LOS PERSONAJES USADOS EN LA HISTORIA NO ME PERTENECEN, PERO SI LA TRAMA.

Fanfiction del manga Naruto y Naruto Shippuden, ambos pertenecientes a Masashi Kishimoto.

"Pensamiento"

Recuerdo*

- Diálogo -


Desde su encuentro en el bosque, transcurrió una semana. El día de su boda sería mañana, decir que está ansiosa es poco, porque ella esta muy ansiosa. Demasiado.

Su ansiedad no la deja dormir, Natsumi la molesta diciendo que son los nervios de novia, pero Sakura dabe que su ansiedad se debe al temor. Porque una vez que acepte, no habrá vuelta atrás. Y eso es aterrador.

- ¿Sabes que debes dormir, no? Sí en la ceremonia te da sueño será una falta total de respeto - Kira habló, ya harta de verla dar vueltas sobre el futon.

- Ni siquiera pasaron treinta minutos desde que nos acostamos, además, me esta costando dormir - Oh por Dios, la Uchiha mayor tiene un serio problema de una tolerancia baja.

La ve pararse de su futon y acercarse a ella - Entonces te ayudaré a dormir - Seguido de decir eso, la noquea de un golpe con el codo en medio de su cien. Instantáneamente la pelirosa cae inconsciente.

- ¡Kira! ¿Y si le deja una marca? - La Uchiha pequeña preocupada por arruinar el día más importante de una mujer con un golpe.

- Ella es médica, en todo caso, puede curarse - Por supuesto, no había pensado sobre una consecuencia, solo que tiene poca paciencia para lidiar con una mujer nerviosa.

No es que Sakura le cayera mal, los últimos días comenzaron a llevarse bien por pasar tanto tiempo juntas, pero aún así era una extranjera. Tomaría un tiempo confiar totalmente en ella.

Cada mujer logró conciliar el sueño a la perfección. La noche pasando pacíficamente, todos en el mundo de los sueños, exceptos a los centinelas escarlatas, un escuadrón de Uchiha que protegen el complejo durante la noche.

Poco a poco, la noche fue aclarándose, dando paso al amanecer. Con la presencia del Sol, todos despertaron, preparados para abordar el ajetreado día que estaban por tener. La ceremonia de bodas del líder del clan no es algo para tomar a la ligera.

La anciana Miko junto a sus dos nietas, a paso tranquilo, se dirigieron a la habitación donde residía Sakura junto con Kira y Natsumi. Antes de que llegarán a su destino, Mina al rescate, levanto a una adolorida pelirosa y la ayudo a ir rápido al baño para poder higienizar.

Para cuando llego Uchiha Miko y sus nietas, Sakura estaba limpia y con un kimono simple, preparada para que la ayuden a arreglarse. Mina y Natsumi estaban a su lado.

Justo cuando iba a presentarse, la ojijade es interrumpida por la mujer canosa - Sin duda decían la verdad cuando hablaban de ti como una belleza sin igual. No te preocupes, te dejaré mucho más hermosa - Cuando la Haruno paseaba por el complejo, los niños se acercaban a decirle lo bonita que era y escuchaba algunos murmullos de las mujeres que la llaman - Muchacha linda -

Aunque desde pequeña era excepcionalmente hermosa, aún le avergüenza cuando le halagan su apariencia - Gracias, supongo -

- Bueno, señoritas, debemos irnos. Tenemos una novia que alistar -

A medida que se dirigían al templo, las nietas se presentaron - Mí nombre es Uchiha Hikaru - Ella vestía la ropa tradicional de una sacerdotisa, con el kimono blanco y un hakama escarlata, su cabello negro largo atado a una coleta baja, con un flequillo recto.

- Y el mío es Uchiha Aoi - Ella también tenía su ropa tradicional de sacerdotisa, pero su saberlo era azul oscuro suelto, su largo hasta dos centímetros antes de la cintura. Su flequillo dividido en dos.

- Es un placer, Hikaru, Aoi - Con un asentimiento de cabeza y una sonrisa - Supongo que ya saben mí nombre -

Natsumi, Aoi y Sakura lograron entablar una conversación animada en el camino al templo. El templo Nakano original. En cierta forma es una estructura histórica y le emociona poder verlo.

Cuando llegaron, Miko rápidamente las llevo a una habitación en el último piso en la izquierda, en donde comenzaron a prepararla. Primero la ayudaron a cambiarse de ropa, la anciana tenía que examinar su cuerpo, muy vergonzoso.

En realidad, nunca nadie la había examinado de esa manera, haciéndole abrir la piernas estando totalmente desnuda.

- Y yo que quería saber sí eres igual de rosada abajo - Decepcionada de ver que la mujer no tenía un rastro se bellos en el cuerpo.

- ¿Qué? - Como era una kunuichi, les enseñaron un jutsu de depilación, en caso de que tuvieran que usar su cuerpo como recurso, todo kunuichi lo usa, pero claro, es un jutsu que se va a crear en el futuro. En este tiempo, solo ella sabe de eso.

Vergonzoso momento que, por suerte, pasó rápido. Lo segundo que empezó a hacer la sacerdotisa mayor, fue ponerle una yukata para cubrir su desnudes, y luego comenzar con algunos tratamientos para su rostro.

Toda una hora entre masajes y una mascarilla de pepino, poniendo un extraño tratamiento en su cabello. La llevaron a una tina de agua caliente con rosas, de esos que aparecen en películas.

- Puedo comer algo? - Realmente tenía hambre, no comió nada desde que despertó.

- No, se supone que no puedes - Adiós a su esperanza de comer algo.

- Realmente tengo hambre -

- Estamos purificando tu cuerpo, no puedes comer - Eso explica los humos y talismanes raros que ponían a su alrededor. Siente que el olor la marea - Pero podrás comer un poco de pan ázimo, es lo bastante suficiente para calmar el hambre -

Claramente descontenta, come - Será un día muy ocupado y no me dejan comer adecuadamente - Su humor mejora al recordar que habrá un banquete - ¡Cierto! ¡Había olvidado el banquete! -

Hikaru rompe su ilusión - Pero sería mal visto si comes más de un plato, debes mantener tu peso -

Mina nota su cambio a mal humor y se apresura a consolarla - Te puedo llenar el plato, para que puedas estar satisfecha - Ella no lo sabe, pero es un ángel.

- ¡Mina, eres mi heroína! - Se lanzó a abrazarla - ¡Muchas gracias! -

Natsumi, que a escondidas le trajo una manzana, también quería afecto - Oye ¿Y yo qué? - Se acerca susurrando - Te traje una manzana - Discretamente se la entrega.

- Tú también eres mi heroína - Sonríe por el detalle tierno y la abraza.

- Si terminaron con sus estupideces, deberíamos seguir con nuestro insignificante ritual - Obviamente enojada por las faltas de Natsumi y Mina, además del capricho de Sakura por un poco de comida.

- Lo sentimos - Las tres disculpas de las mujeres sonaron al unísono.

Al menos, su pequeño contratiempo, podía ser un descanso. Porque cuando se terminaron sus rituales de belleza y el humo se disipó, la empezaron a vestir.

El primer kimono, era una blanco transparente, tranquilamente podía verse todo de ella. Luego otra prenda de ropa blanca con cinturón simple,seguido por un kimono rojo. El kimono era totalmente rojo, con unas pequeñas incrustaciones de rubí cerca del cuello para demostrar el estatus. El último kimono fue uno totalmente blanco con incrustaciones de diamantes cerca de cuello y en las mangas.

- Nunca había visto un kimono así - Porque realmente era la vestimenta más hermosa que había visto.

- Este kimono ha estado mucho tiempo en nuestro clan, cada matriarca y las hijas del líder lo han usado, es un trabajo complicado mantenerlo, pero vale la pena - Bastante orgullosa de poder presumir el cuidado que empeñó en el kimono - Tuve el honor de poder ayudar a la abuela y a la madre de Madara, realmente fueron mujeres hermosas que supieron lucir esta magnífica prenda -

- ¡Abuela! ¡La haces ponerse nerviosa! - Aoi notó su leve pánico por usar tal antigüedad.

La anciana negando con la cabeza y sonriendo con gusto - Hikaru, tráeme un delantal negro, ahora debemos maquillar y peinar, no podemos permitir manchar la prenda - La mayor de sus nietas acata la orden de su abuela.

Sakura se arrodilla, por instrucción de Aoi, Hikaru coloca el delantal negros sobre ella cubriendo todo su cuerpo y Mina traía unos peines. Detrás de ellos, Natsumi y Miko cargaban consigo un pequeño cobre de madera.

Unas tijeras, unos peines, toallas y una pequeña cubeta de agua caliente es lo primero que usan. Peinan su cabello, aún mojado por el baño anterior, dejándolo totalmente liso y sin nudos, luego levantan su cabello en un rodete simple para dejar al descubierto su rostro, posteriormente mojan la toalla para limpiar las impurezas restantes de su rostro.

Sueltan su cabello, volviendo a peinar lo, y es cuando comienzan a hacer un peinado. Algunos tirones, pequeños y dolorosos, pero finalmente tomando forma como una preciosa corona de trenza que no dejó ningún mechón de cabello fuera, salvo su flequillo. Dicho flequillo comenzaron a cortar y acomodar de modo que quedé un delicado fleco al costado, con un mechón en cada lado y cayendo para marcar su rostro.

- Oh, Sakura, sí pudieras verte. Estás hermosa - Natsumi la halago sinceramente.

Puede que este lugar no sea su tiempo, puede que ellas no sean sus amigas de Konoha, puede que su futuro esposo no sea alguien que ame, pero la preparación y la alegría que irradian en el complejo por el festejo matrimonial, la hace alegrar también. Está en un tiempo incorrecto, con mujeres Uchiha y un futuro marido psicópata, pero es perfecto. La emoción nubla su juicio por un momento y las lágrimas corren por sus ojos.

- ¡Grácias! ¡Natsumi, me hacen tan feliz! - Porque, al menos por hoy, quiere disfrutar sin preocuparse por el peso del pasado, o los problemas del futuro. Solo por hoy, se permite ser una tonta y emocionada novia.

- ¡¿Qué haces?! ¡No llores, vas a arruinar tus tratamientos! - Miko no es insensible, pero en toda su vida, nunca a permitido que una mujer en este complejo se vea mal el día de su boda. Hoy no será la excepción - Aoi, trae el esmalte de uñas y pepinillo, Hikaru, seca sus lágrimas con la toalla y el agua caliente. ¡De prisa! Tenemos una novias que perfeccionar -

- No hace falta llorar - Las palabras de Mina suenan suaves y relajantes.

- ¡No es cómo lo soñé, pero estoy emocionada y nerviosa! - Dejó de llorar, ahora está sonriendo - ¡Mina! ¡Mina no pensé que me sentiría así! - Carajo, ni en mil años hubiera pensado que terminaría emocionada y alegre por casarse con alguien que no ama, pero el ambiente animado y sus nuevas amistades cerca, cambiaron su opinión.

Entonces, lo inesperado ocurre, Mina abraza a Sakura - Probablemente estés sintiendo un choque de emociones, pero no pierdas tu claridad, ya no llores, hoy debes reírte - No es un discurso de empatía, pero son las palabras que necesitaba oír.

- Si... Si, tienes razón - Dudosa al principio, pero ahora determinada. El día de hoy, iniciará una nueva vida.

Haruno Sakura, la kunuichi de Konoha y aprendiz de Tsunade Senju, hoy ya no estará más. No puede volver al futuro, a partir de ahora, su vida es aquí. Sus padres ya no están, sus amigos tampoco, su consuelo es que Naruto, Sasuke y Kakashi si están aquí.

Pero hoy, Uchiha Sakura sé haría presente, sería la matriarca del clan Uchiha, serviría a una familia y debería velar por ellos de ahora en más.

Dejando las rodajas de pepino reposar en sus ojos, con la cabeza inclinada hacia atrás, los minutos pasan mientras la pintura en sus uñas seca completamente. Un color crema en sus manos para que no se noté, pero se sienta presente la decoración en sus dedos. Manos impecables de anillos o pulseras.

De nuevo, la atención a su cara, con el maquillaje listo.

- Lo bueno es que no necesitaré mucho maquillaje, tu piel es lo suficientemente blanca, al igual que todas las mujeres del clan, pero deberé oscurecer bien tus ojos. Tus pestañas son rosas, además, la pintura negra resaltará tus ojos verdes ¿No crees? - La anciana trata de hablar cada vez que puede.

Con pequeños pinceles detalle su rostro, como sí un lienzo fuera, relaja por el inconsciente estímulo, Miko puede terminar su trabajo tranquila. Sakura tiene los labios rojos, el contorno de sus ojos delineados, con sus pestañas teñidas de negro y un leve rubor en sus mejillas.

- Ahora debemos proceder a los adornos - Aoi anuncia con el cobre en manos.

Perlas decorando su cabello con flores de oro blanco, clavadas y bien sujetas, y para completar un Kanzashi puesto en su lado derecho opuesto a su flequillo.

- Este broche es el único objeto que tenemos de la primera matriarca, es muy antiguo y valioso, a partir de ahora será tuyo, debe cuidarlo muy bien - Dándole una última mirada al objeto.

El Kanzashi de oro que, pese a su material, es lo suficientemente ligero para no tironear su cabello. Una flor de cerezo, con los borde de oro y pétalos de jade rosa, resalta como idea principal, una delgada cadena de oro une a la flor con pétalos caídos con iguales bordes dorados y sólido de jade rosa.

- Todo es tan hermoso - No tiene palabras que puedan describir la belleza de esos objetos y el kimono, son simplemente magníficos.

Con sus adornos listos, le colocan el shiromuku blanco con decoración de diamante que sigue un patrón de llamas. Con gran cuidado, luego le colocan el wataboshi.

El shiromuku representa su pureza.

El wataboshi representa su sumisión a su marido, o también a modo de protección contra malos espíritus.

- Deberías verte en un espejo, estás radiante - Su primera amiga, de este tiempo, le dice.

Natsumi la lleva apresurada al espejo, su reflejo era simplemente único. Nunca pensó que un día podría verse realmente tan hermosa. Está sin palabras - ¿No dirás nada? -

- Es que no sé qué decir - Aunque se ve muy hermosa, casi no reconoce su reflejo, jamás se dió la oportunidad de lucir su belleza de esta forma. Pero claro, se va a casar, y todas las novias son hermosas.

Desearía que su familia este aquí, pero mañana su nueva familia serían los miembros de este complejo.

- Sakura, Madara está al opuesto del templo, cómo es costumbre, los novios deben entrar de lados opuestos para encontrarse de frente. Cuando lo veas, harás una reverencia -

Miko le va a explicar lo que deberá hacer - Debes tener en cuenta algo importante, hasta que sean declarados marido y mujer, caminarás a su lado derecho y un paso por detrás, no puede adelantar porque aún no son iguales. Cuando ya estén oficialmente casados, caminarás a su lado derecho y con el mismo paso, ya que se representarán como iguales -

Genial, esa parte suena sencilla.

- Cuando estés frente a Madara, juntos seguirán hasta salir del templo, durante toda el día deberás estar a su lado, e incluso comer cuando él lo haga - Sigue sonando sencillo - Cuando hayan bajado hasta el último escalón, juntos harán un justos de fuego para prender la gran antorcha del templo - Ya no es sencillo, ella no puede hacer fuego.

- ¡Espera, espera! ¿Fuego? Yo no tengo una naturaleza de fuego - El pánico la inunda, no quiere hacer el ridículo.

- ¿No puedes hacer jutsus de fuego? Hn - Parece pensativa - El líder de nuestro clan es un experto en jutsus de fuego, seguro él podrá ayudarte - Trata de darle una sonrisa tranquilizante.

Aoi repentinamente exclama - ¡Es cierto! Algunos miembros de nuestro clan se han casado con forasteros y en la ceremonia ellos se encargaban del fuego - Eso si la calmo un poco.

- Y después de encender la antorcha, seguirán al intento de respuesta de las demás - Lo sabrás a su debido momento, ahora debes aprender el resto de tu itinerario - La conoce, sabe que no le gustará.

- Y siguiendo con lo que decía, después de la competencia de fuerza, tendrán algunos entretenimientos hasta el atardecer, cuando el Sol comience a esconder se, volverán al templo a hacer sus votos y poder unirse en sagrado matrimonio -

Hikaru le habla - En general, ya sabes lo básico y lo esencial del día - Hace una pequeña pausa - Mis abuelos, mi madre y junto a mi hermana, estaremos allí haciendo oficial la ceremonia, no tendrás mucho de que preocuparte -

Totalmente lista y arreglada para su gran día, sale de la habitación, siguiendo un recorrido recto bajando las escaleras, ella sola, las demás no pueden seguirla. Y es cuando lo ve a él, con kimono negro, un pantalón hakama gris claro y un haori negro, la tradicional vestimenta del novio. Por primera vez lo ve con el cabello recogido, su ojo derecho sigue tapado, pero el resto de su cabello fue recogido en un rodete.

Ahora juntos, frente a frente, se observan detenidamente.

- ¿Sabes? Te ves guapo - La mujer, con mucha vergüenza, le admite su pensamiento sobre él.

Las palabras de Izuna resuenan en su cabeza - Debes ser amable con ella y halagarla, las mujeres adoran un buen cumplido bien hecho - Su hermano menor era el más coqueto entre los dos, sí él lo decía, debía hacerle caso.

Madara tomó su mano y la acercó a sus labios, plantando un leve beso, bastante atrevido para las costumbres de esta época - Tú ves preciosa - Deja su mano - Ahora debemos seguir -

Dos pasos detrás de él, ella lo sigue. Hasta las grandes puertas, en dónde un sacerdote y la sacerdotisa Miko los esperan, dejó de contar el tiempo en el que los ancianos estuvieron haciendo rituales de protección con talismanes y haciendo unas danzas para atraer la buena fortuna sobre la fertilidad, la felicidad y la larga vida.

Fue agotador mentalmente tener que estar de pie viendo a dos ancianos hacer rituales, pero al fin acabó.

Ahora debían bajar las escaleras, recordando un pequeño detalle, la pelirosa alza la mirada hacia el hombre que está dos escalones delante suyo - Madara, ahora hay que encender la antorcha ¿Cómo se supone que haré eso? -

- ¿Sabes que señas de mano hay que hacer? -

- Si, no son complicadas - Obviamente vió a Kakashi y Sasuke hacerla mucho, las clavó en su memoria inconscientemente.

- Bien, hazlas conmigo, lento, y haré el fuego por los dos. Esta bola de fuego no saldrá por la boca, como es costumbre, saldrá de las palmas, pondré mis manos con las tuyas y funcionará -

Ella asiente con su cabeza, comprendiendo.

Y los últimos escalones llegan, ahora deben prender la antorcha, está nerviosa, si, pero confía en que saldrá bien. Y entonces el pelinegro alza sus manos, es la señal para que ella haga lo mismo, juntos comienzas con las señales manuales. Dragón, pájaro, rata, serpiente y tigre. Entonces eleva sus manos al aire, Madara coloca sus palmas debajo de sus manos, y ve el fuego salir, apuntando hacia arriba, directo a la antorcha.

Un poderoso fuego nació en la antorcha, justo e la cima del templo, el lugar más alto del complejo. Brillando majestuoso.

- Si funcionó - Aliviada al ver que salió bien.

El hombre un poco ofendido porque ella dudo de su control sobre el fuego - Ni siquiera fue tan complicado -

Sakura solo lo mira haciendo un puchero.

Volviendo a retomar su camino, recto hasta la plaza, observando las decoraciones a su al rededor. Nunca había visto este lugar tan lleno de vida. Es precioso.

Como una niña en una tienda de dulces, se maravilla con todo a su alrededor.

Acercándose cada vez más, notando las mesas, algunos músicos, niño correteando al rededor, pero respetando el camino de piedra que los novios recorren, hasta un gran círculo de piedra que marca la gran plaza del complejo.

El sacerdote delante de ellos ha tocado una campana todo el rato, alertando a todos rápido de la presencia de su patriarca y futura matriarca, rápidamente despejan el camino para su paso.

Un piso colocado de madera con tres escalones de altura, una gran mesa de patas cortas está delante de todos, un tatami tan largo como la mesa con almohadas para que puedan sentarse sin incomodidades. Pequeños aperitivos puestos en la mesa.

Madara se sienta primero y ofrece su mano para que Sakura pueda sentarse también.

El resto de la multitud toma asiento. Madres haciendo sentar a los inquietos pequeños, o hacer mecer a sus bebés para calmar un futuro llanto. Las más jóvenes hablando entre sí y los varones más calmados con la guardia alta por los invitados de otro clan. Comiendo los aperitivos.

Notando la curiosidad de la mirada jade, él le responde - En las cinco mesas frente de nosotros, están el consejo de ancianos del clan y en las otras mesas los invitados de otros clanes, Allí tienes al líder del clan Kurama, asumió su cargo hace poco, por ello es el más joven, está junto a sus hermanas y su abuelo, junto con algunos guardias - Una pequeña pausa y sigue a la siguiente mesa - El clan Hyuga no podía faltar, el líder junto a su esposa e hijo, el restos deben ser parientes de rama secundaria, todos tapan su frente -

Ahora mira a otra mesa - Y en esa mesa está el clan Kaguya, es un hombre viudo que trajo a sus dos hijos, el resto son solo su caravana - Saltando su mirada a la última mesa de la derecha - Por último tiene al clan Hagoromo, es un hombre mayor con su heredero, su concubina, su caravana también le hace compañía y quién parece ser su hija - Una joven de unos veinte años los miraba a ambos, repartiendo su mirada de uno a otro, una joven bonita sin duda y con el cabello ceniza.

- No entiendo, no estaba conciente de estás alianzas ¿O los invitaste por alguna otra razón? - Los únicos clanes con una alianza total y completa antes de los Senju y Uchiha, fueron los clanes Yamanaka, Nara y Akimichi. En honor a esa triple alianza, cada líder debía tener un nombre que tuviera de inició Ino-Shika-Cho.

- Fueron invitados por pura formalidad, son cercanos a fronteras con aldeas comerciales y herreros, lo más lógico fue establecer un acuerdo compartido de economía. Por ende, nuestra moneda es la misma -

- Pero el clan Hyuga no está cerca. Y el clan Kurama no es límite, aunque está cerca - Geográficamente, no comparten fronteras, de hecho, incluso son lejanos.

- Siempre hemos sido neutrales entre los tres clanes, Uchiha y Hyuga compartimos un codiciado doujutsu, nos apoyamos en cuanto a ladrones de ojos. El clan Kurama comparte con nosotros la capacidad exquisita para el genjutsu, incluso somos muy tenidos -

- ¿Por qué no son aliados? -

- Sería contraproducente, ninguno está cerca, y sería muy complicado rehacer todo una fortaleza desde cero. Además, una alianza con el clan Uchiha representa una guerra contra el clan Senju -

La pelirosa asiente comprendiendo.

Entonces, los cocines llegan todos los platillos principales. Grandes bandejas de plata con un delicioso aroma siguiendo los.

Primero los platillos principales los dejan en la mesa de los novios. Revelando carnes asadas, una buena variedad de vegetales y diversas recetas de arroz, mucho arroz en su mesa a diferencia de las otras.

Claro, arroz para la buena suerte.

Antes de poder comer, es normal un brindis, por lo que Madara alza una copa de sake - Es con gran placer que los recibimos en nuestro hogar para una celebración tan importante, mi matrimonio y la nueva matriarca, quién guiará al clan mi lado. Lo Uchiha nos tomamos muy enserio el matrimonio, elegimos esposa solo una vez, es un lazo inquebrantable y ni la muerte puede superarlo. El honor más grande que podemos ofrecer es presenciar la ceremonia -

Sin saber realmente si se está burlando de ellos de manera elegante, o le está advirtiendo a ella.

Una pequeña ovación resuena, animándole. Entonces todos pueden empezar a comer. Y, recordando lo dicho por la señora Miko, espera que Madara de su primer bocado para poder comer.

Una hora después, cuando todos estaban satisfechos de la comida, tenían las energías suficientes para el resto del día. Ahora debieron dirigirse hacia el lado trasero del complejo, con los novios guiando, más específico el pelinegro, de vez en cuando hablando algún tema político o económico, el resto de los líderes lo siguieron, hasta llegar a una arena de combate. Pero el siguiente entretenimiento que ocurrió, no le gustó.

Lo que parecía ser un prisionero, es empujado hacia el frente, otro prisionero esperando en la pequeña arena, ambos solos y sin armas. Ese día fueron limpiados para lucir presentables antes las cabezas de clanes.

- Entonces qué opinan ¿necesitan armas, o será una lucha mano a mano? - La altanería del ojinegro al preguntar tan sádico y cruel. Ella definitivamente no aprobaba eso - Al ganador se le otorgará su libertad, los perdedores morirán -

Lastimosamente, para hombres que combaten en guerra desde niños, humillar a sus enemigos es motivo de diversión - Obviamente son miembros del clan Senju, durarán mucho en un combate cuerpo a cuerpo - Ese fue el analítico líder Hyuga.

Siendo el más joven, el activo líder Kurama - Un combate con katanas terminaría rápido, estoy de acuerdo con que sea con las manos desnudas - Sin una pizca de empatía, con su oscura diversión.

El mayor de todos, asintió en acuerdo.

El patriarca Kaguya habló - Creo está sería una buena oportunidad para que mis hijos puedan presenciar la verdadera supervivencia - Dos niños de 10 años detrás de él.

Entonces Madara le hace una seña a su hermano, Izuna, para que los prisioneros sigan adelantes sin armas. Entonces el hermano menor explica - Las reglas son simples, el que logré matar al otro, gana. Hoy es un motivo de celebración, por qué el ganador obtendrá su libertad, siempre y cuando, sea un buen espectáculo -

Los hombres Senju no quieren pelear entre ellos, por un demonio, luchaban codo a codo. Pero en el fondo lo saben, alguno debe volver al complejo Senju - Takeshi, por favor, sí ganas, cuida de mi esposa e hijo -

- Lo haré, pero sí tú ganas, Tomoe, cuida de mi hermana - El otro asiente, les duele, son compañeros, pero tienen que volver a su hogar, con sus familias. Por el honor del uno al otro, cuidarán a la familia del otro y les dirá que murió con dignidad.

Un combate inicia, puños, patadas, codos, rodillas, volteretas, llaves, sangre y cabezazos. La pelea se desarrolla. Taijutsu bruto y sin elegancia, una pelea callejera entretenida sin duda. Con el orgullo destruido por tratar de sobrevivir a costa de otro compañero de clan, una completa humillación para la diversión de los cínicos patriarcas. Todos disfrutando el espectáculo.

Pero Sakura por su lado, aterrada, era como los exámenes chunnin, cuando ella aún era una simple niña ingenua. Escuchó lo que dijeron, y le rompió el corazón, pero debe negarse a llorar, no en frente de esos desalmados, además arruinaría el trabajo de las chicas por maquillar la. Aún así, el disgusto en su rostro está presente, oculto bajo el wataboshi, su único consuelo es que nadie puede ver su debilidad.

Después de una violenta media hora, el mayor, Tomoe, cae al piso, su rostro desfigurado, costillas rotas y si brazo derecho con su hueso fuera - Lo lamento, me encargaré de su esposa y cuidaré bien de su hijo -

Ay Dios, eso solo rompe más si corazón. Un niño crecerá sin padre y una mujer perderá a su amado.

Madara da un paso al frente, captando la atención de todos, su voz resuena entre la multitud - Tal y como se prometió, el Senju será libre, como muestra de nuestra generosidad, tanto así que incluso nos encargaremos de sanar tus heridas. Mañana, al atardecer, puedes correr fuera de aquí - Y la pelirosa sabe que hay una trampa, algo tan generoso no es tan simple.

Y ella sabe que su marido, aún no oficial, solo quiere presumir ante los demás, queriendo dejar en claro si superioridad, como una advertencia. No por él, sabe que no necesita probarlo, pero lo hace por su clan. Porque los Uchiha siempre se alzan como los mejores.

La puesta del Sol llega, deben ir al templo, allí se va a oficializar la ceremonia. Ya cumplieron con los rituales previos, se divirtieron con su oscuro humor. Ahora llega la parte fácil.

Pero entonces cae en cuenta, va a casarse. ¡Va a casarse! ¡Por un demonio! Se ha dicho a sí misma que puede hacerlo, los últimos días solo ha tratado de convencerse. Y ahora va a pasar ¿Es normal estar aterrada? ¿Al punto de sentirse mareada? Quiere irse, no puede soportar la presión. Aunque sabe, que no podría escapar, no con su perro guardián al lado, no con tantos retorcidos guerreros cerca. Está sola, es ella contra su destino y lo peor es que no puede enfrentarse a ello. Incluso está yendo por voluntad.

Sin darse cuenta, ya están en el templo. Ambos se arrodillan lado a lado, un sacerdote frente a ellos, una botella de sake y dos vasos en mesa ceremonial delante de ellos. No le presta una atención real al anciano en frente, pero sabe que está haciendo una ofrenda a los dioses para unirlos en matrimonio. Divididos por un pared de papel, detrás los invitados sin sus soldados, presenciando su boda.

El sacerdote termina, ahora deben beber su tres vasos de sake, él primero, ella le sigue, y así hasta llegar al tercero. Pese a sus dudas, no vaciló. En el fondo, se siente muy orgullosa como para verse débil.

Aunque su matrimonio es oficial, es traición hacerse una juramento - Yo, Uchiha Madara, te tomo a ti, Uchiha Sakura, como mí única esposa en esta vida. Con la promesa de ser totalmente fiel a ti y hacer todo a mí alcance para proteger tu vida - Sin titubear, un juramento hermoso que hace cada Uchiha. Una parte de ella se siente mal por él, ataron sus vidas para siempre sin sentir amor por el otro.

Practicó con Mina un par de veces para no confundirse - Yo, Uchiha Sakura, te tomo a ti, Uchiha Madara, como mí único esposo en esta vida. Con la promesa de ser totalmente fiel a ti, a tu familia y hacer todo a mí alcance para proteger tu vida. A ti te entrego mí sumisión y lealtad de por vida, jurando seguirte en tus decisiones - Titubeó un poco, sobretodo al decir su nombre. Pero le dió un poco de coraje tener que prometerle sumisión.

Simplemente ser sumisa no es algo que esté en su carácter. Según le explicó Mina, todas las mujeres le hacen esa promesa de entrega pura a sus maridos y ella, al ser extranjera, debía prometer lealtad a su familia.

- ¡Los dioses son testigos en esta sagrada unión! - El hombre mayor alza la voz, aclamando al cielo - El señor y la señora de este clan, los encargados de proteger nuestro linaje. Ambos aquí, para consagrarse ante todos, una unión inquebrantable nace hoy - El viento mese los adornos, las lámparas de papel escarlata agitándose suavemente. Tan sincronizado con las palabras del anciano, los cielos de acuerdo con esta unión y la antorcha resplandeciente mientras el Sol se oculta detrás de esa.

Miko le hace una seña para quitarse el wataboshi y el shiromuku, ahora puede caminar libremente sin tener que mantener en todo momento el equilibrio para que no se caigan esas prendas.

Es un panorama tan hermoso, que pese a su conflicto de emociones, aún la emociona, la alegría de una novia y un buen festejo la invade. Su radiante sonrisa combina con la belleza del paisaje.

Y durante la noche, el alcohol, las bailarinas y la alegría en el ambiente hace vibrar todo el complejo. Fue imposible estar aburrido con tal espectáculo.

Sakura se permitió ser una novia feliz, ella estaba realmente contesta, bailaba con las demás mujeres al rededor de una hoguera.

Antes de que las campanas suenen para anunciar la media noche, los recién casados deben irse, debido a que se considera de buena suerte consumar el matrimonio a la media noche.

Y la pelirosa se marcha junto con Miko, Aoi y Hikaru. Quienes la ayudan a darse un baño de rosas, deshacen el peinado, quitando los adornos. Cuando termina de secarse, le dan un kimono de seda blanco - Este kimono representa tu pureza, mañana serás completamente una mujer y esta noche es muy importante para cualquier mujer - Una mirada maternal, una sonrisa nostálgica de parte de la anciana - Lo más importante que debes tener en cuenta es que debes estar relajada y totalmente entregada, él sabrá que hacer, así que no sientas miedo. No por nada los hombres Uchiha tiene cierta fama de ser grandes amantes nocturnos, además de temibles guerreros -

La mujer mayor le habla tan tranquila, tan cariñosa, que su nerviosismo ya no está - ¿Cómo fue su noche de bodas? - La mirada jade curiosa mira a la señora arrugada.

- ¿La mía? Hn, fue dolorosa, mí error fue estar tensa y nerviosa, pero mí marido tuvo paciencia conmigo. Cuando escuché las experiencias de otras chicas, me sentí un poco tonta, fui la única al borde un colapso nervioso, sí tan solo me hubiera relajado como las demás, no hubiera sido tan doloroso - Hacía pequeñas pausas nostalgicas y un arrepentimiento al final.

¿Será cierto? ¿La clave es mantener la calma y no tensar se?

- ¡Abuela, no quería saber eso! - La mente de la Uchiha menor voló al imaginarse a sus abuelos en esa situación, un pequeño asco se asomó.

- Aoi, no seas inoportuna - Su hermana mayor la regaña.

Ignorando la interrupción de sus nietas, vuelve otra vez a la pelirosa - Está noche será especial, solo recuerda relajarte ¿Sabes que se hace exactamente en tu primera noche con él? - Avergonzada, asiente. Aunque era algo natural, siempre fue un tema muy íntimo y vergonzoso.

Siendo doctora, obviamente sabe que van a hacer. En algún momento tuvo que estudiar sobre los sistemas reproductores y una Tsunade ebria explicó con lujo de detalles toda la situación. Además, una instructora en la academia les dió unos concejos que no entendió hasta hace dos años. Fue gracioso como Ino llegó corriendo emocionada al poder entender, siempre le gustó sentirse como una mujer ¿Y cómo culparla? La rubia era una mujer realmente hermosa y perfecta.

- Abuela, ya guardamos el kimono en el cofre - Tarea que debieron hacer con un extremo cuidado - Por cierto, Señorita... Señora Sakura, estas joyas ahora son suyas. Siempre han estado en manos de las matriarcas, y ahora es suyo - Le entrega una cajita de madera, con las joyas que usó hoy y algunas otras más, igual de hermosas todas.

- Ya debemos irnos. Relájate y buena suerte - Las tres hacen una reverencia antes de irse.

Muy bien. Relajarse. Sencillo. ¡No! ¡No lo es! Carajo acaba de casarse y con uno de los fundadores de Konoha, ahora es la esposa del líder de uno de los clanes más prestigiosos. Todo fue tan rápido.

Ella está de rodillas en el enorme futon, con un kimono blanco casi transparente, su cabello húmedo cayendo como cascada en sus hombros, su flequillo cubriendo parte de su rostro y la luz de la luna que se filtra por la ventana ilumina sus ojos esmeraldas.

En conclusión se ve hermosa, aún cuando su expresión de conflicto interno se ve claramente. Opuesto a como debería estar, ella está nerviosa.

La puerta se desliza, su esposo entra, la puerta se vuelve a deslizar para cerrarse. Segundos como horas. Tenues sonidos de la madera chillando, paso por paso, hasta que queda delante de ella.

Requiriendo todo su valor, alza el rostro hacia su dirección. Pero su kimono es negro, no blanco. Porque él no es puro, ella si, y no solo en cuerpo, también se representa el alma. La mano su hombre se extiende hacia ella, incitando la a ponerse de pie, dos segundos pasan y ella toma su mano. Parándose delante del pelinegro, la diferencia de altura se siente, él es una cabeza más alto y es más ancho. Él es muy grande y ella es muy pequeña.

Ahora ambos se miran, estudiando al otro, separados por unos pocos centímetros.

Madara hace el primer movimiento, una mano en espalda baja y otra mano en su cintura. Sakura pone sus manos en cada hombro. Ambos se acercan, lento y preciso, ella hace puntitas, él se inclina. Un beso.

Un beso dominado por el ojinegro, quien cada vez aprieta más a la ojijade, que trata de corresponder. Las manos masculinas recorriendo el cuerpo de la mujer, las manos femeninas sosteniéndose del hombre en su dominio sobre ella. Y se siente bien, que parte de ella olvida su nerviosismo inicial. El kimono blanco cae al piso.

La luna y las estrellas son testigos de la consumación.


Nota de autora:

Es el capítulo más largo que escribí y el más bonito, siento que mí escritura mejora más con el tiempo. Además, le puse mucho empeño al capítulo, investigué y todo. Por lo que, los datos usados hoy con respecto a las prendas son reales así como partes de la ceremonia.

Mi historia no tiene el fin de fomentar la pedofilia, pero la ubiqué en una época en dónde era normal casarse con 16-17. Y era completamente normal que la esposa tuviera que ser sumisa.

Ojalá hayan disfrutado la lectura.