después de eso, se encargaría de discernir las "Reglas de Conducta del Código Ninja", una por una.
Con interés, ojea el despliegue de postres frente a ella.
¿Dango cubierto con salsa de soja, azúcar y almidón? ¿Mochi relleno de una pasta hecha en base a alubias rojas y azúcar?
Ese día en particular, Sakura se veía más inclinada a probar el Dango. Era de una pequeña repostería, ubicada a unas manzanas de su casa. Sakura compraba allí con regularidad; una clienta estelar.
—Como sea —murmura Naruto, mascando una fina tira de pimiento verde. Juguetón, le señala con sus palillos. Sakura siente una tibia gota de salsa Yakisoba salpicarle la frente, justo sobre el Sello Yin—. Doctora Haruno, ¿por qué no me habla de las consecuencias de una dieta alta en azúcares?
Sakura le pellizca las mejillas, sonriente.
—No tientes tu suerte, tonto.
Naruto lloriquea, con las mejillas llenas de fideos fritos.
—Ahora, quiero que recites la decimonovena regla del Código Ninja y me expliques, con lujo de detalle, cómo funciona el sistema de jerarquización de Konoha. Y no tienes permitido usar tus notas, aunque no es como si pudiesen ser de gran ayuda.
—Sakura–chan, eres cruel...
Ya finalizada su pequeña reunión, y mientras Naruto revolvía por entre los cajones de su pulcro escritorio, Sakura procede a empacar los elementos necesarios para su misión. Con una pequeña mochila sería suficiente.
—¿Sobre qué era la misión, Sakura–chan? —le pregunta, distraído. Sujeta un grueso y pesado libro sobre "Los Avances de la Medicina en Tiempos de Guerra" en sus manos – uno de sus favoritos, cabe destacar. Le ve pasar de página con poco interés. Es un libro extenso y bastante complejo. Completamente indescifrable, para alguien que careciera de avanzados conocimientos médicos. De vez en cuando, se detenía a mirar algún esquema o ilustración que captara brevemente su atención.
Sakura fija su mirada en su prótesis. Hay cierta ironía en todo aquello.
—Al finalizar la Guerra, Konoha distribuyó insumos médicos por todo el País del Fuego. La estructura química de los insumos fue alterada, por lo que se han vuelto altamente tóxicos —explica, alineando su extenso arsenal de Kunai y Shuriken sobre su cama—. Ya hemos localizado la ubicación de los responsables, al igual que su laboratorio. No será difícil neutralizarlos. Según el informe, son un montón de Ninjas renegados de baja categoría.
Sakura ajusta sus guantes.
—Lo complejo será localizar todos los insumos alterados —bufa, con cierta pesadez—. Afortunadamente, Kakashi–sensei logró conseguir una muestra del producto adulterado y ya he fabricado el antídoto. Sólo es cuestión de distribuirlo nuevamente.
Naruto asiente, pensativo.
—¿Es una misión en solitario?
—No, iré acompañada —contesta, y su reacción es inmediata. Comienza a hurgar el cajón superior de su mesilla de noche—. Mi equipo está conformado por un Sensor y un Jōnin de la Fuerza de Interrogación y Tortura de Konoha. Según lo previsto, deberíamos acabar con la misión en una semana. Quizás menos.
—Ya veo —dice, con simpleza. Golpetea la maciza tapa del libro, ya cerrado. Un ritmo acelerado y sin patrón aparente, ansioso—. ¿Sabes? Ahora que Sasuke regresó de su viaje de redención y se instaló definitivamente en la Aldea, creo que deberíamos salir a celebrar. Cuando termines con tu misión, claro está. Podríamos... No lo sé. ¿Ir a beber algo, quizá? No seríamos sólo nosotros, pero toda nuestra generación. Ya sabes, los Nueve Novatos de Konoha, y el Equipo Gai...
Sakura se detiene. En su puño; una tira de condones. Piensa en el Sensor de su equipo y en lo mucho que quiere acostarse con él. Piensa en la manera en la que la había mirado y lo húmedas que se le habían puesto las bragas, con sólo sentir la fogosidad de sus ojos sobre su cuerpo, sobre su espalda.
—Claro —responde, con las manos temblorosas—. Tan pronto como vuelva de mi misión, podremos reunirnos. Te ayudaré a escoger el lugar.
Abriendo uno de los compartimentos interiores de su mochila, Sakura guarda la tira de condones, presurosa. El sonido de la cremallera, abriéndose y cerrándose, jamás había sido tan ensordecedor. Era absolutamente inaguantable. Por un momento, Sakura entretuvo la idea de arrancarlo de un fuerte tirón. Sería una tarea imposible, piensa. Sus manos no dejaban de temblar.
Alza la mirada.
Los ojos de Naruto estaban clavados en su mochila. Sakura no necesita preguntarle qué estaba mirando.
Sakura le quiere decir, le quiere gritar: "¿Por qué me miras así? No tienes derecho a juzgarme. No tienes derecho a mirarme como si, como si–"
Sakura dice, en su lugar: —Nos vemos en una semana, Naruto.
Caminando hacia el punto de reunión de su equipo, Sakura repara en lo pesada que se siente su mochila. El compartimiento interior de esta, en particular.
Qué curioso, piensa, sintiéndose infinitamente vacía.
Glosario
• Sensei: Es el término japonés con el que se designa a un maestro, a un sabio o a una persona docta.
• Hokage: Literalmente, Sombra de Fuego. El Hokage es el líder supremo de la Aldea de Konoha.
• Sensor: Un Sensor es un tipo de Ninja que es capaz de detectar la presencia de otras personas a través de su Chakra.
• –Sama: Este honorífico japonés conlleva un sentido de superioridad social. Se utiliza en situaciones muy específicas hacia personas que tienen un estatus elevado.
• –Chan: Este honorífico japonés conlleva un sentido de familiaridad. Se utiliza para referirse a mujeres jóvenes, niños, bebés, o a toda aquella persona a la que se le tiene especial cariño.
• Yakisoba: El Yakisoba es un plato muy sencillo de fideos fritos, muy típico de la cocina callejera japonesa.
• Dango: El Dango es un dulce tradicional japonés, elaborado con harina de arroz.
• Mochi: El Mochi es un pastel tradicional japonés, elaborado con arroz glutinoso.
• Sello Yin: El Sello Yin es una poderosa técnica de sellado utilizada por Tsunade Senju y Sakura Haruno, en donde el usuario concentra y acumula Chakra en la marca de su frente. Al liberar el sello, el Chakra se dispersa por todo el cuerpo.
• Jōnin: Literalmente, Ninja Alto. Los Jōnin son Ninjas altamente capacitados y con grandes habilidades. Son el cargo militar más alto, luego del Hokage.
• Shuriken: Los Shuriken son un tipo de arma blanca arrojadiza, similar a un proyectil. Tienen, esencialmente, la apariencia de una estrella.
Notas: ¡Hola! Aunque este capítulo ha sido bastante ligero y con pocas novedades, Sakura ha tenido su primera interacción con Naruto y Kakashi. Como ya he mencionado en el Prólogo, pretendo explorar las varias relaciones que comparte Sakura con diversos personajes, ya sean románticas, amicales, platónicas, filiales, etc. Estos capítulos iniciales sólo han sido una especie de introducción, pero pretendo que los capítulos próximos sean mucho más dinámicos y significativos. Esta historia se centrará principalmente en la relación que Sakura comparte con los miembros del Equipo Siete, así que presten mucha atención a todas las interacciones entre ellos. Sasuke sólo ha sido mencionado brevemente, pero su papel es tan fundamental y protagónico como Naruto.
Por supuesto, estoy más que agradecida con todas aquellas personas que han demostrado aprecio o interés por Amar es soportar. Agradezco muchísimo sus comentarios, favoritos y follows. Espero que hayan disfrutado de la lectura. Por supuesto, los comentarios son más que bienvenidos. Me gustaría mucho saber qué es lo que opinan de esta historia, y los capítulos que he publicado.
¡Hasta la siguiente actualización!
• Próxima publicación: 17/09/21.
