Si Shirou usa el Avada Kedavra con Caliburn, ¿sería una maldición o una bendición?No recuerdo mucho de los eventos de primer y segundo año, pero según tengo entendido, los partidos de quidditch son después de año nuevo ¿no?No recuerdo el nombre de los padres de Hermione y si no me equivoco, solo se mencionan como Sr, y Sra. Granger.
Capítulo 3: Primer Invierno.
"Deberías dejar de juntarte con esa molesta sangre sucia Potter" una molesta voz resonó por el Gran Comedor.
Hoy fue un día poco común de aquellos en los que Shirou se levantaba un poco demasiado tarde como para unirse al Gran Comedor junto con todos los demás (Hermione y los gemelos), principalmente porque se acercaban las vacaciones de invierno y quería reunir fuerzas por si terminaba accidentalmente en alguna isla desierta u otro lugar desconocido.
Hermione frunció el ceño ante su mención, sabía a la perfección que se referían a ella, después de todo, no había casi ninguna bruja nacida de Muggles que se atreviera a entablar una conversación con Harry Potter o el-niño-que-vivió en su respectivo caso, claro con excepción de ella y eso solo ocurría cuando Shirou no estaba cerca. Principalmente porque él, descaradamente se lanzaría a los problemas para aliviar su aburrimiento mientras la protegía.
Eso y no iba a contarle al pelirrojo sobre su experiencia con Fluffy quien era el perro de Hagrid el cual, aparentemente estaba ocultando algo y no sabían al respecto de que se trataba. Si bien ella tenía la ligera sospecha de que era, jamás diría en voz alta sobre dicho artefacto, bueno, al menos no cuando algunos otros estudiantes estén presentes.
Ya le había dicho a Harry y Ron que se trataba posiblemente de la legendaria Piedra Filosofal de Nicolás Flamel, creada por ese legendario alquimista. Si bien no tenía pruebas, tampoco tenía dudas.
"Deja ya la palabrería Malfoy" Ron gruñó.
"¿Qué te importa a ti Wesley? Solo eres un asqueroso traidor de sangre. No trates de negarlo, si los sangre sucia no se mezclan entre ellos, tienden a meterse con personas más allá de su liga"
"Al menos no t... ¡mentira!" sin saber que decir, Ron se mordió la lengua.
Harry solo miró con furia la escena que se desarrollaba en la mesa, no era noticia nueva saber que Slytherin y Gryffindor parecían odiarse hasta más no poder. Es solo que simplemente no había nada que pudiese hacer para llevarse bien, pero al menos todos parecían conocer la rivalidad que había entre las dos casas.
"¿Qué haces en una escuela como esta sangre suci-?"
¡Bam!
Malfoy ni siquiera pudo terminar sus palabras, Shirou apareció detrás de él y metió su rostro en el plato de comida que tenía enfrente. Antes de que alguno siquiera pudiese reaccionar, fulminó con la mirada a todos y cada uno de los miembros de la mesa de Slytherin.
"Oh lo siento, ¿estabas hablando? Pensé que era una molesta mosca de tamaño escala, lamentablemente no pude matarla" una espada rosó la mejilla de Malfoy enterrándose en la mesa de Gryffindor.
"JAJA, adoro los finales felices" rió uno de los gemelos Wesley.
La mayoría de los presentes palidecieron y Hermione empezó a tartamudear, era por este motivo por el cual jamás le diría a Shirou sobre su experiencia con Fluffy y sus aventuras con Harry y Ron. Él era demasiado sobreprotector con ella y si bien le gustaba que solo fuese con ella, jamás dejaría que lastimara a alguien por su culpa.
"¡Shirou Emiya, suelta esa espada en este instante!" Hermione gritó claramente alarmada. "No lo hagas. Por favor" casi rogó.
Shirou se encogió de hombros mientras le sonreía ampliamente.
-Causo sensación eh...
Pensó al ver como todas las miradas en el gran comedor estaban dirigidas a él. Desde los profesores hasta los mismísimos fantasmas lo miraban inquisitivamente tratando de ver su próximo curso de acción.
Ni siquiera se molestaron en actuar, solamente lo miraban helados, no imaginaron que dicha situación llegase a este punto hasta que Snape reaccionó y desarmo a Shirou con un hechizo. Obviamente él no se resistió ya que, de ser así el lamentable hombre no podría haber hecho nada.
Probablemente.
Al menos sabía que su resistencia mágica aumentaba considerablemente con Kanshou y Bakuya en manos, jamás lo había intentado con alguna otra arma sencilla.
"¡Señor Emiya, lo veo en mi despacho, ahora!" Pomona Sprout gritó.
Shirou simplemente le sonrió encantadoramente a Malfoy antes de acercarse a Hermione y sonreírle de oreja a oreja.
"Oh bella dama, como tu brillante caballero que juró protegerte en las buenas y en las malas he venido a tu rescate"
Ignorando deliberadamente los ruidos de los estudiantes a su alrededor simplemente sonrió mientras los gemelos se acercaban a su lado y ponían una mano en sus hombros.
"Hemos venido..."
"... Como lo ordenó..."
"... Así que estamos aquí y ahora para darle una mano para su enamorada"
"Pero Fred"
"¿Fred? Soy George"
"¿Entonces yo soy Fred?"
"No, tú eres George"
"El punto aquí" interrumpió Shirou ignorando deliberadamente las miradas fulminantes de los profesores y la profesora McGonagall que se acercaba rápidamente a su lado. "¡Feliz cumpleaños atrasado!"
"¡Señor Emiya! ¡Se le exigió que fuese con su jefe de casa para que le impartieran su castigo!"
Fue todo lo que dijo antes de hacer un breve hechizo en Shirou y comenzar a llevarlo por los aires fuera del gran comedor.
Shirou le sonrió mientras un destello azul iluminó sus ojos y era reemplazado por unos lentes negros mientras gritaba.
"¡Hasta la vista babys!"
Todos ignoraron a Malfoy que estaba inconsciente con su rostro metido en uno de los platos de comida de un Gryffindor mientras miraban interrogantes a Hermione quien tenía una pequeña caja en su mano que Shirou dejo caer en la mesa cuando la profesora se lo llevó.
"¡¿Y bien?!"
"¡¿Qué es lo que hay en la caja número 1?!"
Los gemelos interrumpieron a Hermione quien seguía mirando distraídamente la caja en su mano.
Ella simplemente la abrió solo para ver una pequeña pulsera con un pequeño adorno en su interior. Sin que ella lo quisiera, sus mejillas se sonrojaron y su vista se volvió nublosa. Sabía a la perfección que era lo que representaba.
La primera vez que se conocieron Shirou golpeó a un chico porque estaba hostigándola. Él simplemente saltó a su llamado sin que ella se lo pidiera y simplemente le sonrió tendiéndole la mano.
Ese era el adorno de la pulsera.
Shirou estirando su mano para levantar a Hermione.
"¡¿Qué piensas Fred?!"
"¡Ahhhhhhh! Amor joven" dijo en tono melancólico.
Hermione no dijo nada, simplemente siguió mirando su brazalete mientras un tinte rojo adornaba sus mejillas y una lagrima escapaba de su rostro. Jamás imaginó que Shirou recordara ese día como ella.
Él apareció como un caballero con una sonrisa brillante salvándola de aquellos abusivos. Francamente ese era uno de los recuerdos más felices de su vida.
(-)
Esta era su tercera detención en lo que iba del año y todo porque fue descubierto con los gemelos en medio de una excursión nocturna en medio de las duchas de las chicas de séptimo año. Ni siquiera sabía que era posible espiarlas, pero honestamente. No se arrepentía de nada.
Tal vez la profesora McGonagall estaba siendo un poco indulgente.
Si lo pensaba detenidamente ella estaba a cargo de todos los castigos, supuso que era porque tenía bastante experiencia con ellos por lo que simplemente se encogió de hombros cuando terminaban y se adentraban en las salas comunes de ambas casas para poner unos hilos debajo de cada habitación y esperar el espectáculo.
¿Se arrepentía de hacerlo?
Por supuesto que no.
Su abuelo siempre le dijo que debía de aprovechar el día como si no hubiese futuro y es lo que estaba dispuesto a hacer. Pero eso dejaba otro problema.
Hermione.
Ella estaba comportándose de manera extraña. Simplemente pasaba a su lado y no decía ninguna palabra y cuando quería hablar simplemente se sonrojaba antes de disculparse y salir corriendo. Supuso que eso terminaría cuando llegaran las vacaciones de invierno.
Hablando de ello.
Shirou sonrió maliciosamente mientras miraba la poción que se estaba preparando frente a él.
"Supongo que al director le va a encantar. Viendo la forma en la que la profesora McGonagall lo ve deben de tener poca interacción. Tch, tch tch. Deberían de agradecerme por esto, no es como si Dumbledore sea gay, ¿verdad?"
Negando levemente con la cabeza, espero a que los elfos dejaran de poner cara de amargados en medio de las cocinas. Básicamente los sobornó con un poco de trabajo extra. No es mucho, pero es trabajo honesto.
Viendo que la poción al fin se transformó en incolora, miró a los elfos.
"Recuerden, deben de poner esto en las tazas de la profesora McGonagall y el profesor Dumbledore"
Uno de los elfos gruñó. "Como ordene amo Emiya"
Él asintió con satisfacción, hoy sería el día que anunciarían las vacaciones de invierno y con la invitación que le proporcionó Jean quien es la madre de Hermione para pasar navidad con ellos para ir a esquiar, simplemente esperaba regresar y que la profesora lo felicitara por sus increíbles hazañas. ¿Quién sabe? Tal vez incluso se atrevían a pedirle la receta de la poción.
Ignorando discretamente las miradas que los gemelos le lanzaron cuando vieron desaparecer al director y a la subdirectora en medio del banquete que se estaba llevando a cabo antes de que comenzaran a llamarlos para regresar. Shirou solo miró con curiosidad al estremecimiento que tenían McGonagall y Albus en sus cuerpos cada que se rosaban o tocaban mutuamente mientras caminaban con demasiada prisa.
Sonriendo satisfecho miró de reojo a Fred y George que simplemente levantaron su taza en señal de brindis por algo que él sabía que ellos estaban al tanto. Obviamente se ganó el respeto de ellos esa noche y gracias a dios (porque Merlín probablemente haría honor a su nombre), Hermione pareció no darse cuenta de lo que sucedió.
Francamente no quería escuchar quejas y un posible "Prefiero morir que ser expulsada" porque estaba cansada de esa excusa cada vez que lo acompañaba para hacer algunas bromas.
El día transcurrió sin problemas hasta que llegó la pregunta esperada.
"¿Notaste algo extraño en el director y la profesora McGonagall?"
Ambos estaban sentados en el Expreso de Hogwarts después de partir desde Hogsmeade a Londres, Hermione estuvo inusualmente en silencio. No es como si pensara que ella es demasiado ruidosa (a veces), pero simplemente no estaba acostumbrado a ello. Desviando la mirada levemente respondió.
"No, simplemente debieron de haber tenido asuntos que atender con urgencia. Probablemente en alguno de los armarios de escobas."
"¿Por qué deberían de preocuparles los armarios?"
"Probablemente estaban dispuestos a dejarlos relucientes, tal vez incluso algo blancos de tanto esfuerzo en limpiarlos"
Ella le dio una mirada extraña, pero aceptó su respuesta.
"¿Y?"
"¿Qué?"
"¿A dónde se supone que iremos?"
"No lo sé. Mi mamá no me dijo nada acerca de ello y mencionó algo sobre que papá estaba molesto en la carta."
Encogiéndose de hombros ante las palabras de Hermione, miró su rostro tratando de encontrar algo extraño en ella.
Desde hace más de medio mes ella lo había estado evitando deliberadamente y ocultaba cualquier indicio de nerviosismo incluso cuando sabía que era pésima para mentir. Era algo adorable si lo pensaba detenidamente, pero no diría nada en voz alta.
"Por cierto."
"¿Mmmm?"
"¿No se supone que deberías de usar los aparatos que tus padres te recomendaron?"
Su rostro se arrugó.
Viendo el estado de animo de Hermione, Shirou rápidamente puso sus manos sobre el regazo de ella. Siempre supo que ella tenía un complejo con sus dientes y no le gustaba cuando se lo decían, pero aun así jamás le gustó verla triste.
"¡No lo malentiendas! Lo que quiero decir es que tus padres han querido desde hace mucho que dejaras de sentirte mal por tu apariencia. Francamente eres demasiado hermosa y robaras suspiros de muchos más si lo haces, pero..."
"Yo"
"Vamos Mione, no debes de sentirte mal. Sabes que no me gusta verte triste"
Ella asintió lentamente mientras suspiraba relajadamente y se limpiaba la esquina de sus ojos que se tornaron ligeramente llorosos. Ya había tenido suficiente con las charlas de Draco Malfoy como para que Shirou, su Shirou le dijera acercade ello.
Después de un par de minutos ella se quedó dormida en su hombro mientras él suspiraba de alivio al ver que finalmente se durmió.
"¿Debería de ver a la señorita Bones? Fue muy agradable la última vez que la vi"
Fue todo lo que pensó al ver el paisaje cambiar mientras acariciaba el cabello rebelde de la castaña.
Era verdaderamente irónico poder pasar al fin unas vacaciones tranquilas sin algún tipo de interferencia de su abuelo con sus supuestas bromas.
¿De verdad pensaba que arrojarlo al Everest y esperar que regresara como si nada hubiera pasado en menos de dos semanas estaba bien? Al menos no murió de hambre porque descongelaba un poco de nieve y la transformaba en agua mientras buscaba a tientas algunos animales que viven ese tipo de clima.
"Hola Jean, como siempre tan hermosa"
"Fufufu. Tan halagador como siempre Shirou."
"Es un honor estar en presencia de semejante belleza."
"Hmmp."
El bufido de molestia de Richard Granger fue lo suficientemente audible para sacar a ambos de su propia conversación mientras Hermione le daba una mirada acusadora a Shirou.
"Hola Richard, veo que has perdido más cabello."
"Hola Shirou, veo que sigues esperando a que te de a mi hija, ¡pero eso nunca va a pasar!"
"Hoh."
Jean solo soltó una breve risita al ver la interacción casi antagónica entre Shirou y su esposo. No importaba cuanto tiempo pasara siempre era lo mismo y nunca entendía porque, pero el simple hecho de que Shirou estuviese presente fue suficiente para irritar a Richard.
Jamás lo entendería. ¿Por qué a su esposo no le agradaba el pequeño pelirrojo? Si era sincera, ella estaba agradecida con él ya que desde que se presentaron, siempre estuvo al pendiente de Hermione y nunca le había pasado nada malo. Las maestras dejaron de hablar de ella y los chicos que continuamente la acosaban.
Poco sabía ella que las quejas iban a Zelretch a quien honestamente no le interesaban en lo más mínimo por lo que jamás hubo una verdadera llamada de atención. No, no contaban las semanas de abandono en diversos lugares con ambientes peligrosos para entrenarlo.
No paso mucho tiempo antes de que llegaran a su destino en una montaña cubierta de nieve para poder prepararse y pasar una buena navidad. Eso se suponía que sería hasta que Richard terminó de alistar su equipo para esquiar.
Estaban los cuatro en medio de la recepción del hotel y la expresión seria en el rostro de Richard fue suficiente para que Hermione se pusiera ansiosa.
"¿A qué se refería Hermione cuando menciono que luchaste contra un troll?"
Shirou solo miró a Jane y Richard curiosamente mientras miraba tentativamente a una sonrojada Hermione. Lo único que pudo hacer fue suspirar con alivio al ser ellos quienes sacaban ese tema de conversación.
"No creo que sea prudente hablar aquí."
Ellos asintieron mientras Hermione suspiraba con alivio.
En el momento en que salieron del hotel, Richard cayó con su rostro estrellándose en medio de toda esa nieve mientras Shirou contenía una sonrisa.
"¡Tu!"
"Yo no hice nada."
"¡Se que fuiste tú!" señaló acusadoramente.
Él se encogió de hombros mientras ayudaba a Hermione con su equipo de esquiar.
Ahora que lo pensaba. Jean miró curiosa a Shirou ignorando a su esposo que estaba teniendo algunos problemas para ponerse de pie por lo que simplemente preguntó.
"¿Dónde está tu equipo para esquiar?"
Mirando a su alrededor solo para asegurarse de que no había nadie a su alrededor, una tabla apareció en las manos de Shirou antes de sonreír con arrogancia. "Magia."
Jean y Hermione solo negaron con la cabeza al ver a Shirou quien se preparaba para subir a la cima de la montaña. No era nada nuevo verlo hacer cosas imposibles desde una edad tan temprana, el hecho de que Shirou le enseñara a andar en bicicleta a Hermione era uno de esos hechos (jamás les dijo que era una motocicleta).
Obviamente Hermione nunca dijo nada por temor a que sus padres dijeran que no podía volver a ver a Shirou por ser una mala influencia (si tan solo supieran lo que ha estado haciendo en Hogwarts morirían).
Apenas podía mantenerse erguida cuando bajaba una pequeña colina con sus tablas en ambos pies, era curioso que Shirou no estuviese detrás de ella cuidándola como siempre lo hacía. No es que extrañara sus comentarios vagamente burlones o su sonrisa encantadora que parecía alegrarle el día a todo el que lo viera.
Hablando del diablo.
"Hermione, Hermione. ¡Vamos a la cima, podemos bajar juntos!"
"¡No!"
"¡¿Por qué no?!"
"¡Porque sabes que le tengo miedo a las alturas!"
"¡Pero no es demasiado alto!"
"¡Bien!" dijo inusualmente molesto por su negativa.
Su expresión se ensombreció al verlo subir a una de las cabinas que lo llevaban a la cima. Tal vez, tal vez no era tan mala idea ir con él después de todo.
"Hija" la voz de su madre la sacó de sus pensamientos.
"Hola mamá."
"¿Dónde está Shirou?"
"Oh" sus ojos vagaron nerviosamente sin saber que decir.
"¿Pelearon?"
"Nononono. Es solo que quería que fuera con él, pero..."
"Le tienes miedo a.."
"¡Pequeño demonio!" el gritó de Richard interrumpió su conversación.
Cuando giraron a verlo solo pudieron sonreír al verlo rodando por la nieve mientras su cuerpo era envuelto poco a poco en una gigantesca bola de nieve mientras Shirou reía divertido detrás de él.
A pesar de que era un tiempo de relajación, Shirou no estaba disfrutando como era debido y estaba acostumbrado, la mayor parte del tiempo no se separó demasiado de la familia por cuestiones de seguridad que eran referentes a su propia experiencia con diversos tipos de criaturas que había visto a lo largo de su vida su corta vida.
El simple hecho de recordar las diversas tareas que debía de realizar con tal de sobrevivir era para que fuese reconocido como el segundo Heracles de la historia. No es como si se hubiera enfrentado a un dragón de cien cabezas o sostener los cielos por algunos meses. Simplemente era arrojado a un lugar sin preparación mental o se obligaba a enfrentar a algunos vampiros evitando ser mordido con tal de no ser reprendido.
Era plenamente consciente de que a su abuelo le gustaba bromear con él y solo con él.
¿Qué tenía Arcuied que no tuviera él? ¿Por qué motivo el abuelo lo trataba de esa manera? ¿Le resultaba tan divertido verlo lamentarse en medio de esas situaciones?
"Shirou."
El murmullo de Hermione lo sacó de sus pensamientos mientras miraba a su alrededor con un bostezo.
Hace poco más de una hora que habían salido del hotel para regresar a Londres y como es costumbre, Richard viajaba frente a ellos con una expresión de disgusto al ver como Hermione descansaba su cabeza en su regazo mientras Jean sonreía amablemente.
Viendo que todavía no era hora de llegar o que aún faltaba bastante tiempo para que el tren se detuviera, ella volvió a acomodarse mientras enterraba su rostro en las piernas del pelirrojo y volvía a dormirse. Por obvias razones, Richard estuvo a punto de despotricar, pero se abstuvo de hacerlo (Jean pellizcó su costado).
Eran demasiado lindos como para ser molestados y ella quería un yerno como Shirou que solo tuviera ojos para su hija.
Honestamente no sabía de donde venía esa sensación, pero pensó que Shirou era demasiado amable para su propio bien. Jamás había visto ese tipo de lealtad en nadie.
Shirou suspiró con pesar mientras jugaba con el cabello revoltoso de Hermione y su atención se posaba en los adultos frente a él.
"¿Qué les dijeron cuando les hicieron la visita?"
Jean y Richard fruncieron el ceño ante el tono inusualmente serio del chico.
"¿A qué te refieres?"
"No sé qué les dijeron cuando la profesora visitó su casa, pero el mundo mágico no es todo color de rosa como aparenta. El asunto con respecto al troll es un claro ejemplo de lo peligroso que puede llegar a ser el mundo mágico"
Ellos no dijeron nada.
"Ser un mago es caminar por la muerte"
"¿T-Qué?"
"Sé que suena mal, pero es exactamente por eso por lo cual jamás les hable de este lado del mundo. No quería ponerla en peligro innecesario y mucho menos animarla en acompañarme a donde quiera que fuera. Ella es así y supongo que lo saben, ¿no es así?"
"..."
"Hermione estuvo a punto de morir en Halloween"
"No- tu, ¿Qué?"
La negación era evidente para Shirou al ver los rostros pálidos de dichos adultos y justo cuando estaba a punto de decir algo más, Hermione se retorció en su regazo, pero pronto se volvió a recostar mientras ellos digerían sus palabras.
Francamente no podía culparlos, ellos eran y siempre serán ajenos a todo lo que sucedía en medio de ese tormentoso mundo, pero sobre todo lo demás, padres.
Él no conocía ese concepto con exactitud. De lo poco que recuerda de Kiritsugu siempre fue un hombre atento, pero nunca hubo verdadero cariño del hombre. Por supuesto que lo cuidaba y atendía sus necesidades, pero él no era el padre que necesitaba.
Los recuerdos de aquel sueño no ayudaban con la imagen del hombre y mucho menos ahora que era plenamente consciente de lo que hizo por trabajo y un deseo egoísta.
Él jamás sacrificaría a su familia si es que llegase a tener una solo para salvar a los demás, simplemente era un sueño demasiado hipócrita que no era de él.
Richard no sabía que decir.
Sus nudillos estaban pálidos ahora que sabía porque su hija escribía menos que antes. Ella jamás les habló de su experiencia con detenimiento y simplemente les informó acerca de su experiencia con el troll. Se suponía que era seguro al lugar a donde la mandarían.
Era su deber como padre asegurarse de ello, pero. Pero el hecho de perderla lo aterraba.
Claro que Shirou no le agradaba, pero el saber que el chico la protegía aligeraba su consciencia un poco. Aún así, su esposa habló primero.
"¿Nos- nos hubieran dicho?"
"No"
"¿Qué?"
"Ni siquiera recordarían acerca de tener una hija"
"Tu, ¡no puedes estar hablando enserio! Eso, eso es..."
"Lo sé, yo no estoy a favor de ese tipo de situaciones, pero es así. Así es como se rige el gobierno mágico con tal de protegerse a oídos ajenos a la magia"
"¿No la recordaríamos?"
La voz de Jean era temblorosa. Miraba a su hija con una pizca de miedo, horror y... ¿tristeza?
Shirou no dijo nada. Ni siquiera podía decir algo. Había pasado demasiado tiempo sin saber nada de Kiritsugu como para poder sentir un sentimientos de nostalgia a su familia.
"¡¿Cómo pueden mentirnos así?!" gruñó Richard.
"No es que puedan hacer otra cosa"
"¡¿Estas de acuerdo con eso?!"
"¿Cuándo dije eso?" dijo Shirou mientras sus ojos ambarinos se clavaban en Richard. "¿No me escuchaste cuando dije que no quería que ella se uniera a este mundo?"
Richard solo pudo desplomarse en su asiento mientras su esposa acariciaba levemente su mano demostrando que estaba o al menos pensaba lo mismo que él en este momento. ¿Cómo sería su vida sin su hija? Ellos no querían saber esa respuesta.
"Sé que ahora querrán sacarla de ahí, pero honestamente no lo recomiendo. Mi opinión se debe a que no quiero verla triste y probablemente ella me olvidaría, sé que estoy siendo egoísta, pero, es mi única amiga"
"¿Qué es lo más peligroso de ese mundo?"
Él arqueó una ceja ante la pregunta de Richard.
"Aquí, no lo sé. Supongo que por experiencia podría decir que los vampiros o los hombres lobo, pero supongo que los dragones"
"¿E-Son reales?"
Una sonrisa juguetona se deslizó por los labios de Shirou ante la pregunta de Jean.
"A menos que quiera que un vampiro inusualmente sexy la chupe, sí, son muy reales"
Richard solo sacudió la cabeza mientras dejaba escapar un bufido molesto por el comentario de Shirou. A veces estaba bien su manera de ser para variar.
Para sorpresa de ambos, Jean solo tosió falsamente ante el comentario de Shirou y eso hizo que ambos arquearan una ceja de consternación.
"Bien, no tienen porque preocuparse, ella no necesita ser protegida y francamente no creo que pueda meterse en demasiados problemas"
"¿Hoh? ¿Por qué piensas eso?"
"Duh. Es Hermione"
"Él te tiene ahí" Jean señaló feliz.
Sin poder refutar el comentario de Shirou acerca de su hija, simplemente cerró los ojos esperando y contemplando sus palabras. A pesar de que no podía negarlas, simplemente se sentía demasiado mal como para opinar acerca de ello, pero por su propio bien, él no dijo nada, eso y que su comida era demasiado buena como para vivir sin ella eran puntos a su favor.
Independientemente de la molestia de su esposa ante ese pensamiento, él sabía que ella estaba de acuerdo con sus pensamientos.
"Bien" refunfuñó molesto.
¿Pensaron que me había olvidado de publicar? Pues no, el hueso de la espada jamás descansa.
¿Qué les esta pareciendo la historia? Francamente no va a haber nada demasiado llamativo hasta que llegue al torneo de los tres magos donde todo comienza a descontrolarse, por ahora me enfocare en aclarar algunos puntos, pero nada más.
Así es, Hermione debió de haberse quedado con Harry.
Con respecto a Fate Mundo Shinobi, voy a tardar un poco más en publicar mientras repaso el manga y el anime para ver lo que las ocho puertas internas pueden hacer ya que Duy se chingo a los siete espadachines de la niebla a puro madrazo limpio.
Próxima actualización: The Blade of Justice.
¿Quejas?
¿Recomendaciones?
F. P. 04/09/2021
J_A_H
