Burning Lavender
By: HybridVirus

Disclaimer: Hetalia y sus personajes son pertenencia de sus respectivos dueños, solamente soy dueña de Rafaela y no hay ninguna ganancia con esto, más que darles amor a las relaciones de mi país con otros países; solo soy una fan que escribe para fans.

Pd: Se aceptan donaciones en PP :La descalabran:

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Capitulo VII

El suave murmullo del viento que mece tranquilamente las hojas de los árboles, se ve interrumpido por el insistente golpeteo de los cascos del caballo que, se encuentra recorriendo el mismo camino que han seguido las criaturas que lleva forjando desde las tempranas horas del día. La noche finalmente ha caído en esta tierra que pronto será cubierta por la sangre de un sinfín de inocentes. Hombres, mujeres y niños por igual habrán de perecer en esta noche, como un mensaje para el único rival del rey de la noche. Las manos de Rafaela se aferran con fuerza a las riendas de la criatura, que no necesita descansar del mismo modo en que lo haría un caballo normal. La sensación de la brisa acariciando su rostro y su piel, no le da la más mínima paz ante la idea de las acciones que debe llevar acabo.

La lealtad que tiene hacia su maestro no puede ser cuestionada, pero eso no significa que ella deteste a la humanidad. Es cierto que algunos merecen perecer del modo más horrible que sea posible. Pero… los inocentes que son un sacrificio necesario en el plan de su amo, le hacen arder el corazón con una pena que toca fibras en un punto realmente profundo de sus recuerdos. Lo único que puede hacer ante esta situación, es brindarle una muerte rápida a aquellos que no merecen ser víctimas del combate que se avecina. El único consuelo para Rafaela es el recuerdo de esos dedos, cuyas afiladas garras se deslizan sobre su rostro, con movimientos lentos y cuidadosos que procuran por completo su bienestar. Eso y las palabras de aliento, junto a los deseos por su seguridad que escapan de los pálidos labios, que le pertenecen al hombre ojicarmin al que le ha entregado su vida, son esos detalles la única razón por la que se permite ignorar el peso de la masacre, que viene a realizar en este lugar.

La visión de sus estáticas criaturas en los alrededores del bosque, le hacen jalar las riendas para disminuir finalmente la velocidad del animal, que la ha llevado desde el punto donde el espejo la ha dejado en uno de los extremos del espesor de la naturaleza. No se necesita que los habitantes que se encuentran detrás de la muralla se percaten de la llegada del inminente peligro que se cierne sobre ellos. No después del mensaje que el tercer forjador debe de haber enviado, para hundirlos en el pánico y temor de un ataque por parte del rey vampiro. El suave golpeteo de los pasos de su corcel la llevan hacia la alada forja, que se encuentra de pie sobre las ramas de un árbol, asegurándose de vigilar a todas las criaturas que se mantienen a la espera de las ordenes de la forjadora de demonios.

–¿Está todo listo, Emmet?

Los dedos de Rafaela se deslizan sobre la suave crin del animal, al mismo tiempo que desciende para caminar hacia la forja que se acerca revoloteando lentamente sus alas en su dirección. Los orbes verdes se posan sobre la ojimiel, al mismo tiempo que una de las manos de la forja demoniaca se desliza sobre la mejilla de Rafaela. 'Si, mi señora.' Menciona el demonio de piel dorada, a la par que desliza sus garras hacia arriba para así poder acomodar lentamente algunas hebras rebeldes, que han escapado gracias a la cabalgata de la forjadora. Las manos de la criatura se mueven nuevamente, para bajar y acomodar el dorado metal de la cresta familiar que tiene diferentes y vistosas curvas, que al girar y encontrarse las unas con las otras forma una letra 'G'.

El metal dorado resplandece contra la superficie negra de su armadura, cumpliendo con el objetivo por el que ha decidido portarla en esta ocasión. El valor de la cresta que yace en un costado de su pecho, es tan importante para ella como la devoción que siente por su maestro. La misma es una parte de un silencioso mensaje para el legendario cazador de la noche pues, aunque tanto maestro como estudiante saben que la situación en Estiria, no es una causada por el cazador, es el momento de preparar el encuentro entre el rey de la noche y el último miembro del linaje de los Belmont. Su maestro necesita que el último miembro de los cazadores de la noche, sepa que este lugar fue destruido no solo por Drácula. Si no que quiere amedrentarlo con el conocimiento de que tiene un completo control de la familia, que es representada por la cresta en su pecho.

–Supongo que no podre unirme al combate.

La mirada ambarina se coloca sobre el pálido rostro que puede ver en la superficie del espejo, que se encuentra flotando en el interior del cofre de metal que es cargado por una de las tantas forjas, que ha realizado en el transcurso de la tarde. Una sonrisa repleta de disculpas se apodera del rostro de la pelicastaña, mientras se acerca para quedar de frente al espejo que le permite ver al tercer forjador de demonios. 'Tu deber es más importante que este Matthew' menciona la forjadora al mismo tiempo que le dirige una mirada repleta de gratitud a su compañero forjador. Los irises miel se deslizan sobre el suave rostro que le sonríe de un modo tan apacible, que de no ser porque ella misma conoce al hombre frente a ella, jamás podría suponer que el mismo sirve al señor vampiro más peligroso de todos.

–Te agradezco por tu apoyo Matty.

Una gentil sonrisa se apodera de las facciones del dueño de las hebras rubias, al mismo tiempo que niega intentando ignorar el agradecimiento de la primera forjadora de demonios. No es que Rafaela le desagrade, por el contrario, su aprecio por la dueña de los orbes miel es bastante notorio. Pero no puede entender como el cazar al Belmont puede ser un logro aun mayor, al de librar una batalla contra una parte de la guardia de los caballeros sacros de la iglesia. El resultado de dicha pelea puede hundir la reputación de la primera forjadora en caso de ser derrotada, pero Mattew es realista ante la situación. Drácula nunca envía a Rafaela al campo de batalla, si no está seguro de que puede darle los mejores resultados en el combate.

–Te envidio, me gustaría que el amo me confiara la tarea de encargarme del Belmont.

Un suave 'Tsk' escapa de los pálidos labios del ojivioleta, al mismo tiempo que señala en la dirección de la insignia que Rafaela porta en su pecho. Una avergonzada sonrisa es la única respuesta de la pelicastaña, al entender de sobra el silencioso mensaje de su compañero. Claro que entiende las razones de su maestro para no permitirle cazar al Belmont por su cuenta, pero eso no cambia que le gustaría librar dicha batalla para el señor vampiro de Valaquia. 'Cuando se den cuenta que no pueden ganar, la iglesia suplicara por ayuda' el dueño de las resplandecientes amatistas asiente, a la par que prepara a sus propias forjas para recorrer los alrededores del bosque. Una vez que los caballeros se den cuenta de quién es su enemigo, pedirán por el único cazador de la noche que podría hacerle frente a un forjador de demonios.

–Cuando eso suceda, solo tienes que apegarte al plan del maestro.

(¯ `v´¯ )
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El suave resplandor de la luna baña la blanca armadura del caballero infernal, que se encuentra de pie frente a la barrera de madera, que la pequeña ciudadela utiliza como seguridad. El murmullo de los pasos de las criaturas saliendo del espeso bosque, resuena en los silenciosos alrededores como el inicio de una aterradora pesadilla. Los orbes violetas de Iván se deslizan sobre la superficie, más que consciente de que su fuerza es más que suficiente para derribar tanto los muros de piedra, como la patética barrera que los mantiene en el exterior. El suave murmullo de los cascos del caballo que se acerca desde la espesura del bosque, le lleva a dirigir la mirada hacia la forjadora de demonios que le ofrece una suave sonrisa.

–Iván, aquellos que se inclinen deben ser perdonados.

Menciona la dueña de los orbes miel al mismo tiempo, que sus dedos se deslizan sobre la pálida piel del rostro del demonio frente a ella. Una voz en su interior le dice que está siendo un tanto cruel por traer a Iván a un combate, sin exponerlo antes a la idea de lo que tendría que hacer. Ese pensamiento le resulta bastante extraño, pero esos momentos en los que el caballero infernal parecía mirarla con inocencia, la hacían sentir como si estuviera corrompiendo algo que no debía ser guiado de dicho modo. La sensación de los pálidos y fríos dedos deslizándose contra su mejilla, la hace respirar temblorosamente ante la mirada violácea que se mantiene fija sobre su persona. De nuevo podría jurar que esos orbes intentaran entrar en lo más profundo de su alma, como si buscaran una razón que explicara aquello que parece apoderarse de ambos con su agradable cercanía.

–Todo será, como lo ordene mi señora.

La mirada de la ojimiel se posa frente a la inmensa puerta de madera, repasando de nueva cuenta el plan en su cabeza. El silencio y la calma que se encuentra en el aire, no parecen anunciar nada bueno para el combate. No hay guardias, arqueros, lanceros, ni centinelas a la vista para proteger este lugar. No hay caballeros con sus plateadas armaduras, llevando los crucifijos de metales preciosos que recuerda haber visto en su último combate en Estiria. Una parte de ella quiere pensar que los habitantes de este lugar, han preferido ignorar la advertencia que Matty les ha otorgado antes del atardecer. Lamentablemente… si ese es el caso, eso significaría que perecerán muchos más inocentes de los que Rafaela había anticipado. O la segunda situación que se encuentra pululando en sus pensamientos, es la silenciosa advertencia de que esto bien podría tratarse de una elaborada trampa.

–Andando…

El corazón de Rafaela late apresuradamente al pensar en que, dentro de esas paredes podría estarla esperando aquella parte de su vida, esa misma de la que ha huido con desesperación. Los dedos de la ojimiel se deslizan sobre el metal de la cresta en su pecho, para después tomar con decisión las riendas del corcel. Si el Belmont está dentro de ese lugar… ella misma se haría cargo de él, no dejaría que el pasado de su familia le dictara como vivir su vida. '¡Iván tira la puerta!' gruñe entre dientes la dueña de los orbes ambarinos, consiguiendo que los dientes de dicha forja demoniaca se alarguen hasta ser remplazados por un grupo de afilados y aterradores colmillos. Las manos del alto demonio resplandecen de un tono blanquecino, al mismo tiempo que sus pies se separan a la distancia de sus hombros. No hay forma en la que esa mediocre barrera, le evite cumplir con el deber que su ama le ha encomendado.

–¡Como ordene mi señora!

Gruñe la varonil voz distorsionándose por un momento en algo, que Rafaela está segura únicamente podría provenir desde lo más profundo del averno. Un escalofrío se hace presente en el cuerpo de la forjadora de demonios, mientras la mirada ambarina se mantiene fija sobre la blanca silueta que se encuentra de espaldas frente a ella. Rafaela está consciente de que quizás esto sea simplemente su imaginación, pero por un instante jura que puede ver la espalda del caballero demoniaco alargarse y ensancharse en la sombra, que es proyectada por el resplandor que proviene de las manos del rubio cenizo. El mismo que crea un sinfín de sombras que parecen temblar, y postrarse sumisamente ante el portador de la nívea armadura.

Son estas temblorosas siluetas y ese resplandor los que le hacen ver, aquello que Rafaela podría jurar es un par de cuernos que se curvan elegantemente en la sombre de Iván, como si no fueran un simple figmento de su imaginación y en verdad fueran una extensión más del cuerpo de su caballero demoniaco. El viento arrecia en el exterior de la muralla, haciendo que la capa negra que la forjadora lleva sea mecida por la brisa. Creando por un momento la ilusión de que la oscura tela, es más bien una de las aterradoras sombras de la noche que inspiran horror en los corazones humanos. Basta con el suave movimiento de una de las manos del dueño de los orbes violeta, para que la magia entre sus manos escape para impactarse de golpe contra el muro, y la madera que servían como barrera a la ciudadela.

Los orbes caramelo se encuentran abiertos de par en par, al ver el enorme hueco que ha quedado en los restos de la ahora inservible muralla, que anteriormente les brindaba seguridad a los habitantes del lugar. El eco de aterrados gritos y llanto repleto de suplicas llega a sus oídos, mientras su mirada se mantiene fija en el seguro andar del demonio que ha llevado con ella al enfrentamiento. El cambio es radical, pues Rafaela no puede ver el mas pequeño rastro del Iván que se acurrucaría en su cuello para hacerla descansar. Un tembloroso suspiro escapa de la hechicera al ver la forma en que la criatura se mueve, los movimientos de su cuerpo son los de un depredador con un único propósito… el de cumplir con las ordenes de su ama.

–¡Postraros ante el heraldo del rey de la noche!

Esa misma voz que se cierne sobre la de su Iván, resuena en lo más profundo de la ciudadela, arrancando aún más gritos aterrados de los habitantes que se han atrevido a salir del refugio de sus hogares. El murmullo de los cascos del corcel se pierde entre el terror de las víctimas y la voz que exige respeto para la forjadora de demonios. Una extraña sensación se apodera del estómago de la pelicastaña al mirar de reojo el rostro de su última forja. Ya no hay deje alguno de la ternura que ha visto en los ojos del caballero demoniaco, al intentar protegerla de un enemigo inexistente en su torre. Solo está presente la realidad de que su amo, le ha entregado un demonio cuya fuerza va mucho más allá de lo que ella ha imaginado. Es algo realmente sencillo de entender al ver la destrucción que se ha desatado, con un simple movimiento de la mano del dueño de los orbes amatistas. A partir de esta noche… aquellos que sobrevivan, solo serán capaces de soñar atrapados en el terror.

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Un suave siseo escapa de los labios del rubio, al mismo tiempo que continúa presionando el paño húmedo contra su frente. La sensación del golpeteo en su cabeza le hace apretar los dientes con fuerza, mientras su pequeña hada se asegura de rociarlo con el resplandeciente polvillo sanador por el que su especie es bastante conocida, buscando disminuir el notorio malestar en el rostro de su amo. Los orbes celestes se posan sobre la figura que se encuentra apoyada sobre la madera del escritorio que ahora posee las marcas del abuso del señor vampiro de Estiria. En el rostro del alto vampiro rubio se encuentra una sonrisa completamente despreciable y socarrona, que hace arder la sangre de Alfred con molestia, pues no es difícil darse cuenta que la criatura está disfrutando de sobra su malestar.

–Mantente quieto forjador.

La mirada cerúlea se dirige hacia el segundo vampiro, que se encuentra introduciendo su mano en el centro de una especie de brazalete. La entrecortada respiración de Alfred se ve rota por un sonoro jadeo, al sentir como el negro metal se aferra a la piel de su antebrazo. La sensación es dolorosa y desagradable pues podría jurar, que siente como el mismo arde y le quema de un modo que le hace pensar en que, está siendo marcado como una simple posesión. ¿Por qué diablos le han puesto esto? Drácula jamás habría hecho algo tan despiadado como esto. 'Quiero escucharte una vez más' sisea la voz del vampiro de orbes celestes en un tono divertido, mientras su mirada no se separa del humano que se retuerce de dolor, gracias a la marca de lealtad que el forjador lleva ahora en su brazo.

–Mi…servicio… por…poder.

Sisea entre dientes la entrecortada voz del hechicero rubio, a la par que intenta ignorar la dolorosa sensación del ardor que se cierne en su brazo. Si es por poder puede tolerar un poco del dolor que se apodera de su cuerpo. Un sonoro quejido escapa de los pálidos labios del joven hombre, mientras su espalda se arquea intentando relajar un poco la sensación, que se empieza a extender por cada célula de su cuerpo. Sus ojos se abren levemente al percatarse del extraño cosquilleo que empieza a correr lentamente por su cuerpo, lentamente el dolor empieza a desaparecer, mientras una extraña corriente de fuerza mágica lo embriaga desde dentro. Un suave jadeo escapa del rubio al mismo tiempo que hecha la cabeza hacia atrás, intentando entender cómo es posible que el dolor haya desaparecido, y dejado detrás de él una sensación tan agradable y placentera.

–He cumplido con mi parte, ahora dime lo que quiero saber.

La mirada celeste se posa sobre la criatura que sigue en su misma posición contra el escritorio. Hay algo realmente escabroso en la oscuridad que puede ver en esas gélidas aguamarinas que por segundos resplandecen de un tono escarlata, sin duda alguna este vampiro se convertirá en un riesgo para el resto de la sociedad vampírica, pero no es como si sea algo realmente importante para Alfred. No necesita decirle nada concreto, basta con decir unas cuantas verdades a medias y todo quedara resuelto. No es la primera vez que un vampiro intenta robar a Rafaela, pensando que él o su hermano poseen la suficiente información para convertir sus planes en realidad. Lidiara con esta situación igual que en todos los otros casos, simples verdades a medias que jamás le serian de la más mínima utilidad a la criatura frente a él.

–Rafaela ha servido a Drácula por más de 10 años. No tengo idea de porque razón se ha unido a él, pero sé que jamás lo traicionaría.

La lengua de Alfred se desliza sobre sus labios, intentando relajar su respiración ante el hecho de que ha empezado con una verdad completa. No tiene nada de malo el dar un ultimátum que ofrece a todos los vampiros, puede que Rafaela no sea completamente de su agrado. Pero a final de cuentas es una forjadora de demonios, el talento que comparten los une de un modo que los vampiros no podrían entender. Jamás se atrevería a entregarla a una criatura que solamente la usaría y que después seguramente la aniquilaría. No, eso es algo que Alfred nunca permitiría que sucediera, no mientras tenga el suficiente control sobre sí mismo.

–¿Cómo es que la forjadora se puso al servicio de Drácula?

Las manos de Alfred se cierran con fuerza al comprender las palabras del vampiro, sus labios se aprietan para después moverse y dejar escapar de los mismos, aquello que sabía de sobra jamás debía de ser mencionado. La mirada del rubio intenta desviarse de los orbes de la criatura de la noche, ante toda la sorpresa y horror de mencionar aquello que forma parte de la historia, que la primera forjadora guarda celosamente del resto del mundo. 'Ella fue tomada de su hogar, durante la cacería de los Belmont' La piel del rubio se eriza completamente aterrada, ante la verdad que ha escapado de sus labios sin ninguna especie de autorización de su mente. Es en ese momento que Alfred finalmente entiende la realidad de la marca que lleva en su cuerpo.

–¿Porque?

Los dedos del rubio se aferran al negro metal que se encuentra fijo en su antebrazo, esperanzado ciegamente a poder moverlo, aunque sea un centímetro. El mismo doloroso ardor que había sentido con anterioridad, se empieza a esparcir rápidamente por su cuerpo, moviéndose como la indomable corriente del mar, asegurándose de arrastrarlo a un mundo repleto de dolor y pesadez, al saber que no tiene forma alguna para evitar las palabras, que intentan a toda costa salir de sus labios. "Lo siento… creo que he cometido un error" los dientes del rubio se aferran a su labio inferior, intentando a toda costa evitar que las palabras salgan de sus labios. Solamente para desplomarse ante la abrumadora sensación en su cuerpo, sin darse cuenta del momento en que sus labios finalmente se abren para dejar escapar aquello que jamás se menciona en el castillo de Drácula, a pesar de que todos lo saben de sobra.

–Porque… es la última de los Gandolfi.

Continuara…

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Hybrid-Virus

Yo! Buen día lectores, sé que es verdaderamente sorprendente, pero enserio no están imaginando cosas. Porque si hay una tercera actualización para el vampiro villano más favorito de todos los lectores de esta historia. Estamos en llamas sin duda alguna, pero creo que quizás se deba que ¿Mathias quizás me ha lavado la cabeza? En fin, tengan miedo porque eso significa que en algún momento tomare un descanso. Probablemente este sea en Halloween, o quizás espere al mes que viene para tomar unas merecidas vacaciones.

Finalmente aparece el tercer forjador de demonios, el cual supongo ya se habrían imaginado que sería Matty. Podemos ver que el también tiene sentimientos encontrados sobre la relación que tiene con Rafaela, pero no son tan intensos como los de Alfred. Del mismo modo podemos ver que a Rafaela le gustaría enfrentarse al Belmont. Sin embargo, esto no es posible y lo mismo tiene algo que ver con su apellido, lo cual es algo de lo que los otros dos forjadores están enterados. Matthew es el forjador que ha estado cazando al Belmont, por esa situación en la que Drácula no le puede permitir a Rafaela encontrarse con el cazador de la noche. Como bien podemos apreciar todo esto es un plan para que el Belmont se presente y Matthew pueda dirigirlo no hacia una trampa per se, pero si al lugar en el que Drácula y el tendrán que enfrentarse, el cual será obviamente el castillo.

El plan radica en destruir a una parte de los caballeros de la iglesia, y a cuantos inocentes se rehúsen a inclinarse a la voluntad de Drácula. En la ciudadela hay una sede de la iglesia que tiene caballeros a su servicio, estos son los mismos caballeros contra los que se enfrenta Rafaela en Estiria, cuando Vladimir y ella son atacados en el bosque. Esto es debido al hecho de que Mathias ha insistido en que el Belmont ha asesinado a un señor vampiro en Estiria, por lo que la iglesia que bien podría haber solicitado la presencia del cazador en esa tierra, es la que será castigada.

Hay un momento en el que la voz de Iván cambia, sus dientes son reemplazados por colmillos y su sombra se hace grande. Este es un vistazo a la verdadera forma de Iván, que será similar a la versión del 'Olvidado' de 'Castlevania los señores de las sombras' Recordemos que el demonio fue encerrado por casi destruir el mundo, por lo que Rafaela está empezando a percatarse de lo fuerte que es en verdad Iván. Y del hecho de que detrás de su aparente inocencia, se encuentra una naturaleza realmente despiadada. Dispuesta a cumplir con las ordenes que le son otorgadas, por todos los medios necesarios.

Alfred lamentablemente ha sido puesto bajo el control de un amuleto de lealtad, lo cual lo fuerza a obedecer y decir la verdad a su nuevo amo. Esto es algo similar al anillo que Lenore usa con Héctor en la serie de Netflix, con la diferencia de que el beneficio de este, será el de darle una desorbitante fuerza mágica a Alfred. Es a causa de esto que ahora tanto Siegfried como Mathias, saben que Rafaela es la última de los miembros de la familia Gandolfi. En 'Castlevania el Lamento de la Inocencia', existe un personaje conocido como Rinaldo Gandolfi, este hombre fue en su momento un cazador de vampiros además de también ser un alquimista, que llego a conocer al mismísimo Drácula cuando este aún era un alquimista humano.

Rinaldo es el creador de un arma que eventualmente se convierte en el legendario 'Matavampiros' o 'Vampire Killer', la cual es el arma que el clan de los Belmont utiliza para dar caza a los vampiros y al resto de las criaturas de la noche. Es a causa de la creación de esta arma que Walter es derrotado, este es el vampiro que tanto Rinaldo Gandolfi, como Leon Belmont buscaban destruir en venganza por lastimar a sus seres queridos. Lamentablemente al derrotar a Walter, la versión humana de Drácula consigue control sobre su alma y por medio de la alquimia y la magia, logra convertirse en un vampiro. De este modo podemos decir que tanto los Belmont, como los Gandolfi son culpables de la existencia de Drácula.

En 'Castlevania: La orden de las Sombras' se sabe que existe un Gandolfi, lo cual se usa como una forma de insinuar que los mismos Gandolfi, han optado por brindar ayuda a los Belmont en la eterna cacería por detener a los devotos sirvientes del rey de la noche. Aunque este juego en sí, no es considerado canónico, me agrada la idea de la descendencia de Rinaldo intentando continuar la lucha contra los vampiros, que sirven a la criatura de la noche que contribuyeron de cierto modo a crear. Es por esta razón de que ambas familias deberían de trabajar juntas, que Rafaela no puede buscar al último de los Belmont por órdenes de Drácula.

Podemos ver que el plan de Vladimir, es el de esperar una reacción por parte del Belmont al enterase de que tiene a Rafaela bajo su poder. Es por eso que Rafaela menciona que debe haber sobrevivientes, los suficientes para que se percaten de la cresta familiar que lleva puesta. Para que el Belmont no dude de que una Gandolfi es quien ataco la ciudadela. Rafaela tiene sus propias razones para querer derrotar al Belmont, pero ya sabremos de ellas más adelante en la historia.

Sin más por el momento, dejen un review y nos vemos en la próxima actualización.

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-Reviews-

Bee: ¡Hola, muchas gracias por leer! Lo sé, el besto villano Mathias es un roba corazones, por eso me parece bastante irónico que toda la idea de esta historia empezara con él y que aun así, terminara siendo un RusMéx. Aún nos falta algo de tiempo para llegar al combate de Mathias y Rafaela, pero en verdad espero de todo corazón poderles dar una batalla lo suficientemente épica. Me alegra que tanto la historia, como el estilo en que está escrita sea de tu agrado. Muchas gracias por el apoyo.

RusMex: ¡Hola, muchas gracias por leer! Admitiré que esa es la idea principal, como ya había mencionado con anterioridad en otro capítulo. Rusia es realmente tierno, hasta el momento en el que es necesario entrar en combate. En ese instante es cuando la verdadera naturaleza de Iván sale a la luz. Me agrada que te guste mucho Arthur. Sobre Siegfried estoy totalmente de acuerdo, el debería de ser el señor vampiro de Estiria, pero seamos realistas de haber peleado por ese derecho, Mathias lo habría matado. Por esa razón es que Siegfried es tan importante para la historia, es al final de cuentas el cerebro verdadero detrás de todos los movimientos de Mathias. Lo sé, Mathias no está acostumbrado a que lo desprecien, y esa es la razón de que este tan encaprichado con Rafaela, eso y el hecho de que quiere doblegar a todos los forjadores de demonios de Vladimir. Me alegra que te guste mucho la caracterización de Iván. Muchas gracias por el apoyo.

Guest: ¡Hola, muchas gracias por leer! Conociendo a Mathias, hizo una tarugada suponiendo que le daría excelentes resultados. Lo cual, si podría haber funcionado, de no ser por la intervención de Rafaela y Vladimir. Veo a los dos como un par de hermanos que saben que se necesitan el uno al otro, pero con Siegfried estando consciente de no interponerse en el camino de Mathias, porque de hacerlo tendría que pelear por su vida. Me encanta el RuMéx, creo que son realmente adorables juntos, esa es la razón por la que hay de pronto ligeros momentos entre ellos. Además de que sentí que quedaba muy bien ya que imagino a ambos como un par juguetón, al menos entre ellos ya que saben que jamás, intentarían lastimarse el uno al otro. ¡Muchas gracias por el apoyo!

"Formemos parte de la línea de reviews, cuando leamos un fanfic con un personaje que nos gusta y no es muy común ver, de un fandom olvidado o de una historia que nos guste; dejemos un review, porque esa persona escribe para nosotros y que mejor forma de inspirarla y darle combustible para seguir"