6.-Sin una ley sin un horario
Los niños eran felices, estaba corriendo por el bosque que rodeaba la cabaña de Harry, Severus estaba viendo a los niños desde la entrada, sus sentidos alertas para evitar que fuera a pasar a nada raro, no iba a permitir que algo pasara a sus pichones.
-Severus, toma -dijo Harry llegando a su lado y entregándole una taza de café negro.
Harry había descubierto dos cosas en este mes viviendo con sus hijos y su enlazado. Severus se segaba cuando los niños estaban cerca. Severus lo enamoraba poco a poco. Nunca imaginó que enlazaría a alguien, nunca utilizó su "voz" en su vida con alguien que no fuera su madre o padre que le entrenaron muy bien siendo un niño. Pero haber enlazado a Severus, aunque fuera en un momento de desesperación, fue lo mejor que pudo haber hecho.
-Gracias -recibió la taza y no lo miró, sabía a que venía. Habían llegado al acuerdo de que hablarían un poco de sus vidas, de su pasado, conocerse poco a poco, después de todo estaba enlazado con el hombre.
-Sabes… hoy no tendremos una charla de nuestro pasado -dijo mirando a los niños jugar.- Hoy daremos una vista a nuestro futuro.
-No te entiendo.
-Bien, pienso que, ya que estamos viviendo juntos, debemos tener planes a futuro.
-Creo que es demasiado pronto.
-¿Quieres dejarme, Severus? -preguntó con una sonrisa en el rostro, sabía que no era así, pero, demonios, como costaba sacarle la información a su enlazado.
-No… por ahora.
-Eso es bueno -dijo riendo bajo-. Primero tenemos que ver la distribución de la casa, además, creo que podrías tener algo que hacer en casa que no sea sólo cuidar a los niños.
-Esto bien cuidándolos.
-Pero quiero que tengas cosas que hacer. Cosas que te gusten..
Severus lo pensó un rato. Bien, él se hacía cargo de la casa y los niños, pero nunca estuvo en su mente el hacer algo diferente. Siempre preocupándose más por sobrevivir que vivir.
-Te gustan las flores, las plantas, vi como el otro día preparaste un brebaje a los niños para que durmieran tranquilos con la lluvia.
-Son cosas que aprendí en cautiverio.
-Pero son cosas que te gustan, ¿verdad?
-Me mantenían vivo.
-Severus -dijo sosteniendo su mano temblante-. No quiero que recuerdes tu pasado, eso lo dejaremos de lado -se puso de pie y luego se hincó frente al chico, le quitó el café de las manos y lo dejó a un lado, luego sostuvo ambas manos y lo miró a los ojos-. Hoy dejaremos de lado el pasado, el de los cuatro -dijo apretando sus manos-. Los niños, tú y yo partiremos desde cero hoy.
-Es difícil.
-Pero no imposible, Severus -dijo acariciando la mejilla pálida-. Sé que estamos enlazados, pero quiero enamorarte, que seamos una pareja, una familia para los niños -dijo sonriéndole, esa maldita sonrisa que hacia sentir mariposas a Severus- ¿Es difícil enamorarte de mí también?
-No seas pretencioso -dijo desviando la mirada, a sabiendas de que estaba sonrojado.
-Lo siento -dijo inclinándose para dejar un beso en la frente de Severus-. Yo ya te estoy amando, Severus.
-Es imposible -dijo negando con la cabeza, negando sus propios sentimientos-. No llevamos mucho tiempo juntos.
-Oh, pero ya me encandilaste desde que te vi la primera vez -dijo parándose de golpe, haciendo que Severus se parara también, lo sostuvo de la mano y caminó con él hacia los niños, que al ver a Severus corrieron hacia él-. Severus, ellos también te aman y te conocen mucho menos que yo ¿Cómo puedes pensar en que no es posible amarte en tan poco tiempo?
Severus estaba inundado de emociones. Es verdad, amar a Harry no era tan difícil como lo imaginaba.
Continuará...
N/A: Lamento la demora, pero estamos en tiempos nuevos, en el que ocupo todo mi tiempo para trabajar y recolectar recursos, pero ya escribí varios pequeños capítulos de este fic que me gustaron como quedaron y espero que a ustedes tambien les guste.
nos vemos en un par de días.
un beso
Majo
