Capítulo III.
"Hay poder en el toque de las manos de otro. [...] Viene de nuestros recuerdos más tempranos, cuando llegamos al mundo cegados por la luz y el color, ensordecidos por el ruido desenfrenado, tambaleándonos en un espacio repentinamente cavernoso sin ninguna forma de orientarnos, estremeciéndonos de frío, con hambre, y justificablemente asustados y confundidos. ¿Y qué cambia ese horror inicial, ese original estado de terror? El toque de las manos de otro. Manos que nos envuelven en su calidez, que nos abrazan. Manos que nos guían al refugio, al consuelo, a la comida. Manos que nos sujetan, nos tocan y nos reconfortan." —Skin Game, de Jim Butcher.
La espalda de Sasuke está conformada por macizos planos musculares, un puñado de lunares y una sorpresivamente escasa cantidad de cicatrices, tomando en cuenta su estatus como Ninja y la extenuante actividad física a la que se ha sometido desde muy temprana edad. Pero, piensa Sakura, con un toque de amargura, estimulando los músculos deltoides de su brazo, supongo que un brazo amputado compensa la falta de cicatrices.
—Sé lo mucho que odias estos exámenes rutinarios, Sasuke–kun —le dice, condescendiente—. Sin embargo, es necesario mantener un constante seguimiento de tu estado físico. Si bien tu brazo ha sanado y cicatrizado completamente, debo asegurarme de que todos tus músculos y terminaciones nerviosas estén ajustándose correctamente a tu nueva condición como–
Sakura calla, abrupta. Ciertamente, no era la primera vez que participaba en la recuperación de un paciente que había sido recientemente amputado o había perdido alguna extremidad. Sakura había desempeñado varias amputaciones y procedimientos igual de complejos y cruentos, pero, como es de esperarse, Sasuke rompe con todos sus esquemas.
No puede evitar tratarle diferente. Le es humanamente imposible referirse a él con un desapegado y repetitivo discurso clínico. Es algo integrado en su genética, grabado a fuego en sus células; la forma en la que se adapta a las necesidades y emociones de Sasuke. Era una conducta de antaño. Un profundo entendimiento de su reservada persona que iba más allá de las palabras – una niña enamorada aprendiendo el lenguaje corporal de un solitario niño traumatizado, intentando aligerar la inmensa carga sobre sus hombros, por todos los medios posibles.
Sakura observa el vendaje sobre el muñón de Sasuke, y repara en lo inherentemente gentil que manos habían sido, tan pronto como las yemas de sus dedos habían dado con él. Un cuerpo que se rehusaba a causarle dolor y sólo aspiraba a mitigar su dolor y sufrimiento. Sakura piensa en las palabras de Ino y mira sus manos; esas que dulcemente trabajaban sobre sus agarrotados músculos, con la única intención de destensarlos, intentando disolver la rigidez en ellos con suaves toques. Y piensa que, después de todo, no ha cambiado. En lo absoluto.
—A mi nueva condición como amputado —finaliza Sasuke, con facilidad. Tiene una expresión serena y un tono ligero. El muñón, conformado por su hombro y bíceps, da un tenue tirón, una leve sacudida. Sakura se cuestiona si es una reacción involuntaria, o no. Liberando un estable flujo de Chakra sobre éste, Sakura comprueba el estado de su tejido muscular y óseo. No encuentra anomalía alguna.
Sakura tantea su escritorio en busca de una caja de cartón. Da con su estuche de bolígrafos, su compacta botella de desinfectante y su frasco lleno de depresores linguales hasta que, finalmente, encuentra lo que estaba buscando. Colocando la caja sobre su regazo, abre la tapa. Hurgando entre sus contenidos y no por primera vez, Sakura intenta persuadirlo:
—La opción de crear un brazo prostético con las células de Hashirama–sama aún sigue disponible —le dice, con cierta urgencia. Sujeta el borde de la caja con firmeza. Bajo sus dedos, el endeble cartón se deforma—. Podría fabricarlo yo misma, sin necesidad de recurrir a Tsunade–sama. No me tomaría mucho tiempo. Sin embargo, el período de adaptación es relativamente extenso, puesto que tu cuerpo debe acostumbrarse, nuevamente, a la presencia de–
—Sakura —le corta, imperturbable. Tiene los ojos cerrados y la cabeza ligeramente inclinada hacia un costado—, no tengo intenciones de aceptar la prótesis. Esa es mi decisión final.
Sakura aprieta los labios. Por supuesto, Sasuke no cedería. No por primera vez, maldice su obstinación. El ser tan testarudo no le favorecía en lo más mínimo; esa era una cualidad que sólo alguien como Naruto Uzumaki podía lucir.
—Por supuesto —se limita a contestar, resignada. Con cuidado, comienza a retirar los vendajes cubriendo el muñón de Sasuke. La piel estaba completamente regenerada y las vendas no cumplían propósito alguno, más que proveer una sensación de confort. Eran una firme presencia en un mutilado brazo que a veces parecía doler, aunque físicamente no se encontraba allí—. Comprobaré el funcionamiento de tus receptores sensoriales. A través de ejercicios físicos, pondré a prueba tus terminaciones nerviosas y veré si reaccionan apropiadamente ante los estímulos.
Sasuke asiente.
—Por favor, mantén los ojos cerrados. Te pediré que me describas, de forma breve, qué tipo de sensación te genera cada objeto. Intenta sólo concentrarte en el sentido del tacto, y no utilizar tus demás sentidos —explica, con suavidad. Sasuke obedece, dócil. De la caja, Sakura extrae un rodillo masajeador. Era de plástico, de no más de diez centímetros y contaba con protuberancias puntiagudas que tenían como finalidad potenciar la circulación.
Meticulosamente, Sakura utiliza el rodillo en el muñón de Sasuke. Cada vez que lo desliza sobre su piel, se asegura de mantener un agarre seguro y abarcar la mayor parte de piel posible. Observa su reacción física. Piloerección. Los músculos de sus vellos capilares habían respondido al estímulo y su piel se había erizado. Excelente señal.
—Se siente frío —responde Sasuke, rápidamente—, y rígido. Tiene forma cilíndrica y está rodeado de protuberancias.
Sakura hace un sonido de aprobación, satisfecha con su respuesta.
—¿Sientes algún tipo de incomodidad, Sasuke–kun? —pregunta.
Sasuke niega, silencioso.
Sakura ojea la caja y toma el siguiente objeto. En esa ocasión, un pequeño cepillo de madera, con cerdas hechas de fibra sintética. Roza la piel de Sasuke con diligencia, y es allí cuándo nota la existencia del diminuto lunar en la parte interior de su bíceps. Liso y color marrón, de una idónea forma simétrica. Sakura parpadea y su muñeca tiembla; las hebras del cepillo casi rozan la clavícula de Sasuke.
—Áspero —responde, repentinamente. Sakura fuerza sus manos a cooperar—, con hebras de un material flexible.
—...Correcto, Sasuke–kun.
Sakura estira los dedos de sus manos, revestidas en el látex de sus guantes quirúrgicos. Dobla sus articulaciones y escucha el tronar de sus huesos. Al mismo tiempo que husmea en la caja en busca de un nuevo objeto, se pregunta cómo respondería Sasuke al tacto de sus manos desnudas. Más que nada, se cuestiona cómo se sentiría el rodear su bíceps con su mano y acariciar el pequeño lunar en éste, con su dedo pulgar.
—Naruto organizará una quedada —le dice, y suena como un murmullo. Con su pulgar y dedo índice, hace girar una pequeña pluma blanca. La agita con cuidado, quitando el polvo acumulado en las barbas de esta—, para darte la bienvenida. Supongo que estás enterado de ello.
—Lo estoy —contesta, con simpleza. Sakura quiere cosquillear la punta de su nariz con la pluma, con tal de provocar una reacción en su apático rostro. Pronto, recuerda lágrimas de sangre, una maniática risa que se asemeja a un graznido y una fuerte mano cerrándose en torno a su garganta, y considera que está siendo realmente ingrata.
Dice, entonces, no dejando espacio para ningún tipo de réplica: —Yo escogeré el lugar, así que puedes estar más tranquilo. Será un restaurante pequeño y no muy concurrido, no habrá muchas personas. Aunque —sonríe, a sabiendas que no la puede ver–, no puedo prometer nada sobre el comportamiento de nuestros amigos, especialmente cuando habrá alcohol incluido.
Las cejas de Sasuke se curvean gentilmente en una reluctante mueca de incredulidad. En otra ocasión, Sakura reiría – si su aspecto no le recordase tanto a Heikō, claro está. "La afilada mandíbula, la refinada nariz, la severa curvatura de sus cejas." Y, como una reacción en cadena, rememora su encuentro y lo mucho que se había corrido, una y otra vez. Contra sus dedos, su lengua, su pene.
Sakura delinea el hombro de Sasuke con el vértice de la pluma. Traza el distinguido contorno de su acromion. Es sumamente indecente e inapropiado – el sentir como sus bragas se humedecen, como su sexo tiembla y palpita, añorante. Acaricia su minúsculo lunar. Con movimientos circulares, y con la punta de la pluma, rodea la pequeña mancha.
—Es suave —murmura. Sakura junta sus muslos fuertemente. El roce de la áspera tela de su uniforme médico contra su piel desnuda le hace tiritar—, como una pluma.
—Excelente —dice, y la sequía en su garganta le provoca irritación. Apremiada, comienza a llenar la caja con los objetos que previamente había utilizado—. Ya puedes abrir los ojos, Sasuke–kun. He visto suficiente.
Sakura descarta sus guantes quirúrgicos y alisa su falda. Sus manos hormiguean ligeramente. Firmemente sentada frente a su escritorio, toma su bolígrafo y se dispone a realizar las pendientes anotaciones en su historial médico.
—Has reaccionado apropiadamente a cada estímulo. Tu tiempo de respuesta ha sido más que satisfactorio y tus receptores cutáneos se encuentran en óptimas condiciones. Tampoco has presentado signos de incomodidad o dolor. Ciertamente, tu brazo se encuentra completamente sano. Aun así —rebate, con terquedad—, debo insistir en continuar con tus exámenes rutinarios. Tu condición como Ninja y tu constante actividad física ponen en riesgo la integridad de tu brazo. Si bien no he encontrado anomalía alguna en su recuperación, aún está delicado y no deberías utilizarlo más de lo estrictamente necesario. Cualquier ataque, sea el roce de un Kunai o una técnica de Ninjutsu, podría revertir tu situación y empeorar la condición de tu brazo.
Sakura cierra su expediente y lo aparta a un lado. Alinea sus bolígrafos y, con una cuchara, remueve las hojas de cerezo semi–fermentadas de su té de Sakurabacha. Toma un sorbo, disfrutando del potente sabor florar. El té ya estaba frío, pero no era desagradable al gusto.
—Por favor —pide, con suavidad—, si estás teniendo algún inconveniente, házmelo saber. No deberías sufrir innecesariamente —y sus palabras suenan dolorosamente familiares. Después de todo, no es la primera vez que las dice, o la primera vez que van dirigidas a él.
Sasuke le mira fijamente. Incómoda, sujeta su taza con fuerza. Sasuke jamás ha tenido problemas leyendo todas y cada una de sus reacciones. Siempre ha sido un libro abierto, ante él y su imperiosa mirada. Sin embargo, en ese entonces, Sakura jamás tuvo intenciones de ocultar sus sentimientos. Pero, piensa, recorriendo el asa de la taza con su pulgar, soy un poco diferente, ahora.
Entonces, aparta la mirada. Junto a un montón de clips de colores, allí – dónde el desinfectante había desteñido la obscura madera de su escritorio, Sakura nota una pequeña irregularidad en la superficie. Extiende su mano y palpa la hendidura con dedos curiosos. Que extraño; las marcas impresas en la madera se asemejaban al contorno de sus dedos. Sakura era sumamente metódica con su espacio de trabajo, y no solía–
Ah.
Ah, por supuesto.
—Sasuke–kun —sonríe. Clava sus dedos en la madera y siente varias astillas incrustarse en la delgada capa de piel bajo sus uñas. Su esmalte –un pálido color rosa, de acabado mate– se estaba quebrantando. Ya se podía apreciar la transparencia de sus uñas, y el blanco de sus puntas redondeadas. Debido a su temporal suspensión, Sakura no servía activamente en las líneas de Konoha. Aun así, la constante manipulación y exposición a químicos y desinfectantes curtía sus manos, y deshacía fácilmente cualquier producto cosmético en ellas—, te veré en unas semanas. Todos estamos muy contentos con tu regreso.
Sasuke asiente, reservado.
—Gracias —dice, y el pesar que le provocan sus palabras es inigualable—, Sakura.
Dedicándole una breve y última mirada, Sasuke se retira. Bajo sus dedos, Sakura escucha el crujir de la rígida madera. Le quiere pedir, le quiere suplicar que, por favor, le deje de agradecer. No soporta su honesta y devota gratitud. Es insoportable, realmente.
Sakura rememora sus cálidos dedos golpeando delicadamente su frente – un gentil gesto, y una sonrisa aún más gentil. Recuerda sus prometedoras palabras: "Quizás la próxima vez."
Observa la mellada madera y recuerda al A.N.B.U del Clan Inuzuka; como la había tomado desde atrás, brusco y presuroso. Y le había gustado, realmente lo disfrutó – tanto que apenas y pudo controlar su fuerza física y el flujo de su Chakra.
No por primera vez, Sakura se pregunta cómo sería tener sexo con Sasuke.
Glosario.
• Chakra: El Chakra es la energía vital del cuerpo, la cual es esencial para realizar cualquier Jutsu. Es una mezcla de la energía física, presente en cada célula del cuerpo del ser vivo, y la energía espiritual, adquirida con el ejercicio y la experiencia.
• Jutsu: Literalmente, Técnica. Los Jutsu son las artes místicas de un Ninja, las cuales se utilizan para el combate.
• Ninjutsu: Literalmente, Técnica Ninja. Para realizar Ninjutsu, se requiere la habilidad de moldear Chakra y, en la mayoría de los casos, utilizar sellos de manos. Hay varias sub–categorías, tales como el Ninjutsu Médico, el Ninjutsu de Sellado, Ninjutsu Elemental, etc.
• Sakurabacha: El Sakurabacha es un tipo de té japonés, hecho a base de hojas de Cerezo semi–fermentadas.
Notas: ¡Hola! Finalmente, Sasuke ha hecho su primera aparición. Sasuke es un personaje bastante complejo, y tenía mis dudas sobre cuál sería la manera más natural y apropiada de introducirlo en la historia y de cómo deberían ser sus interacciones con Sakura. Más allá de eso, estoy muy satisfecha con el resultado publicado. Espero que ustedes también.
Recibí muy poco apoyo en el Capítulo II, y eso me ha desmotivado un poco, pero estoy más que agradecida con todas aquellas personas que han demostrado aprecio o interés por Amar es soportar. Agradezco muchísimo sus comentarios, favoritos y follows. Espero que hayan disfrutado de la lectura y puedan ofrecerme una vez más sus opiniones. Me interesaría mucho saber qué es lo que opinan de esta historia, y de los capítulos que he publicado hasta ahora.
¡Hasta la siguiente actualización!
Próxima actualización: 01/10/21.
